Persuratas


Patricia ha dejado en nuestra mesa de computadora su cuaderno de recetas abierto en la página donde aparece este manjar.
Las persuratas -en familia de reposteros de origen croata- era palabra mayor. Mi madre se atrevía a las jérstulas, no así a estos "buñuelos" a los que se identificaba por sus numerosos ingredientes.
La cultura croata se identificó muy bien en el sur de Chile, cultura de la papa. Nosotros mismos, los fueguinos en mayoría (los recién venidos), o en minoría (los antedatados), asumimos la identidad que nos da la papa a la hora de nuestros empachos.
Pero el tema no queda así, los bolivianos que en los últimos tiempos ganan migratoriamente viculados a sus tareas en la construcción, extrañan sus papas.., considerando insulsas a las nuestras.
Esto también tiene que ver con un libro que saqué a préstamo en la Biblioteca Schmidt (h), se llama No me olvides, y esta escrito por dos cordobesas Graciela Pedraza y Yaraví Durán, las que al tomar un referente migratorio en su provincia proveniente del altiplano trazan la historia de vida de Victor Valverde, oriundo de Cochabama; el que dice: "Cuando recién llegué a Argentina extrañaba otras comidas, porque aquí no habí picantitos y las papas son desabridas, en Bolivia hay otras clases, como cien. Después me acostumbré".
Volviendo a las persuratas, todas las que comí en mi vida fueron hechas por mi tía Blanca Barría de Martínovich, la que las aprendió no desde su cuna criolla, sinó de la familia gringa a la que se integró.
¿Habrán sabido los croatas que llegaron a esta parte de Anérica que la papa que los había salvado tantas veces del hambre, era de este continente?
Tal vez no, ni hacía falta. Mi tía Laura que vivió toda su existencia en Temuco afirmaba que la yerba mate era de esa región, y sus cebaduras, aunque dulces eran grandiosas.
Pero si vamos por la persuratas, miren la receta hológrafa:

Sustituciones


Lo visible está arriba. Lo invisible está abajo.
Patricia Cajal fue quien lo advirtió durante nuestra reciente visita a Ushuaia. Creo que esta circunstancia lastimó su espíritu en nuestra permanencia allí, y lo hace todavía.
Sobre la Avenida Maipú. Hoy a contramano del tránsito, existió desde los años 80 el mural de Miguel Pereyra que refleja el momento de contacto entre fueguinos y europeos.
Ahora ya no está.
Otro trabajo ocupa el lugar, y las intencionalidades son diferente.
Este nuevo muetra a un nativo, selknam según parece, esgrimiendo su arco -mostrando su condición de zurdo- en defensa o ataque a lo que viene del mar. Y lo que viene del mar apenas se distingue, bien pueden ser canoeros fueguinos.
El colorido trabajo perdido mostraba un conglomerado de nativos, no beligerantes. y un bote -parte de la nave misionera, en la cual llega una familia de rasgos europeos. Tal vez los Lewis, tal vez los Bridges.
Pereyra ya había pintado también en su momento la bóveda de la Galería del Sol, con una interpretación del sol y la luna. Cosa que se perdió en sucesivas remodelaciones.
El arte en la calle es lo efímero, pero los recuerdos y los sentimientos pesan.
En Cordón Cuneta escribimos: ustituciones. En Ushuaia. Sobre el mural que algun día pinto Miguel Pereyra hoy parece otra representación pictórica. Silencios. Olvidos. Silencios. Remembranzas.

Una mirada alada sobre nuestra naturaleza.

Tal vez estemos ante el libro fueguino del año 2011. Es el que lleva la autoría del profesor Eduardo Amaya, Luís Benegas y Carlos Abireu, titulado TIERRA DEL FUEGO-AVES-ARGENTINA.

Desde el emblemático caiquén de la costa ilustra la tapa (foto) hasta el centenar y medio de especies registradas, este catálogo encierra valorizaciones sobre la implicancia que tiene la naturaleza en nuestra isla grande, su islario circundante, nomencladores y especificidades científicas y populares.

“Pretendemos con esta obra ayudar a comprometernos más con lo nuestro, a consolidar a partir de nuestro entorno natural y su biodiversidad el afecto y el arraigo a la Tierra que nos da generosamente el sustento diario, y a fortalecer principios y sentimiento que vayan más allá de lo mezquino e individualista y que no permitamos que nadie, por más influencia de provecho propio, dañe y destruya lo que por el hecho de haber nacido en este mundo, nos pertenece a todo”; es definición de los autores.

El libro ha sido auspiciado por la Editora Cultural de Tierra del Fuego, que de un total de mil ejemplares ha reservado un tercio para la difusión cultural y al mismo tiempo cumplir sus compromisos.

En Río Grande la librería de Fagnano entre Rosales y San Martín tiene la venta exclusiva del ejemplar que está ordenado en cuatro partes:

En la primera se ubica a nuestra provincia en la región y el contexto del país: hemisferios, puntos extremos, límites, rasgos físicos fundamentales.

En la segunda hay una breve descripción de las regiones ecológicas (biogeográficas) de la Isla Grande, Islas Malvinas y de los Estados, Islas Subantárticas, Antártica e islas Antárticas, alcanzando también temas relacionados con su descubrimiento, rasgos físicos, flora y fauna.

En la tercera se hace especial referencia a las áreas naturales protegidas de la provincia las que en número de seis tienen trascendencia internacional. Una de ellas –la de Río Valdez- peligrando en su continuidad ante proyectos ilegislativos.

La cuarta parte esta dedicada al desarrollo de las aves, empezando por consideraciones generales, topografía de un ave (su anatomía externa). La abundancia relativa, definida en cantidad de ejemplares posibles de observar en los distintos hábitats de la Isla Grande e Islas del Canal de Beagle solamente y en la época apropiada.

El desarrollo de 149 especies, la gran mayoría de ellas fotográficas en múltiples situaciones.

¿Será este libro el libro del año en Tierra del Fuego? Hay que verlo, y apreciarlo…

Sinópsis desarrollada por Amaya sobre los contenidos de esta obra:

Andanzas por Almanza.

Con un proyecto inicial de viajar por la ruta J. nos desviamos por la K llegando hasta Almanza -paraje pesquero. Aprecimos al recorrer la ruta OO, que es la calle única y principal de este poblado tratando de encontrar un paraje reconocible con lo poco que había hace 12 años. Y fuimos a dar con este:


En su momento pretendió ser una terminal portuaria, en un tránsito que uniera las costas chilenas y argentinas del Canal de Beagle. Si en la visita anterior estaba derruido, ahora lo encontramos destruido.El otro lugar era la dependencia prefecturiana, identificada por su cartel arriba, y fotografiada con anterioridad abajo.
Mientras conversaba con la gente de la Armada que hace control de la navegación, en otra dependencia militar, nuestros compañeros de viajes -Marcial Gutiérrez y Franco Brunini- se fotografiaban con toda esta artillería.


La que en el viaje anterior aparecía cubierta y protegida contra las inclemencias del tiempo.
Apuntando siempre a Navarino, Puerto Williams, poblado que aperece en un horizonte cercano y que despertara inquietantes sensaciones militares por 1978.

La electricidad da nueva vida, y hasta confort, para los habitantes de Almanza.

Aquí. Dirección de Recursos, no hubo respuestas: oficina pública en dia feriado.


Y la holgura eléctrica quedaba demostrada con el alumbrado público prendido en pleno día.

El horizonte marino nos muestra a las embarcaciones que realizan la pesca, y que trabajan en la siembra de moluscos.

A pesar de estar con veda había múltiples anuncios de comercialización de los productos de mar.


Y un silencio de sábado a la tarde que solo era interrumpido con los ladridos de algunos perros que defendían las propiedades de los patrones, ante la intrusión que nosotros representábamos.

