Papeles cinematográficos. En Río Grande..

 De cuándo será este programa? No hay indicaciones de año..  Tal vez explorndo atrás de las películas se puede resolver con mayor precisión



La portada permite identificar seis comercios como auspiciantes.



Las entrada pueden ser de otro momento. Evidencian que había un corte en las proyecciones.









EVOCACIONES** El 23 de agosto de 1921 el gobernador Carlos Molina presenta su memoria de gestión.


En buena parte de su informe se ocupa de la situación de la Policía.

 

Se demanda el aprovisionamiento de caballería para facilitar los desplazamientos.

 

El aprovisionamiento de sistemas de identificación dactiloscópica.

 

La instalación de nuevas dependencias en diversos puntos de vigilancia para lo cual se requeriría el aumento de la dotación de personal superior y subalterno.

 

Se piensa elevar la dotación de 40 a 100 gendarmes, y de 11 integrantes del personal superior a 16.

 

El 23 de agosto de 1921 la memoria del gobernador Molina da cuenta de la situación policial en el norte fueguino.

 

“En el Departamento de San Sebastián, el más importante del Territorio por sus aptitudes para la ganadería, existen solo dos comisarías, una en Río Grande y la otra en San Sebastián, que para trasladarse de una punta a otra es necesario no menos de seis horas de marcha forzada a caballo; en la época de faenas, en este Departamento acuden numerosa peonada, y como es impracticable su identificación, ocurren robos de haciendas y contrabandos, la acción de la policía es insuficiente, tanto más notoria cuando mayor es el contingente siempre propenso a huelgas de tendencias disolventes, con el aumento de personal se establecieron nuevos destacamentos; cuyo control en las garantías de la vida y la propiedad, estará a cargo de la Comisaría de Inspección a quien es indispensable se le provea un automóvil, dada la planicie de las extensas zonas fronterizas, sector en que debe ejercer una amplia fiscalización”.

 

“…Mientras no sea terminado el camino de Río Grande a Ushuaia cuyo proyecto elevo a vuestra excelencia separadamente, el aislamiento será evidente, si se considera, que el trayecto que el trayecto de 200 kilómetros a recorrer, es un camino penoso en absoluto, es decir, una picada en su mayor parte pantanosa, cuando no es necesario descender de la cabalgadura para trepar despeñaderos casi a pique; es de advertir que en el trayecto de la referencia no existe un solo destacamento de policía, como dejo manifestado por la falta absoluta de personal”.

 

De esta manera al gobernador en Ushuaia le resultaba difícil gobernar para toda su ínsula.


La placa que ilustra nuestro escrito hace largos años ya no está en la Plaza Almirante Brown.

 

 

LOS PUENTES DE LA MEMORIA. “De cómo un diálogo periodístico resultó fecundo para orientar una vocación”

 


En los últimos tiempos no he reparado circunstancia para observar cómo. Tras la búsqueda de distintos expedientes a los que alude Juan Esteban Belza, no se los encuentra ya en los repositorios de origen, dificultando de esta forma una visión actualizada de los mismos y sembrando sospechas sobre su uso y destino. Hoy quiero recordar al creador del Instituto de Investigaciones Históricas Tierra del Fuego, en un reportaje que resultó para mí, en aquellos días, orientador hacia futuras actividades.

 

No conservo del mismo el registro magnetofónico y esto va de la mano de otros sinsabores; durante una larga dolencia que puso en peligro mi vida en 1979 se utilizaron con otros fines una gran cantidad de cintas que durante un par de años  fueron guardando reportajes, ceremonias, voces que- a criterio nuestro-merecían conformar un Archivo de la Palabra.

 

Hilvanando lo ocurrido con el patrimonio cultural que algún perteneciera al Museo Salesiano con lo ocurrido más recientemente en la institución municipal, es que me ha quedado muy poca confianza –por lo menos en esta etapa en la que no ha sedimentado nuestra sociedad- en el trabajo que puedan hacer las instituciones para preservar el patrimonio heredado; de ahí que de mi archivo periodístico hoy extraiga un reportaje que publicara en noviembre de 1976 en el periódico que entonces dirigía: El Austral.

