La noticia ganó los medios periodísticos
aquel 20 de febrero. Y lo hizo a partir
de una comunicación diplomática del gobierno británico.
En una acción ocurrida en un espacio
antártico que muchos tuvieron que detenerse a buscar en el mapa, tropas
inglesas habían tiroteados a nuestros compatriotas, destruido sus instalaciones
–y también las de un cercano establecimiento chileno- con lo que luego las dos
personas afectadas fueron embarcadas rumbo a Montevideo desde donde retornarían
a Buenos Aires.
Todo se daba en momentos en los cuales el
Presidente argentino visitaba en Santiago al General Ibañez, su par chileno,
país con el cual se venían comprometiendo afanes solidarios y políticas comunes
en materia antártica.
¿Cuál sería la reacción ante tamaño
atropello?
Decepción, en el tiempo
La historia del escenario de este conflicto
debemos encontrarla en noviembre de 1820. Casi al unísono se dan dos
acontecimientos en escenarios próximos. En Malvinas la presencia del corsario
David Jewet al servicio de nuestro país quien procederá el día 2 a ocupar el
archipiélago que luego de la Revolución de Mayo había sido abandonado por las
autoridades españolas. En tanto que en el espacio antártico ocho navíos
norteamericanos recorren la región al mando de Benjamín Pendletón. En ese archipiélago
de las Shetland del sur uno de los capitanes: Nathaniel Palmer, al mando de la
James Monroe, descubre la isla volcánica a la que denomina Decepción, cráter
desportillado que da acceso a un excelente puerto a los 62°30’ y 61°O.
Durante un siglo solo la incursiones loberas
y balleneras sumarán testimonios dispersos y desprolijos que lo que allí iba
pasando, hasta que un 8 de enero de 1905 ingresa en la isla la Corberta
Uruguay, proveniente de un relevo en las Islas Orcadas: es la primera presencia
argentina en el lugar El oficial de la derrota Teodoro Caillet Bois dejará sus
impresiones sobre ese momento: “Tuvimos que anclar a mucha profundidad casi
tocando la orilla. Entonces nos dimos cuenta que en el curso de un siglo el
puerto había sido invadido por una especie de ventisquero formadas por capas
alternadas de nieve y ceniza volcánica. El volcán evidentemente, debía tener
sus períodos de actividad y en la corta playa, por de pronto la arena estaba
casi a cien grados a una cuarta de profundidad”. El Capitán Smiley con quien
navegaría Luis Piedra Buena afirmaba por 1842 que el volcán tenía tres bocas de
erupción.
28 de diciembre de 1917 el sitio vuelve a
ser noticia cuando encalla el Solstreisf en Decepción. Se trataba de un buque
fábrica noruego de .3808 toneladas que será socorrido desde Punta Arenas por el
vapor Alejandro de la naviera Braun & Blanchard al servicio de la Compañía
de Salvataje. Estas acciones representarán la primera presencia chilena en la
isla.
Enero 11 de 1921 se encuentra en el lugar La Graham Lan Expedition, son balleneros
noruegos comandados por los capitanes Cope, Wilkins, Lester y Bsgshawe.
Son ingleses ingresarán a la historia de
Decepción cuando en 1931 navegue por esas aguas el barco oceanográfico
Discovery II
El 8 de Febrero de 1942 se registra
nuestro Acto Posesorio Antártico en Isla
Decepción. Se da en caleta Balleneros a donde llega en el 1 de Mayo, nuestro
primer portaviones a vela, la expedición comandada por Isidro Oddera. Allí se
izó el pabellón nacional en un cilindro de bronce al pié del mástil se colocó
el acta correspondiente. El lugar presentaba una factoría noruega destruida y
un cementerio con inscripciones en el idioma de ese país. Ardía aun el carbón
del depósito, había instalaciones incendiadas, y se conjeturó que el destrozo
podías ser consecuencia de la Guerra Mundial que se estaba viviendo.