Y fua así que llegamos a este lugar donde el cartel de La Sirena y el capitan anunciaban por un lado la visión de Navarino, y por otro lado las comodidades de un restaurat.


Allí encararon Patricia, Marcial y Franco..

Y nos recibieron con buenas música en vieja tecnologia: Carlos Di Sarli. Entre los discos encontré Gitano de Werner Muller que por los años 70 fue mi cortina en La Tarde por Nacional. ¡Qué emoción!

Sergio Cuerbo y Nadia Cusigh son "el capitán" y "la sirena". Mientras se preparaban las empanadas hablamos del abuelo de ella: Nícolo Beltrame.

Unos hablaban pero otros callaban !

Y así la sorprendimos a nuestra fotógrafa -Patricia- junto a un conjunto de máscaras selknam replicadas por María Ofelia Alonso.

El lugar posee una interesante biblioteca sureña, que ayudamos a enriquecer.

Pero había una sorpresa más. En el mismo restaurat -que ve construir a su lado un local mucho más cómodo- funciona la FM PUERTO, que transmite en 98.1 HM. He aquí su transmisor.

Y arriba de esta arbol lindero: su antena.

Aquí, en el tronco, entre las ramas.

Alejándonos nos encontramos con la casa de José Luis Barbona, vecino de mi barrio que comercializa lo que aquí se cultiva.

Mientras que un paseo nos fue mostrando distintos niveles de emprendimientos arquitectónicos.


La competencia de "El capitán..."
La antena que solo logra captar las emisones chilenas de televisión.

Mientras esperan pronto la llegada de la TV digital satelital que resolvería variados temas de incomunicación que presenta Almanza, como recibir solo telefonía satelital chilena, a un precio que nos resulta exorbitante.

Norberto Vera. Dixit.


El viernes 6 de enero a la hora 20.40 falleció en Tolhuin don Norberto Vera Illioyen, hombre de nuestra tierra que durante los últimos años bregó por la identidad Haush, la de los cazadores del extremo oriental de la Tierra del Fuego.

En su memoria transcribimos un diálogo que sostuvimos en su momento en una sobremesa en el Restaurat Islas Malvinas, de su hijo Horacio, hace un cuarto de siglo...(*)

-Don Norberto, lo primero que vamos a hacer es un poco de memoria. ¿Ud. me decía que nació en el año 21?

-En 1921, señor. El 15 de julio de 1921, en la estancia Viamonte.

-¿Allí estaba su familia? ¿Desde cuándo?

-Bueno, esto, para decir francamente, mi padre se casó en 19…creo que en 19…

-¿Al año siguiente nació su hermano?

-El 20 nació él. El nació en 1920, el primero de marzo. El creo que nació en un puesto que pertenecía a la Ruby en esos años, cerca de “La Criolla”, por ahí, no sé adonde es. Me pasé una cantidad de puestos, no se donde es.

-¿O sea que su padre trabajó en Ruby antes?

-Primero trabajó en Viamonte. De ahí salió por una diferencia con el patrón y se fue a la Ruby. Estuvo un año allá. Ahí nació mi finado hermano. Entonces el patrón de Viamonte otra vez lo mando buscar. Volvió a Viamonte.

-¿De dónde eran su padre y su madre?

-Mi finado padre era chileno, creo que era de la provincia de Llanquihue, de Osorno por ahí. Y mi finada madre era nativa de acá.

-¿Cuál era el nombre de ellos?

-Mi madre se llamaba Matilde Ili Oyen. Y mi finado padre era Antonio Vera…Mayorga..

-La mamá… ¿Tiene algún significado el Ili Oyen?

-Ili Oyen era el nombre indígena. Ahora como nació ella no sé, porque mi finado padre siempre conversa de que esto era, usted sabe que antes, hay muchos indios que son cruza con…el que no era chileno, yugoslavo, toda la gente que andaba acá esos años, inmigrantes.

-Claro, además es para tener presente, el nombre Matilde es un nombre chileno,¿no?

-Claro, Matilde si, no se…Eso le pusieron después acá, me imagino que seria porque en ese tiempo si en el…Viamonte se refugiaron mucha indiada ahí. Todo cuando eran…vio que eran perseguidos los indios, entonces ahí hicieron una escuela, un colegio. Y ahí estuvieron, como se llama, este, hubieron muchos indios ahí. Ahí había un colegio, creo, estaba un cura en esos años. Pero esos años yo no lo converso, por que no recuerdo nada de eso yo.

-Claro, eso por ahí uno, a veces de leer o repasar los libros encuentra que el Padre Zenone de la Misión también estuvo ahí…

-Claro, ese estuvo ahí mucho tiempo. Yo se porque el Acta de Defunción o sea el Acta de Casamiento mío, los conoces vos los papeles, esta firmado por Juan Zenone, casamiento y después la defunción también. Y por el juez, que era en ese tiempo el finado Reynolds. Era Juez de Paz ahí.

-Fallece joven la mamá…

-Ella falleció muy joven, sí. Yo no recuerdo nada de ella, porque cuando nací yo, después nació mi otra hermana, nos llevamos un año nosotros. Así, ella creo que muere el año 23, no estoy seguro…22, nació mi finada hermana…el 23 creo que falleció ella.

-¿Qué pasa con los hermanitos entonces?

-Y mi hermano esta acá, vive.

-Sí, pero en aquel momento, cuando fallece la mamá…

-Bueno, ahí…eso es lo que nosotros no…Crecimos en otra familia. Ahí mismo en la misma estancia Viamonte. Entonces mi finado papá, como él no nos podía tener, entonces había un matrimonio ahí. Un tal López, que yo ni me acuerdo de él tampoco, pero por indicio de él, nosotros nos crecimos con ellos hasta que tuvimos edad para el colegio

-¿Y entonces donde se fueron a estudiar?

-Y de ahí nos llevaron a La Misión

-¿A los dos varoncitos?

-Claro, a mí y a mi finado hermano. Eso es lo que yo me acuerdo. Del año, eso si que no. Pero tiene que haber sido en el 29 por ahí.

-Don Norberto: ¿El nombre de su hermano?

-Alejandrino Vera.

-También como usted estuvo ligado a las tareas del campo?

-Sí, siempre. El más que yo porque siempre se dedicó al campo y siguió ahí.

-Haciendo así un poco de repaso, creo que vamos a tener más de un tema para conversar en esta charla don Norberto. Vamos a recordar aquellos tiempos. ¿Los recuerdos más viejos que usted debe tener deben estar vinculados con la Misión, no es cierto?-Claro, porque fue ahí donde nosotros nos crecimos, ahí. Y ahí el trabajo era del estudio y después el trabajo de campo.

-¿Qué había, más estudio o más trabajo?

-No, más trabajo que estudio. Se hacia casi siempre en época invernal porque era la época en que no se podía…después en el tiempo de verano había que…en ese tiempo tenia mucha hacienda, creo que contaba con cinco mil ovejas. Y había que hacer todo trabajo de campo, la siembra, la avena, la cosecha de pasto después…

-Mucha más actividad que ahora ¿no?

-En el asunto de animales, sí.

-¿Las ovejas de ese tiempo eran del tipo magallánico que ahora casi no se encuentran no, que han sido reemplazadas por el corredeile?

-Sí, claro eran todo de ese tipo Romeo, todo animales grandes. Y había que cuidar mucho los alambres y todo eso, los chorrillos especialmente, para que los animales, este…vegas pantanosas, chorrillos malos así que había…

-Además la Misión tenía mucha más superficie, era más extensa, ¿no?

-Sí, más grande era, si. Tenía mucha pampa.

-Ahora hay parte de esos campos que forman parte de...

