tag:blogger.com,1999:blog-3413822551723337437.post8795324930284511733..comments2024-03-04T09:34:32.455-08:00Comments on Mensajero del Rio: CONVERSACIONES CON RAMÓN.9. ‘No solamente llegué a la Argentina, sino que llegué al paraíso’Mingo Gutiérrezhttp://www.blogger.com/profile/05084060659555857802noreply@blogger.comBlogger1125tag:blogger.com,1999:blog-3413822551723337437.post-23721069440350109152014-07-21T12:39:45.575-07:002014-07-21T12:39:45.575-07:00Hola Mingo!
Abajo agrego algunas consideraciones ...Hola Mingo!<br /><br />Abajo agrego algunas consideraciones con respecto a los “Luchos”, los barcos mencionados en el artículo y en los cuales se desempeñaba Casimiro Torres, suegro de Ramón García.<br /><br />Mirko Mirosevik, que naciera en 1909 en Punta Arenas, brinda algunos conceptos sobre los Luchos, como parte de sus recuerdos sobre el Frigorífico: “Yo llegué (a Río grande) en 1925, el 21 de octubre. Paré en la casa de Don Esteban Kovacic, en el Hotel Miraflores (...). Ahí, pasé una noche. Al otro día me fui al frigorífico (...). En esos tiempos estaba la Compañía Frigorífica Argentina y de administrador estaba el señor John Goodall (...). En el año 1925 empecé a trabajar en la cocina restorán de carnicero, y después pasé a la administración de mozo, cuando estaba el señor Goodall (...). Después de un año pasé a la casa de empleados, porque cuando se acababa la faena había poco movimiento, y ahí estuve trabajando cinco años de mozo en esa casa (...)”. <br /><br />“Aquí venían de Buenos Aires con ingleses y le daban una mirada, porque la faena al hacerse tenían que venir algunos inspectores de frigorífico para ver si reunían las condiciones. El mercado de Europa tenía sus ciertos límites para mandar los productos. Aquí, cuando se vendía la carne creo que se llevaba a Inglaterra (...)¡Se llevaban todo congelado! Resulta que tenía que ser congelado porque en los barcos las bodegas no eran muy grandes, y si no tenía frío, la carne se aplastaba (...). Yo le cuento de los tiempos que venían antiguamente los chilenos, porque en esos años que vine yo, venía el “Austral”, el “Río Verde”, el “Antártico”, el “Avilés” ... Venían varios barcos chilenos (...). Los barcos chilenos eran para quince pasajeros en primera, Entre Río Grande y Punta Arenas ponían veinticuatro horas, veintidós ...Eran barquetas chicas de menos de setecientas toneladas (...). Los productos argentinos de Buenos Aires eran descargados en Punta Arenas y se cargaban en los barcos de los Menéndez como el “Austral”, y entonces venían ellos cargados con toda la mercadería de Bs. As. para acá (...). Los “Luchos” eran los barcos que vinieron después, cuando los barcos chilenos no vinieron más. Ellos también empezaron a hacer embarques de carne y los transportes de Buenos Aires hasta acá. Venía un “Lucho” por mes o algo así, porque para cargar y descargar lleva mucho tiempo y para volver necesitaba ocho días, y ocho para venir son dieciséis. Eso más la carga, necesitaban un mes” (A hacha, cuña y golpe, 1995).<br /><br />Hacia tiempos más actuales, en un artículo de la Sra. Emilia Susic de Bonifetti titulado “La Cámara de Comercio y el recuerdo de épocas pasadas”, publicado primero en la Revista de la Cámara de Comercio y luego en el libro “A hacha, cuña y golpe”, haciendo mención al año 1970, se indica allí que el “Lucho VI” y el “Lucho I” eran barcos que en ese año pertenecían a la Compañía Naviera Peisci S.A., “que durante 30 años ha venido atendiendo las necesidades sobre los puertos patagónicos”.<br /><br />Un saludo Mingo!<br />Hernán (Bs. As.)<br />Anonymousnoreply@blogger.com