 

Dos preguntas y dos respuestas que espero alumbre el camino a muchos otros:

 

En el Primer Congreso de Ciencias Históricas Fueguinas, realizado en la ciudad de Ushuaia, participó un conjunto de investigadores que se diferenciaron de los demás por ser nativos o residentes en Tierra del Fuego. Fueron unos pocos, pero El Austral desea que usted valore la contribución de los fueguinos en el conocimiento del pasado histórico de la isla.

 

Belza: En un orden cronológico yo diría, la presencia de los investigadores en un Congreso tiene una virtud que es demostrarse a ellos mismos que pueden hacerlo, que la Historia no es una ciencia vital, intocable que tienen algunas fuentes de investigación, por ejemplo: en Ushuaia tengo el caso del Juzgado Federal en el cual hay infinidad de expedientes que pueden prestar a la Historia, aquí en Río Grande y en Viamonte tienen los repositorios, por así decirlo, de la familia Bridges, también existen ciertos documentos del Registro Civil, La Misión, de la gente de acá que tiene condiciones –las hay con reales condiciones- podrían iniciar trabajos de recreación histórica no en tamaños desmesurados sino en pequeñas monografías, porque la suma de diversos aportes van a ir dando toda la imagen del cuadro. A veces se superpondrán algunas tintas pero en otras van a ir quedando y poco a poco se ha de ir reconstruyendo toda esa fisonomía histórica fueguina.

 

Prácticamente conocer como fue ese hombre. Sus finalidades y las características propias fabricadas por la relación con la ecología. No puede ser igual un señor acá que un señor en el Chaco, tienen diversas reacciones. Entonces pienso que la presencia de fueguinos en un Congreso es un ensayo que a muchos los va a animar.

 

El Austral: ¿Una primera invitación a todos los que están por la Historia de Tierra del Fuego sería reconstruir la memoria de los viejos pobladores?

 

Belza: Claro, es comenzar la historia. Yo comencé por los documentos, por las fuentes, porque –respetuosamente- le tengo más fe a la precisión de las fuentes que a la memoria humana, que desvaría.

 Pero la memoria humana, además de dar pistas, da color a las cosas; los documentos a veces son muy fríos, mecánicos, muy cifras. Entonces estos le dan color y posiblemente la real característica de la historia fueguina, que habrá de reconstruirla en mucho tiempo, por que no se podrá hacerlo de una sola plumada. Además, lo decíamos un poco risueñamente en el Congreso, gran parte de os fueguinos tienen dos tendencias en este orden cultural: todos son un poco historiadores, al menos se cuentas cuentos y anécdotas, les gusta contar y crear escalas de informantes, además son todos meteorólogos por que al cambiar el tiempo aquí, a cada rato, nunca se equivocan. Uno va a decir:¡va a llover mañana!, posiblemente le pegue. Es un parte de la psicología fueguina, aunque lo tomemos risueñamente. Pero, aparte de que ya naturalmente son así, el Congreso tenía la finalidad de ir descubriéndole la verdadera cara cultural al fueguino, e irle dando datos a su identidad. Que los tiene desconocidos pero que pueden darse. A medida que descubra leyendas podrá encontrar su poesía, su música autóctona. Está bien, nos vamos a hacer problemas, la cultura no tiene vinculación a un lugar y un espacio, pero son lindas las expresiones culturales típicas. Uno no va a cantarle aquí al quebracho, le cantará a la lenga. Lo importante es dar realmente la respuesta de su idealidad a esta realidad que a veces lo acaricia, a veces lo aprieta, a veces lo ahoga, al menos lo mueve. Sé que estaba entre las finalidades del Congreso, dar un estímulo a las manifestaciones culturales locales.

 Me reconforta en el tiempo, haber sabido escuchar, haber sabido leer esta parte del pensamiento de Juan Esteban Belza.

 

EVOCACIONES. 16 de agosto de 1991. Cenizas del volcán Hudson se precipitan desde el cielo fueguino.



 

El Volcán que se encuentra en la provincia Chilena de Coyaique causaba estragos en la provincia de Santa Cruz, cubriendo con su ceniza las poblaciones de Los Antiguos y Perito Moreno y avanzando sobre esta zona productora de fruta fina y el la restante meseta ovina de la vecina provincia causando estragos en la economía.

