LA CANDELARIA 1946.1


Cruz de los Mares en el confín de la península de Brunswick.


Refejo e inspiración del coadjutor Faustino Minici, en su obra del Mauseo que La Candelaria que la que fue ocupante inaugural.


Testimonio peremne del Congreso Eucarístico de Magallanes al que concurrieron entre otros habitantes de nuestra misión la pequeña Virginia Choquintel, en un viaje que luego la llevaría a Río Gallegos y a toda una experiencia de vida fuera de su isla.


Con los años, en Punta Arenas, esta Cruz sería inspiración de otro emprendimiento fúnebre: el primer cementerio privado de la ciudad.

Con prontuario fueguino


El mes de mayo comenzó –anónimamente- con un encuentro entre gente que en algún momento de su existir, allá por los años 80, encontró un la Tierra del Fuego un trampolín para sus realizaciones culturales.

Podríamos decir que fue un encuentro entre amigos, pero apuntaba para más.

En un momento se situaron en contacto con la naturaleza y en Carlos Spegazzi, cerca de Ezeiza, se tomaron esta fotografía sobre la cual podemos hacer algunas identificaciones.

Oscar Barrionuevo fue aquel profesor de letras que llegó a publicar junto a Julio Leite un libro siamés titulado Primeros Fuegos, luego fue animador sociocultural en la Municipalidad de Río Grande, hasta que partió con rumbo norte en Patagonia en una iniciativa que llevaba el nombre de un programa que hacía en LRA 24: Navegante de Tierra Firme. En cada lugar compartía la poesía que iba juntando en el camino, y juntaba mucha más. Vaya a saber a donde quería llegar, cuando una noche en El Bolzón, en compañía de Nelson Avalos se dio cuenta que el barco naufragó, y me lo expresó en un telegrama. Con el tiempo volvería como profesor de castellano para la Total, editaría un libro bilingüe en Francia, y se repatriaría a Tucumán.

El Tuni Castro nos recibía al calor de sus guitarreadas en su casa de la calle Bilbao, lo hacía en compañía de otros congéneres de los cuales –los de la guitarra- no fue quedando ninguno. El atractivo de las fábricas, se desmoronó. Antes, en la etapa galponera de la isla había tenido por primer trabajo descorchar envases de vino Paponi y tirar su contenido al desagüe. Su itinerario norte lo radicó en Neuquén donde encontró un espacio propicio para su labor de comunicador, siendo en el mediodía el responsable de la emisión de El gallo blanco. Cada tanto viene al encuentro de sus hijos mayores, y siempre está en nuestro corazón y nuestro correo electrónico. Además: ¡Canta!

Alejandro Montini, peinando menos canas, escribió con Daniel Quintero otro libro siamés: Mensaje de Náufragos; y después escapó del archipiélago. Es el dueño del mayor abrazo donde cobija a Luís Ferreira, a quien tenemos el gusto de conocer.

Julio Leite, entre ellos muestra su cruda calvicie, en tanto que pude dar domicilio en Punta Arenas y al mismo tiempo deambular en nuestras calles fueguinas. El me señaló hoy, en el alto de un semáforo, que el encuentro en Spegazzini fue el 1 de mayo.

Solo en un win se presenta Manuel Zalazar, el que llegó un día a Ushuaia para convertirse en el señor de las Goteras, fue con el tiempo trabajador portuario y poeta. Al partir deglutía Leyendas de Calafate, que no lo han hecho volver.

Acunclillado aparece Quintero, aquel que llegó con un libro a la isla –cosa inusual- pergeñó su unión con Montini, y admitió tener por estado civil el de poeta. Le aseguró a Leonor Piñero que piensa que es inmortal y en su partida se afincó en su Parque Chas para generar con ese nombre el título de una Editora.

Las mujeres no tienen pasado fueguino, y tal vez no saben lo que se han perdido, se llaman Graciela, Igembor, Mary, Berta y Silvina.

Carlos Spegazzini, el que da nombre al paraje del encuentro, fue un naturalista italiano que participó por 1882 en la Expedición de Giacomo Bove –expedición Ítalo Argentina- estudiando la flora austral; encontró 1108 ejemplares distintos, entre ellos 481 de hongos.

Estos ejemplares que propiciaron en el encuentro algo deberían saber de aquel científico de la Generación del Ochenta.

Ellos a su modo, y en nuestro ámbito, fueron también parte de otra Generación del Ochenta.., mucho más reciente.

¿Cuántas cosas habrán pasado esos primeros días de este mes! A nosotros, simplemente, nos ardían las orejas.

Rubén Bernardo Ramírez: “Radio Nacional comenzó con 43 discos”


La foto corresponde al primer día de transmisión de LRA 24, con su director interino en una esquina de la consola en la que operará Hugo Hammar, y al costado Juan Humberto Juárez que vino de Tucumán en condición de operador para ser en el tiempo locutor y también encargado administrativo.

