EVOCACIONES. Febrero 29 de 1600. Oliver Van Noorth termina de cruzar el Estrecho de Magallanes, con su nave capitana denominada Mauricio y una de menor porte: la Concordia.





Dará diversos nombres a los canoeros de la región: Enoo, Kemmeter, Karaiko y Kanneka. Desmiente que fueran gigantes como se creía que eran todos los habitantes de la Patagonia, y también señala que sus canoas no estaban hechas de costillas de ballenas como había asegurado Loaysa.


Asegurará, eso sí, que los gigantes están mas al norte y les da el nombre de Tiremenen: gente feroz y comedor de carne humana que habita un territorio  denominado por ellos con el nombre de  Coin.

Adiós a Inés!


Eran los cuatro hermanos Arriagada y ahora se fue ella, hace unos días solamente... De pronto apreció en CORDÓN CUNETA en la edición del 2 de marzo de hace diez años, cuando la poníamos en escena porque había estado cumpliendo años.

Enmudecimos al saber de su fallecimiento. Y elegimos ahora repetir nuestras palabras, cuando la sentíamos viva, cuando la fotografiamos una tarde, en la trastienda de CASA OMAR, en era parte del enorme solar familiar, el de los ARRIAGADA - HIRSIG - LABORICH.

EN MARCHA CON LOS RECUERDOS.


El segundo capítulo de NUESTRA HISTORIA RECIENTE contó con las voces de Jorge Canals, Diego Navarro y Charlie Mann.

Y se construyó sobre la presente relación cronología sobre lo que fue Febrero de 2006.


Febrero 1. Acuerdo del gobierno con SIPETROL para trabajos de exploración en areas descubiertas, será por el cobro de regalías.

Preocupa la situación del elevado número de chicos que trabajan,

AFARTE advierte perjuicios por el acuerdo con México.

Sergio LeonardoVillalobos y Víctor Osvaldo Andrade, los delincuentes del barrio La Unión, salen en libertad por no poseer antecedentes.

Afiliados al PAMI solo se atenderán en centros públicos de salud.

Afliados del PAMI sólo se atenderán en centros públicos.

Aldo Martín González es identificado como el agresor de Marcos Daniel Irrutia.

Febrero 2. Diego Navarro se consagra en el torneo Año Nuevo de golf.

EL SUREÑO publica  EL GRAN LOGRO DE DOS JOVENES FUEGUINOS con Leonardo Hernández y Cristian Milosevic que escalaron el Aconcagua.

Clementino comprueba deficiencias en el servicio de colectivos. El secretario de gobierno lo hace después de subirse y hacer un recorrido por la línea.

Comienzan en el CC LNAlem las clases de Hip Hop.

Febrero 3.- Cóccaro firma con De Vido acuerdos para la realización del nuevo gasoducto.

Febrero 5.- Hay 34 mil vacantes garantizadas en las escuelas primarias de la provincia.

Febrero 6.- El capitán de fragata Sebastián Alejandro Larguese  reemplaza a Guillermo Luís Lazarte en la Base Aeronaval.

Más de tres millones de pesos en la recaudación municipal de enero.

Febrero 7. El capitán de corbeta Guillermo Martín Pasos  es el nuevo jefe del Destacamento Naval  Río Grande.

Febrero 8. MRG, gobierno y el INTA conforman un equipo de trabajo para apoyar al sector productivo.

Febrero 9. Violento asalto en el barrio Profesionales, afecto a la familia Duarte, fueron asaltados y maniatados.

Febrero 10. Enojo del Ministro Berrone con el consorcio Total, Wirtershall y Panamericana, por evitar pago de deuda superior a 41 millones

Febrero 11. 200 inscriptos por la fiesta del róbalo de la que resultó ganador Roberto Alves.

Febrero 12. Gabriel Ulman en el debut ciclístico de la temporada.

La canasta escolar ronda los 90 pesos.

Febrero 13. Cuantioso robo en Full Color.

Encuentran el cuerpo de José Manuel Leiva, puestero de Aurelia que era buscado desde hace un mes.

Febrero 14. 1500 beneficiarios de planes deberán elegir entre dos ofertas a seguir.

Se realiza la conexión del acueducto de la Margen Sur.

Utilitario se metió en el living de una casa en Almafuerte 1161, Ivan Díaz estaba al volante.

Febrero 16. El sargento de policía Virgilio Sotelo se suicida de un tiro ante su familia en Los Canelos 1122, En los últimos días hubo cinco intentos de suicidios.

Comienza en el MRG la urbanización de chacra XI.

Hay una campaña para blanquear al personal doméstico.


Febrero 17. Fuego en un inquilinato en Edison y Estrada, conde vivían tres familias.

Faena clandestina de 15 corderos en estancia Sara.

Encuentran menor armado en Chacra 2.

Se desestima denuncia del concejal José Nato Ojeda  contra la convocatoria a Estatuyente.

Febrero 19.-Desvalijaron en la Margen Sur en un predio de Sergio Andrade, presidente de la Cooperativa.

