RECUERDOS DE LA EDAD DE PIEDRA

Yo era niño y en un cajón de la cocina estaba la piedra de afilar. Era un segmento rectangular, cortado en bisel en uno de los extremos, en el cual prolijamente mi padre, humedeciendo la piedra. Procedía a mantener el filo de los cuchillos.
Una vez le prestaron algo mejor: era una piedra circular que giraba sobre un recipiente que se cargaba de agua. Allí se requería el trabajo entre dos, uno que daba manija y hacía girar la piedra de afilar, y otro que iba acomodando la cuchilla. En esa piedra grande se afiló un hachita de mano, un gualato, y un machete que mi padre tenía colgado detrás de una puerta para repeler algún robo o agresión.
En este último sistema funcionaban a pedal –y aun funcionan- los trabajos de los afiladores que nosotros conocíamos nada más que por un tango.
Cuando teníamos la suerte de conocer las dependencias del frigorífico podíamos ver una piedra de afilar gigantesca en la cual los carniceros días a días podían emprolijar el filo sus cuchillas



Mi padre tenía de recuerdo de cada campaña trabajada allí una cuchilla, en parte gastada por el duro trajín del garreador. Con los años al ir casándose las mujeres de la familia fueron recibiendo aquellas cuchillas como regalo: Esquiltuna, toledano, se identificaba el acero. A cambio debían darle una moneda, como marcaba la tradición; porque en realidad el cuchillo no se regala, se vende; “cuchillo que se vende nunca se te volverá en contra”.
En el baño de la casa, o en una cómoda donde estaban los artículos de tocador estaba la otra piedra, la de alumbre. Era de carácter cristalino, también cuadrangular, y solía guardársela en el mismo envase de cartón con que te la vendían en la farmacia. La piedra alumbre mojada soltaba un líquido que era eficaz para cicatrizar heridas. Era el complemento necesario cuando se afeitaba con navaja, y esta se encontraba dudosa de filo. Cuando se desafilaban las arbolito, esa era la marca más preciada, no se podía recurrir a la piedra de afilar, había que llevársela al peluquero que él sabía mejor que nadie como asentarla. Pero volviendo a la piedra alumbre era de uso también en días de adolescencia cuando ciertas encrucijadas del rostro abundaban de espinillas, granitos y acné, que terminaban en algunos casos por sangrar. Decía la leyenda que impregnando el sitio apropiado con piedra alumbre las mujeres podían simular una condición de estrechez que podría ser interpretada por virginidad.
Nuestra tercera piedra era la denominada pómez. De forma de jabón y de carácter esmerilado era indispensable para moderar las durezas y rugosidades de los pies. Favor que agradecían los cayentos.  La piedra pómez  hecha polvo, a veces por recurso de una buena piedra de afilar circular ofrecía un polvo que mezclado con limón y otros empastos daba forma a una cataplasma que era eficaz en depilaciones, no pudiendo impedir que la superficie tratada conservara durante un tiempo su rugosidad. Los tahúres acostumbraban a tratar sus dedos con piedra pómez, la piel más delgada aumentaba la sensibilidad a la hora de hacer marcas con la uña en algunas cartas, que luego al volver a pasar por sus manos permitía adivinar su destino.

Si bien no era usual ni frecuente que aquí se hicieron operaciones de vesícula cuando alguien era sometido a una intervención de esa naturaleza conservaba el producto de sus males. Se lo mostraba al enfermo y en un frasco aparecía sobre la mesita de luz la rugosa y amarillenta presencia del cuerpo extraño que fuera extraído. Allí se advertía lo grande que era, sus medidas, su peso; y siempre había un conocido al que le habían sacado una mayor. Cuando se volvía al hogar era objeto de la curiosidad y el diálogo con quienes se acercaban a saber del paciente. Si se abría para tener una impresión más directa se apreciaba que en medio del alcohol  o formol en que estaba sumergida aparecía un carácter nauseabundo que de inmediato invitaba a cerrarla. No sé qué destino tendrían estas piedras, tal vez un rincón de un botiquín, de un placar, pero.. ¿Quién conserva alguna vieja piedra de vesícula?
Los carniceros profesionales o eventuales solían dar con la piedra besoar. Una corpúsculo redondo que parecía hecho de pelos, que se encontraba en el buche de algunos animales. Se lo conservaba entre aquellos que creían en sus propiedades mágicas. Pero eso es algo que en su momento podrán leer si publicamos nuestro estudio LAS CIENCIAS OCULTAS EN LA CIUDAD DE RIO GRANDE.
Las piedras de las lentejas. Eran los tiempos en que se compraba en bolsas o al granel. Y esta legumbre cargaba cierta cantidad de piedras producto del suelo desde donde se había levantado la cosecha. Por ello antes de su ablande, y aun después de él, se exigía una prolija revisación para que no fueran a parar a la cocción. Su ingesta era desagradable para el estado de conservación de las dentaduras. También motivos de reyertas en los comedores de campaña culpando de su existencia a la falta de dedicación de los ayudantes de cocina. Mi madre que tenía una balanza de cierta precisión para sus trabajos de repostería solía ir guardando las piedras separadas y cuando sumaban doscientos gramos iba a pelear a su proveedor, diciéndole que todo eso lo había pagado y no lo podía comer. Era como un juego, le agregaban en el próximo pedido doscientos gramos más, o doscientos cincuenta, y todos quedaban contentos.
La piedra del diablo. En pleno invierno la ocasión de una nevada daba pie a una guerra de nieve entre niños y jóvenes. Se tomaba la misma apelmazándola entre las manos, el calor de ellas era fundamental para darles formas. Y luego se hacía blanco sobre el que estuviera más descuidado. Había impresiones de todo tipo. Pero de pronto alguien sangraba. El diablo había colocado una piedra en el interior de una de las bolas de nieve. Ningún chico, no.., ¡no se le ocurra ni pensarlo! Era el diablo que no quería que los niños se siguieran divirtiendo.
Una piedra que no faltaba era la piedra del tope. Tenía un volumen y un peso considerable, y en algunos casos se trataba de que fuera vistosa. Cuando aparecía una más linda la anterior iba a parar al jardín, de adorno entre las botellas culo para arriba que marcaban el límite de los canteros. La piedra del tope contenía a la puerta que debía permanecer abierta y que por motivos de inclinación de la construcción, o del viento imperante, no quedaba abierta el tiempo que se necesitaba. Muchas veces la piedra del tope era motivo de tropiezos y maldiciones.
Y finalmente, aunque podrán haber otras, estaba la piedra del encendedor. Eran minúsculas y se compraban en los kioscos en los días de los encendedores de bencina. Cuando un chico se ensimismaba con un carusita prendiéndolo y apagándolo, venía el reto por el lado de la piedra: -Dejá de jugar que se va a gastar la piedra. La bencina podía esperar.