Rubén Bernardo Ramírez fue uno de los primeros locutores de Radio Nacional Río Grande, y el último de Radio Misión, la emisora salesiana que transmitía desde 1963 en horario reducido y con un equipamiento de construcción artesanal.

Luján Muñiz y Daniel Pisano como técnicos habían pasado por sus estudios.

Rubén que sería la voz inaugural el 28 de abril de 1973 tiene recuerdos de ambos mundos

-Yo estaba trabajando en Radio Misión cuando el viento tiro la antena, con Lujan Muñiz la levantamos en dos o tres oportunidades, hasta que nos cansamos, ya estaba por salir radio nacional, la dejamos en el suelo

-¿La antena donde se encontraba?

-La antena estaba desde el cerro que estaba atrás de la misión, hasta lo que vendría a ser hoy donde esta instalado el gimnasio grande, la verdad que nos costaba bastante trabajo cada vez que el viento tiraba la antena, por que no teníamos muchos medios.

-¡No hubo una ceremonia de despedida de radio Misión?

-No, ¡el viento nada más!

-Bastante emblemático como se dice ahora, el viento para poner fin y dar comienzo a las cosas

-Es parte de nuestro medio de vida, de donde estamos viviendo

-Vos llegaste con tu profesión de locutor a la Tierra del Fuego en un momento donde no había mucho ámbito de aplicación

-Si, lo que pasa es que yo estudie en colegio salesiano en Bs. As y por eso es la relación que me une a los salesianos de acá de Tierra del Fuego, y ellos son los que me entusiasman a venir, en un principio yo venia a una radio que ellos habían ganado en una licitación a Puerto San Julián, estando en Bs. As es donde me dicen si en lugar de San Julián no quería venir a Río Grande, que iba a ser LU38 radio Misión Salesiana, que era la onda como estaba adjudicada por lo que el padre Muñoz había luchado tanto, lo que pasa es que cuando yo llego y la radio podía haber salido con nivel comercial, el padre Muñoz había sido trasladado, y las nuevas autoridades de acá de la escuela Agrotécnica, no tuvieron demasiado interés en llevar a cabo el proyecto de LU38.

-Parece una constante en los salesianos, muchas cosas se gestan por la acción de los individuos,¿no?

-Si, lo que pasa es que es difícil de opinar, por que uno no esta dentro, por más que haya convivido bastante tiempo con ellos, uno no sabe cuales son las cosas que se pueden hacer y las que no.

-¿Que era lo hacías en radio Misión? Yo creo haberte escuchado en mas de una oportunidad, pero para mi han pasado los años y se me desdibuja la memoria.

-A mi también, no te creas que no, el otro dia viendo por televisión, creo que fue el 24 de diciembre, un programa que estaba haciendo Guillermo Boucho por Canal 13, paso unas grabaciones, que no se de donde las obtuvo, en las que aparezco con Marisa Mora y Cristina Franco, en lo que era la radio misión, eso me trajo un poco de recuerdos y me hizo sentir bastante viejo, la realidad, me hizo ver la realidad, en aquel entonces, al menos mientras yo estuve se transmitía durante tres horas desde las 12 del mediodía hasta las 3 de la tarde. La idea de radio misión como estaba concedida, era tratar de comunicar a los alumnos que estaban estudiando en la misión con los familiares que estaban en toda la Patagonia, nosotros recibíamos cartas desde de Puerto San Julián, con una radio de amplitud modulada estaba transmitiendo con medio Kw. de potencia en antena, realmente era un mérito a esa hora, generalmente de noche la propagación de las ondas llega más lejos, nosotros transmitíamos desde las 12 a las 3 de la tarde, y llegar hasta Río Gallegos se escuchaba bien clarito, pero en Santa Cruz y a San Julián, Piedra Buena llegaba con más nitidez, por supuesto que Ushuaia no, por que tiene dificultades con la cordillera, pero si a toda la zona rural, donde habían muchos alumnos y siguen habiendo estudiando en la Misión.

-De repente el proyecto Radio Nacional

-¡Radio Nacional!. Cuando yo llego acá el edificio ya estaba en construcción, ya estando acá, surge la posibilidad a raíz del llamado a concurso para la gente que iba a trabajar en la emisora, me presento al concurso, lo que era el proyecto de radio transmisión, ya estaba destinado a desaparecer, si yo quería seguir en la profesión para la cual había estudiado, radio nacional era una linda oportunidad para ejercerla, me presente al concurso y fui uno de los que se pudo incorporar al elenco de la emisora.

-Una de las cuatro primeras voces.