Alesis Vega  se impone en Mountain Bike en la doble María María Behety.

Pablo Ernaga gana la doble maratón.

Se espera matar 20 mil castores en el año.

Febrero 20. Dos oferentes en la licitación para el nuevo pluvial.

Preocupa alta deserción en el secundario, en la provincia 24$.

Febrero 21. Caparrós espera que el PJ recupere su piso electoral.


La MRG adelantó pago de sueldo y ayuda escolar.

Febrero 24.- Lanzan proyecto de control de brucelosis ovina.

Se incorporan dos perros a la aduana, para control de narcotráfico.

Febrero 25. Comienza el ciclo lectivo, entre ellos la Escuela de Policía.

Febrero 26. Se conforma a nivel provincial  el Movimiento Provincial 26 de abril, teniendo a Norma Martínez como referente.


Febrero 27. Anuncian que Nación terminará el puerto de Caleta la Misión.

NUESTRA HISTORIA RECIENTE es el capítulo de los viernes de ESTADO DE RADIO, el programa que emite LRA 24, de 12 y 30 a 13 horas.

EVOCACIONES. 25 de Febrero de 1619. Durante la primera circunnavegación a la Tierra del Fuego se llega al extremo oeste del Estrecho de Magallanes.




Proesa que cumplen los hermanos Nodales, gallegos al servicio de la corona de Castilla y de León.

Venían a verificar los recientes descubrimientos australes de sus enemigos, los holandeses.

El diario de navegación registra la novedad histórica de la siguiente manera: El lunes 25 de febrero el tiempo era aun malo, con muchos chubascos, a pesar de lo cual resolvimos acercarnos a tierra y sino era posible divisar el Estrecho (de Magallanes) habíamos decidido regresar otra vez al mar.  Dios nos permitió divisar Cabo Deseado.. Aunque estábamos en duda, nos aproximamos a avistamos las Cuatro Evangelistas –pequeñas islas al norte de la entrada occidental del Estrecho- Al entrar verificamos con satisfacción que se trataba del Estrecho.



EVOCACIONES****Febrero 23, de 1902. Roberto Dabbene navega a la altura del paso de Brecknock .



Era rumbo al poniente al sur de la Tierra del Fuego.

El 23 por la mañana ya estábamos en el paso de Brecknock, sin ningún otro incidente que la rotura de un cabo producido por un golpe de mar en una maniobra por pasar el cutter de uno de los costados al cual estaba amarrado a la popa del vapor. Este incidente hubiera podido tener serias consecuencias para aquella embarcación dado el mal tiempo que reinaba y lo peligroso del paraje a la embocadura del canal Cockburn.


Una menuda lluvia sigue cayendo desde anoche acompañada de rágafas de viento frío, lo cual hace más desagradable la mañana. De repente aparece de entre unos áridos islotes una embarcación montada por varios indígenas.

A las señas que se les hacen se acercan al vapor. Son indios alacaluf y cuya piragua está  construida de tablones fuertemente atados entre sí por medio de tientos de cuero.

Sentado en medio sobre un poco de pasto había un anciano de cabello canoso, rodeado de tres o cuatro perros flacos, a proa iba un hombre y a popa una mujeres. Es difícil imaginar a un espécimen más triste de la especie humana al contemplar aquellos seres que teníamos ante la vista.

Eran bien esos los individuos tal como los describieron Wilkes y Darwin.

Apenas cubiertos de sucios trapos que mal los abrigaban contra la lluvia y el frío de aquella mañana, con la enmarañada cabellera flotante al viento, esos infelices inspiraban lástima.

Tales indios tienen frecuentes relaciones con los yahganes, entendiéndose en sus respectivos idiomas; y al hijo del misionero Lawrence que les habló en su idioma  le dijeron que venían de dar sepultura a uno de sus compañeros que había muerto la noche antes.. Con un poco de galletas y de tabaco que recibieron, se alejaron contentos en su frágil embarcación y perdiéndose pronto entre las numerosas islas del Brecknock.

Los navegantes avanzaban camino a Punta Arenas.


El pueblo de los administradores.


Los primeros habían sido de estancias: Primera y Segunda argentina, las cercanas. Luego los de las estancias más distantes.

Más tarde  por reconversión uno de esos establecimientos aparece el frigorífico, en él también habrá un administrador.

La hora petrolera ofreció administradores de yacimiento.

Y la apertura de caminos ofreció administradores en Vialidad.

Cuando el pueblo: los vecinos, y sus instituciones, necesitaba una ayuda extraordinaria allí estaban los administradores.

Los de carácter público podían reclamar un pedido por nota.

Pero con los privados bastaba la palabra.

De haberse dado elecciones aquel tiempo, y algún administrador se habría presentado de candidato, seguro que ganaban.

Pero la política no estaba permitida, y ser Administrador era tener abierta una puerta muy importante, puerta hacia el futuro..

Un administrador podía contribuir a un día inolvidable para unos escolares.

