La misión allí instalada será conocida con el
nombre de San Rafael, y se complementará más tarde con la de La Candelaria,
situada en Territorio Argentino donde el estado no tuvo políticas de
deportación, ni presupuestos siquiera para atender el tema del indio que se
quedaba sin tierra con los loteos que ponían el espacio fueguino al servicio de
la ganadería.
En la Monografía de Magallanes, del Padre Lorenzo Massa
–fundador por otra parte del Club San Lorenzo de Almagro- encontramos una
referencia al espíritu de Monseñor Fagnano y la Isla Dawson :
“Quería enseñar a los Indios de la Isla Dawson a trabajar
y aprovechar la madera. Colocó dos motores, tendió “vías férreas” de madera con
una extensión de tres kilómetros, y arrancó al bosque virgen de “la perla del
estrecho”, los tesoros de sus bosques milenarios. Los postes que más tarde
sostendrían los cables para el telégrafo que ordenó tender roca en la Patagonia , serán de
allí”.
“Estableció un lavadero de lanas en la misma
Isla. Un centenar de indias trabajaban guiadas por las Hermanas de María
Auxiliadora. Y hacían luego toda suerte de tejidos para si y para vender a
favor de la misión. Instaló también curtiembres en Dawson y Río Grande. Y como
entonces los frigoríficos estaban en pañales, contrató a un industrial chileno
para establecer en Dawson un saladero de carnes. El mismo hizo los estudios
técnicos. Desgraciadamente cuando ya tenia construidos los galpones, se le
quemaron y la industria pasó a la categoría de anhelo potencial”.
Los salesianos no verían renovada la
concesión, y la fatalidad de las enfermedades haría mermar el número de
nativos, los que serían a la postre enviados a nuestra Misión de La Candelaria , no
superando en mucho en número de 20.
2 comentarios:
Como siempre Mingo, buen aporte, gracias
Hola Mingo!
Interesante este artículo, Mingo! Porque cuenta las actividades que se realizaban en aquella Misión. Buscando algunos datos para sumar, encuentro en el libro de Mauricio Braun, “Memorias de una vida colmada” (1985), algunas referencias de contexto al establecimiento de la Misión de San Rafael en la Isla Dawson (Chile); y también otros datos aportados por Martín Gusinde.
Bajo el título “Termina Sampaio y le suceden Valdivieso (1889/91) y Briceño (1891/92)”, Mauricio Braun cuenta que al término de los mandatos de Francisco Sampaio, “(...) le sucederán dos gobernadores cuyos períodos se interrumpirán por hechos ajenos a su voluntad: el general Samuel Valdivieso y el teniente coronel Daniel Briceño. El primero llegó a esta plaza a principios de 1889. Lo había elegido el presidente Balmaceda, conocedor de sus méritos y amigo suyo, para que propendiera al progreso de la Colonia magallánica, seguro de que lo lograría”. Samuel Valdivieso se convirtió entonces en Gobernador de Punta Arenas (Magallanes). Mauricio Braun refiere que Valdivieso realizó “(...) un acto que tendría particular trascendencia cuando se poblara la Tierra del Fuego y los colonizadores se enfrentaran con el aborigen, al conceder a la Orden Salesiana por veinte años la Isla Dawson destinada a instalar allí una Misión Evangélica para atraer a la fe, civilizar y cuidar a los indios onas”.
Por otro lado, Martín Gusinde, en su monumental obra “Los indios de Tierra del Fuego” (Los Selk’nam, Tomo I, Vol I), tras referirse la expedición al mando del Comandante Ramón Lista en 1886, a la cual Faganano se unió como Capellán, oponiéndose a la violencias del Comandante, indica que aquel conductor salesiano se dedicó a conocer la Isla Grande y la situación crítica de los indígenas, preocupándose enseguida por la fundación de una misión. Al decir de Gusinde: “La misión se inició en la Isla Dawson a principio del año 1888, destinada principalmente para los halakwulup que, a menudo, desembarcaban allí. Por decreto del gobierno chileno del 11 de junio de 1890 los misioneros obtuvieron el arrendamiento de aquella isla por 20 años para dedicarse a civilizar a aquellos indios. Instalaron viviendas, talleres, una escuela y una granja de lanares, para enseñarles trabajos productivos. Cuando a fines de 1894 y principios de 1895 la lucha entre blancos e indios había tomado formas amenazantes, Fagnano se reunió con el directorio de la Sociedad Explotadora para el mencionado compromiso por el cual la sociedad pagaría una suma de ayuda por cada indio que encontrara admisión en la Isla Dawson. Recién desde ese año 1895 hubo selk’nam en esa isla. En noviembre sumaban exactamente 111, además de 65 halakwulup. En 1912 la isla volvió a manos del gobierno, que se la cedió a la Sociedad Explotadora para su aprovechamiento ulterior”.
Un saludo Mingo!
Hernán (Bs. As.)
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