Una salida a la playa nos llevaba a detenernos sobre la naturaleza. Cargábamos en nuestros bolsillos con moluscos que formaban de algún proyecto decorativo o artesanal, y por supuesto las piedras. Algunas terminaban haciendo figuras en el jardín. Otras eran llevadas al cementerio como un testimonio a los seres queridos. Alguien prefería juntar piedras blancas, otros preferían hacerlo con las de color negro, Hasta había quien creía que existían las piedras de la suerte, que ocupaban un lugar en la billetera.

Pero hubo otras piedras a las que no se tenían acceso: los cantos rodados. Las primeras piedras bola, como le llamaban algunos, las fui encontrando en las inmediaciones del cerro del Aguila, allí se habían formado por el rodar del tiempo y la materia sobre un ser que en su momento estuvo vivo: una hoja, un molusco. Había que ir golpeando con un martillito de madera su superficie, y en un momento se podía partir y descubrir su tesoro. En otros casos no se abría y se conservaba como pisapapeles. Y servía para recordarles a los curiosos aquello que decía Doña Franka Zuvich era el uso que le daban los indios, que solían portar una piedra de estas características en una bolsa atada a la cintura.. Pero eso ya lo conté otra vez.

CONVERSACIONES CON RAMÓN GARCÍA.7. “-Yo ya me considero más argentino que español”.

Recuerdo que cuando encaramos esta serie dominical de rescate de quien fue Ramón García Abal, estábamos apesadumbrados con su muerte, tan reciente.

Pero el trabajo de armonizar sus recuerdos nos han llevado a otros planos de su vida, a momentos inquietantes algunos, otros plenos de optimismo, como cuando planificó volver por fin a España.



-Y ahora estamos recordando todas estas cosas, que supongo que las va a seguir recordando por unos días, porque usted se va de Río Grande.
-Mañana. Si Dios quiere.
-A ver, cuénteme que va a hacer.
-¿Qué voy a hacer? Primero vamos pa’ Buenos Aires.
-¿Qué va a andar haciendo por ahí en Buenos Aires?
-Primero por migraciones, eso va a ser primero, sacar Certificado de ingreso al país, no para mí, para mi señora, yo ya lo tengo. Tiene que sacar la cédula de la Policía Federal, yo ya la tengo.
-Ah, usted parece que está más al día.
-No, yo ya tengo la cédula federal, ya.
-Si, si,… ¿Y? ¿Y después?
-Una vez tenida la cédula hay que solicitar el permiso pa’ salir del país.
-¿Es más complicado que…?
-Si no tienes la cédula esa no te pueden dar…Porque no podes salir si no vas con permiso, sino cuando vienen de vuelta no te dejan entrar, ese es el asunto.
-Ah, entonces quiere volver.
-Ah, como no voy a volver ché.
-¿Y después como va a hacer el viaje a España?
-¿Cómo va a ser? No lo se todavía. Tenemos el pasaje pal 16. De acá de Buenos Aires a Madrid. Según tengo entendido en Madrid tenemos que agarrar un avión más chico a Santiago de Compostela y allá la familia nos espera.
-¿Y usted estuvo, conoce Santiago de Compostela?
-Algo…
-¿De qué pueblo son?
-De la provincia de Coruña.
-De la Coruña, y de donde: ¿De Pontevedra?
-No, de la Coruña. Nosotros somos de Pontevedra. Pero como allá todas las provincias son una al lado de la otra, yo no se si toda Galicia será más grande que Tierra del Fuego, no se cuanto tiene de…
-Habrá que medirlo. Y todo lo que ha andado usted en camión ¿No? Si se hubiera ido en línea recta ya hubiera llegado a España cuantas veces.
-Y, fácil. Mira si me ven los gallegos llegar allá.
-Ahora, sinceramente Ramón, son 35 años en Tierra del Fuego, 35 años en Argentina, sin volver a Galicia. En más de una oportunidad usted debe haber planificado volver ¿No?
-Siempre tuve ganas de volver, pero…
-Pero debe haber habido algún momento en el cual usted pensó: “Debo volver”. Pero…debo volver para siempre a España ¿No?
-No, no, para siempre nunca pensé, no. Siempre pensé darme una vuelta, pero volver…
-Usted ya está comprometido acá.
-No, no, lo que yo tengo lo tengo acá. Allá no tengo nada.
-Además creo que tiene al yerno, ¿No?
-Eh…no solamente al yerno. ¿Y todos estos chicos, todos estos nietos?
-Si, ya es como diez veces abuelo.
-Mira como están mimados por abuelo, mira aquel.
-Además son todos argentinos
-Todos argentinos, yo ya me considero más argentino que español también.
-Ahora cuénteme, ahora que no está escuchando, que no está mirando doña Carmen que es su esposa: ¿Es cierto que este va a ser un viaje de Luna de Miel también?
-Bueno…de tantas veces que lo hemos hecho, una más o una menos…
-Pero también que a todo esto ya están por cumplir 40 años de casados, ¿No?
-Para el 6 de diciembre ché. Cumplimos 40 años de casados.
C-¿Qué se quiere divorciar ahora este también? (la que habló es la esposa)
-Si se va a divorciar, por favor espere a cumplir los 40 años.
-Cómo me voy a divorciar, si cada día está más linda.
-¿Pero son todas lindas así las gallegas o usted se escapó con la mejor?
-Todas lindas, no ché, hay que saber elegir.
-Bueno Ramón, nos vamos a guardar este recuerdo que hicimos con usted, acá de despedida brindando porque se van.
-Si, brindando, pero que voy a brindar si no tengo más. ¡Qué voy a brindar si tengo el vaso vacío!
-Me imagino que cuando venga.
-¿No saldrá esto de acá, no?
-…que cuando venga, ¿Qué puede traer de por allá? ¿Manzanilla, que es lo que toman allá? ¿Qué toman allá en Galicia?
-No se ahora, antes tomaban vino puro. Yo me imagino Mingo, que ahora no voy a conocer nada de allá.
-Y, lógico. Allá debe haber hasta…hasta motoneta debe haber.
-Hay de todo hombre…
-Debe haber toro a pila…
-La plaza de toro debe tener tablero electrónico.
-Yo siempre estuve buscando darme una vuelta, pero quedar allá, no. Por mucho que lo pintan que se vive mejor allá, no.
-Pero ya, aunque no lo crea, debe estar acostumbrado. Además el mundo debe haber cambiado tanto allá…Además que mucha gente que por ahí estaba, ahora no esta más, entonces ya las cosas no son las mismas.
-Y, estarán bien, pero yo acá estoy bien también, asi que…
-Que lo vengan a ver a usted…
-Eso. ¿No es cierto Carmen? ¿Eh?
-Además Carmen va a estar muchos días sin cocinar, salvo que lleve algunas recetas de acá.
-Llevo el mate.
-Yo podía haber ido antes Mingo, pero…Yo sin ella no voy a ninguna parte, viste, yo sin ella no voy a ninguna parte. Ella, mientras que vivió el abuelo no, no se lo podía…
-¿Usted es tan matero como ella?
-No, yo no soy tan matero como ella. Ella toma mate con su sobrina, y por eso la llevo con ella. Voy a comprar como 30 kilos de yerba pa’ llevar.
-¿Pero cuánto tiempo va a estar?
-Ah, no sé, si no nos echan…
-Si, porque por ahí va a salir que se incrementaron las importaciones argentinas por la yerba que se llevaron ustedes, la balanza comercial…
-Mira, nosotros, si todo sale bien, pal 20 de setiembre estamos de vuelta.
-Ya vienen para la primavera.
-¡Hay que sembrar la quinta Mingo! Me extraña…Hay que sembrar lechuga fresca.