Sacar a un empleado preso para que vaya a trabajar.

Prestar una máquina para ayudar en la instalación de una casa.

Comprar todos los números de una rifa...


La tierra maldita de Lobodón Garra


2010-12-08 00:00:00En los primeros años de la década del treinta, el autor de este libro realizó un periplo de distintas navegaciones por las aguas patagónicas y antárticas en naves de trabajos. Los canales y fiordos del Pacífico, el Estrecho de Magallanes, el Cabo de Hornos, las islas Orcadas y las Georgias del Sur lo tuvieron como testigo de las rudas tareas que se soportaban en aquellos años.
Marinos, loberos, indios, presidiaros y otros personajes olvidados de la civilización de las grandes urbes fueron magníficamente retratados en las páginas de este libro.




Autor: Liborio Justo nacio en Buenos Aires en 1902 y falleció en 2003 a la edad de 101 años. Vivió una vida de inusual intensidad como viajero incansable, lector, escritor, periodista, fotógrafo, militante de izquierda y gran analista de la historia argentina. Hijo del general Agustín Justo rompió con sus lazos familiares aliándose a la izquierda, en la cual participó activamente durante las décadas del 30 y 40.

Una realidad plena de fantasías (por Osvaldo Bayer)

Cuando terminé de leer Tierra Maldita me pregunté con reproche: “¿pero cómo, recién hoy, a los 83 años de edad, he leído esta verdadera joya de la literatura argentina?”. Sí, tal cual. Descubrir esta obra literaria de Liborio Justo o Lobodón Garra o Quebracho. Un personaje argentino. Personaje referido no a quien hace teatro representando otra cosa de lo que es. Personaje porque en él se inviste toda una época argentina. Con sus 101 años vividos. Todo y algo más que un siglo. Y qué siglo.



En él se encuentran todas las búsquedas, todas las contradicciones de un joven siempre joven que busca afanosamente la verdad. Más que el afán, como norma de vida: buscar, tratar de explicar lo hasta ahora inexplicable. Y por sobre todo, la búsqueda de soluciones para la humanidad. Sí, así de simple. La obsesión de solucionar los problemas humanos. De allí sus intentos: Marx, Lenin, Trotzky... y después volver a buscar y volver a empezar y romper todos los papeles del pasado y viajar, escribir, explorar afanosamente... y escribir.

Aquí sí que podemos analizar sin equivocarnos. Liborio Justo: las fantasías de la realidad. Hijo nada menos que del general Agustín P. Justo, el presidente de la Nación de la década infame, el sucesor de Uriburu. Sí, de Uriburu, el golpista del 30, el fusilador de anarquistas, el que llenó las cárceles de opositores.
Sí, el padre del autor de este libro, Agustín P. Justo, elegido por el “fraude patriótico”, ese término argentino que ningún extranjero puede entender ni comprender. Lo tratamos de entender sólo los argentinos. El fraude patriótico, tal cual. Justo- Roca, la fórmula presidencial de ese fraude por “patriotismo”, que triunfó. Sí, a su padre lo acompañó como vicepresidente el hijo de aquel Roca, el general, el genocida de la Campaña del Desierto.

Liborio Justo, el hijo del conservador. Pero además nieto por parte de madre, de Liborio Bernal, oficial de Roca, en el genocidio de los pueblos originarios. Una fórmula completa para callar, agachar la cabeza y aprovechar de la buena vida de la alta sociedad argentina inspirada en la Sociedad Rural

Pero, no. Todo lo contrario. Liborio Justo resolvió ya desde muy joven ser distinto. Luchar para cambiar precisamente eso que veía en su padre y su abuelo.

Leer las memorias de Liborio es pasearse en una búsqueda sin renuncias. Y es contagiarse la fiebre de viajar. Viajar precisamente al núcleo formador de la conciencia contemporánea: Estados Unidos de Norteamérica.

Allí, el joven buscador de soluciones viajará varias veces. Pero nada lo convence, como buen joven pleno de principios. Hasta que en la crisis del 30 encuentra en el país del Norte la otra cara: la desocupación y la humillación ante los rascacielos neoyorquinos.

Pero no se conforma con ver el más moderno de los mundos. Quiere ver lo otro, la otra cara. El Paraguay, Chile, Misiones pero también la Patagonia. El Sur.

Y allí abre los ojos. Está todo lo que no ha visto ni ha descubierto hasta ese momento. La naturaleza con todos sus misterios, con todos sus colores, dolores, admiraciones. Lo humano y lo otro que lo rodea. La tierra, las “cosas”. ¿O Dios?

No, no puede haber un Dios que arroje barcos contra las rocas de las costas. Pero sí el frío, la nieve, el hielo eterno en sus témpanos, las tempestades, el viento. Y el observador escribe todo eso. Lo transforma en literatura. Pero en la forma sucinta más magistral que tiene la literatura: el cuento, la narración breve. Saber encerrar todo en un cofre de cuatro páginas. Suficiente: el ser humano, sus miedos, su capacidad de maravillarse, el odio, la mano criminal, la camaradería, el soñar, el querer penetrar en lo nuevo, lo maravilloso, el comprobar si hay Dios detrás de todo eso, o si está un todopoderoso demoníaco en los vientos, en las olas, en los hielos eternos y sus soledades.
Cómo hacer para salvarse en el total desamparo.