 

Hasta 1971 se lo conocía como Cerro de los Ventisqueros, o Cerro Hudson, pero ese año se manifestó como volcán causando los estragos propios de su fenomenología. La población se vio afectada en los ojos y hubo abundantes trastornos grastrointestinales por la contaminación de su ceniza en el agua de consumo.

 

Pero en 1991 repitió un incidente telúrico siendo hasta la fecha la segunda erupción en importancia de las registradas en Chile, país volcánico si se precia.

 

Enormes volúmenes de ceniza corrían de oeste a este, siguiendo el sentido del viento dominante; y en aquella jornada que hoy forma parte de estas EVOCACIONES también llegó al norte fueguino.

 

Aquí se manifestó como una delgada película que cubrió el techo de los vehículos, y afortunadamente nada más. Algunos curiosos procedieron a juntarla y experimentaron si servía de puloy, obteniendo excelentes resultados.

 

Hacían tan solo tres días de la erupción cuando la ceniza llegó a Tierra del Fuego y todavía no se tenía idea exacta de la catástrofe. Después afortunadamente el miedo se disipó.

LOS PUENTES DE LA MEMORIA. 16 “Andar, andar y andar... andar a todo motor, andar sobre dos ruedas, andar... andar y andar”

 


Al igual que hoy con los cuatriciclos, treinta años atrás el escándalo eran los rodados juveniles. Esa pandilla de muchachos que fuera del horario de trabajo, y muchos de ellos con bastante tiempo libre, rondaban las calles con el bullicio de sus motocicletas.

 

Rubén Maldonado, algo más entrado en años se sentó en nuestra mesa, desparramamos sobre ella las fotografías que le son propias, las de los amigos en la aventura; y con Francisco Andrade –el dueño de la iniciativa-repasamos los rostros familiares en el recuerdo.

 

-La policía nos perseguía, no nos dejaba andar- recuerda Pajarillo mientras Arraigada que se sumó a la mesa trata de encontrar una foto donde él aparece también como competidor-Una vez los llevaron a la Comisaría a Rubén, Peladilla y Renato, por orden del comisario Rubio. Los puso en fila y les dijo: “Por que no organizan una carrera como la gente.¡Un día de estos se pueden accidentar si siguen corriendo de esta manera! Los van a agarrar en la calle los otros locos que andan como ustedes, pero en auto, lo van a quebrar enteros...

 

Hubo que encontrar respuestas para el jefe policial que quería ingresar a los picaderos a la legalidad. Primero se convocó al Padre Forgacz,  párroco y deportista, a Don Víctor Jesús Donoso proveedor de los rodados en el mercado local, a Juan José Degratti –raidista que unió Tierra del Fuego con las Américas. Y así apareció en el historial deportivo de la localidad el “motociclismo”, puesto en la calle el 31 de enero de 1964, enalteciendo los festejos patronales de San Juan Bosco.

 

El circuito sólo en parte estaba pavimentado, se largó en San Martín y Fagnano, frente al busto a Don Bosco que hoy no está, se continuaba rumbo a Espora, de allí seguía bordeando la plaza y ya en Lasserre se doblaba por Belgrano al llegar a la Confitería Libertad, la última curva era la del busto de San Martín...

 

Los ganadores de aquella competencia inaugural fueron: Juan José Degratti, secundado por Renato, Fernando Aguilera y Rubén Maldonado. Aquel día también corrieron Víctor Donoso –uno de los mellizos- un infante de apellido Bravo (¡el papá de Banana!), Raúl Rogolini y Antonio Maldonado: este último protagonizó un accidente que dio justificación para que los detractores de la actividad –tan ruidosa y peligrosa- siguieran abogando por su desaparición. Moroco se pasó en la primera curva  incrustándose en el Kiosco que se le construyera a Minkiol y que por aquellos días atendía Chávez.

 

La historia recién comienza. Dentro de algunos días pensamos realizar una exposición de todo lo reunido en materia fotográfica... trofeos, recortes periodísticos.., pero por sobre todo trataremos de reunir a los competidores del ayer,  para hacer crecer la memoria de todos.

 

Este es sólo un anuncio, Condorito, empuja para que nada se pierda.

Escrito hace 31 años como RASTROS EN EL RÍO en EL SUREÑO.

