También en la zona norte del territorio, cuya influencia
natural es la población de Río Grande, la mujer cumplió con eficacia un
preponderante papel.
El 2 de abril de 1895, a año y medio de haber fundado la
Misión “Nuestra Señora de la Candelaria” llegaron cinco hermanas para
transmitir instrucción a los indígenas que iban buscando refugio al calor de la
fe católica. Ellas fueron: Directora: Hna. Luisa Ruffino; Vicarias, Hna Rosa
Massobrio, que cumplía además funciones de cocinera; Maestra, Hna. Rosa
Massobrio, que cumplía además funciones de cocinera; Maestra, Hna Rosa
Gutiérrez; Encargada de induas maduras Sor Catalina Dabbene; Encargada de
ropería, Hna. Maximinia Ballester. Había, asimismo, una ayudanta: la aspirante
María Auxilio. Como es lógico, enseñaron a las indias, entre otras cosas, a
hilar, tejer y coser. Se puede muy bien asegurar que se trata de las primeras
mujeres que se establecieron en la zona norte.
Después que se radicaron los misioneros, y antes de fines
del siglo, comenzó la explotación de las grandes estancias. La viuda de
Nogueira –después de Valenzuela-. Doña Sara Braun, aunque habitualmente residía
en Punta Arenas, inició la proyección de un establecimiento modelo, la estancia
“Sara”. Es la primera mujer empresaria.
En un principio el hombre que llegaba a la Tierra del Fuego
tomaba esposas entre las indias. Otros vinieron ya casados. La mujer fue
compañera cabal y sorteó a la par de su marido las mil dificultades que
acarreaba la vida en soledad, el sacrificio que imponía el alejamiento
voluntario de cuantos eligieron una vida ruda, separada de todas las
comodidades que apareja la civilización, rudeza que se veía acrecentada por el total
desamparo que hacía anhelar la llegada de un barco que cada seis meses, más o
menos, traía noticias de la familia dejada en un lejano lugar del planeta.
Revisando los registros de nuestro Juzgado de Paz con el fin
de determinar cuál fue la primera mujer cuyo nacimiento se anotó en Río Grande,
la primera cuyo matrimonio se realizó y asimismo la primera cuya defunción se
asentó encontré datos interesantes. Si bien abre el registro Antonio Peducci
(cuyo padre firmaba Peduzzi), consta que nació el 6 de septiembre de 1903, y
enseguida figura el nacimiento de una mujer, en el Acta Nº 2, producido meses
antes, el 30 de abril de ese año, llamada Rosa Piedras, indígena, hija de
padres desconocidos, producido en la Misión. Revisando los registros con el
mismo objeto, el nombre de Antonio Peduzzi apareció de nuevo ante mis ojos (7). Este hombre tuvo otros hijos,
legítimos, cuyas actas de bautismo están allí archivadas. Se trata de
Domingo (nacido el 17 de julio de 1898 y
Marco (nacido el 4 de septiembre de 1901) habidos de la indígena ona Catalina, que posiblemente murió al dar
a luz a este hijo pues consta en el libro de Actas Matrimoniales que Peduzzi
casó con otra indígena, Genoveva Taihuel
en 12 octubre de 1902. El acta de bautismo de Antonio Peducci (h) lleva la Nº
295. Peduzzi padre se alejó muy enfermo de Río Grande y acabó sus días en Punta
Arenas. Muchas veces actuó como padrino de bautismos. En el acta 242 aparece
apadrinando a Víctor, hijo de Arturo Patricia Wickstedt, finlandés, y de Mercedes Cáceres, chilena, niño nacido
en 4 de julio de 1901. Hay detalles curiosos que, aunque no hacen al lema,
tuvieron la virtud de despertar nuestra curiosidad. Entre las actas de
bautismos de niños no-indígenas figuran: Ursula
Valdez, nacida el 11 de diciembre de 1896 (Nº 3) y María Vigo Lemos bautizada el 27 de diciembre de 1896 ero nacida un
año antes en Ushuaia (Nº 28) por lo que se infiere que los sacerdotes se
trasladaban hasta la capital territorial para cumplir su cometido. Otros
nacimientos de niños mestizos se producen en la misión registados en el Juzgado
de Paz hasta que en 1905 hallamos el de una mujer blanca, el de la niña Lily Davidson, producido el 27 de agosto
y declarado el 30. Era hija de James Davidson, de 29 años, inglés, y de Lily
Evant, de 22.