Explicar todo en un cuento, en un relato, todo como una problemática humana y un final. Y el autor lo logra. Ésa es la alegría del lector.

La tierra maldita es el título para después explicar en el subtítulo lo que verdaderamente busca: Relatos bravíos de la Patagonia salvaje. La tierra brava de la Patagonia salvaje y de los mares australes, todo lo que todavía hay que descubrir. La otra Patagonia. No la de las ovejas y la blanca lana. (Sí, la de los loberos por ejemplo que van a cazar a palos a los lobos marinos.) Por “irresistible ansias de aventuras” o ¿sólo por dinero? Ambas cosas.

Petreles y albatros, toninas que saltan en el agua, pero de pronto las sombras. Con todos sus miedos y amenazas. Grandiosidad del horizonte. Pero el protagonista exhausto de soledades.

Y siguen los relatos. Esta vez, los náufragos. Los navíos despedazados entre rocas y glaciares. Los muertos, los esqueletos, un anillo de oro en los huesos de un dedo de la mano. Siempre lo humano.

De pronto oír los monstruos nunca vistos. Adivinar su existencia pero no comprobarla. La duda, que terminará en las leyendas. Los monstruos siempre vivos en la mente de los buscadores. La aventura, pero la imposibilidad de describirla, es decir, la duda siempre presente. ¿Es así como lo siento o es todo una pesadilla que se vive en el momento?

La Patagonia y sus misterios.

A medida que avancé en la lectura de los relatos creí volver a leer el Herman Melville del Moby Dick y su ballena blanca. Pero lo que en este autor gocé en cincuenta páginas, este Liborio Justo me lo entrega en cuatro. La misma sensación. Profundo arte en el misterio. Las brumas del terror. Sí, el volcán llamado Terror. La infinita pequeñez del hombre pero su imaginación para la búsqueda sin límites. Los descubridores. El huracán del sur y de pronto, diamantes. ¿Diamantes o sueños de fiebres?

Pero también los ladrones. Y los defensores de la propiedad, que se les acercan pero con otros métodos. Perder la vida por una oveja mía, mía, en ese paisaje sin límites. El fuego de los caños con gatillo en vez de abrir los brazos para abrazar los cielos, las nubes, la luna, y desmenuzar la nieve con las manos.

El hombre. El “ser humano” La muerte vil en el escenario delos sueños ilimitados.

El escritor no le ahorra nada al lector. Lo pone frente a todas las circunstancias. Y el lector se siente pequeño ante la grandeza del escenario. Por eso el autor insiste. El hombre. La naturaleza. ¿Qué es todo eso? ¿Por qué una cosa y la otra? ¿Por qué llevarlo al hombre a ese paisaje? ¿Crearle ese paisaje? Otra vez ¿por qué? Y el autor nos mete entre la gente de un barco que naufraga.
Un velero que es aplastado por el hielo. Una mano escribe sus últimos miedos y sus dudas. Las últimas líneas que escribe son las dudas del propio autor: “Todo me hace dudar si no habremos ido avanzando por mares que nos han conducido fuera de los límites de este mundo”. Ésa es la duda. ¿Esos paisajes estarán ya en el más allá? ¿Tiene límites el navegar o se le va adicionando la imaginación? ¿Más, allá, donde la noche ya no presenta ninguna luz?

Ya en las páginas siguientes volvemos a la realidad. Nos enfrenta el autor con los seres humanos que poblaron esas tierras. Nos los presenta: Kaukokiol, el viejo ona, y Ashloen, su hermano. Una historia de la lealtad y de la tristeza que termina con los campos cortados con alambrados de los invasores. Fue cuando
Kaukokiol ya sólo sirvió para cuidar los rebaños de los blancos. Los guanacos se habían ocultado para siempre en lo más intrincado de las montañas. Ese nuevo guanaquito blanco, la llamada oveja, traída desde lejos, había ocupado su lugar.

Ya nos cambia de ruta y nos lleva a la otra realidad que el autor, por supuesto, no se la iba a perder. Nos lleva a “La última travesía”. Los hombres. La guerra entre ellos. El paso por esas latitudes de las flotas de guerra alemana y británica. En la Primera Guerra Mundial. La muerte acorazada. La insensatez llevada al extremo de toda irracionalidad. La torpeza de sentirse fuerte porque se tienen armas. Los hombres en naves acorazadas tratando de demostrar a los cañonazos que son superiores a los otros, que tienen otra bandera. Y eligen esos mares, esas latitudes. Las más fantásticas fantasías de la realidad llamada humana. Llegar a la muerte en la forma más estúpida. Uniformados, a tiro limpio. Ocho foguistas quedan encerrados en las calderas. Mientras siguen sonando los cañonazos. El autor no puede escribir otra cosa que: “Toda la horrible realidad escapaba a su comprensión trastornada”, así nos describe sobre lo que sienten los ocho foguistas. Y sigue: “…mientras tanto el casco del buque los iba sepultando en las inmensas profundidades del mar, trágica, lentamente, para siempre”. Y el propio autor nos pone al final, preguntándonos: “¿Era eso la gloria?”.


