..14 de junio de 1982. Como una alergia en la piel.

¿Què vivencias tienen de cuando terminó la guerra?

Con esta pregunta salimos al ruedo para ver que podíamos recolectar del escenario que nos ofrece internet, más de 2400 amigos.

Es un tema del cual se habla poco. Es más fácil que se recuerde el 2 de abril, con sus connotaciones de triunfo, que el 14 de junio cargado de pesadumbre.

Las primeras intervenciones fueron un me gusta, pero con el me gusta no sacábamos nada. En todo caso que se quería decir: ¿me gusta como terminó la guerra? ¿me gusta que haya terminado?

Algunos se quedaron en un suspiro, hasta que María desde aquí dijo: Seguían circulando soldados y las salidas de campaña con toda la parafernalia.

María es profesora de letras, de allí ese término, su recuerdo se extiende más allá de ese día. Una parafernalia vendría a ser: “el ‘conjunto de usos habituales en determinados actos o ceremonias, y de objetos que en ellos se emplean’ (DRAE2 2001, con la nota de que se usa más en sentido irónico) ‘conjunto de ritos y detalles que dan solemnidad u ostentación a un acto’ (Diccionario de Uso de María Moliner) ‘conjunto aparatoso de elementos rituales o decorativos que rodean un acto o a una persona’ (Diccionario del español actual) o ‘lo que rodea a algo, haciéndolo ostentoso, llamativo o solemne.’ (Diccionario Clave). Y aquí nos salvó Wikipedia.

Santiago José Politano fue otro de los primeros en recordar: creo que se refiere a Malvinas, si es así,l a mayoria, decepcionados creo yo, por la mentira,y el engaño de la prensa, cómplice durante dos meses de los genocidas.. Si es la guerra del 82 Santiago, la única en el siglo que pasó.


Alicia Lazzaroni , desde Ushuaia, afirmó: Yo pienso lo mismo que Politano; en un momento me la creí, así que la caída fue en picada total. Un tema muy doloroso, con el que hace muy poco tiempo pude reconciliarme

Jorge Antonio Del Biaggio, desde su presente tucumano, escribió: Ese día, en Río Grande, me entero de la rendición por un chileno que trabajaba en la misma empresa que yo, me gastó y nos peleamos feo en la esquina de Optica Vision.. Viene a mi memoria el chiste que surgió aquellos días. Le pregunta un chileno a un argentino:-¿Y como les fue en la guerra?, a lo que el aludido responde: -¡Bárbaro! Salimos subcampeones.

En tanto que Marilina Henninger, una niña Ushuaiense, dice los suyo: Yo tenía 9 años, no entendía mucho, mi mamá se reunía con varias mujeres a tejer y armar encomiendas a los soldados; mi papá era jefe de manzana y trabajaba activamente en defensa civil, cada vez que sonaba la sirena de bomberos, teníamos que oscurecer y protegernos en algún rincón y me corría un frío tremendo pensando en mi papá... En la casa de mi amiga Tati estaba alojado un chico del Belgrano...Cuando terminó la guerra sentí tristeza y alivio..

Maria Eva Toledo, aporta otra mirada femenina:  Al igual que Alicia y Santiago, tuve una enorme decepción y un gran dolor. No porque creyera en la victoria sino por las mentiras de los medios que nos hicieron crear falsas expectativas y más aún por los soldados que dejaron la vida allí, por culpa de la locura de un grupo de milicos desesperados por quedarse de algún modo en el poder. Es una experiencia que no se olvida fácilmente, sobre todo los que estuvimos tan cerca del conflicto.

Con un destino misionero, quien era entonces observador adelantado civil de la Armada, recuerda:”Cuando finalizó la guerra de Malvinas, una pena enorme se apoderó de nosotros al tiempo de firmarse la rendición y el regreso a casa de los que supervivieron. Nuestro BIM 5 regresó silencioso y cabeza baja por la puerta de atrás. El pueblo riograndense no supo expresar su reconocimiento y solo años después se fue aclarando el panorama”. Se trata de Carlos María Ratier, quien ahora firma con un segundo apellido: Duarte, entonces los de dos apellidos eran chilenos.

