Katalina González Reyes nos sorprendió escribiéndonos desde
Cuba.
En los primeros años de la puerta en el aire de LRA 24 era
común recibir correspondencia de lugares remotos del planeta, donde se
anunciaba que nos habían escuchado, que el registro se había dado en
determinado día y hora, y se describía los dichos de nuestros locutores y las
características de la programación por eso momento.
Hay toda una corte de aficionados a conseguir en estos
enlaces, y tal vez en aquel momento de comunicaciones más rudimentarias más
frecuentes que ahora.
No obstante ello dos años atrás los sábados servían todavía
para que desde LRA 24, uno de los hermanos Korol describía particularidades de
transmisiones radiales de lugares lejanos, o antiguas en el tiempo, más allá de
la oferta creciente de internet en la materia, programa tomado de LRA 1 se
llamaba Bichos de radio.
Pero un día, por los 90 llegó la comunicación de “la
cubana”, desde la dirección se ordenó dar respuesta y luego cada tanto nuestra
lejana oyente hacía acto de presencia en tarjetas de forma escueta de la cual
conservamos esta que hoy mostramos a los curiosos de hoy sobre los cincuenta
años de LRA 24.
Se trataba de acusar recibo en los mismos horarios en que
ella decía se nos podía escuchar desde esa zona del caribe.
Una vez tomamos noticias de carencias de abastecimiento en
La Habana, y entre ellas aparecieron las de biromes. Algo tuvo la feliz
ocurrencia que comprar varias docenas de ellas y enviárselas por correo, las
BIC vivieron de un canje publicitario, para el despacho de correo se hizo “una
vaquita2.
Ojalá haya llegado bien, porque ya no tuvimos más tarjetas
desde Cuba.
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