-La mitad de esos campos, este, estaba yo todavía en el colegio cuando lo dividieron. Dividieron la mitad, justo la mitad de lo que tenía la Misión, se lo paso a María Behety, no se cual seria el arreglo que ellos tenían, si fue alquilado el campo. Creo que lo tenia en alquiler, y después llegada la época lo tenían que entregar.

-Claro, además lo que ocurrió, don Norberto, es que por aquellos años, ya fueron desapareciendo los últimos Onas y la Misión iba perdiendo así su razón de ser inicial ¿no?

-Claro, me imagino que seria eso.

-¿Usted es entonces mitad Ona?

-Sí, cruza de mestizo, si.

-¿Usted es mestizo. ¿Había muchos Onas puros, muchos mestizos en la Misión en aquellos años que usted recuerde?

-Especialmente lo que había mucho, los que más se juntaban ahí eran las indias. Indias había netas, indias Onas. Después muchachos también llegaban muchos, pero muchos murieron ahí, agarraban una enfermedad, la tuberculosis no se lo que era, en ese tiempo no había médicos, no había…

-Claro, además lo que el aborigen era muy débil a las enfermedades que traía el hombre blanco.

-Claro, el hombre blanco, si. Porque ahí fueron muchos. Muchos los que iban al colegio hemos visto morir varios, ahí.

-¿Gente de su edad?

-Muchachos jóvenes, claro. Y gente grande también. Estaban enfermos ahí y no había nada que hacer.

-¿Cuál era el trabajo de las mujeres, de las mujeres Onas ahí en la Misión?

-Bueno, el trabajo de ellas era, mas que nada el trabajo con las hermanas era el mantenimiento de las ropas de todos los muchachos, y los maestros y…de todas las personas del colegio.

-Don Norberto ¿Había mucha gente por aquellos años en la Misión, tomando los Onas y los salesianos?

-Y salesianos siempre había sus diez…diez o doce siempre, porque se iban y venían vio que los trasladaban y así. Pero casi siempre había esa cantidad. Y nosotros a veces eramos muchos, a veces se achicaba porque se iban, y así.

-¡Algunos sacerdotes de aquella época que Ud. recuerde que hayan pasado?

-Si recuerdo, el primero que me acuerdo es el finado Padre Carnino. Cuando llegamos por primera vez , el estaba ahí. Después él se fue.

-¿Cómo era él?

-Era un hombre... de estatura baja era, gordito. Era un hombre muy bueno, muy atento muy... Un buen maestro era. En ese tiempo trabajaba mucho, como digo, en la hacienda así que tanto estábamos estudiando como íbamos al galpón a mover cueros, lanas, todos los trabajos que hacían los muchachos.

-¿Esos fueron los años del Padre Crema, también?

-También. Después vino el Padre Crema…después hubo otros…

-¿Qué recuerdos tiene del Padre Crema? Porque por ahí es una figura que ni es tan antigua como los otros salesianos, ni es tan reciente como los que hemos conocido nosotros, pero fue un puntal, ¿no?

-Sí, el finado Padre Crema fue…claro, yo estuve poco tiempo con él, aunque después justamente cuando él llegó yo salí del colegio. Después lo veía siempre cuando íbamos al colegio, muchas veces íbamos a ver, estaba mi hermana allá, entonces íbamos a pasear y ahí lo veía siempre. El era un hombre…grande, era así, un hombre alto

-Don Norberto: ¿O sea que la hermana también estuvo en la Misión?

-Sí. Ella vino después. Ella vino en…De eso si me acuerdo. En 1933 llegó, porque mi finado padre la mandó con una familia a Punta Arenas, una familia muy amiga que tenía entonces, como era chica mujer la mandó allá. Después parece que no anduvo bien la cosa allá, así que la fue a buscar cuando se hizo el colegio de las hermanas y la trajo a la Misión.

-¿Ya estaban entonces algunas de las hermanas Rosso, algunas de las que fueron pioneras ahí?

-Sí, la hermana ¿Cuánto era?...Sí, me acuerdo de la Hermana Berta, la Hermana Esther

-¿La Hermana Berta estuvo en la Misión?

-Sí, estuvo también. Había muchas hermanas, hoy ni me acuerdo los nombres, pero conocí muchas hermanas.

-Y entre los indios puros que hubo de aquella época ¿Algunos como para subrayar su presencia o las actividades que desarrollaban dentro de la Misión?

-Bueno, en la Misión indios grandes de edad no había ninguno. Muchos jóvenes si, estuvieron ahí un tiempo y después se fueron. Y el más antiguo de los Onas que iba siempre porque tenía la hija ahí, era el finado Felipe…

-¿Felipe era el nombre?

-Felipe Histon. Que era el padre de Rafaela.

-¿Que falleció hace muy poco?

-Sí. Después estuvo, finado también este…Todos pasaban así de paso nomás. El finado Metete Silcha.

-¿Silcha, el que fue policía?

-Sí, ese también estuvo, pero poco tiempo.

-Garibaldi ¿También estuvo entre los mestizos, no?

-Sí, pero creo que en la Misión no estuvo él, me parece. Puede haber estado de paso…

-Sí, él me aseguró al menos por un tiempo, o la menos su primer esposa estuvo en la Misión…¿Se daban así estos casamientos entre los indígenas en la Misión?

-No, cuando estábamos nosotros no. Ya era…O sea que la india que llegaba ya venía sola, matrimonio no recuerdo haber llegado nunca junto, nunca.

-¿Existía así en la Misión, por aquel entonces, muy próximo donde está ahora lo que se llama la Casa del Indígena, es decir la parte del Museo nuevo que se ha habilitado, un conjunto de construcciones en las cuales vivían los indios?

-Sí, porque eso, por ejemplo, todos los edificios que están de material atrás, que dicen edificios viejos, esos no había nada ahí.

- Eso es mucho más reciente…

-Claro, eso, cuando yo salí en el ’35, se empezó a hacer el edificio ese. Estaba el finado Padre Crema, que él lo empezó.

-Todo lo que es la iglesia de material, todo lo que es la vieja construcción del colegio…

-Eso fue, creo que fue idea de él, o él era el arquitecto, no se como fue, el finado Crema. Y donde está el Museo, esa era la capilla del colegio.

-Digamos que la parte más importante eran las construcciones que hizo el Padre Bernabé, ¿No? La historia, la construcción de la capilla…

-Eso no, eso fue en 1900, 1890…después la casa esa, existe todavía la casa esa de dos pisos, que esa era donde dormíamos nosotros, todo el alumnado del colegio, en esa casa. Esa todavía existe.

-No se si uno es muy pretencioso ahora, don Norberto, pero eso se ve chiquito, como para que haya mucha gente, ¿no?

-Claro, pero era, este, o sea que nosotros siempre éramos diez o doce. Más no había chicos de colegio. Doce, quince a lo mucho, pero como digo, por ahí había quince por ahí se iban algunos, porque traían gente hasta de Punta Arenas, huérfanos, de otras zonas.

-¿De la Misión de Dawson, de Chile?

-Claro, de por ahí. Entonces, cuando la gente ya eran muchachos grandes que se querían ir, o los padres los venían a buscar, entonces se iban. Entonces se reducía el…después estuvo un muchacho de acá del pueblo también. Los Visic estuvieron ahí. Hay otro muchacho acá, de la edad mía, que trabaja acá, un tal Saavedra. Trabaja siempre en el cementerio, un albañil.

-Un muchacho de 65 años dice Ud.

-Sí, la edad mía, creo que somos de la misma edad. Estuvimos juntos, pero yo salí antes que él del colegio, él quedó… Son de los únicos que vamos quedando de ese tiempo, ¿No?

-¿Y en la Misión aprendía a trabajar?

-Sí, ahí nos han enseñado de todo.

-¿A leer?

-A leer y escribir y… a rezar y trabajo de caballos, de campo, sacar cuero. Todo trabajo. Lo que es trabajo de campo.