Y Pedro Enrique Rossi es escueto: “Un gran alivio saber que no habría más pérdidas de vidas inútilmente


Mas tarde escribiá Osvaldo Decaneo:  COINCIDO, CON PEDRO ROSSI..UN GRAN ALIVIO ..NO MAS MUERTES.....EN UNA GUERRA NO HAY GANADORES........

A esa altura de los comentarios  se atreví a ingresar con una apreciación:¡ Que interesantes los recuerdos, según las edades! Fue un día como el de hoy, en Malvinas es fiesta..


Daniel Lépez aportó una reflexión concisa: Yo todavía en mi provincia natal, pero un alivio saber q no morirían más hermanos...

Y allí incluí una página periodística sobre cómo se recordaba en las islas: En Malvinas parece que tampoco hay tanta memoria, se analiza el presente desde su punto de vista.. http://es.mercopress.com/.../falklands-recuerda... Allá le llaman el Día de la Liberación. Un sentimiento ligado a lo que fue para Gran Bretaña  o Francia las luchas de la Segunda Guerra Mundial, en tanto que podría ser un sentimiento coincidente con nuestros opinantes, que decían liberarse de un sentimiento terrible.


Sonia Menendez, proviene de una familia inglesa, por línea materna, inglesa y malvinera. Esto es lo que ella escrib ió:  Yo sentí dolor y frustración, sinceramente me creí el que podíamos ganar, sentí dolor por esos soldados que estaban orgullosos de dar su vida por la patria y lo que habrán sentido cuando escucharon lo de la rendición, nos dejaron un gran ejemplo, fueron soldados muy valientes, chicos que amaron, aman y hoy hombres la amaran a su patria siempre. Sentimiento , lamentablemente que la gran mayoría de los argentinos no tenemos. Por eso una REVERENCIA AL GLORIOSO B.I.M.5 que fue e l último en rendirse, y no entrego sus armas. Mis respetos a todos los ex combatientes los que quedaron en las islas, los que volvieron y son hoy reconocidos y por todos los no reconocidos y que hoy luchan por sus derechos.

Y aquí aparece la duda: el BIM 5, ¿se rindió o no se rindió?

Miguel Vázquez, hombre de prensa al llegar a la Tierra del Fuego tiene recuerdos juveniles sobre lo que estaba pasando en el sur.  Cursaba yo el primer año del Profesorado en Ciencias Económicas, teníamos un profesor en Sociología de la Educación, el Lic. Rubén Ael, nos infundió su amor por la importancia geopolítica de este sur del país, por aquel entonces lejano para mí, pero lo hizo sin triunfalismos pasionales, lo que se consolidaba con largas charlas explicativas y de debate enriquecedor que se extendían fuera de la hora de clase en el café habitual al frente de la Escuela Normal Superior Dr. Agustín Garzón Agulla de Córdoba. El final de la guerra y su resultado no nos sorprendió, a pesar de estar lejos del lugar del conflicto estábamos al tanto de lo que ocurría. Lo que si sorprendió fue el ocultamiento sistemático de lo que sucedió luego con los argentinos que habían combatido en las Islas defendiendo nuestra soberanía.

En tanto que Silvana Lazzeri, resume así sus  Vivencias muy tristes, no porque había finalizado la guerra, sino porque yo vivía en San Antonio Oeste, hasta ese lugar llegaban, desde Bs As los soldados en tren. Desde ahí iban a buscarlos en camiones del ejército para llevarlos hasta Río Gallegos. Chicos, muy chicos...