El 29 de Enero de 1947. Habrá una nueva
visita argentina, la del Transporte Patagonia, allí se vieron con dos barcos
británicos que operaban desde malvinas. Simultáneamente arribó el ballenero
argentino Don Samuel. Operaban además en la escuadra argentina el Transporte
Chaco, el buque tanque Ministro Escurra y en tareas de apoyo el rastreador
Granville y el remolcador Ona. Todos habían salido de Ushuaia al comando del
Capitán de Fragata Luis M.García.
Para el
6 de Febrero Chile instalaba su
primer base en la “Antártica” en la Isla Greenwich dejando allí cinco hombres.
El Transporte Angamos se encontrará con la flota argentina en la isla-volcán,
intercambiando experiencias hasta dispersarse el 15 de marzo. Argentina había
sumado a la empresa otras dos naves: el King y el Murature.
Al año siguiente nuestro país instala una
base en la isla la que será dotada de una oficina de correos que será librada
al servicio público el 25 de diciembre. Para enero de 1950 se transformará en
oficina radiopostal.
A fines de 950. el buque hidrográfico
Sanavirón visitar la isla en apoyo a las tareas del Santa Micaela.
El 7 de Febrero de 1952. se inicia el primer
vuelo con descenso en la Antártida. Parte desde Río Grande y se trata de dos
unidades catalina, la 3-P-5 al mando del Capitán de Fragata Pedro Iraolagoitía,
y el 2-P-3 comandando por el Teniente de Navío Guillermo Jorge Campbell. La
empresa sumaba 15 tripulantes y tenía por apoyo al Sanavirón. Los aviadores
establecerían en la oportunidad el primer correo aeronaval antártico.
Así estaban las cosas cuando las tropas
británicas destruyen las instalaciones argentinas en Decepción, capturan a la
dotación y la llevan a Montevideo.
El incidente en los diarios
La Prensa, por
entonces controlado por la CGT, daba cuenta el 21 de febrero de 1953 de la
situación generada entre los dos países en la lejana isla: Reclamose a Gran Bretaña por violar nuestra soberanía
en la zona antártica. Se reafirmaron otra vez derechos inquebrantables. La Isla
Decepción es argentina y el atropello es un agravio a la nación. Dió una
información sobre los hechos del embajador británico. Repercusión en Santiago.
Son los principales títulos.
La Nación contendrá
en menor centimil detalles coincidentes identificados como: Rechaza la
Argentina una nota británica y protesta con energía. Motiva esa actitud el
desmantelamiento de instalaciones de nuestro país en la isla Decepción y el
arresto de quienes las ocupaban. Un recuadro contiene la Declaración
chilena, fechada en Santiago el día 20: El ministro del Interior D.
Guillermo del Pedregal, interrogado sobre las medidas de fuerza consumadas por
Gran Bretaña en la isla Decepción , en el Antártico, manifestó hoy que Chile no
tiene ninguna base permanente en dicha isla. Añadió que la choza chilena
derribada por los británicos, según las informaciones de Londres es
posiblemente algún refugio temporal levantado por personal chileno en alguna de
sus exploraciones. Se excusó el ministro de hacer mayores comentarios. El
diario de los Mitre editorializa sobre Chile y la Argentina en momentos
en que se reúnen los mandatarios de ambos países, y también sobre Una
agresión en la Antártida, aquí pedirán: “que los detenidos sean puestos
en libertad y devueltos al lugar en que se los detuvo, y que las cosas se
reestablezcan allí al estado en que se hallaban al producirse la inesperada
agresión”.
El incidente en la diplomacia.