-¿No andaba mucho por el pueblo por aquella época?

-No, el pueblo no. Yo venía antes, después hacía de, yo hice mucho de, como se, de correo. Bah, como era más grandecito, entonces me mandaban con la correspondencia al pueblo. Cuando no podían venir ellos que tenían un camión, cuando no podían venir con el camión porque tenía mucho trabajo, entonces mandaban de a caballo, venía yo, repartía la correspondencia…

-¿A quién le traía correspondencia?

-Pa’ despachar por el correo, todo iba pal correo.

-¿Dónde estaba el correo entonces?

-El Correo estaba allá abajo, donde está Vialidad ahora. Ahí estaba el Correo y telégrafo, había un telégrafo, este, bueno, ahí estaba…

-¿Esa era una estación de radio?

-Estación de radio, si. Hacía de Correo. Después al Correo lo cambiaron, estuvo acá donde está, este, calle Libertad, una casa viejísima que había ahí…

-¿Qué se ha quemado?

-No se si se quemó, esa que era de Susic…

-¿Frente adonde está Arcom, ahí en la esquina. Esquina contraria adonde está la academia de conductores, la agencia de seguridad, la esquina esa que falta frente a lo de Mendilucci?

-No, no. Esto es en calle Libertad. En la mitad de la cuadra. Parece que hay después un boliche…hizo de todo esa casa… ahí estuvo un tiempo también el Correo.

-O sea que Ud. Sería un poquito envidiado por los muchachos de la Misión, porque tenía esa suerte de salir del pueblo.

-Claro, era yo, porque no había otro. Casi siempre me tocaba a mí.

-Hablemos ahora, ya que nos hemos acordado de Alejandrino, que pasaba, porque él era más grande, ¿No?

-Sí, él era un año mayor que yo. El lo fue a buscar mi finado padre cuando él ya tenía, este…en 1933. Tenía 13 años. Y lo fue a buscar porque ya empezaba el trabajo, mi padre era domador en la estancia, y estaba solo, así que necesitaba un compañero.

-¿En Viamonte?

-En Viamonte, sí. Entonces le dijo al patrón que lo iba a buscar, que lo quería llevar para la estancia. Y el patrón le dijo que sí, que lo traiga nomás.

-¿Y Alejandrino ya era domador?

-No, él aprendió ahí. De 13 años empezó ahí a…empezó a domar, le enseñaba mi finado padre a domar potros.

-Era el principal vehículo el caballo en aquella época. Así que había que proveer continuamente…

-Todo era a fuerza de caballo. Nada de…Yo cuando llegué a Viamonte ya, en 1935 ya tenían dos camioncitos, pero eso eran…lo tenían como una reliquia, no era cuestión de salir todos los días, no.

-Era un lujo. Además no había caminos, mucho vehículo, pero poco camino, ¿No?

-No había camino. Camino de pura…

-¿Quién estaba administrando Viamonte en el año ’35, cuando usted llegó?

-Estaban los…Ya habían tomado el mando los hijos de Bridges y Reynolds, que eran los…

-¿Los hijos de Lucas?

-No, no. Los hijos de Guillermo. Estaba don Lorenzo, que todavía vive, Guillermo, el finado Guillermo. Después estaban los sobrinos de él, los que eran primos hermanos, este, los Reynolds…Percy creo que se llamaba uno…Percy Reynolds, ese era el Administrador general. Después cada cuál tenia su…su actitud que hacer, no

-¿Don Guillermo era un gran caminador, me contaban, no?

-Sí, este, a don Guillermo le gustaba mucho el caballo. El era muy amante del caballo, él salía todos los…Porque después ya empezaron los hijos a mandar en Viamonte, entonces él se retiró, se fue a estancia Harberton.

-¿La ubicamos así un poquito en el mapa de Tierra del Fuego donde está Harberton, porque Harberton está en las proximidades de la ciudad de Ushuaia, sobre el canal de Beagle?

-Claro, agarrando la ruta 0

-Es la primera estancia de los Bridges, la segunda es Viamonte, que es la que instala Lucas.

-Claro, sí. No se como fue. ¿Lucas fue el que hizo varios libros sobre los Onas?

-Sí, y muy ameno sobre todo.

-Sí, y después que el tipo tiene palabras muy, este, porque él hablaba con los Onas, aprendió el indígena y lo hablaba con los indios ahí. Por eso en sus libros habla en castellano y muchas palabras en indio, y los traduce después al castellano.

-Claro, incluso originariamente eso fue escrito en inglés, porque ahí se daba una situación muy particular entre ellos, que eran hijos de ingleses, que hablaban el castellano, que hablaban el Ona. ¿Ud. nunca aprendió algunos vocablos en Ona?

-Sí, yo el Ona me acuerdo que antes lo hablamos, pero fue una picardía, porque nosotros cuando llegamos al colegio ya no tuvimos contacto con ningún Ona. Que si nosotros hubiéramos seguido, quien sabe. Olvidarse no se olvida uno.

-¿algún saludo tenían, de particular, en Ona?

-No, nosotros cuando fuimos al colegio ya no…

-Perdieron la memoria…

-Sí, ya, el Ona ya no existía ya. Solamente, las enseñanzas ya eran distintas…

-Vamos a repasar ese momento en el cual nos habíamos quedado. Año 1933/35. El ’33, Alejandrino se va a iniciar una carrera de domador en Viamonte con su papá. ¿Usted va dos años después? ¿Cuáles son sus primeras tareas allí en Viamonte?

-Sí, y lo mismo fue, este, yo salgo del colegio el 27 de mayo del ’35, después de…

-Y usted me decía que no se iba a acordar de las fechas…

-Sí, si, de algunas fechas me acuerdo. La salida, de cuando llegue me acuerdo, eso nunca…Y salí y me fui a Viamonte. Y claro, en invierno entonces no había mucho movimiento de trabajo, y el patrón igual me dio empleo para que vaya conociendo los campos.

-Recorredor, o algo así…

-Sí, el día que salía mi padre que me llevaba de compañero, o a mi hermano, o algo así que si quería salir que salga, y si no era cuestión de…Ahí yo tenía 13 años ese tiempo, para catorce. Era chico también. Y entonces no, este… Y me pagaba el patrón 30 pesos por mes. En ese tiempo, para mí era un platal, un sueldazo era. Porque con ese, el primer sueldo me vestí, eh. Lo que necesitaba, lo más urgente lo compré todo con eso, botas, la bombacha…

-¿Se vistió de criollo?...

-Sí.

-Vamos a insistir sobre algunas cositas, don Norberto, usted me va a disculpar. Una de ellas: ¿Cómo fue ese viaje entre la Misión y Viamonte? Porque ahora, bueno, es fácil,, uno se sube en un vehículo y le da…

-Bueno, nosotros salimos, cuando me va a buscar mi finado padre, salimos de la Misión en un…un coche. Que había un solo auto, creo que hacía de taxi, no me acuerdo bien. Era un…parece que era alemán el hombre, mecánico era, el único mecánico que había acá, un tal Fritz, alemán parece que era. Entonces él tenía un coche, nos trajo al pueblo y acá cruzamos en bote al frigorífico. Y ahí tenía el finado padre dos caballos ya…

-¿Se acuerda del botero?

-Boteros habían varios ahí, un tal Lijó, creo que era español, que después ese hombre murió ahí en el río también, se le dio vuelta el…falleció ahí. De ahí cruzamos al frigorífico, como digo ya, este…

-¿Era más o menos para esta época, 27 de mayo?

-Sí, era un día bastante como ahora, gris. Pero había nieve y hielo…

-En el frigorífico el padre con los dos caballos…

-Claro, entonces ahí salimos, había ahí un…era un boliche, parecía un boliche, donde se hacían hospedaje, alojaban la gente ahí, le tenían los caballos, le daban pasto. En fin, ahí lo mantenían…

-¿Cuál era el lugar más poblado, el frigorífico o este lado?