 

Fue hace medio siglo. 10 de agosto de 1973. Un presidente argentino visita la Antártida.

 



Se trata de Raúl Alberto  Lastiri quien ejercía el poder tras la renuncia de Héctor Cámpora y Vicente Solano Lima a la presidencia de la Nación, y haber declinado quien se encontraba como primero en la sucesión ante la acefalía, el titular provisional del Senado, Alejandro Díaz Bialet.

Lastiri, presidente de la Cámara de Diputados, permanecería como presidente hasta que las elecciones de septiembre entregarían un tercer mandato al General Juan Domingo Perón.

El mandatario llega a la Base Vicecomodoro Marambio acompañado de su esposa Norma López Rega, Mariano Loedel gobernador de la Tierra del Fuego, los diputados fueguinos Mercedes Ester Fadul de Sobrino y Ernesto Campos, y la señora María Estela Martínez de Perón, por entonces sin mandato algunos, que encabezan la delegación integrada también por ministros, y los comandantes de las tres armas

Llegan en dos aviones Hécules C-130, junto al avión Fokker F 28, matrícula T-01, avión presidencial que recibía el nombre de Patagonia, todos escoltados por cuatro aviones reactores BAC Camberra, en tareas de sobrevuelo, festejando todos con esta acción el 61 aniversario de la creación de la Aeronáutica, entonces como una dependencia del ejército.

El traslado del Presidente Provisional de la Nación y comitiva oficial, estuvo a cargo de la Fuerza Aérea, empleándose un avión Hércules C-130, matrícula TC-66 que despegó ese día a las 03:15 horas, desde la I Brigada Aérea con asiento en El Palomar, Provincia de Buenos Aires, arribando en vuelo directo a la Base Aérea Vicecomodoro Marambio de la Antártida Argentina, a las 09:45 horas, después de haber volado 06:30 horas.

El Brigadier General Héctor Luís Fautario, comandante de la Fuerza Aérea fue el piloto principal de estas operaciones

El avión Presidencial Fokker F-28 matrícula T-01, ya se encontraba aterrizado en la Base Marambio desde las 09:15 horas de ese mismo día, cuya misión era trasladar de regreso a esta Capital al señor Presidente Provisional de la Nación y su comitiva.

El empeoramiento de las condiciones meteorológicas, solo permitió la permanencia de las Autoridades Nacionales por espacio de tres horas, debiéndose suspender algunas de las actividades previstas.

Durante una pequeña tregua que ofrecen las condiciones reinantes, aumentando la visibilidad lo suficiente como para poder operar y disminución de la intensidad del viento; siendo aproximadamente las 13:00 horas el F-28 matrícula T-01 despegó de Marambio, llevando a los mencionados, haciéndose escala de combustible en Río Gallegos, continuó su vuelo hasta el Aeroparque de la Ciudad de Buenos Aires.

Con antelación a estos hechos, el 17 de febrero de 1948, habían llegado el primer mandatario chileno a la isla Greenwich, Gabriel González Videla lo hizo junto a su comitiva transportado en la fragata Covadonga.

Argentina tuvo su primicia presidencial marítima con Arturo Frondizi quien llegó al continente blanco el 8 de marzo de 1961, en el ARA Bahía Aguirre, acompañado también entonces -entre muchos otros- por Ernesto Campos, entonces gobernador fueguino.

En la foto: Lastiri con la bufanda como estola.

 

15. LAS PUENTES DE LA MEMORIA o 1. EN UN VIEJO ALMACÉN. “De como hubo un momento en que se tuvo que hacer lo que no se tenía que hacer”.

 


El pueblo no tenía más que treinta mujeres.

Treinta mujeres del pueblo, entiéndase, puesteo que las otras, entre casadas, solteras y viudas no llegaban a cinco.

 

Pero tampoco los vecinos eran tantos... sobre todo los solteros que en aquel año al que llama la memoria llegaban a siete, todos empleados de comercio.

 

Yure, Lagos, Tito, Kusanovich, entre los que se puede recordar.

 

Todos empleados en las cuatro casas de comercio, mejor dicho, en tres, puesto que “Rastrillo” no invertía en personal y tenía suficiente atractivo en la clientela con su patrona trepando a la escalera del negocio para incrementar las ventas, sin más personal.