Las fotos que publicamos. Su cuñada Maruca -Teodomira- trabajando un día de campo, mientras Ramón controla. El nuevo camión transportando fardos de forraje. Su hijos: Carmen y Juan Ramón, posando junto al colectivo de Aerolineas que conducía el vecino: Benedicto García. Al fondo el taller garaje del suegro Casimiro Torres.



TRÍPTICA NACIONAL. GEOGRAFÍA.17. LA GOBERNACIÓN DE EL CHACO EN LA ENSEÑANZA DE LA GEOGRAFÍA POR EL AÑO……

Allá por el año 1925 la firma CABAUT y Compañía Editores publicó una GEOGRAFIA ARGENTINA donde daba cuenta de la existencia de un distrito federal y 14 provincias a las que se sumaban las gobernaciones del norte y del sur.

Las del norte eran Chaco, Formosa, Misiones y de los Andes.

Y las del sur de La Pampa, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.

¿Que decían para que aprendieran los niños argentinos sobre lo que se conocía como Gobernación del Chaco?


Confina al Norte con la de Formosa, por los ríos Teuco y Bermejo; al Este con la República del Paraguay y la provincia de Corrientes, por el Paraná, al Sur con las provincias de Santa Fe y Santiago del Estero y al Oeste con Santiago y Salta.

Tiene 98.238 kilómetros y unos 40 mil habitantes, entre ellos varias tribus indias.

Es una gran llanura con inmensos bosques y praderas y buenos pastos. El clima es muy calido y la vegetación tropical (caña de azúcar , tabaco, yerba-mate etc.) Se comercia en estos artículos y en maderas y va prosperando la ganadería.

La capital del Chaco es Resistencia (8400 habitantes) cerca del Paraná y frente a Corrientes.




El material leído que forma parte de la serie La Escuela Moderna que se distribuía desde La Librería del Colegio.

Los primeros cazadores y zapateros, de la Tierra del Fuego:



Los pueblos cazadores recolectores, entre ellos los de nuestra Tierra Fueguina, salían a cazar cuando el sol estaba alto. Para ese momento el guanaco, como todos los herbívoros ya se habían alimentado, estaba pesado haciendo la digestión y era víctima más fácil de sus flechas. El animal generalmente no moría al ser flechado, sino que se iba desangrando al ser corrido por el cazador que según su sabiduría en el tema iba arrojando más proyectiles o no. En muchos casos el hombre no tenía apuro, porque la caza ya iba dejando el rastro, el animal se fatigaba menos, y la carne era también menos dura. A la hora de faenarlo -se lo cortaba en varias piezas para poder transportarlo de vuelta a donde estaba la familia- se privilegiaba la ingesta de la grasa. Se la consumía caliente, recién sacada del animal... La caza era una necesidad diaria, entre otras cosas porque con parte de las extremidades de la presa se hacían los mocasines -xamni- sin los cuales era prácticamente imposible andar; y los mismos -recubiertos internamente de pasto seco- tenían una limitada duración. El hombre era por sobre todas las cosas: cazador y zapatero.



Las imágenes: Cazadores de Alberto De Agostini, Xamni, de Margarita Maldonado en su libro Entre dos mundos.

Hacia una nueva gramática de los sélknam

 Luís Miguel Rojas Berscia es una lingüista peruano que desarrolla sus maestrías en Holanda. Tuvimos la suerte de conocerlo en su reciente visita a Río Grande donde junto al joven chileno Keyuk Yantén –descendiete sélknam, hablante de la lengua- confraternizó con los descendientes de los antiguos fueguinos, y avanzó en el conocimiento de su idioma.
Es quien aparece en la foto con doña Herminia Vera Ilioyen.


Luís desarrolla una nueva gramática que integre aquellos trabajos preexistentes: Tonelli, Beauvoir, Elena Najlis, y traer el fruto de su investigación para que la misma comunidad la conozca.
Su contribución  resultaría importantísima para que se vuelva a hablar la antigua palabra, la selcha.
Mientras tanto hace pública sus observaciones sobre su objeto de estudio.