-Y más movimiento, quien sabe. En esa época, quien sabe, era el frigorífico en tiempo de faena. Si porque el pueblo era chiquito…

-¿Entonces el resto de la travesía, hasta Viamonte lo hizo a caballo?

-De a caballo, si.

-¿Se llegaba en el día de la Misión a Viamonte?

-Sí, si. Salimos de…claro, con estos viajes salimos más o menos a las cuatro, medio tarde ya. Y se agarraba por el camino viejo, pero Cabo Peña se agarraba por la playa. Iba a salir derecho a Punta María…

-Ahí se aprovechaba cuando bajaba la marea, ¿No?

-Claro. Y era más corto. Agarraba ahí un pedazo…

-A ver, cuénteme si es cierto; me dijeron que ahí por la zona de Cabo Peña había un lugar que cuando bajaba la marea era ideal para carreras cuadreras.-

-Creo que se hacían, si. Sí, porque con arenas firmes, terreno firme la playa. No es greda ni pantanoso, entonces ahí…

-No se hundía el animal…

-No.

-¿Cuánto tiempo estuvo en Viamonte, don Nolberto?

-Después yo, este, después empecé a trabajar ahí, estuve hasta el año ’41. Cuando me tocó el servicio militar me tuve que ir a Comodoro Rivadavia. Me fui a fines de febrero, anduve como 15/20 días y Salí libre porque estaba mi hermano bajo bandera. Así que vine nomás a la estancia y después en mayo nos retiramos a la estancia, yo y mi finado padre.

-¿Su hermano hizo el ejército?

-Sí, él todavía estaba en el, en la milicia.

-¿Y cómo era Comodoro Rivadavia en aquella época, porque me imagino que era como viajar a Nueva York ahora.

-Claro, cuando fuimos al servicio militar nos fuimos en barco de acá, el Patagonia, el famoso Patagonia. Nos embarcamos acá en Gallegos, y en Gallegos nos fuimos con Transportes Patagónicos, que eran unos colectivos chiquitos, llevaban unos 14/15 pasajeros, más no llevaban.

-¿Que es la empresa pionera, que incluso hasta ahora sigue haciendo tramos?

-Claro, si, la empresa Patagónica.

-¿Y en Comodoro Rivadavia?

-Y ahí llegamos a Comodoro y en Comodoro estuvimos como digo unos 15/18 días, no recuerdo bien…

-Haciendo los trámites.

-Claro, nos presentamos, estaba lleno el regimiento de soldados, así que…y acá, bueno, nosotros éramos nueve los que íbamos.

-¿Se acuerda de algunos nombres?

-De Río Grande y seis venían de Ushuaia. Sí, de Ushuaia venia un muchacho Lettier, que está ahora de jefe de bosques, no se por donde está. Después estaba un muchacho, este, había un tal José María Prada, no se si es este Sr. Que esta acá, no sé, era flaquito.

-Es Ricardo el de acá.

-Ah, es Ricardo, el otro era José María. Después de acá fui yo, estaba Enrique García, el pato, ese también de la edad mía. E iba otro muchacho, era, ese era indio también, ese era Oray, Rafael Oray, ese era infractor de la ley, tenía 22/25 años, no se cuando se lo llevaron. Y después llegó a Comodoro no supimos más nada de él. Dicen que murió ahí en el servicio, no sé.

-¿No volvió nunca?

-No.

-Y el único que se salvó, por así decirlo, fue usted.

-Yo y Lettier, de Ushuaia. Lettier y ese muchacho Prada, los tres veníamos. Los otros quedaron todos, estaba Valencia, Cabeza, y los otros no me acuerdo mass quien era.

-¿Qué Cabeza?

-Cabeza…No, no, era hermano del juez que estuvo acá, uno de los menores, de Ushuaia era el muchacho…Y estaba, este Albert…Uno de la familia de los Bridges también, Laurenz, Laurenzen, no me acuerdo cuanto, Laurenzen, algo así era el apellido.

-¿Mestizo también?

-No, no. Ese es, tocaba de los Bridges, creo que de parte de la mujer, no sé.

-Sí, fueron las dos familias pioneras de los anglicanos en Ushuaia…Don Norberto, usted me dijo que con sus $30 que le pagaron en Viamonte se empilchó de primera; ¿Y dónde hizo las compras?

-Punta María…Ese tiempo era, no es lo que hoy día, no existía la inflación.

-¿Qué? ¿Había un Plan Austral, o algo así?

-Yo recuerdo porque compraba una camisa este año, costaba 4,50 la compraba el año que viene estaba 4,50. Compraba el otro año y estaba 4,55 como mucho, si mes que aumentaba. Y se mantenían los precios así.

-¿De quién era Punta María en aquel entonces?

-Anllo y Vidal.

-¿Anllo y Vidal’ ¿Qué, después se trasladaron al pueblo? Años después, no…

-Sí, pero ellos siguieron con el negocio. Ellos tenían acá el hotel “El progreso”. Que ese fue el primer hotel que tuvieron.

-¿Dónde estaba ubicado “El progreso”?

-En la casa que está enfrente de donde está el lavadero de…

-Sí, lo que fue de Ramírez, toda esa esquina, lo vamos a ubicar entonces para los que no saben del lugar, está a cien metros del Banco Nación, en la esquina de la calle Perito Moreno.

-Ahí estuvo “El progreso”, se llamaba “El progreso” el hotel. Después ya le cambiaron de nombre porque después alquilaron, metieron otro…

-¿Usted bajaba de Viamonte con cierta frecuencia?

-Sí, bajamos casi, este, no siempre, pero…Siempre se hacían los viajes de terminación, por ejemplo de terminación de señalada de corderos, porque se andaba 15 días en el campo, en los campamentos, ¿Vio?, se alojaba en los campamentos y entonces a los 15 días terminaba la señalada y bajaba a la estancia a toda la gente. Entonces según el día que caía 14 daban 3 días de descanso. No se pagaban los días de...No sé, un arreglo que tenía el patrón con la gente ya que…

-Que eso no estaba en ningún convenio, ya que muchas leyes laborales no había en aquel entonces, ¿No?

-No, no había. Entonces le daban descanso a la gente. Por ejemplo terminaba el miércoles por ejemplo, o el jueves, y le largaba viernes, sábado y domingo, sino jueves, viernes, sábado y domingo. O sino le buscaba, cosa que descanse tres días hábiles. Y entonces en ese período nosotros aprovechábamos de bajar al pueblo, porque como había permiso este de tres días, y todo se bajaba de a caballo.

-¿Y qué se hacía en el pueblo?

-Y, venía a hacer compras, y así muchas veces.

-¿Dónde se hospedaba’ ¿En “El progreso?

-No, no. Había otro hotel, “El comercio”.

-¿Era muy caro “El progreso”?

-Si, ese era de los mejores…Estaba “El comercio”, que estaba, que se quemó, que esta en la esquina allá de 9 de julio y…Alberdi.

-¿El que era de Guerra?

-Ese mismo…Guerra.

-Y si no me equivoco, porque cuando se quemó ese era muy chiquito, ese era de altos, ¿no?

-Si, ese era de dos pisos. Y ahí estaba incluido el Hotel Comercio, después seguía La Capital, la tienda, el Club San Martín y el garaje que era de Raful, y después seguía el comercio de Raful. Y eso se quemó todo.

-Si, el año ’61, creo.

Si no recuerdo. Yo estaba en el campo cuando se quemó. Ahí quemó todo el hotel, agarró fuego el hotel y ahí siguió, no quedó nada.

-Las cosas que se compraban ¿muchas venían del extranjero?