El ser humano. En ese paisaje que lo contemplaría curioso. La Europa que venía a demostrar su civilización ante el paisaje del silencio y el reproche de las aguas del inmenso océano.

Después, el autor nos lleva a un barco que navegará hacia las promesas patagónicas. Nos describe sus pasajeros. Tercera clase: “inmigrantes yugoslavos que iban para Magallanes. Obreros para los frigoríficos de Santa Cruz y Tierra del Fuego... policías de los territorios. Aventureros, cazadores. Pero la mayoría eran peones esquiladores que partían con sus cuadrillas, acompañados de sus respectivos capataces”.

Es decir, los que hicieron la Patagonia de hoy. Entre los viajeros estaba una joven venida de Europa para casarse en Puerto Deseado. Una de las pocas mujeres. Ese Sur se iba convirtiendo en una tierra casi sin mujeres. El destino de esa pasajera cambiará justamente en ese viaje de Buenos Aires hacia el Sur. Se enamora de un joven pasajero. Otra vez la maestría del relator. Un caso de tantos. Pero lo humano resalta. Un cuento con un final pleno de sentimientos y tristezas. Profundamente humano. Cerrar el libro y sonreír. La melancolía de la bondad como despedida.

Pero apenas nos da tiempo el autor para una pausa y mirar por la ventana. Sí, allí mismo en el próximo relato nos lleva sin pausa a una “marcha de penurias” por el “ansia de fortuna y la fascinación de lo desconocido... en busca de las pieles plateadas”. Para encontrar la guarida misteriosa del extraordinario animal de piel plateada e intensamente lustrosa. La ballena blanca. El oro. Las pieles plateadas se convertían en oro. Serán ricos los aventureros, pero en el último instante, antes de morir. La ironía cruel de la realidad.


Y ya casi al final, pues, la ballena. La aventura. Los destinos del hombre. Lo desconocido. La prisa de la muerte. Los que quedan para contarla. Pero la vida. Y llegamos al final del recorrido de la Tierra Maldita de Darwin. Que el autor nos muestra como humana, tal vez demasiado humana. Y por supuesto no puede permitirse dejar de describir lo que los nuevos conquistadores de esa Patagonia llevaron allí. Las cárceles más crueles. Allí, para encerrar a los criminales. Crueles que en determinado momento dicen: ¡basta! La sublevación. “En medio de la soledad de la noche, aquella fue una lucha salvaje”. No se ahorra detalles el autor. Una crónica periodística con todos sus pormenores. La huida en una ballenera. Los prófugos: “sus rostros revelaban la varonil fiereza de criminales”. Uno de ellos diría estas palabras que quedan colgadas en el paisaje: “Patagonia... Tierra Maldita. Tierra de los hombres machos y de las almas libres”. Las palabras quedan. ¿Deseos, sueños, rabias? La vida. Liborio Justo ha sabido dibujarla. En ese paisaje. Con las esperanzas.





Liborio Justo, Lobodón Garra, Quebracho. De político a escritor. De revolucionario a observador minucioso sin concesiones. Sí, el mismo que de joven le gritó en la cara al presidente norteamericano Roosevelt, delante de su padre, el presidente Justo, en nuestro Congreso de la Nación: “¡¡¡Muera el imperialismo!!!”.

Tal cual, ése fue Liborio Justo. Nos dejó una vida y una obra. Basta leer estos relatos y el lector se dará cuenta de todo lo que su mente quería expresar. Y lo logró.


NUESTRA HISTORIA RECIENTE


El primer capítulo de nuestro espacio, recordando el 2006, se basó en la siguiente cronología:

Enero 1. Se llama Elias y es hijo de María Fernanda Cruz y Luis Amora, el primer niño del 2006.

Enero 2. Comienza el año con dos de los tres diarios de vacaciones: Provincia 23, que lo hacía tradicionalmente, y el colacista Tiempo Fueguino.

El municipio investiga la aparición de espuma en la costa.

Leicia Jofré choca a su ex pareja Dante Vera.

Denuncian robo de 140 mil pesos en la cantera Santa Rita.

Enero 4. Fallece Isabel Ojeda a los 97 años de edad.

Llegó a Río Grande la maquinaria de carpintería para los programas más y mejor trabajo.

Se considera inviable la obra de Caleta La Misión.

Enero 5. Empresasrios nacionales textiles busca excluir este sector de los beneficios de la 19640.

Enero 6-7. Libertablas presenta en La Casa de la Cultura “La guerra de los yacarés” adaptación de un cuento de Horacio Quiroga.