Juan Carlos Alderete que lindos comentarios los de todos son distintos puntos de vista pero con una misma causa . Yo personalmente este día recuerdo y no es por q no quiera acordarme de mis compañeros que quedaron en Malvinas . Esperanzados q podíamos ganar. por que vivían arengándonos y haciéndonos tomar valor .y salían nuestros soldados como vacas malas hacia adelante sin importarle nada y mucho menos su propia vida .fue una guerra de engaños y mentiras . Pero son las fuerzas militares ellos son así ocultan todo. Como los combates en el continente. y los británicos encontrados en el territorio, solamente ellos saben que fue de ellos .yo este día trato de recordar el enorme daño q le hemos causado a los británicos ya que en mis registros figuran 1.300 bajas del lado británico y no 300 como ellos acusan ...no tomo este día con ánimo derrotista . PERDON si ofendo a alguien no es mi intención... Juan Carlos es un riograndense que busca ser reconocido por su participación en la contienda.

Y vuelvo yo con una intervención que buscaba obtener detalles de cómo se vivió precisamente ese 14 de junio: Lo que vivimos ese dia parece confundirse con lo que venía pasando y lo que descubrimos al tiempo.

Pablo Mattesz, hoy docente en Buenos Aires y militante del kirchnerimos, era entonces mi aulmno;  Éramos adolescentes y la vivimos en Río Grande, un lugar bastante militarizado en ese entonces, como vos sabés, Mingo. Yo me sentí triste y a la vez aliviado de que mi hermano, con edad como para haber ido, zafó por un pelo. Después de un tiempo, como muchos, me sentí estúpido por el toque de queda a las 18 hs y el oscurecimiento de las ventanas para evitar bombardeos. Una vez veníamos de la biblioteca del Don Bosco con unos compañeros del colegio, un poco más tarde del toque de queda, y a la altura de San Martín y Belgrano nos detuvieron, nos maltrataron de palabra y nos subieron a una camioneta militar. Estuve bastante cagadito, pero nos dejaron ir nomás. Pablo no puede olvidar el clima represivo que tenía en aquellos tiempos nuestro lugar fueguino.

En tanto otro que era casi un niño –como algunos de los que combatieron en ese momento nos muestra su visión desde donde estaba:  Dijo Juan Carlos Estevez Adolescente de 16 pirulines que me había comido el verso transmitido por los medios y todos los "comunicados del estado mayor conjunto"... Primero fue incredulidad, estupor: ¿No era que íbamos ganando? Sí, así se sentía, casi como un partido de fútbol; claro, paralelamente se jugaba el mundial en España. Después fue bronca, ira, rabia... Por un lado por sentirme un soberano pelotudo por creerme el verso oficial; por el otro, por tanto pendejo que dejó la vida en el mar (con el hundimiento del Belgrano) o en las islas, por los que volvieron heridos o mutilados, por culpa de la borrachera de uno o más milicos de alto rango a los que les importaba un carajo la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas: lo único que les importaba era pegar un golpe de gracia al Pueblo, tratando de perpetuarse en el poder. Respeto los sentimientos de los "veteranos" y "ex-combatientes"; seguro que para ellos fue una "gesta". Para mí representa una gesta las condiciones en las que fueron a combatir y las pelotas que tuvieron para bancarse esa guerra desigual, pero no el hecho de la pretendida recuperación, ya que no fue tal. El costo de esa guerra ha sido el de muchísimos colimbas y algunos milicos de carrera muertos, muchos otros mutilados, otros tanto que no pudieron o supieron reinsertarse en la sociedad de mierda en la que vivimos y se suicidaron. ¡¿Valió la pena ese costo?! Yo creo que no...

En tanto que Menendez Aldé Alejandra, que hoy vive en San Fernando pero aquellos días cursaba en secundario en esta su ciudad natal, resume así sus recuerdos: Bronca, impotencia, indignación, tristeza!!!!!!!! recuerdo los toque de queda, los oscurecimientos, las frazadas en las ventanas, los jefes de manzana, los simulacros, la sirena.........las cruces rojas en el hospital y en el BIM........tantas cosas!!!!!!!! PERDON Y TODO MI RECONOCIMIENTOS A TODOS LOS HEROES DE MALVINAS Y A TODOS SUS FAMILIARES!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

