A principios de 1889 comenzaron a manifestarse
síntomas de la falta de solvencia del gobierno argentino para pagar la deuda
contraída con los bancos europeos.
Las perspectivas de una cosecha pobre
preocuparon a los especuladores de la Bolsa y el precio del oro comenzó a
subir.
En febrero el gobierno intentó infructuosamente
prohibir la venta de oro en la Bolsa. Y en septiembre, los inversores ya habían
perdido su confianza en el gobierno argentino. La catástrofe no vino
inmediatamente, gracias a la intermediación de Baring Brothers entre los
inversores individuales y las autoridades argentinas.
Los banqueros europeos propusieron al gobierno
de Juárez Celman un remedio que no favorecía al gobierno: consolidación de la
deuda, suspensión de nuevos empréstitos durante diez años, suspensión de la
emisión de papel moneda y una drástica reducción del gasto público. El gobierno
de Juárez Celman no pudo aceptar la propuesta, ya que la política de austeridad
propuesta por los bancos hubiera debilitado su apoyo político.
Al compás de la crisis económica creció el descontento popular, animado por la fuerza de oposición al gobierno de Juárez Celman, la Unión Cívica. El 12 de abril de 1890 renunció el gabinete, y el 16 Juárez Celman nombró uno nuevo, en el cual se incorporaron dos hombres de la Unión Cívica en áreas claves: José E. Uriburu en Hacienda y Roque Sáenz Peña en Relaciones Exteriores.
El nuevo ministro de Hacienda intentó una
fórmula de conciliación que contentase a los banqueros europeos sin herir los
intereses rurales y los de los "nuevos ricos" que respaldaban a
Juárez Celman. Uriburu adoptó algunas medidas de austeridad económica que
contaron con la aprobación de los banqueros europeos.
Entre estas medidas se destacaban el pedido de
renuncia al presidente del Banco Nacional -vinculado con la administración de
los Bancos Garantidos- y el aumento del 15% en los impuestos aduaneros, además
de la exigencia de recaudar el 50% de los impuestos en oro.
Las medidas de austeridad económica y orientación deflacionaria puestas en marcha por Uriburu fueron rechazadas por el círculo de "amigos" de Juárez Celman y los "nuevos ricos", principales beneficiarios de la política inflacionaria anterior. Juárez Celman, obligado a optar entre el ministro y sus propios sostenedores, retiró su respaldo a Uriburu, quien debió renunciar. Como consecuencia, en un solo día el oro subió de 118 a 165. Con el alejamiento de Uriburu se reanudó la política inflacionaria y se repudiaron las deudas, cerrándose así la negociación con los bancos europeos.
Como es bien sabido, el gobierno de Juárez
Celman cayó tras la Revolución del Parque del 26 de julio de 1890. Su sucesor,
Carlos Pellegrini, reabrió la negociación con los bancos europeos para
solucionar la crisis. El primer triunfo de Pellegrini fue el arreglo entre el
emisario argentino, Victorino de la Plaza, y el presidente de la Comisión
Internacional de Banqueros, lord Rothschild, en marzo de 1891.
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