Enero 7. La Boutique del Libro inaugura su sucursar de Río Grande.

Enero 8. Cinco vuelcos y quince heridos en sólo 48 horas.

Hay 107 agentes públicos pora cada mil fueguinos.

José Pelusa Díaz no seguira al frente de la Federación Fueguina de Futsal.

Enero 9. La recaudación municipal fue de 26 millones.

Un movimiento sísmico grado 2 se registró en la noche.

Enero 10. Hay destrozos en el invernadero del CAAD.

Enero 12. Usurpadores reclaman los servicios.

Enero 15. Al estar sobredimensionada la administración, los megapases pasarían a la órbita policial.

Enero 16. El preso Mariano Oscar Amarilla se prendió fuego, por lo que morirá dos días después..

La provincia firmó un convenio con Repsol YPF para promover la exploración y explotación de hidrocarburos en áreas del estado fueguino.

Enero 18. Incendio por pirotecnia en Chacra II.

El departamento jurídico de la MRG rechaza canillas comunitarias en zonas usurpadas.

Con una inversión de 675 millones de dólares Apache compró Pioner Natura,

Enero 20. Leandro Hernández y Cristian Milósevic en la cumbre del Aconcagua.


Enero 22. Leda Soto en Cosquín junto a Hugo Giménez Agüero.

Marcos Daniel Irrutia apuñalado en Chacra II.

Enero 20. Cristian Milosevic y Leandro Hernández llegan a la cima del Aconcagua.

Febrero 21. En el Día de la Lengua Materna la UNESCO considera que la lengua Ona tal vez ya esté extinguida.

Enero 24. Actro de homenaje a los caídos en Malvinas, por ingleses y argentinos.

José Vázquez Vera peón de 56 años se mató de un balazo en la cabeza en Estancia Buenos Aires.

Enero 28. Primera visita de Monseñor Romanín en Tierra del Fuego, Inaugurará con Cócaro la nueva ala del HRRG.

Se dice que la explotación de bosque llegó a un punto límite.

Enero 30. Acuerdo para que la planta depuradora de líquidos cloacales pase a la Municipalidad  de Río Grande.


De las puertas que nos han visto.


Durante todo 2015, como en años anteriores, fuimos publicando en Cordón Cuneta -al menos una vez al mes- diversas puertas de nuestro pueblo. Hoy continuamos con este juego, en el plano de las identificaciones, donde ya hicimos una primera entrega. Primera en reconocer: Escuela 14.


Y luego seguimos con la escuela Wikam.


Heladería Gabriel.


Inmobiliaria de Rolando Reyes y Angélica Mansilla.


Despacho del Intendente Municipal.


Contador Mario Vidal.


Mercado Marisol.


Unión Obrera Metalúrgica de la República Argentina.


Calle Lasserre al 500, donde vivió el comisario Rubio, Humberto Millacura..


Morena discotec.


Familia Nieva Otero.


OSDE.


Panadería estancia María Behety.


Casa del comisario Anibal Allen, entrada por el patio.


Casa  Roberto Wilson, hoy su hija Patricia y familia.


Iglesia Pentecostal, calle Bilbao.



Quincho de Fiori.


Iglesia Sagrado Corazón..


Familia Sist.


Familia de Pache Bilbao.



  Subsecretaría de Gobierno.


Templo María Auxiliadora en la Misión.



Natatorio Eva Perón y finalmente el Quincho Petrolero de la calle Bilbao.

Un adiós a Otilia del Carmen Triviño Vargas, una vida ejemplar.

Despues de padecer los trastornos que dejan los ACV y con el acompañamiento de sus hijas -las chicas Acosta- ha fallecido esta destacada vecina de Río Grande.

En un reportaje realizado en julio de 2000, Miguel Vazquez rescató para El Sureño, matices de su personalidad, lo tituló "Nunca es tarde".





Otilia del Carmen Triviño es estudiante secundaria. Actual­mente trabaja esperando su jubilación como empleada de manteni­miento en el Museo Virginia Choquintel. Este año, con 67 años de edad, se recibe de Perito en Actividades Petroleras, estudio que cursa en el CENS 18. Cuando recibió el título de sus estudios primarios, donde fue abanderada, recibió una medalla de la comuna local y otra al Mérito otorgada por el Concejo Deliberante. Un ejemplo de que en la vida nunca es tarde cuando...



¿Cómo se decide venir a Río Grande?
Vine a visitar una hermana que tenía en Comodoro, estuve tres años rogándole a mi madre para que me diera permiso, y de allí me vine a conocer parte de mi familia aquí en Río Grande y me quedé, con el tiempo fui de nuevo a mi pueblo a traer una par­te de mi familia, a algunas hermanas, yo vine por primera vez en el año 55.