-Y prácticamente, no, cuestión de tienda eso,ropa, todo venia de…nacional. Lo que venia mucha mercadería de Chile era cuando estaba en el colegio, eso si me acuerdo porque entraban acá los barcos de Punta Arenas.

-¿En la Caleta?

-No, no. El Austral, era un barco chiquito. El otro, el Antártico, que hacía después cargaban los caponeros también hasta que llegaron los Luchos, esos lo hacían los barcos de Chile.

-¿Así que la producción salía vía Punta Arenas?

-O sea, claro, los barcos venían, porque siempre venia el caponero. Venia el caponero grande, como el caponero no podía entrar a puerto, entonces quedaba fondeado en San Sebastián y con los barcos chicos lo cargaban.

-Asi que esas eran las visitas al pueblo de Río Grande. ¿Con pocos lugares de diversión, no?

-Sí, diversiones siempre había algo.

-Dígame don Norberto, porque un poco estamos dando vueltas alrededor de esta actividad en la estancia Viamonte. La estancia Viamonte, una es de ingleses, pero de alguna medida, ¿En la forma de trabajo era distinta a los otros establecimientos?

-Bueno, no sé, en el sentido… ¿Cómo decirte? No, este, me parece que eran las estancias por lo general eran casi todas el mismo sistema de trabajo. Ahora que el patrón si tenía otra forma con la gente. Había peones por ejemplo, porque siempre relataba él, que había gente que, peones del ovejero, ganaban $90. Y había peones que ganaban $90 y el peón estaba en $70. Y entonces muchas veces la gente iba al patrón y le decía mire, porque fulano de tal está ganando 90 y a mí me pagan 70, porque amigo, decía él, hágame lo que hace ese hombre y ganará 90 también. Porque ellos tenían escalafonado a la gente, el que más hacía, más rendía, mejor sueldo.

-¿Se mantenía la población del campo en aquella época?

-¿Gente en el campo? Muchísima. Era impresionante ver la gente que andaba en el campo. Todos de a pie, el que no andaba de a pie, otros de a caballo.

-¿Y el trabajo daba para todo el año, o era como ahora que en cierto tiempo se migra?

-Bueno, en ese tiempo el campo estaba mejor renumerado que hoy día. Tenía más precio la lana, la carne, no sé. Porque otra actividad no había acá, solamente la ganadería. Y la gente de las estancias era impresionante cuando venía la primavera, más o menos era para los primeros días de septiembre…Se llenaba de gente las estancias. De ahí tomaban unos 15 hombres, para octubre ya venía otra remesa y ahí tomaban, iban tomando siempre la gente más antigua…la que conocían…

-¿Y había gente que se quedaba todo el invierno también?

-Sí, si. Los ovejeros por ejemplo, esos quedaban estables.

-¿Usted era de los estables?

-Sí, nosotros de casualidad quedamos un invierno cesante, pero a veces, pero casi siempre quedamos…Después que en el invierno los ovejeros los repartían a los puestos Viamonte tenía muchos puestos, entonces mandaban dos ovejeros en cada puesto.

-¿Cuál es el trabajo de un puestero, en aquella época y ahora?

-Y, recorrer los campos y…especialmente cuando hay grandes nevadas, cuando hay grandes deshielos por ejemplo cuando hay mucha nieve, mucho hielo, entonces hay que andar atentos con los animales para que no se queden encerrados en el hielo. Porque ahí el peligro, pueden…Porque cuando el hielo queda liso, por ejemplo, lavado el hielo, la oveja no se agarra, caballo, lo que sea, entonces hay que andar atento, vigilarlos para que no queden encerrados en las vegas.

-Es un trabajo fundamentalmente bravo en invierno.

-Bravo en invierno, si. No es necesario salir todos los días, pero cada vez que uno sale, sale, como el día es corto, sale como a las nueve de la mañana y vuelve a las cinco de la tarde, las seis de la tarde, ya oscureciendo. Después recorrer los límites, los alambrados. Por ahí caen los palos, los alambres, y hay que sacarlos, cortarlos…Ese es el trabajo de los puesteros…Pero hoy día ya no…Hoy día no sé como será.

-La parte más difícil es estar solo, ¿No?

-Si.

-Aunque no faltaría alguna visita de tanto en tanto…

-No, ese tiempo no, porque andaba mucha gente. Yo estuve de puestero en la primavera con un señor ahí, y teníamos como diez o doce hombres. Ellos mismos cuando veían que llegaba otro decían bueno, vamonos, demos lugar a otro. Claro, tenían que irse. Es que otra cosa no había que andar de puesto en puesto y de estancia en estancia.

-¿Es lo que le llamaban el pasajero, no?

-El pasajero, si. Esos los que quedaban la gente de esta zona,, si. Porque el resto se iba pa’ Chile. Se iban todo para las estancias, porque creo que tenían una subvención del Gobierno los estancieros. Entonces el hombre que llegaba, el pasajero, ellos tenían que atenderlo, tenían la obligación de darle alojamiento y comida. Y ahí se quedaban, dice que había, hasta un mes se quedaban ahí. Sin salir. Y al mes se iban a otra estancia, y así…Hasta que venia la época de trabajo.

-Algo muy común en la Patagonia, yo recuerdo haber leído en este hombre que estuvo en tareas camperas y que ahora tiene su oficio de historiador y periodista, la zona de Comodoro, que es don Asencio Beijon, y el describe todo un personaje que había que le llama el tumbeador, que andaba de puesto en puesto buscando comida, no…

-Y era triste ver la gente, era triste porque…usted veía la gente con su pilchita, en pleno invierno, su mochila y…caminando por entre la nieve y muchos sin calzado, sin zapatos.

-¿Había pobreza también, no?

-Pobreza, si, mucho. Las cosas eran baratas, pero no había plata. El que trabajaba estaba bien…

-Claro, además recordemos de aquella época, la tan mentada crisis de los años ’30…

-Sí, si, claro, la situación crítica acá prácticamente nunca se sintió porque…el que no trabajaba lógico, pasaba hambre, se moría. Pero el que trabajaba y estaba así en un establecimiento, porque había otra cuestión, el que entraba a trabajar en una estancia cuidaba el trabajo como…que no lo vayan a suspender, no lo vayan a echar, porque salía uno y había diez esperando. Así que el que entraba, ese no, se cuidaba de cometer falta.

-¿Y los momentos de descanso? ¿No tenían sábado inglés?

-Sí, en Viamonte, si. Fue la única estancia que tenían sábado inglés.

-¿Cómo fue el origen de el sábado inglés en Viamonte? ¿Ud. lo conoce?

-No, no, no. Yo cuando llegué ellos lo tenían implementado de antes ya. Ellos creo si que habrán traído la tradición neto ya de Inglaterra, no se de adonde habrá sido. Porque hay que trabajar una hora más por día, o ½ hora más, no recuerdo, una hora más, para tener derecho al sábado. O sea el sábado trabajaba desde las 7 y media hasta las 12, de 7 a 12 y listo.

-¿Hasta que año estuvo en Viamonte, don Norberto?

-Hasta el ’41, me retiré el ’41, en mayo.

-¿Y ahí que pasó?

-Y ahí me vine a vivir al pueblo…


-¿Qué lo llevó a venirse a vivir al pueblo?

-Una de las cosas fue, porque resulta que nosotros teníamos una hermana en el colegio entonces ya la…

-¿La recordamos por el nombre a su hermana?

-Herminia,…Herminia Vera. Y como ella era ya una chica grande, estaba en los 15/16 años ya, entonces, no sé, a mi finado padre seguramente le mandaron un aviso a ver si la podía retirar…Entonces tuvo que sacarla del colegio, y ‘pa sacarla del colegio tuvimos que…él tenía que venirse al pueblo, porque tenía que ver a la hija, no la podía dejar sola. Entonces decidimos venirnos todos acá. Y nos retiramos de la estancia…Y así anduvimos acá, trabajando un poco en todos lados.

