Y
esto queda expresado en el legajo de Tierras y Colonias número 112, en fojas
5380/93 con fecha 30 de mayo de 1930, donde se expresa:
Se exime a los arrendatarios del sur el pago
en razón de la difícil situación económica que los afecta por la devaluación
delos productos pecuarios.
Esta
medida beneficia a quienes han levantado estancia en el último lustro, merced a
la redistribución de tierras fiscales entre nuevos pobladores, sacando del uso
que hacían de los mismos las grandes sociedades ganaderas de la hora
fundacional de la economía fueguina.
Establecimientos
situados en su gran mayoría al sur del Río Grande, en zona circundante al Lago
Fagnano.
La Crisis
había comenzado en Nueva York en octubre del año anterior, y las crónicas en el
tiempo relatan cómo se dieron las cosas.
24 de octubre de 1929, Nueva York. La crisis financiera que
devastaría los cimientos de la economía americana y haría tambalear la
estabilidad de muchos mercados a nivel mundial comenzaba a proyectar su temible
sombra sobre los felices años 20. Y sobre los rostros de los trabajadores de la
bolsa de Nueva York que veían estallar aquella etapa de prosperidad frente a
sus ojos como un inmenso globo.
Además de la caída del valor de los títulos y la constante liquidación de los avales,
el volumen de préstamos bursátiles descendió de manera drástica -se estima que
su descenso cifrarse en casi un millón-. Wall Street, Chicago y Buffalo habían echado el cierre:
la situación se tornaba cada vez más ingobernable.
"El jueves 24 de octubre, según los historiadores,
fue el primer día de pánico. Ese día se transfirieron 12 894 650
participaciones, muchas de ellas a precios que destrozaron los sueños y
esperanzas de quienes las habían poseído", afirmó John Kenneth Galbraith en
su célebre El
Crac del 29, uno de los libros paradigmáticos para
el estudio de este período.
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