¿Usted ya tenía familia aquí?
Sí, los Triviño son mi familia. Río Grande me gustó en esa época a pesar de que no había nada, donde está ahora la Farmacia Del Pueblo tendía ropa porque ese era el patio de la casa de mis familiares, yo vivía allí y les ayudaba en todo, ellos vivían en San Martín y Fagnano. Esa fue una época dura.
¿Qué hizo en esa época?
Mi cuñada tenía una confitería muy grande y yo le ayudaba en todo, era la Confitería Triviño, y allí estuve como dos años, luego conocí a quien fue mi marido, Acosta, que había venido a colocar gas, era capataz, y a pesar de que no me dejaban salir con él, me enamoré y me fui con él, luego nacieron mis dos hijas y estuvimos 17 años juntos hasta que falleció en el 76.
¿Fueron tiempos duros?
Mi vida fue muy dura, pero nunca he bajado los brazos, no falto a mi trabajo, aunque me duelan las piernas, los brazos, la cabeza.
¿Cómo se las arregló luego que falleció su marido?
Yo estuve más de treinta años en este terreno donde tengo mi casa y nadie nos molestaba, cuando falleció mi marido yo tuve que empezar a hacer los trámites, fui con una cédula chiquita que me habían dado acá, pero nunca había ido a la policía para asentar que yo vivía acá, y tuve que comenzar a hacer todos mis documen­tos, por eso empecé a estudiar para no ser inocente de las cosas, me radicaron, después hice la carta de ciudadanía, fue como una película, otra vez al Registro Civil y más papeles hasta que me nacionalicé, desde el 76 que empecé los trámites recién en el 86 tuve mi documento, cada papel que tenía lo llevaba a Tierras Fis­cales, y así defendí mi terreno y lo pagué en cuotas.
Mi esposo tenía un tallercito de soldadura a continuación de la casa y yo seguí en el taller, no teníamos empleados, cuando él vivía yo le ayudaba y soldábamos radiadores, sierras, y cosas chicas, yo limpiaba bien el radiador, fundía estaño, pasaba el ácido y soldaba, un día me trajeron un radiador del buque Lucho, yo me rio porque digo que se habrá hundido porque nunca más vol­vió, era en el mismo año que murió mi esposo, era fin de año y no tenía ni un pesito y me vino ese trabajo, lo hice, lo entregué y ya tuve platita, me traían mucho trabajo de Torrecilla, le solda­ba muchos radiadores.
Luego puse un kiosquito, y con poquitas cosas yo vivía y pagaba mis impuestos, y cuando cambió la plata por australes y vino la época de la inflación tuve que cerrar, en ese momento empecé a limpiar por unas dos horitas en la gomería Mariano Acos­ta en Fagnano y Perito, pero no me alcanzaba para nada, luego se fueron para el lado de la ruta, estuve con ellos como diez años, luego encontré trabajo en SUPE al lado de la panadería La Fuegui­na, y trabajaba en los dos lados, hasta que en el año 88 me lla­maron y entré en la Municipalidad en el Departamento Mantenimien­to, donde trabajo hasta ahora que estoy esperando jubilarme, ya entregué todos los papeles, primero estuve de cafetera, cuando entré tenía que cumplir mis horas de trabajo en cuatro lugares, y ahora estoy en el Museo, donde estoy cómoda, yo lo quiero a ese lugar porque estoy allí desde el principio cuando era horrible y lo estaban armando, y es como que uno ve crecer a una persona, será por eso que yo lo quiero tanto al Museo.

¿Qué extraña del Río Grande de antes?
Yo llegué a la conclusión que todo el tiempo que uno vivió, aunque sea mal, pero contenta, queda grabado, no se olvida y an­tes era una casa acá, otra allá lejos, pero todos nos conocíamos, luego de la guerra de Malvinas comenzó a venir mucha gente, pero estoy contenta con el Río Grande de hoy, sino ya me hubiera ido, parece que cuando más pasa uno más quiere al lugar, cuando fue la guerra de Malvinas vinieron a preguntar donde quería irme en caso de algún desastre y yo le dije que tenía familia en Comodoro, pero que de acá no me movía, si pasaba algo que iba a morir acá, firme como clavo de techo.
¿Cómo se decidió a estudiar?
Ya ni me acuerdo, no sé si me mandaron o averigüé yo, un día fui a la Escuela 7 y me dijeron si quiere se queda ahora, yo ha­bía estudiado algo en mi pueblo, pero cuando era chica ya tenía que trabajar en el campo, tenía cerca la escuela pero iba un día y faltaba todos los otros días de la semana porque había que tra­bajar, yo igual sabía leer y escribir, pero antes acá estaba so­lamente la Escuela Nacional, que es la 2, no había para adultos, no había donde ir a estudiar, hice entonces mis tres años, empecé en el año 95, uno en la 7, y dos terminé en la escuela de Comer­cio 1, en Estrada y Moyano, terminé en el 97, y ahora estoy en el último año del secundario, a fin de año me recibo de Perito en Actividades Petroleras.
¿Cómo lleva el estudio?
Bien, soy amiga de todos, aunque a veces los reto a los chi­cos, yo soy la mayor de todos, la mayoría son de 20 ó 30, algunos me ayudan a estudiar, todos nos ayudamos.
¿Qué le dice la gente que ve que usted empezó a estudiar de grande?
Se admiran porque soy aguantadora, constante, si falto un día parece que me falta algo, yo estudiando y yendo a la escuela me siento bien, me hace sentir joven, más vital, aunque ande con dolor en las piernas lo mismo voy, he recibido apoyo también de los profesores.
¿Luego que termine el secundario va a seguir estudiando otra cosa?
No creo, porque no me va a servir de nada, ahora me estoy dando un gusto de algo que no pude realizar antes. Esto me ha abierto otro panorama en relación al conocimiento y en mi rela­ción con la gente.
¿Qué consejo le daría a los chicos que reniegan de estudiar?
Un chico que empezó conmigo y se borró y no quiso seguir estudiando un día fue al Museo y le dije que ya hubiera ido junto conmigo en el último año, y me dijo señora usted me está retando me voy a ir a anotar, y ahora está en el segundo año, pero a ve­ces son cabezones, se ponen mal y no vuelven al colegio, y yo le doy el consejo que estudien que algún día les va a hacer falta a ellos que son jóvenes, que estudien cuando tienen la posibilidad de hacerlo.
Dentro de su familia, ¿qué opinión hay de su actitud de es­tudio?
Están muy contentos, yo fui abanderada cuando hice el prima­rio y tengo dos medallas. Llegar a la bandera fue lo mejor, por­que todos no llegan a portarla y es un honor, y representé a mi escuela.
¿Y sus notas cómo son?
Más o menos, pero vamos todos iguales, no soy yo solamente.
¿Qué materia le cuesta más?
Matemáticas, me la llevé en el primer año y en el segundo también, me cuesta.