Sir Henry Brashaw Mack, embajador británico
en Buenos Aires presentó ante el canciller Jerónimo Remorino, una nota de
reclamo el lunes 16 de febrero de 1953 en la que daba cuenta de su “protesta
enérgica” dado que enero el remolcador “Chiriguano” procedió a instalar “una
casilla, carpa, bandera y otro equipo”, en territorios que se consideran
británicos. Señala al mismo tiempo que pese a las advertencias de la autoridad
delegada de las Fackland las instalaciones argentinas fueron levantadas a tan
solo 400 yardas del establecimiento británico y de la pista de aterrizaje
construida en 1928 por Wilkins. Por lo que estimaba que la incursión argentina
no solo atentaba contra la soberanía inglesa, sino que al mismo tiempo estaba
“calculada para causar molestias serias y dificultades a los súbditos de su
majestad”. Es aquí cuando se comunica que se han dado instrucciones para la “remoción
de los ocupantes”, se recuerda las determinaciones reales de 1908 que
llevan a los ingleses a tener como propias esas dependencias, y la posibilidad
de someter el litigio a la Corte Internacional de Justicia.
José Humberto Sosa Molina, canciller
interino, afrontará cuatro días después el diligenciamiento de la posición
argentina. El viernes 20, quien es
también el Ministro de Defensa, entregará al embajador británico el texto del
gobierno argentino, señalándose luego que ya con antelación a la presentación
británica el gobierno nacional tenía conocimiento de los hechos.
El planteo argentino comprende once puntos,
refrendando en los primeros de ellos toda la juricidad manifiesta a lo largo de
la historia por la República Argentina en materia Malvinas y sector Antártico,
para luego indicar –en el punto 4- “que las islas Malvinas, las islas
Georgias del Sur y el sector antártico comprendido entre los meridianos 25° y
74° de longitud oeste de Greenwich, al sur del paralelo 60° de latitud sur,
hasta el polo, son territorios que pertenecen incuestionablemente a la
soberanía de la República Argentina”. En el punto 6 se pasará a cuestionar
los procedimientos, puesto que “la nota que se contesta lleva fecha 16 de
febrero de 1953 y fue entregada a esta Cancillería en la mañana (hora 10) de
ese mismo día. Como queda dicho en ella se consigna que las instrucciones
impartidas habrán sido ya puestas en ejecución; lo que según información que
posee mi gobierno efectivamente acaeció
el día 15 de febrero después del mediodía”, se dirá también que “la
reacción en el terreno de los hechos ha carecido de la necesaria espontaneidad,
único elemento que puede justificar, si cabe, un acto de violencia” Tras analizar
las conductas de ambas partes para limitar los cargos sobre desembarco de
tropas –existen acuerdos firmados recientemente entre el país, Chile y Gran
Bretaña- se indica que: “la construcción destruida se trata de un refugio
construido específicamente a la observación científica a cuyo servicio se
encontraban no menos de treinta hombres especializados en los distintos
problemas de la Antártida, predominantemente científicos, ya que nada es más
natural par el gobierno argentino que la observación e investigación de su
propio territorio y el aprovechamiento -por todos los países- de sus
esclarecimientos científicos”.
“Las tareas que ahí se desenvolvían –se dirá en el punto 8- están perfectamente encuadradas en las disposiciones de la ya citada declaración
tripartita –del 26 de noviembre de 1952- lo revela el hecho de que este
gobierno haya empleado usualmente los mismos elementos navales que en la
anterior temporada antártica, consistentes en dos transportes, dos remolcadores
y un petrolero, cuyas características y actividades no fueran objetadas en
circunstancia alguna por el gobierno británico”. Antes de reservarse el
derecho a invocar al TIAR, Argentina solicita “se sirva disponer con la
debida urgencia la inmediata libertad y la restitución al lugar de los sucesos
de las personas detenidas y de los efectos y la documentación incautados a raíz
del incidente –entre los cuales se encuentra material de carácter científico-
así como la reconstrucción de lo destruido...”
Colofón peronista
Son los días en el gobierno preconiza el
Segundo Plan Quinquenal, ingresando el conflicto de la isla Decepción en las
diversas manifestaciones gremiales; así por ejemplo Eduardo Vucetich,
secretario de la CGT, se pronunciará categóricamente con respecto al incidente:
“Que el mundo sepa que el atentado de Gran Bretaña no hecho sino unir más
firmemente que nunca a los argentinos en torno al gran patriota, al conductor
de un gran pueblo que conoce su destino y que trabaja con entusiasmo para consolidad la grandeza de la patria,
justa, libre y soberana”.