En tanto que el periodista Juan Carlos Esquivel, nos da su mirada desde el sur:  Lo viví en Trelew y en distintos lugares de la patagonia ya que trabajaba en el canal 7 de Rawson. Lo viví en el Regimiento 25 de Sarmiento antes del desembarco donde hubo grandes soldados, sin distinción de grados, y en Puerto Madryn o Comodoro Rivadavia, luego de la rendición, cuando llegaron nuestros jóvenes avergonzados por las actitudes de sus propios comandantes. Como en toda guerra muchos héroes anónimos, y otros que no asumieron sus responsabilidades pero que de acuerdo al código militar eran quienes como oficiales o suboficiales profesionales debían estar al frente y poner el pecho a " las balas", pero no lo hicieron. Leer informe Rattenbach. Nuestro reconocimiento a los que cayeron en suelo irredento cara a cara con el enemigo, y a los que murieron en alta mar de manera artera, traidora, como ha sido la política militar del reino unido que hemos rechazado en el pasado y seguiremos repudiando ante la inusitada militarización nuclear de las islas Malvinas, la destrucción del lecho marino por la búsqueda ambiciosa de petróleo con técnicas explosivas para justificar la permanencia de un enclave colonial. Destruyen nuestra plataforma continental y las reservas antárticas, roban como ha sido su razón de ser nuestros recursos, pero lentamente a pesar de nuestra propia dirigencia las caretas de esta farsa global van cayéndose...como los imperios.


Quién más lejos estaba entonces era Hugo Hammar, un lujanero afincado en Suecia, la tierra de sus mayores. Conocía Río Grande porque trabajó aquí por unos años cuando comenzó LRA 24. Ahora dijo:
Lo viví desde Suecia y esa guerra termino media o muy rara. Recuerdo que al gobernador lo llamaron a Baires por consultaciones y no lo dejaron volver. Aquí la historia lo dirá, pero yo no creo poder vivirla, ya que los años pasan. Hay algunos recuerdos de Hugo que parecen remontarse a los días de Luís Vernet.

Me preguntarán a hora como lo viví yo. Fue un día muy largo. Mucho más largo que todos los vividos anteriormente repartido entre la radio y la escuela. No sabíamos que hacer. Todavía nadie se atrevía a opinar expresando tranquilidad por la finalización de la guerra. Al fin de cuenta una guerra que nunca fue declarada por ninguna de las partes. Solo un alumno que con el tiempo maduró en la política local dijo: ¿O sea que ahora hay que volver a levantarse temprano? El dictado de clases estaba acotado para limitar la circulación de personas durante la noche.

Con respecto al rol de la prensa para desinformar me atrevo a aportar una reflexión, desde mi oficio; la fuente informativa era una sola, no se tuvo acceso a los escenarios del combate. Militares de alto grado explicaban a los escribas como sería la evolución del conflicto, y algunos lo creyeron más que otros y facilitaron la difusión de esas miradas triunfalistas. Hubo hechos de censura. Una situación no muy distinta de la que se vivía cotidianamente en el tiempo de la dictadura. Nadie opinaba si no estaba con el gobierno, y los que podían ser independientes lo hacían su sus mensajes eran coincidentes con el poder de turno. Por eso no ha sido raro que en esta suerte de encuesta no hayan participado gente involucrada con la conducción de la guerra, ni tampoco sus grandes críticos, a los que se les puede preguntar hoy con el título de una película: ¿Qué hiciste en la guerra papá?

Tal vez, más allá de otras consideraciones el 14 de junio sea un día que nos avergüence. Un día que esperamos no se repita jamás. Aunque sigan existiendo aquellos nostálgicos de otro 2 de abril.

Yo cargaba el dolor reciente de la población de Río Grande con la muerte de una pequeña niña: Marcela. Por bala de un centinela, cuando ya se apretaba la rendición en Malvinas. Y esta no sería la única muerte de mujer entre nuestra ciudadanía, por causa similar. El desprestigio del Proceso avanzaría a pasos agigantados sacando del escenario de los privilegios a los protagonistas de la contienda.

Cierro con una consideración de Juan Andrés Fernández, el de la Confitería Roca, que cuando todos ya habían escrito lo suyo puso su broche:¡Me quedó una alergia de piel por dos años !!!!!!...


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