Interesante lección del Selk'nam. En estos días me he roto la cabeza por saber cómo funcionan las frases nominales en la lengua y cuál era la posición de los adjetivos. Al ver frases posesivas, encontraba cosas como la siguiente:
Ya-k temi 'mi tierra'
ča'či-k haș 'pluma de pájaro'
El modificador va primero, pero, en los casos de los 'adjetivos', estos iban antes o después:
Kerren o'ličenn 'buen día'
O'ličenn kerren 'buen día'
Yowen t'onn 'guanaco grande'
T'onn yown 'guanaco grande'
¿Quizás porque el castellano había influido tanto en la lengua que los adjetivos ya podían ir después? NO. Simplemente no hay adjetivos en esta lengua! Todos son verbos y la sintaxis nos lo demuestra. El Selk'nam es una lengua que oscila entre dos órdenes de constituyentes OVS/SOV. Si paso eso a los adjetivos, este siempre podrá ir antes o después del nombre, puesto que no es un adjetivo sino un verbo. Otra cosa interesante es la terminación adjetival -n en casi el 90% de los casos, lo que indica su pertenencia a la clase de verbos. Solo en algunos casos contados los adjetivos no tienen terminación (caso pendiente para estudios histórico-comparativos)

Bueno, no sé por qué publico esto, pero me encantó darme cuenta de ello ¡ja ja! Conclusión, adoro hacer gramática. Estas cosas son las que me asombran 

EVOCACIONES*24 de junio de 1930: Fallece Esteban Piñero.

El incidente conmovió al naciente Río Grande toda vez que el mismo muere camino de su estancia, cuando cercado por la nieve y en la noche debió interrumpir la marcha de su automóvil buick. Por entonces se conjeturó que quedó finalmente sin combustible y que por razones que se desconocen se apresuró a bajar del vehículo tratando quien sabe de llegar ha su casa caminando, pero en la oscuridad comenzó a dar vueltas y vueltas y así se lo encontró congelado tres días después a mil metros de la casa.


Piñero había iniciado el poblamiento de un campo, en la denominada Estancia La Criolla –homenaje a su esposa Berta Patella- a la que había conocido en Deseado y con la que había tenido ya dos hijos antes de llegar a Tierra del Fuego.

 Piñero era arrendatario rural, y su presencia estaba dada en razón de la reforma agraria dada por el gobierno radial, cuando tierras fiscales cedidas para el pastoreo de las grandes firmas ganaderas de la primera hora fueron entregadas a nuevos pobladores.

El arrendamiento en cuestión fue aprobado por la Dirección Nacional de Tierras el 21 de marzo de 1926 comprendiendo 10 mil hectáreas. Los trámites se habían iniciado el año anterior demandando Piñero la ocupación del denominado lote 62, por el que debería pagar en forma anual $554 la legua.

Esteban Lucas Piñero Salamín –tal el nombre completo del occiso- ha sido el único estanciero que ha muerto en la Tierra del Fuego, presa del rigor climático, expresada en el certificado de defunción como “muerte por inanición”, tenía por entonces 31 años y residía en la campaña un hermano, Carlos –de 25 años- que poblaba el lote 72 identificado entonces como Estancia La estrella.

La muerte de Piñero dejó la responsabilidad del manejo de la estancia en manos de Doña Berta –la primer mujer a la que le cupo tal función en la Tierra del Fuego-, la que junto al manejo del establecimiento debió velar por la formación de sus tres hijos:

Venus Videla, la que resultaría ser destacada pintora,

Leonor María Piñero, decana de las letras y el periodismo fueguino, la que iría a fallecer en el tiempo el dísmo días que su padre.

Y René Albino Piñero que a fines de los 50 fue Comisionado Municipal y también luego Consejero Territorial.

Los restos de Piñero descansan en el cementerio de entonces, el de la Misión Salesiana, siendo una de las pocas identificadas con su verja de hierro, y una historia de silencios que cada vez van recordando menos fueguinos...




Algunas miradas sobre la Plaza Almirante Brown


Promediando los años 50 la torre de agua, en construcción, comenzó a ofrecer una vista privilegiada de la Plaza que, desde su inauguración el 16 de diciembre de 1937, permanecía cercada para proteger su crecimiento.

El obelisco de madera levantado a inspiración de Francisco Bilbao, esos días en que era toda una novedad el obelisco porteño, fue reemplazado doce años después por el mástil construido por YPF. Los árboles crecían dentro de lo que lo permitía la estepa.



La plaza fue abierta durante la gestión municipal de René Piñero, y en esos días de la revolución libertadora se le impuso el nombre del Almirante Brown y se erigió su busto. Quién más, quien menos buscaba sacarse una foto en la plaza bonsai de nuestro pueblo.

Mientras tanto la construcción del Federico Ibarra Hotel la protegió del viento y los árboles entranos a crecer.


Los días de Colazo innovaron cambiando sus senderos. Se la va a dotar de una suerte de elementos propios de una acupuntura urbana que se instaló desde entonces en distintos puntos de la ciudad. Eran los años 90.


La noche, el invierno, y la disposición por la cual la bandera no se arría en ningún momento ofrecen un escenario sugerente.


La torre de agua que servía de observatorio a la primera foto ya no cumple la función de impulsión y bombeo que justificó su construcción.

Es un ícono multicolor en luces del que se sabe se habilitará para  incentivar el turismo doméstico.

Un buen día después de una manifestación de ATE el busto del almirante apareció destruido. Se lo reemplazó por este otro que no viene teniendo mejor suerte. Y eso que en este año se conmemoran en el país los Dos Siglos del Combate de Montevideo, y con ello la figura del prócer inmigrante.



Al principio de la gestión Melella se habló del trabajo de un placero. Situación que se espera. Las placas conmemorativas del los 25 años de la fundación han desaparecido. La de los 60 años también. Placas nuevas reemplazan a las que ya no están. Y el único que se pone colorado es Don Guillermo.




CONVERSACIONES CON RAMON GARCIA.6. Andaba 10 años embarcado antes de venir pa’ la Argentina.

Cuando comenzaba su gestión como intendente Jorge Colazo visitó junto a algunos profesionales en la materia la quinta de Ramón. Observar ese vergel era la motivación inicial para que esta gente supiera orientar a otros vecinos para llegar a tener algo igual. Cuando le preguntaron la fórmula de su trabajo el la simplificó de esta manera: “Primero hay que preparar la tierra. Después hay que prepararse para la siembra. Hay de desmalezar, sacar los yuyos. En esto se trabaja todos los días…¡Y después de cuarenta años tenés lo yo ahora tengo!”


 Esta gente no venía preparada para un trabajo en tan larga escala, y los frutos siguen demorados en Río Grande en materia hortícola, pese a los esfuerzos que se hacen en la materia. La gente no siembra más que en necesidades extremas, y se cuentan con los dedos de la mano los que viven de este tipo de actividad.

Pero el diálogo con Ramón sigue su curso, y ahora vamos a recordar al..