-Haciéndose pueblero…

-Claro, mi finado padre empezó a trabajar, en ese tiempo estaba haciéndose el Banco Nación. Creo que ese año lo empezaron a hacer, el 41, 40, no recuerdo bien.

-¿La empresa Smith, o algo así, se llamaba?

-Si, no sé que empresa era…Y ahí trabajó él.

-Trabajos de construcción… ¿Y los muchachos que hacían?

-Y nosotros nos fuimos, este, nos fuimos a vialidad. Estuvimos un tiempo en campamento y después salimos. Después mi hermano volvió a Viamonte otra vez.

-¿Siguió su vida en Viamonte?

-Si, porque como él era, él era domador ya. Yo también trabajé con él de domador, así que estamos los dos ahí. Entonces volvió a la estancia. Y después ya no salió más de ahí…

-¿El falleció hace poco, no?

-Si, el año pasado murió, el 13 de octubre.

-Don Norberto: su trabajo en Vialidad, o que estaba haciendo Vialidad en aquellos años, hablamos del 41 en adelante…

-El 41. Fuimos a hacer, este…Cuadrillas de conservación. Alrededor de los caminos, fuimos a acampar en el camino que va pa’ la Ruby, pero esos caminos eran…fuimos nos, no me acuerdo en que mes era…en octubre, pero el barro era terrible.

-¿En qué consistía ese trabajo de conservación?

-Arreglar el camino. Pero no teníamos vehículos, solamente carretillas y un…un camioncito solo, así que con ese se enripiaba, un camión de tonelada y media, más no era.

-¿Y cuánta gente participaba en esa cuadrilla?

-Y nosotros éramos doce o trece.

-¿Se acuerda quién era el capataz, quién era alguno de los compañeros?

-Bueno el capataz…Bueno capataz no teníamos ninguno, lo nombraban en ese tiempo, lo nombraban a mi finado hermano de capataz, y el ingeniero, el sobrestante que estaba con nosotros era un tal Etchenique…

-¿Era del norte el hombre?

-Si.

-¿No estuvo mucho tiempo en Vialidad usted?

-Muy poco. Como digo en ese tiempo nos retiramos, en marzo nos retiramos, yo me vine al pueblo, me vine a trabajar en un taller mecánico con el finado Pinola.

-¿En la usina?

-Claro, no, él tenía un taller mecánico trabajaba donde Raful, ahí estaba de jefe él. Entonces ahí entre yo con él

-Bueno, que cambiaba de oficio, no. Domador, puestero, empleado de vialidad y ¿en taller mecánico qué? ¿Se inició en la mecánica?

-Si, estuve más o menos dos años con Pinola, después con el señor Puget también estuve cuando tenia la Chevrolet acá, donde está Sevillano. Así que mecánica bastante hacía, netamente me vine al pueblo con ese fin, el caballo ya me estaba…me estaba aburriendo un poco. Entonces dije no, hay que aprender algo más…otra cosa.

-¿Y después de trabajar como mecánico?

-Bueno, después de ese tiempo, este, ya vino el tiempo…Bueno después ahí me casé.

-Era un privilegio, porque la mayoría de la gente estaba solas acá, ¿no?

-Claro, no si ya empezaba en ese tiempo a haber…doblamiento, muchachas y muchachos habían ya. Pero el pueblo era chiquito. Y después el ’47 me fui de acá, me fui a Bahía Blanca.

-¿Qué lo llevó por Bahía Blanca?

-Resulta que yo tenía un, o sea un muchacho conocido, que se casó con una prima hermana de mi señora.

-¿Podemos dar algunos nombres?

-Si, un tal Cano, José Cano.

-¿Y su señora?

-Elsa González…la señora de este muchacho. Y entonces este era de Bahía Blanca. El había venido a hacer el servicio acá, y estaba con esa idea de irse a Bahía Blanca y que se yo, y empezó a conversar su historia de Bahía Blanca, su casa, su esto o que aquello…nos convenció. Así que un día decidimos bueno veámonos, a ver que pasa en Bahía Blanca. Y nos fuimos a Bahía Blanca, seis años estuvimos.

-¿Y tuvo suerte?

-Al principio medio regular anduvimos, medio mal anduvimos. Después no, después nos acomodamos bien. Y después se me ocurrió venir a Río Grande otra vez…

-Y no se fue más…

-Y ya no me fui más…Salí dos o tres veces nomás, pero así de vacaciones, pero poco.

-¿Fueron viniendo los hijos también?

-Si,…seis en total.

-¿Alguno en Bahía o no?

-Hay una chica en Bahía. La mayor de todas está en Bahía Blanca todavía. Los otros están todos acá. Son tres mujeres y tres varones.

-¿Dónde vivía por aquel entonces? Hablamos de los años 40, antes y después de Bahía.

-Bueno antes que…antes de viajar…como en tres o cuatro partes. Porque el problema era conseguir vivienda, igual que ahora, era escasa la vivienda.

-¿O sea que andaba alquilando o algo así?

-Había que hacer su casa, sino no se conseguía nada, si se alquilaba una pieza por ahí se la alquilaban muchas veces por una…como dicen, por una gauchada. Yo te la alquilo pero por tres o cuatro meses, más no, me lo tenes que entregar. Entonces había que buscar otro lado, y así andábamos. Ahora cuando vine de vuelta, si, hice una casita, la hice acá donde está… ¿Cómo es que se llama?...El ingeniero…La Anónima, estaba el ingeniero Canga ahí, ese terreno era de Gutraich.

-Si, yo me acuerdo por ejemplo que allí había un local comercial antes de que estuviera La Anónima, ¿No?

-Claro, ese era…primero era un salón, este, había estado ahí, creo que el club Belgrano me parece, no estoy seguro.

-A mí me parece que estuvo la Sociedad Chilena…

-Si, después estuvo la Sociedad Chilena.

-Yo lo ubico ahí al petiso.

-Claro, el petiso Andrade.

-El petiso Andrade, pero le estoy hablando de los años’60 y usted de antes estaba ahí.

-Claro, yo vine el 53 de Bahía Blanca. El 54 hice la casita ahí.

-¿En eso que era de Gutraich? Vamos a identificarlo a Gutraich, él era el dueño de la tienda Buenos Aires.

-De la tienda Bs. As. Que estaba frente al Banco Nación.

-¿Esa tienda se quemó ahí, no, frente al Banco Nación?

-No. La sacaron, luego la desarmaron, no se como fue… No recuerdo bien…o se quemó, eso sí que no estoy seguro.

-Porque parece ser que los incendios estaban a la orden del día en aquella época ¿No?

-Si, sé…Bueno, casas de madera siempre…

-Ya tendría que preocuparse en aquellos años por la educación de sus hijos…

-Claro, ya cuando hice la…yo andaba…en ese tiempo estaba el señor Forastieri acá, que era Inspector de Tierras. Y yo siempre iba a molestarlo por un terrenito, quería que me dieran un terrenito pa’ poder edificar. Y en esos viajes, tantos viajes que hice ahí lo encontraba a Gutraich yo. Y un día Gutraich me dice yo tengo un terreno hágala a su casa ahí, me dice. Yo le digo bueno, no se si usted…Dice vamos a hacer un contrato si quiere, vamos al juez, le doy por dos años, dos años o lo que usted quiera. Bueno, así me dio el terreno.

-Gutraich era una persona muy singular, así a título de comerciante…

-Claro, era de los primeros comerciantes que anduvieron acá… Y el hombre era muy conocedor de todo, la gente precisamente porque él, salía a vender al campo, en ese tiempo el…mercachifle era, no había tanto requisito como hoy día.