Perón luego de haber firmado en Chile los
acuerdos de “unión económica” se presta a un reportaje por parte de Raúl
Aldunate Phillips, director de la revista “Nuevo Zig-Zag”, a quién le dirá
sobre el tema antártico: “Estimo que nada tiene que hacer Inglaterra ni
ninguna otra potencia en nuestra América. Terminó el período del coloniaje en
América.¿Qué tiene que ver Inglaterra con una zona que está a horas de esa
Punta Arenas a la que está usted tan vinculado, y que es lógica prolongación de
Magallanes, de la Patagonia y de la Tierra del Fuego? Es evidente que nuestra
posición en la Antártida –la de Chile y la de la Argentina- debe ser la misma,
ya que tenemos sobre ese territorio, iguales derechos. Voy a proponer –y estimo
que ustedes, los chilenos, nos prestarán su apoyo- que nuestros mutuos derechos
antárticos se “dividan exactamente por mitades”, como buenos hermanos,
estudiándose además alguna cláusula tendiente a que la defensa y futuro de esa
zona, en todo orden de aspectos, sea hecha en condominio de común acuerdo entre
nosotros. Allí en el eje vértice sur de América. Comenzaremos a dar ejemplo de
unión que algún día abrazará a todo el continente americano”.
Pero los días no son los más felices para el
mandatario: morirá su cuñado –Juan Duarte- luego de su discurso donde
denunciaría que gobernaba entre “ladrones y alcahuetes”. Habrá un acto
de apoyo y en el dos bombas que estallan en la Plaza de Mayo; se desborda la
violencia incendiándose las sedes del radicalismo y el socialismo, y el Jockey
Club; incidentes que no aparecerán en la prensa de Buenos Aires a no ser en el
diario inglés The Standard. Para mayo Víctor Mercante es expulsado del partido
por “inconducta y deslealdad”; crece en lugar la figura de un marino
Alberto Tesaire, el vicepresidente.
A él le corresponderá viajar presidiendo la
delegación argentina cuando en Londres se realice en 2 de junio la coronación
de una nueva soberana: Isabel II. Con el tiempo se sabrá que el Contralmirante
inició negociaciones al visitar el Foering Office ofreciendo una compra de
Malvinas. El Gobierno británico rechazó la oferta aduciendo que temían que ello
produjera la caída del Gobierno del Primer Ministro Winston Churchill, a la vez
que mantenía en el área de conflicto en Decepción el buque HMS Snipe.
1 comentario:
Perón le tuvo que haber declarado la guerra a los ingleses y por defecto también a los estadounidenses, los ingleses terminaban humillados teniendo en cuenta el nivel de las Fuerzas Armadas Argentina de ese entonces y el plato fuerte iba a ser la guerra con Estados Unidos ya que no se iba a quedar de brazos cruzados si la Royal Navy terminaba hecha chapa doblada, y si, Perón habría sido colgado o fusilado por tropas estadounidenses sumando la destrucción de toda la infraestuctura nacional y las perdidas de civiles o tal vez no ya que Getulio Vargas se mostró a favor de él y en 1944 el secretario de estado Cordell Hull dotó a Brasil de una gigantesca cantidad de municiones, aviones, provisiones hasta le iba a poner voluntarios del continente portando el uniforme brasileño hasta envío la Cuarta Flota de la Armada de Estados Unidos al Río De La Plata con 200 aviones para bombardear Buenos Aires pero al final Getulio Vargas se negó a invadir Argentina mientras que la cupula militar brasileña estaba de acuerdo (Peronismo Insubordinación Fundante de Marcelo Gullo). Volviendo, mientras Getulio Vargas se mostrase a favor de Argentina era difícil una agresión norteamericana pero bueno, todo queda en suposiciones pero para Perón habría la oportunidad única de la gran guerra patriótica la que iba a unir a todos los argentinos y posiblemente el día de hoy no tendría detractores.
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