Marinero Ramón.


-¿Y allá en España, antes de venir Ramón, usted trabajaba en algo vinculado con el campo?
-Siempre trabajé vinculado con el campo. Yo me crié en el campo.
-¿O sea que trabajó de chiquito en esto?
-Y no solamente en el campo. Yo había tenido 10 años cuando vine a la Argentina, embarcado. Tengo la libreta y todo, viejo.
-¿O sea que usted se vino antes?
-¿Cómo antes?
-¿10 años de embarcado?
-Andaba 10 años embarcado antes de venir pa’ la Argentina. 10 años andaba embarcado en barcos pesqueros.
-Y alguna anécdota de pescador debe tener, porque también es una vida divertida, ¿No?
-Puf…tengo muchas.

-¿Cómo fue eso que usted salió en un barco y volvió en otro barco?
-Pasó lo siguiente: Nosotros llevábamos pescado, íbamos cargados de pescados, íbamos rumbo para un puerto, a vender. Entonces esa noche de invierno, uno anda sin dormir con el frío. Yo me recuerdo que iba acostado en cubierta…en cubierta del barco, y cerca de nosotros con el mismo rumbo iba un barco grande, con las luces prendidas, venía cerca ya de noche y el patrón de nosotros se arrimó, vos viste que un barco va con mucha velocidad y el que camina menos se arrima a él y corre con la misma velocidad del otro. Porque la misma agua de la hélice de uno lleva al otro, ligero. Entonces yo me quedé dormido. Y en ese mismo tiempo paso por al lado de nosotros cuando me habia quedado dormido. Entonces al arrimarse todo el costado del barco de nosotros contra el otro. En la misma agua lo atrajeron, lo atrajeron contra, al tocar los dos cascos. ¡Qué mierda! Yo sentí el trasco, abrí los ojos asustado, vi. ese tremendo bicho al lado, pegué un tremendo salto como si me pusieran resortes abajo…adentro del mismo barco. Y vamos pal mismo puerto, así que cuando llegó el barco de nosotros yo ya estaba cansado de esperar…incluso…
-Salvó su vida también ahí, eh…
-Si, me podía caer hasta un barco y otro. Eso fue lo que me han dicho. Me podía caer…Entonces cuando llegué al puerto había varios conocidos, que me veían llegar, y este de donde salió.



-Bueno, entonces Ramón, usted  llegó acá el año…
-‘52
-’52, es decir que han pasado 35 años.
-Eso es.

Las fotos:

La primera imagen muestra un aspecto de su quinta que daba fondos con la de su suegra.

Las siguientes son tomadas de su libreta de marinero.


La última lo muestra feliz en el reencuentro con los suyos, tras media vida hecha en Tierra del Fuego.


EVOCACIONES* 20 de junio de 1894: Se funda la localidad chilena de Porvenir.


Llamada en un tiempo Puerto Porvenir, como otros necesarios puertos de la América Meridional: Santa Cruz, Natales, Stanley, Deseado y muchos más de distintas banderas, Porvenir no lo fue y aun hoy dispone en sus cercanías del Puerto de Bahía Chilota que lo vincula a las aguas del Estrecho de Magallanes.

Pero sin tener puerto propio si fue lugar de entrada y salida a la Tierra del Fuego norte, la del oro y la oveja. Y mantuvo por ello vínculos incesantes con nuestro Río Grande.



Ya habían pasado diez años de la instalación de la Subprefectura de Ushuaia, y el nacimiento en su entorno de la capital argentina, cuando el gobierno de Santiago dispuso el nacimiento de la capital de la Tierra del Fuego chilena. Hasta entonces en ese sector en que había quedado delimitada la Isla Grande se habían dado las primicias de la ovinicultura; pero el sector rural no parecía urgido de fundar ciudades, salvo que estas nacieran espontáneamente.

Y allí fue ocurriendo algo similar a lo que Río Grande vivía. Claro que en una cronología básica se debe tener en cuenta la importancia de la expedición de Porter a las sierras del Boquerón, que permitió examinar su potencial aurífiero, y la misma existencia de placeres minerales en la Bahía donde se levantaría Porvenir. Esto por 1881.



La presencia descontrolada de mineros llevó a que se instalara en 1883 una guardia policial, y que al tiempo se diera en la distancia la respuesta gubernamental que haría nacer el poblado: mil hectáreas en las que se encuadrarían las primeras manzanas del pueblo, y las hijuelas –o chacras- de su entorno.

Incomunicadas por falta de caminos las dos poblaciones argentinas: Ushuaia y Río Grande, con los años crecería la vinculación entre nuestro puerto y la vecina población.



Las características del empresariado rural, afincado inicialmente en Magallanes; el flujo golondrina de los trabajadores empelados en tareas estacionales, haría de Porvenir el lugar de paso a donde el jornalero de la primavera llegaba navegando, y emprendía luego según sus recursos la travesía por tierra: en algún correo pionero motorizado, a caballo de lo propio o lo prestado, o simplemente caminando.

En Porvenir crecía un pueblo que durante muchos años, hasta el despertar del petróleo en nuestro norte argentino, era sensiblemente más grande. A tal punto que brindaba socorros concretos en materia asistencial, como lo fue hasta entrados los años cuarenta la acción de la Cruz Roja porvenireña.



El petróleo marcó las diferencias: en Chile la vida petrolera se circunscribió a una comuna nueva: Springhill, Primavera o Cerro Sombrero; en tanto que en nuestro país Río Grande fue receptor de esa instancia de progreso.

Pero había algo más. Las familiaridades, logradas entre tantos vecinos de un pueblo que encontraron novia en el otro, y de allí las descendencias en común, (las abuelas porvenireñas por un lado, los tíos riograndenses por el otro).



Y también una hermandad que el deporte nos dio, en llamativas excursiones futboleras, donde los argentinos medías fuerza de visitantes y ganaban siempre el primer partido, pese al cansancio del trajín del camino, para pasar a perder la revancha del día siguiente pesando para el caso la falta de concentración propia de la noche fueguina; y el viceversa para cuando los de Porvenir aparecían por este lado.

Y a modo emblemático, y por obra y gracia del automovilismo una competencia El Gran Premio de la Hermandad Argentino Chilena, uniéndonos, aun en medio de las guerras que se incubaron en momentos grises de la historia de ambos países.





TRÍPTICA NACIONAL.LENGUA.18. La oralidad desde la cátedra.