El nombre de la primera mujer que contrae matrimonio ante
nuestro Registro Civil es el de la indígena Carmen
Silva, de 26 años, nacida en el Departamento de San Sebastán, cocinera de
la Estancia Sara, hija de padres desconocidos que casó con Pedro Gama, indígena
de 35 años, jornalero de la referida estancia, hijos de padres desconocidos.
Fueron testigos Javier Vigne, de 26 años, italiano, y don Antonio Fagnano,
hermano de Monseñor, de 46 años, domiciliados en la Misión. Repetidamente, los
sacerdotes o hermanos de la Misión oficiaron de testigos en matrimonios,
inscripción de nacimientos y defunciones. Como los novios no sabían firmar lo
hicieron por ellos el Padre Juan Zenone y el Presbítero Guillermo del Turco.
Este matrimonio fue el único celebrado en 1906 (9 de diciembre). Por el acta Nº
1 de 1909 nos enteramos del segundo matrimonio registrado en el Juzgado de Paz.
Tiene fecha 1º de febrero. Los contrayentes fueron: Juan M. Fontana, argentino
de 32 años, nacido en Buenos Aires, jornalero, y Carmen Matilde, indígena, de 23 años. Testigos: Manuel Arias,
peruano, de 38 años y Nicolás Polich, austríaco de 22, también único matrimonio
de ese año. Pero es de hacer notar que en Río Grande había un comisionado del
Registro Civil (o sea en Estancia Viamonte) cuyo encargado fue don Tomás
Bridges mucho tiempo. El Acta Nº 1 está fechada en 1º de febrero de 1909 y en
ella consta el casamiento de Fortunato Cowen, indígena de 31 años soltero, hijo
de Walshoni y de Uiah, con Haltisen,
indígena de 28 años hija de Kilja y de Sheguerr actuando como testigos E. Lucas
Bridges de 34 años y Percival Alfredo Reynolds. En 1910 no hubo matrimonios
documentados en el Registro Civil. En 1911 hallamos el nombre de la primera
mujer blanca casada en Río Grande: Francisca
Martinich Vicich de 17 años, austríaca, cuyo padre Antonio Martinich residía en Punta Arenas y se hallaba transitoriamnete en ésta, que casó con
Nicolás Rendich Ivanovich de 28 años, de la misma nacionalidad, jornalero,
domiciliado en la localidad. En 26 denoviembre de 1936 se dirige al Comisario
comunicándole que en virtud de haber muerto su esposo “últimamente en Río de la
Plata” solicita la fe de casamiento realizado el 7 de septiembre de 1911 siendo
Juez de Paz el señor Francisco Bilbao, copia que le es necesaria para poder
entrar en posesión de una pequeña suma de dinero porque se hallaba muy
necesitada de Asilo de Infancia con sus seis hijos. El petitorio está fechado
en Punta Arenas.
Antes que todos estos matrimonios se producen los bendecidos
en la Misión: el 28 de agosto de 1898 se efectúan dos: de Julio Fuego con Rosa Fuego y de Eugenio Bosco con Micaela Bosco, y el 10 de marzo de 1902
diez y siete uniones, todas entre indígenas, siendo el oficiante el Padre
Zenone.
La primera acta de defunción de nuestro Juzgado de Paz
correspondió a Fortunata Sella,
acaecida en la misión, india ona de 25 años, declarada el 1º de enero de 1903
–el mismo día del hecho- por el Padre Juan Zenone. En ese año constan 17 actas
de defunciones de indígenas muertos de tisis en la misión –entre ellas de
varias indias- y la de Thomas Carleton que salió de la Estancia Primera
Argentina el 20 de julio de 1903 y fue hallado el 9 de agosto.
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