 

Rastrillo no concurría tampoco a las casas, cuando una vez al mes, o en cada relevo de las chicas –eso ocurría cada quince días-se cerraba la tertulia para los patrones.

 

Esas noches los muchachos de la barra cruzaba el río para truquear con los empleados del frigorífico, o bien raptaban gallinas para armar un tremenda cazuela en la que invariablemente era invitado el damnificado.

 

Fue en una de esas en que al vaciar un gallinero dejaron el cartel: “A partir de las 12 de la noche el gallo quedó viudo”.

 

¿Qué más podían hacer esos hombres, solos, solteros, en este confín sureño?

 

De los boliches, dos tenían cantina en los mismos establecimientos, allí de yapa, por las compras, se le daba a los paisanos  el traguito fuere, que luego invitaba a otros, estos sin pagarse. También la copa en aquellos años en que faltaban monedas y bancos, era el vuelto obligado que se prevería a los vales, dado que éstos terminaban siempre perdiéndose.

 

Para Navidad y Año Nuevo cuando todos los futres  debían pasar cristianamente la noche en familia, los muchachos festejaban en la Casas de Remolienda preferida, entre las tres que habilitó la policía.

 

En realidad las casas de la alegría  eran su lugar de reunión cinco noches a la semana, todas las que quedaban libres, puesto que la gran concurrencia campesina se daba sábados y domingos, gozando los restantes ellos –los dependientes- de la amistad de las niñas que invariablemente les eran presentadas en cada negocio por la patrona, cuando recién llegaba de Porvenir.

 

-Eran mujeres jóvenes, 18 a 20 años, no más. Me recordaba uno de esos muchachos en la Cena de Antiguos Pobladores, donde estábamos invitados y donde nació esta historia, y el amigo silenciaba la voz a cada rato para que no lo escuchara una de sus nietas.

 

Los ganaderos habían formado su club, al cual no tenían acceso, al igual que los peones y ovejeros, los chilenos, resultaba incómodo trasladarse al sur del río para distraerse en el Hotel de Roque, y un buen día decidieron pro competencia formar el Deportivo y Cultural con el cual encontraron una nueva pasión: el fútbol.

 

En la inauguración  contaron con los discos de “La Olga” y esa noche los notables bailaron sin música, también incautaron los sillones de la recepción. Aseguran los que recuerdan que habrán tenido que “afilar paraos”.

 

Entre las nueves y las diez de cada mañana se abrían los comercios y el trabajo era interrumpido hasta que se marchaba el último cliente. Había días en que esto se daba a la medianoche.

 

Fue así que para una fecha de importancia comercial, quien sabe en los carnavales o para fin de año –o para el dieciocho- los muchachos decidieron no trabajar el sábado.

 

¿Estaban disconforme con lo que ganaban?

¿No se contentaban con el increíble estímulo que a fin de año representaba la bonificación sobre las ganancias?

¿La queja era por la comida?

 

En absoluto, a pesar que faltaba, y el pollo y el vino eran de los malos; se podía comer bien, aunque a los apurones si llegaban los clientes.

 

Lo que pasaba es que desde el momento en que se enteraron que una de las Inglesas de la estancia pagaba de sus dividendos sábado inglés a los peones –aun a disgusto de los hermanos que no comprendían estos prejuicios laboristas- ellos, los dependientes, también querían descansar y disfrutar en el club en la noche del sábado.

 

Uno a uno fueron llevándolos a la comisaría.¡Hasta el sobrino de uno de los comerciantes que se había plegado a la huelga tuvo su destino!

 

Allí fueron entrevistados por la comisión de notables, los que presionaron a los primeros huelguistas del pueblo a deponer su actitud,  pero la camarilla se salió con la suya y como entraron.. salieron.

 

Desde ese día, los patrones atendían los boliches ellos solos todos los sábados por la tarde, hasta que la cosa no fue tan buena, no se ganó lo que se ganaba antes, los negocios cerraban al mediodía y no se daba comida, y nuevos empleados pidieron horas extras y se disputaron los turnos del sábado inglés, que pasó al olvido..

 

Foto. Viejo almacén de la provincia de Buenos Aires.