Pamela Vestrid es Licenciada y Profesora en Comunicación Social (Facultad de Periodismo y Comunicación Social, de la Universidad Nacional de La Plata, Argentina). Docente y becaria de investigación de la FPyCS, UNLP. Secretaria de Relaciones Institucionales de Revista Question (FPyCS, UNLP). Maestranda en Ciencias Sociales, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, de la UNLP.


Ella encaró una entrevista a Susana Lino, por su experiencia en Narración Oral, indagándola sobre las temáticas en las cuales se trabaja:
A lo largo de la trayectoria de la Cátedra hemos abordado diferentes temáticas de relevancia social: la guerra y la postguerra de Malvinas, tema al que desde el año 2003 estamos abocados, pero también hemos trabajado sobre las culturas indígenas, o los problemas que alteran la comunicación oral como la sordera y la hipoacusia, entre otros, contando siempre con invitados académicos y protagonistas testimoniantes, en cada una de las Jornadas desarrolladas.
 ¿Cuáles son los antecedentes que generaron la creación en el 2002 de la Cátedra Libre de Narración Oral en la FPyCS de la UNLP?
Desde 1992 junto al Locutor Carlos Milito comencé a dictar un Seminario Interdisciplinario de Locución Periodística en la FPyCS de la UNLP, con el objetivo de formar a los alumnos de grado para un mejor desempeño en su enunciación periodística. Si bien desde ese ámbito organizamos una clase invitando a una narradora oral a ese espacio de cruce de la locución y la fonoaudiología, la narración oral luego tomó su propio recorrido. Motivada por el conocimiento del campo de la narración oral, tomé cursos con narradores desde 1994 para nutrir mi tarea como fonoaudióloga y docente, y poco a poco fui adquiriendo mayor conocimiento sobre la temática. Vía Extensión comencé a organizar a partir de 1999 el “Encuentro Anual de Narración Oral en la FPyCS”, realizados ininterrumpidamente cada año hasta la actualidad. Más tarde, bajo la dirección de Carlos Giordano me desarrollé como investigadora del proyecto denominado "La Narración Oral como posibilidad comunicacional" (Programa de Incentivos del Ministerio de Educación, período 2002-2006). Fue esta experiencia la que dio como resultado la creación e institucionalización de la Cátedra Libre de Narración Oral en el 2002, de la cual fui designada como Profesora Titular.
Al finalizar ese proyecto, continuamos con otro proyecto titulado "El rol de la Comunicación y Narración Oral en la construcción de procesos socio-históricos, visto a través de la política educativa en la enseñanza escolarizada, en un caso de historia reciente: Malvinas." (Aprobado por Programa de incentivos del Ministerio de Educación 2006-2009) también dirigido por Carlos Giordano, en cuyo marco se elaboró un texto colectivo sobre la temática de la Narración Oral en general, y de Malvinas en particular, en la que se plasmó la conceptualización lograda en ese ámbito, incluyendo también testimonios brindados por académicos y ex combatientes soldados bajo bandera.

Una experiencia que avanzó en el tiempo hacia otras propuestas comunicativas:




..14 de junio de 1982. Como una alergia en la piel.

¿Què vivencias tienen de cuando terminó la guerra?

Con esta pregunta salimos al ruedo para ver que podíamos recolectar del escenario que nos ofrece internet, más de 2400 amigos.

Es un tema del cual se habla poco. Es más fácil que se recuerde el 2 de abril, con sus connotaciones de triunfo, que el 14 de junio cargado de pesadumbre.

Las primeras intervenciones fueron un me gusta, pero con el me gusta no sacábamos nada. En todo caso que se quería decir: ¿me gusta como terminó la guerra? ¿me gusta que haya terminado?

Algunos se quedaron en un suspiro, hasta que María desde aquí dijo: Seguían circulando soldados y las salidas de campaña con toda la parafernalia.

María es profesora de letras, de allí ese término, su recuerdo se extiende más allá de ese día. Una parafernalia vendría a ser: “el ‘conjunto de usos habituales en determinados actos o ceremonias, y de objetos que en ellos se emplean’ (DRAE2 2001, con la nota de que se usa más en sentido irónico) ‘conjunto de ritos y detalles que dan solemnidad u ostentación a un acto’ (Diccionario de Uso de María Moliner) ‘conjunto aparatoso de elementos rituales o decorativos que rodean un acto o a una persona’ (Diccionario del español actual) o ‘lo que rodea a algo, haciéndolo ostentoso, llamativo o solemne.’ (Diccionario Clave). Y aquí nos salvó Wikipedia.

Santiago José Politano fue otro de los primeros en recordar: creo que se refiere a Malvinas, si es así,l a mayoria, decepcionados creo yo, por la mentira,y el engaño de la prensa, cómplice durante dos meses de los genocidas.. Si es la guerra del 82 Santiago, la única en el siglo que pasó.


Alicia Lazzaroni , desde Ushuaia, afirmó: Yo pienso lo mismo que Politano; en un momento me la creí, así que la caída fue en picada total. Un tema muy doloroso, con el que hace muy poco tiempo pude reconciliarme

Jorge Antonio Del Biaggio, desde su presente tucumano, escribió: Ese día, en Río Grande, me entero de la rendición por un chileno que trabajaba en la misma empresa que yo, me gastó y nos peleamos feo en la esquina de Optica Vision.. Viene a mi memoria el chiste que surgió aquellos días. Le pregunta un chileno a un argentino:-¿Y como les fue en la guerra?, a lo que el aludido responde: -¡Bárbaro! Salimos subcampeones.

En tanto que Marilina Henninger, una niña Ushuaiense, dice los suyo: Yo tenía 9 años, no entendía mucho, mi mamá se reunía con varias mujeres a tejer y armar encomiendas a los soldados; mi papá era jefe de manzana y trabajaba activamente en defensa civil, cada vez que sonaba la sirena de bomberos, teníamos que oscurecer y protegernos en algún rincón y me corría un frío tremendo pensando en mi papá... En la casa de mi amiga Tati estaba alojado un chico del Belgrano...Cuando terminó la guerra sentí tristeza y alivio..

Maria Eva Toledo, aporta otra mirada femenina:  Al igual que Alicia y Santiago, tuve una enorme decepción y un gran dolor. No porque creyera en la victoria sino por las mentiras de los medios que nos hicieron crear falsas expectativas y más aún por los soldados que dejaron la vida allí, por culpa de la locura de un grupo de milicos desesperados por quedarse de algún modo en el poder. Es una experiencia que no se olvida fácilmente, sobre todo los que estuvimos tan cerca del conflicto.

