Fue el embrión de la organización comunal en
el norte fueguino.
Nace de una resolución formada por el
gobernador Juan María Gómez y refrendada por Hugo Rodríguez en la secretaría
territorial.
La misma bajo el número 32 de aquel año,
dice:
El Gobernador del Territorio, resuelve:
Artículo 1. Formar en el pueblo de Río
Grande, departamento de San Sebstián, una comisión de fomento designando para
integrarla a los vecinos señores Francisco Bilbao, Federico Ibarra, Eduardo Van
Aken, José Raful y Manuel Anllo.
La nacionalidad de los mismo era: español,
argentino, belga, sirio y español, en ese orden dejando en evidencia el
carácter cosmopolita de este puerto. Porque eso era entonces Río Grande, un
puerto, más que un pueblo.
La jurisdicción poblacional estaría dada por
la mensura aprobada el 29 de noviembre de 1926, teniendo la Comisión
atribuciones que habían sido dadas a todas las Comisiones de Fomento de los
territorios nacional por superior decreto de 1925.
Con el tiempo varias calles de Río Grande
llevan el nombre de los primeros administradores comunales, falta el de uno
Manuel Anllo.
Dentro de dos años podríamos festejar los noventa años del gobierno comunal, como un anticipo al centenario de la creación de la colonia agrícola.
1 comentario:
Hola Mingo!
Algunas precisiones con respecto a quien fuera Presidente de la Comisión de Fomento – Don Francisco Bilbao – surgen de la entrevista que brindara oportunamente el Sr. Aníbal Héctor Allen y que fuera publicada en el libro “A hacha, cuña y golpe”.
Allen había nacido en Ayacucho, Provincia de Buenos Aires, un 1º de diciembre de 1915. Había llegado a Ushuaia el 1º de septiembre de 1939, y ese mismo año se incorporó a la policía local. Comentaba Allen en su entrevista:
“A los dos meses de estar en Ushuaia me trasladaron a Río Grande. Llegué en el Patagonia (...). Don Francisco Bilbao y Ruperto Bilbao son personas que en su época también hicieron cosas. Don Francisco fue lo que yo llamo un pionero y creo que murió en la década del cincuenta. Cuando yo llegué a Río Grande vino a recibirme el Comisario Medina, quien me presentó en ese momento a Ruperto Bilbao quien nos llevó directamente a la casa y nos invitó a almorzar a todos. Allí conocí a Don Francisco Bilbao (...). Don Francisco era un hombre del tipo paternal, de gran carácter, incluso impositivo, que quería el trabajo, quería avanzar y era muy determinante con sus objetivos. Era Presidente de la Comisión de Fomento, tenía personal y creo que a muchos les pagaba él. Era una familia agradable e incluso parece que la esposa de Don Bilbao era una señora con muchas cualidades y capacidades también poéticas, que quedó opacada un poco por la gran personalidad de Don Francisco. Le gustaba la organización y se había dedicado a la Comisión de Fomento como su gran tarea y la manejaba con total dedicación” (Bou, María Luisa; Repetto, Élida: “A hacha, cuña y golpe. Recuerdos de pobladores de Río Grande”, Talleres Gráficos Recali, Argentina, 1995).
Un saludo Mingo!
Hernán (Bs. As.).-
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