Confiando en que la
superioridad militar haría desistir a los británicos, sin llegar a un
enfrentamiento armado, el 7 de junio intimó al capitán William Maltby y al
comandante del fuerte, George Farmer, a evacuar el puerto o, caso contrario, se
vería «precisado a obligarle con el cañón». Madariaga fundamentaba su
demanda en el derecho internacional vigente, que impedía establecer colonias en
esa parte del mundo sin el consentimiento del soberano español.
Los británicos
rechazaron la intimación de los españoles e insistieron en que las islas les
pertenecían al «ser descubiertas por súbditos de la Corona de Inglaterra».
Madariaga respondió con la 3° intimación:
Si Vms. me dieren pruebas auténticas
de q. executar. brebe, y buenamente este desalojo, pondré pacíficamente mis
Tropas en tierra, y se tratará á las de Vms. con toda consideración y atención
q. corresponde a la buena armonía que subsiste entre nuestros Soberanos, y
permitiere lleven Vms. consigo quanto tengan en tierra (..)
Juan Ignacio de
Madariaga
Los británicos
mantuvieron su postura respondiendo que las «estrechissimas ordenes de
su corte les impulsava a morir con honra en la accion temiendo morir sin honra
en Londres».
Con la presencia de las fuerzas del Río de la Plata se inició un agitado
tiempo de intercambio diplomático para adecuar la urgencia de la demanda
española, con el honor inglés ante una rendición inevitable.
Decidido a llevar
adelante su misión, y agotados todos los medios pacíficos, Madariaga dio la
orden de comenzar el ataque.
Pero de pronto se
hizo presente el Almirante Invierno.
La batalla, sin
embargo, debió proponerse por factores climáticos; un violento temporal de
granizo y nieve azoló el lugar urante el 8 y 9 de junio. El 10 de junio, por la
mañana, Madariaga movilizó a las fragatas Santa Bárbara y Santa
Catalina junto al jabeque Andaluz para que ataquen a
la fragata británica Favorite. El plan establecía que, una vez hundido
el buque británico, Santa Bárbara y Santa Catalina comenzarían
su ataque sobre el fuerte. Mientras tanto, las fragatas Santa Rosa e Industria desembarcarían
tropas y cañones para atacar el fuerte desde tierra, en palabras de
Madariaga: «al abrigo del humo de la cerrazón, y del espanto».
En cuanto los
barcos españoles Santa Bárbara, Santa Catalina y Andaluz abrieron
fuego sobre la Favorite, la artillería del fuerte respondió con
unos pocos y desordenados cañonazos. El asentamiento solo contaba con 4 cañones
de 12 libras y 6 más pequeños. La resolución de los oficiales británicos de
pelear hasta el final no se mantuvo mucho tiempo. Desde el fuerte ondeó la
bandera blanca y un oficial británico le solicitó la capitulación a las fuerzas
de tierra al mando del coronel Antonio Gutiérrez. 156 hombres rindieron sus
armas el 10 de junio de 1770.
Los términos de la capitulación establecían
que el fuerte y sus armas debían ser entregados al coronel Antonio Gutiérrez.
Mientras se realizaba la evacuación, los británicos podían utilizar el
alojamiento del fuerte e izar la bandera tanto en la Favorite como
en el fuerte, aunque no tenían autorización a realizar actos jurisdiccionales.
La única baja del combate fue el jefe de la
artillería española, el teniente coronel Vicente de Reyna Vázquez, que resultó
herido.2
Los militares
británicos fueron detenidos durante 20 días y luego se les permitió retornar a
Inglaterra a bordo del HMS Favourite de 16 cañones (el
HMS Swift de 14 cañones, la otra nave del asentamiento, se
había hundido en Puerto Deseado tres meses antes recorriendo las costas sureñas). Los nuevos ocupantes renombraron el
asentamiento como Puerto de la Cruzada y se hicieron cargo de la
propiedad, quedando a cargo de un destacamento español. Cuando la noticia
llegó a Gran Bretaña se produjo una protesta pública. El nombre español
aún es mantenido de la toponimia del archipiélago en castellano. La expulsión
también había ocasionado daños materiales en el establecimiento. Respecto de
este combate, los británicos argumentan que como no había una fuerza inglesa
para resistir cualquier agresión, el oficial superior, el capitán Hunt, decidió
ir a Inglaterra con la noticia, dejando a Farmer al mando del asentamiento.
Hasta hace algunos
años este día era conmemoratorio de la Defensa de los Intereses Argentinos en
Malvinas e Islas del Atlántico sur, pero en recordación de la creación de la
Comandancia Político Militar de Malvinas, hecho ocurrido en 1929. Creo que coincidirán
conmigo en la importancia de este otro, aquí presentado que nos remonta al
tiempo colonial y sus conflictos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario