¿Por qué se perdieron estas costumbres? ¿Por qué se abandonó esta
relación de uso a la naturaleza?
Pienso que tal vez todo pase un poco por el cambio de la situación
laboral. Muchas de estas tareas requerían de un tiempo libre, ese que eran concomitante
a las tareas estacionales y eventuales que ocupaba a los hombres de la casa. A
partir de los años 70 pareció generalizarse el empleo fijo, y con ello una
menos disponibilidad para las tares subsidiarias que en muchos casos nos
ayudaban tanto a comer.
También hay que registrar la diferente condición de vida adquirida por
los hijos de aquellas familias primeras, en parte dotadas de una mayor
educación, en parte de la condición de ser hijos del país, como para que se les
abrieran las puertas a empleos menos sacrificados que los ligados a la
agricultura y la ganadería.
Pero otro factor adverso, generado por los propios vecinos, fue cuando
se desvirtuó el espacio territorial de uso. La casa debió crecer para recibir a
una nueva generación familiar, y lo hizo tal vez desplazando al gallinero. Ya
en un segundo paso la demanda habitacional llevó a ceder el espacio de la
huerta para ingresar en la esfera inmobiliaria, bien sea alquilando viviendas,
o alquilando terrenos.
Además una nueva onda de servicios comerciales llevó a conseguir en la
plaza lo que antes se obtenía solo si se lo producía.
Los recursos naturales que en otro tiempo parecían abundantes se vieron
menguados ante el enorme crecimiento poblacional.
Y ya llegados a viejos, los que ahora se denominan Antiguos Pobladores,
solo en escasas oportunidades ven desarrolladas las prácticas de un pasado que
ha quedado al costado del camino y ellos prescinden de desarrollar.
Tal vez todo terminó el día aquel en que la familia, que antes tenía
distintas responsabilidades en el manejo
de la economía doméstica, se sentaron a
ver despreocupadamente Almorzando con Mirta Legrand.
Nuevos emprendimientos, como los ligados a Prohuerta, en nada desdicen todo lo que se puede hacer en la
materia; y tal vez sumados estos esfuerzos de hoy sean más numerosos que los del ayer.
Los Antiguos Pobladores permanecen. Están entre espacios de cemento, en
su mayoría, en un recuadro de sueños de lo que fue
En la foto: producción de papas de la familia Pichuncheo.
(*) Recuperamos en el tiempo esta
conferenciada dada el viernes 18 de noviembre de 2011, en el hotel atlántida,
como parte4 de la CELEBRACION DE
DE PAUL EN RIO
GRANDE
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