Ficha personal

Otilia del Carmen Triviño nació en Chonchi, isla de Chiloé, Chile, el 20 de enero de 1933. Es viuda, tiene 2 hijas, 3 nietas y 3 bisnietos. Vive en Río Grande desde 1955, está nacionalizada argentina, y actualmente se encuentra esperando su jubilación como empleada de mantenimiento de la Municipalidad riograndense.



EVOCACIONES. Febrero 16 de 1580. Sarmiento de Gamboa se encuentra con la Gente Grande.

Son los cazadores recolectores de la Tierra del Fuego con los cuales entra en contacto en el paraje que aun hoy lleva el nombre impuesto por el español.

La Crónica describe que: “para ver que era, y para tomar alguno de esta provincia para lengua, Pedro Sarmiento envió allá al alférez y a Hernando Alonso, con algunos arcabuceros en el batel; y llegados a tierra, los naturales de aquella provincia, que eran gente grande  comenzaron a dar voces y saltar hacia arriba, las manos altas y aleteando sin armas, por que habían dejado allí junto; y el alférez hizo las mesmas señas de paz, y los gigantes se llegaron a la playa cerca del batel, y el alférez saltó a tierra con cuatro hombres,  y los naturales les hicieron señas que dejase el alférez la jineta y se fueron retirando hacia donde habían dejado sus arcos y flechas. Y visto esto, el alférez dejó la jineta y les mostró rescate que llevaban para darles, lo cual visto los gigantes se detuvieron y volvieron, aunque recelándose. Y como los nuestros vieron que se iban, apercibiéronse para que arremetiesen, y así arremetieron diez hombres, que habían salido del batel, con uno de los indios, y asiéndole a subir, entró en el batel, y los naturales de esta tierra disparaban muchas flechas, y con una hirieron en un ojo al tenedor de bastimentos; y al embarcarse se cayeron dos arcabuces al mar. Y trahendo al preso, se volvieron a la nao, y el preso, aunque lo regalamos (que él recibía de buena gana), no se podía asegurar ni quiso comer ese día ni noche”.


Se estaba concretando la primera deportación o secuestro de fueguinos.

EVOCACIONES *12 de febrero de 1616. Los holandeses pasan frente a la altura de la boca occidental del Estrecho de Magallanes.

La expedición holandesa de Shouten y Lemaire llegó a nuestro confín fueguino donde descubrirá el Estrecho de Lemaire y el Cabo de Hornos a fines de 1616.

El descubrimiento se realiza el 25 de enero, para el caso del paso que separa la Tierra del Fuego de la por ellos bautizada como Tierra de los Estados.

La navegación continua  desarrollándose en lo que puede considerarse la mejor época para la navegación en estas latitudes, navegación a vela, en medio de tormenta y granizo.

Así se llega hasta los 56°48’ minutos sur para el día 28, en tanto que el 29 la Concordia se presenta ante el Cabo de Hornos.


La navegación seguirá siendo dificultosa y la actitud de los marinos exploratoria hasta que para el 12 de febrero se alcance la latitud de vuelta, aunque se sigue navegando hacia el poniente, al cruzar la boca occidental del Estrecho de Magallanes... la vía vedada por los españoles que ahora tenía otra alternativa mucho más expedita, mucho más famosa, la ruta del Cabo de Hornos.