Con un destino misionero, quien era entonces observador adelantado civil de la Armada, recuerda:”Cuando finalizó la guerra de Malvinas, una pena enorme se apoderó de nosotros al tiempo de firmarse la rendición y el regreso a casa de los que supervivieron. Nuestro BIM 5 regresó silencioso y cabeza baja por la puerta de atrás. El pueblo riograndense no supo expresar su reconocimiento y solo años después se fue aclarando el panorama”. Se trata de Carlos María Ratier, quien ahora firma con un segundo apellido: Duarte, entonces los de dos apellidos eran chilenos.

Y Pedro Enrique Rossi es escueto: “Un gran alivio saber que no habría más pérdidas de vidas inútilmente


Mas tarde escribiá Osvaldo Decaneo:  COINCIDO, CON PEDRO ROSSI..UN GRAN ALIVIO ..NO MAS MUERTES.....EN UNA GUERRA NO HAY GANADORES........

A esa altura de los comentarios  se atreví a ingresar con una apreciación:¡ Que interesantes los recuerdos, según las edades! Fue un día como el de hoy, en Malvinas es fiesta..


Daniel Lépez aportó una reflexión concisa: Yo todavía en mi provincia natal, pero un alivio saber q no morirían más hermanos...

Y allí incluí una página periodística sobre cómo se recordaba en las islas: En Malvinas parece que tampoco hay tanta memoria, se analiza el presente desde su punto de vista.. http://es.mercopress.com/.../falklands-recuerda... Allá le llaman el Día de la Liberación. Un sentimiento ligado a lo que fue para Gran Bretaña  o Francia las luchas de la Segunda Guerra Mundial, en tanto que podría ser un sentimiento coincidente con nuestros opinantes, que decían liberarse de un sentimiento terrible.


Sonia Menendez, proviene de una familia inglesa, por línea materna, inglesa y malvinera. Esto es lo que ella escrib ió:  Yo sentí dolor y frustración, sinceramente me creí el que podíamos ganar, sentí dolor por esos soldados que estaban orgullosos de dar su vida por la patria y lo que habrán sentido cuando escucharon lo de la rendición, nos dejaron un gran ejemplo, fueron soldados muy valientes, chicos que amaron, aman y hoy hombres la amaran a su patria siempre. Sentimiento , lamentablemente que la gran mayoría de los argentinos no tenemos. Por eso una REVERENCIA AL GLORIOSO B.I.M.5 que fue e l último en rendirse, y no entrego sus armas. Mis respetos a todos los ex combatientes los que quedaron en las islas, los que volvieron y son hoy reconocidos y por todos los no reconocidos y que hoy luchan por sus derechos.

Y aquí aparece la duda: el BIM 5, ¿se rindió o no se rindió?

Miguel Vázquez, hombre de prensa al llegar a la Tierra del Fuego tiene recuerdos juveniles sobre lo que estaba pasando en el sur.  Cursaba yo el primer año del Profesorado en Ciencias Económicas, teníamos un profesor en Sociología de la Educación, el Lic. Rubén Ael, nos infundió su amor por la importancia geopolítica de este sur del país, por aquel entonces lejano para mí, pero lo hizo sin triunfalismos pasionales, lo que se consolidaba con largas charlas explicativas y de debate enriquecedor que se extendían fuera de la hora de clase en el café habitual al frente de la Escuela Normal Superior Dr. Agustín Garzón Agulla de Córdoba. El final de la guerra y su resultado no nos sorprendió, a pesar de estar lejos del lugar del conflicto estábamos al tanto de lo que ocurría. Lo que si sorprendió fue el ocultamiento sistemático de lo que sucedió luego con los argentinos que habían combatido en las Islas defendiendo nuestra soberanía.

En tanto que Silvana Lazzeri, resume así sus  Vivencias muy tristes, no porque había finalizado la guerra, sino porque yo vivía en San Antonio Oeste, hasta ese lugar llegaban, desde Bs As los soldados en tren. Desde ahí iban a buscarlos en camiones del ejército para llevarlos hasta Río Gallegos. Chicos, muy chicos...

Juan Carlos Alderete que lindos comentarios los de todos son distintos puntos de vista pero con una misma causa . Yo personalmente este día recuerdo y no es por q no quiera acordarme de mis compañeros que quedaron en Malvinas . Esperanzados q podíamos ganar. por que vivían arengándonos y haciéndonos tomar valor .y salían nuestros soldados como vacas malas hacia adelante sin importarle nada y mucho menos su propia vida .fue una guerra de engaños y mentiras . Pero son las fuerzas militares ellos son así ocultan todo. Como los combates en el continente. y los británicos encontrados en el territorio, solamente ellos saben que fue de ellos .yo este día trato de recordar el enorme daño q le hemos causado a los británicos ya que en mis registros figuran 1.300 bajas del lado británico y no 300 como ellos acusan ...no tomo este día con ánimo derrotista . PERDON si ofendo a alguien no es mi intención... Juan Carlos es un riograndense que busca ser reconocido por su participación en la contienda.

Y vuelvo yo con una intervención que buscaba obtener detalles de cómo se vivió precisamente ese 14 de junio: Lo que vivimos ese dia parece confundirse con lo que venía pasando y lo que descubrimos al tiempo.

Pablo Mattesz, hoy docente en Buenos Aires y militante del kirchnerimos, era entonces mi aulmno;  Éramos adolescentes y la vivimos en Río Grande, un lugar bastante militarizado en ese entonces, como vos sabés, Mingo. Yo me sentí triste y a la vez aliviado de que mi hermano, con edad como para haber ido, zafó por un pelo. Después de un tiempo, como muchos, me sentí estúpido por el toque de queda a las 18 hs y el oscurecimiento de las ventanas para evitar bombardeos. Una vez veníamos de la biblioteca del Don Bosco con unos compañeros del colegio, un poco más tarde del toque de queda, y a la altura de San Martín y Belgrano nos detuvieron, nos maltrataron de palabra y nos subieron a una camioneta militar. Estuve bastante cagadito, pero nos dejaron ir nomás. Pablo no puede olvidar el clima represivo que tenía en aquellos tiempos nuestro lugar fueguino.

