Dijo Andrés Oppenheimer, que una de las sorpresas agradables con las que se encontré durante una visita a España la semana pasada es lo que está ocurriendo en el campo de la modernización del idioma español para hacerlo más fácil de leer y escribir.
La
Real Academia Española (RAE), que, desde 1713, regula la lengua española,
evalúa seriamente eliminar antes de fin de año los acentos de las palabras
"éste", "ése" y "sólo". En este momento, esas
palabras llevan acento cuando se les emplea en ciertos casos y no en otros, lo
cual es un verdadero dolor de cabeza para muchos.
Pero
no todo queda en las tildes obsoletas
OPENHEIMER da su opinión: aunque en algunos aspectos la Academia sigue viviendo en la Edad
Media -no hay excusa para mantener "judiada", un término que ya no se
usa en ningún lado, ni en mantener vivas expresiones sexistas que también
forman parte del español antiguo-, me alegra ver que la institución esté
tratando de simplificar y modernizar más rápidamente la lengua española.
Los
puristas no deberían alarmarse por las propuestas de españolizar palabras en
inglés: es algo que viene ocurriendo desde hace mucho tiempo, y no ha puesto en
peligro al idioma español.
Las
palabras "fútbol", del inglés football , o "mitin",
de meeting, hoy día son parte de la lengua hispana, sin que a nadie le
choque. Y el intento de eliminar los acentos debería ser más que bienvenido: en
la era de Internet y de mensajes de texto, donde casi nadie usa las tildes,
estas últimas se están convirtiendo, cada vez, en más obsoletas.
Hasta
ahora, siempre creí que la Academia era un anacronismo que mantenía a la lengua
española presa en una camisa de fuerza. Pero después de visitar esta
institución, empiezo a pensar que cumple una buena función al unificar y
simplificar la lengua española en todo el mundo, asegurando así su
supervivencia. Sólo hace falta que la RAE erradique algunos de sus vestigios
medievales, y haga un poco de "marquetin".
No hay comentarios:
Publicar un comentario