-El único requisito era no vender bebida…

-Si, el único, eso si. Y después salían los…y él fue de los primeros me parece en andar por las estancias, aunque después andaba el finado Garlin también…mercachifle.

-¿Los chicos adonde fueron a la escuela? ¿A la Misión también?

-Si, ellos estuvieron primero en el colegio, la escuela 2 acá, la única que había.

-¿Ya funcionaba la Escuela 2 ahí? Tenía la escuela enfrente entonces

-Claro, eso…No recuerdo el año en que se hizo esa escuela.

-Pero fue después de los 40

-Sí, si. Después. Cuando yo vine de Bahía Blanca ya estaba.

-Fue cuando se comenzó la escuela, Obras Sanitarias, fue cuando se comenzó el Hospital.

-El Hospital había comenzado mucho antes, el Hospital había comenzado el 400 creo.

-Como veinte años estuvo…

-Eso, tardo como cuarenta años en hacerlo. Eso lo hicieron, después lo volteaban la pared, lo levantaban otra vez, lo volteaban. Hasta que después quedó de paro como diez o doce años creo…

-Si, yo lamentablemente, ahora en estos días me estuve acordando de ese tema porque estuve hablando con, bueno, antes de que asumiera la función pública el finado Campanella, que vino precisamente por esas tareas finales del mentado Hospital de Río Grande ¿No?

-Sí, si.

-¿Su actividad también, o sea en esos últimos años, estuvo vinculada a la esquila?

-Si, desde el año…O sea que desde el 54…55…estuve trabajando en el correo en el 55/56, mecánico en el Correo era. Hasta que el señor Puget, había trabajado con el señor Puget antes. Y para ese entonces se le enfermó el socio que era Raquela. Tuvieron que llevarlo a Buenos Aires a operarlo muy urgente. Y tenía mucho trabajo de leña, porque era el único trabajo que había en leña, era entregar leña a las estancias.

-¿En la Catalana?

-Si, entonces me fue a buscar al Correo y me habla, mee dice, este, me hace una buena proposición y bueno. Y me retiro del Correo, me voy a trabajar con él. Camionero. Y ahí trabajé hasta el…con camión casi todo el tiempo. De esa fecha hasta el 70, si, casi hasta el 70,69, 70, por ahí fue. Estuve en Khami trabajando también con camión, cuando ya mermo el trabajo acá de leña, porque acá pusieron el gas en el ’66, creo que en el ’66 fue.

-¿En Río Grande?...56 me parece más que 66

-O 56…

-Lo que me acuerdo si que en el 66 hubo unas heladas que se cortó…

-Ah, si, si. En el 56 fue, si. Ya mermo la leña entonces y tuve que empezar a trabajar en el aserradero, en Khami, de vigas, hasta el 70, más o menos. Y el 70 ya me vine, este, me vine con mi finado hermano para armar cuadrillas de esquila. Y ahí empezamos con la esquila hasta ahora.

-¿Las cuadrillas, las comparsas de esquila de antes son distintas de las de ahora, no?

-Ahora si porque ahora todo el mundo viaja en vehículo, huevón. Antes, cuando andaba mi finado hermano, que ellos conversan, andaban de a caballo. Y tenían el, ellos conversan que muchas veces terminaban el, de esquilar en una estancia, a eso de las 4/5 de la tarde, tenía que preparar sus pilchas, el pilchero y salir pa’ la otra estancia pa’ no perder tiempo. Y viajar a veces toda la noche.

-¿Usted tiene la única comparsa de acá?

-Si, teníamos dos comparsas con mi finado hermano. Yo dos años trabajé con dos comparsas. Gente de acá y traía también gente de la Pvcia. De Bs. As. Pero después ya no quise traer porque sale muy caro traer la gente del norte. Hay que pagarle el pasaje ida y vuelta. Mucho, es mucho, mucho gasto. Y los estancieros no son amigos de pagar mucho, ellos pagan más o menos lo que cobran todos, mas de eso no se alargan.

-¿Cuánta gente se necesita para formar una comparsa?

-Y la comparsa por ejemplo, para seis esquiladores tienen que ser 15/16/17, esquiladores, los prenseros, después los escoberos, barrenderos, corraleros, el que limpia lana. Si, 16 tienen que ser, 16 ó 17.

- ¿Y usted habrá echado mano en más de un momento’

-Y yo he tenido que trabajar a la par de la gente, para ayudarle un poco.

-Pero yo recuerdo que era un trabajo rentable, al menos en mi familia hubo 2 ó 3 que viviendo en Punta Arenas trabajaban la temporada y con eso se tiraba todo el año.

-Si, claro que siempre por ejemplo el dinero salía mas a precio trabajar acá y cambiarlo en Chile y vivir allá, porque era más barato, más económico.

-Además había mas amparo oficial lo que hacía por ejemplo hago memoria de lo que dicen otros viejos, no. Acá a lo mejor tener derecho a tener un pedazo de tierra, para construir lo suyo era bastante complicado. Y allá era más fácil, bastante más fácil.

-Seis hijos… ¿Cuántos nietos?

-Me agarra de improviso. No se cuantos son, pero son varios, son como 15/16, no se cuantos…

-¿Está satisfecho con esta vida, con estos 65 años?

-Si…Me encuentro bien, ando bien, así que no tengo problemas…

-¿No le molesta que Río Grande haya cambiado tanto?

-No, al contrario, quisiera verlo más grande.

-¿O sea que usted no es de esos fueguinos viejos, rezongones, incluso como otros no tan viejos?

-No sé, hay gente que a lo mejor no le gusta ver el progreso, pero para mi no, al contrario…Lo malo es la gente que ha venido…Tanta gente que no se sabe quienes son. Porque la gente que había antes se conocían todos, y hoy día usted ve caras que no sabe quienes son. Todas esas cosas que roban, que asaltan…Antes nunca se habia sentido eso, ahora hay que andar con más cuidado.

-Bueno, será el precio que uno indirectamente tiene que pagar por un montón de otras cosas que hacen a la felicidad a veces y a veces también a la tristeza…

-Claro.

-Bueno, yo le quiero agradecer por todo lo que conversamos hoy, yo sé que todo puede ser algún anticipo. Que después vamos a encontrar algunos temitas como para comparar con otras memorias y fundamentalmente con lo que yo hago, en este caso don Norberto, inician algunas de esas cosas van a difundirse por la radio y yo sé que usted ha estado escuchando y por ahí alguno de los hijos me ha dicho, pucha, casi siempre se conversa con el que viene de afuera y no con el que es nacido acá.

-Y…Siempre, muchas veces se toca eso así. Acá siempre se ha hablado gente que dice Uh, yo cuando vine en 1940 no había nada acá…40…Esta bien que en el 40 el pueblo era chiquito, pero ya algo se estaba haciendo.

-Pero a lo mejor todo ese conjunto de cosas es sano, don Vera, porque uno ve que por ejemplo llega alguien y está hace 5 años y dice y cuando yo vine hace cinco años no había nada y otro hace diez años no había nada, y hace 50 años no había nada, o sea que todos sienten que han hecho algo por transformar esto.

(*) Participaron de esta transcripción Raúl Ortigoza y Verónica Angelosante.

En las fotografías se lo puede ver con su fisonomía de 1980, en casa de su hermana Hermina por los días en que terminaba de escribir el libro Los selknam, ausencias y presencias. En la segunda al participar con el autor en la experiencia Caminando con la historia. La siguiente lo muestra con el abogado indigenista colla Eulogio Frites y su sobrino -Rubén Darío Maldonado, presidente de la Comunidad Indígena Rafaela Isthon, en dependencias del Museo Municipal. En tanto que en la última se lo encuentra en una exposicón rural, junto a amigos... entre ellos Juan Sabino, El Petiso, Andrade.