En tanto otro que era casi un niño –como algunos de los que combatieron en ese momento nos muestra su visión desde donde estaba:  Dijo Juan Carlos Estevez Adolescente de 16 pirulines que me había comido el verso transmitido por los medios y todos los "comunicados del estado mayor conjunto"... Primero fue incredulidad, estupor: ¿No era que íbamos ganando? Sí, así se sentía, casi como un partido de fútbol; claro, paralelamente se jugaba el mundial en España. Después fue bronca, ira, rabia... Por un lado por sentirme un soberano pelotudo por creerme el verso oficial; por el otro, por tanto pendejo que dejó la vida en el mar (con el hundimiento del Belgrano) o en las islas, por los que volvieron heridos o mutilados, por culpa de la borrachera de uno o más milicos de alto rango a los que les importaba un carajo la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas: lo único que les importaba era pegar un golpe de gracia al Pueblo, tratando de perpetuarse en el poder. Respeto los sentimientos de los "veteranos" y "ex-combatientes"; seguro que para ellos fue una "gesta". Para mí representa una gesta las condiciones en las que fueron a combatir y las pelotas que tuvieron para bancarse esa guerra desigual, pero no el hecho de la pretendida recuperación, ya que no fue tal. El costo de esa guerra ha sido el de muchísimos colimbas y algunos milicos de carrera muertos, muchos otros mutilados, otros tanto que no pudieron o supieron reinsertarse en la sociedad de mierda en la que vivimos y se suicidaron. ¡¿Valió la pena ese costo?! Yo creo que no...

En tanto que Menendez Aldé Alejandra, que hoy vive en San Fernando pero aquellos días cursaba en secundario en esta su ciudad natal, resume así sus recuerdos: Bronca, impotencia, indignación, tristeza!!!!!!!! recuerdo los toque de queda, los oscurecimientos, las frazadas en las ventanas, los jefes de manzana, los simulacros, la sirena.........las cruces rojas en el hospital y en el BIM........tantas cosas!!!!!!!! PERDON Y TODO MI RECONOCIMIENTOS A TODOS LOS HEROES DE MALVINAS Y A TODOS SUS FAMILIARES!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

En tanto que el periodista Juan Carlos Esquivel, nos da su mirada desde el sur:  Lo viví en Trelew y en distintos lugares de la patagonia ya que trabajaba en el canal 7 de Rawson. Lo viví en el Regimiento 25 de Sarmiento antes del desembarco donde hubo grandes soldados, sin distinción de grados, y en Puerto Madryn o Comodoro Rivadavia, luego de la rendición, cuando llegaron nuestros jóvenes avergonzados por las actitudes de sus propios comandantes. Como en toda guerra muchos héroes anónimos, y otros que no asumieron sus responsabilidades pero que de acuerdo al código militar eran quienes como oficiales o suboficiales profesionales debían estar al frente y poner el pecho a " las balas", pero no lo hicieron. Leer informe Rattenbach. Nuestro reconocimiento a los que cayeron en suelo irredento cara a cara con el enemigo, y a los que murieron en alta mar de manera artera, traidora, como ha sido la política militar del reino unido que hemos rechazado en el pasado y seguiremos repudiando ante la inusitada militarización nuclear de las islas Malvinas, la destrucción del lecho marino por la búsqueda ambiciosa de petróleo con técnicas explosivas para justificar la permanencia de un enclave colonial. Destruyen nuestra plataforma continental y las reservas antárticas, roban como ha sido su razón de ser nuestros recursos, pero lentamente a pesar de nuestra propia dirigencia las caretas de esta farsa global van cayéndose...como los imperios.


Quién más lejos estaba entonces era Hugo Hammar, un lujanero afincado en Suecia, la tierra de sus mayores. Conocía Río Grande porque trabajó aquí por unos años cuando comenzó LRA 24. Ahora dijo:
Lo viví desde Suecia y esa guerra termino media o muy rara. Recuerdo que al gobernador lo llamaron a Baires por consultaciones y no lo dejaron volver. Aquí la historia lo dirá, pero yo no creo poder vivirla, ya que los años pasan. Hay algunos recuerdos de Hugo que parecen remontarse a los días de Luís Vernet.

Me preguntarán a hora como lo viví yo. Fue un día muy largo. Mucho más largo que todos los vividos anteriormente repartido entre la radio y la escuela. No sabíamos que hacer. Todavía nadie se atrevía a opinar expresando tranquilidad por la finalización de la guerra. Al fin de cuenta una guerra que nunca fue declarada por ninguna de las partes. Solo un alumno que con el tiempo maduró en la política local dijo: ¿O sea que ahora hay que volver a levantarse temprano? El dictado de clases estaba acotado para limitar la circulación de personas durante la noche.

Con respecto al rol de la prensa para desinformar me atrevo a aportar una reflexión, desde mi oficio; la fuente informativa era una sola, no se tuvo acceso a los escenarios del combate. Militares de alto grado explicaban a los escribas como sería la evolución del conflicto, y algunos lo creyeron más que otros y facilitaron la difusión de esas miradas triunfalistas. Hubo hechos de censura. Una situación no muy distinta de la que se vivía cotidianamente en el tiempo de la dictadura. Nadie opinaba si no estaba con el gobierno, y los que podían ser independientes lo hacían su sus mensajes eran coincidentes con el poder de turno. Por eso no ha sido raro que en esta suerte de encuesta no hayan participado gente involucrada con la conducción de la guerra, ni tampoco sus grandes críticos, a los que se les puede preguntar hoy con el título de una película: ¿Qué hiciste en la guerra papá?

Tal vez, más allá de otras consideraciones el 14 de junio sea un día que nos avergüence. Un día que esperamos no se repita jamás. Aunque sigan existiendo aquellos nostálgicos de otro 2 de abril.

Yo cargaba el dolor reciente de la población de Río Grande con la muerte de una pequeña niña: Marcela. Por bala de un centinela, cuando ya se apretaba la rendición en Malvinas. Y esta no sería la única muerte de mujer entre nuestra ciudadanía, por causa similar. El desprestigio del Proceso avanzaría a pasos agigantados sacando del escenario de los privilegios a los protagonistas de la contienda.

Cierro con una consideración de Juan Andrés Fernández, el de la Confitería Roca, que cuando todos ya habían escrito lo suyo puso su broche:¡Me quedó una alergia de piel por dos años !!!!!!...