-Si, en realidad habían sido 5 los locutores seleccionados, pero hubo que nos e presento nunca a trabajar, me acuerdo el apellido – Santacruz-, el nunca se presento a prestar servicios, pese de haber ganado el concurso. Si me acuerdo de Silvia Fatori, de Mabel Traver, que hoy tiene un excelente carrera en Bs. As, a la que hemos visto, mientras se pasaba cablevisión aquí, a la que hemos escuchado a través de radio Mitre durante mucho tiempo, a quien debemos felicitar por ello, la otra voz era la de Héctor Velagamba, que estuvo poco tiempo con nosotros y a los 4 5 meses de iniciada la radio se retiro, no siguió trabajando, le puedo llegar a decir que tengo el orgullo de ser el primero que salio en las transmisiones extraoficiales, antes de que la emisora saliera oficialmente al aire y también el primer locutor local que salio al aire, ya con la radio oficialmente inaugurada.

-¡Las tareas de prueba cuales fueron?

-Los días de prueba fueron para que todos fuéramos tomando un poco la gimnasia de trabajar en la radio, casi todos eran gente que estaba viviendo acá en Río Grande y que no había tenido demasiado contacto con la radio difusión, en ese aspecto a mi me toco junto a Pignolo que era el primer director que tuvo la radio, a raíz de haber tenido un estudio vinculado con la radiodifusión y haber trabajo en otras emisoras antes, el tratar de ir dándole algunas pautas de cómo se podía trabajar con el resto de los compañeros.

-Básicamente ideando una programación

-Claro, aunque en radio nacional en ese momento, las pautas eran bastante rígidas, no te daba mucho margen para la creatividad, dentro de ciertos parámetros podía hacer, después no, no se si ahora si seguirá con la misma pauta o no 09:23

-Es cuestión de que la escuchés.

-Lo que pasa es que a veces nosotros con nuestra actividad se nos hace difícil prestar atención a lo que se va diciendo, -Ramírez es dueño de una imprenta- lo que hace la radio es acompañar, y no sabemos lo que se esta diciendo

-Mencionaste al pasar un nombre, Pignolo, que fue el primero que tuvo la responsabilidad directiva sobre la emisora.

-Exactamente. El había venido de radio nacional Mendoza, y estuvo hasta un mes después de inaugurada la radio, cuando quedo a cargo Pérez, que vino de Comodoro Rivadavia, el fue el segundo director de la radio.

-¡Cuales eran las preocupaciones que vos venias en el conjunto de compañeros de trabajo por aquellos dias?

-Yo los veía a todos con muchas ganas de hacer cosas, de aprender a comunicarse, todos hemos colaborado, por que aunque parezca increíble, radio nacional se inauguro con 43 discos, a la semana la gente estaba cansada de escuchar siempre lo mismo, nosotros traíamos los discos que teníamos en nuestras casas, los oyentes también aportaban y traían discos para escuchar otra cosa, en esa época el casette no existía, existían las cintas abiertas, no teníamos como pasarla por la radio, lo que se necesita era el disco y con eso colaboro mucho la población, para hacer una programación mas variada, hasta que la radio después con el tiempo empezó a incorporar su propio material discográfico.

El testimonio con Rubén se dio hace 11 años, en una serie de programas destinados a recordar 25 años de historia radial. Para lagunas cosas hace falta ubicarse en ese tiempo. Para otras parece que fue ayer.

AQUELLAS FIESTAS MAYAS (Cuarto y –por ahora- último acto).




Nuestro relato abordó momentos coloquiales, como lo exige la técnica discursiva para mantener la atención de los oyentes, y como primaba en la situación inaugural de la muestra fotográfica.

Una de esas imágenes en nuestro pórtico, y lo demás.. lo demás es terminar con esta lectura.



Hoy llegamos a este Museo a los efectos de hacerlos participes de un hecho visual, en tiempos de la cultura de la imagen. Son copias del trabajo fotográfico encargado por la Comisión de Festejos a Don Hermenegildo Leguizamón, destacado fotógrafo, que como todo artista tenía sus particularidades.. la de él, hacer aparecer su sombra proyectada en las fotografía que tomaba desde su trípode. Por estas 10 imágenes Leguizamón cobró la suma de $20 de aquella hora.

Don Hermenegildo era oriundo de Baradero, donde había nacido el 13 de abril de 1901. Su residencia en Tierra del Fuego data desde principios del año 40. Suyas son las mejores fotografías de esa década de cambios, las que se podían adquirir, también en forma de tarjeta postal en su estudio sito en la segunda cuadra de la avenida San Martín. Sus imágenes pueden ser un tema de conversación entre todos nosotros luego que terminemos esta breve composición de tiempo y lugar.

Llega el año 1949 y algo ha cambiado, las autoridades navales, supremo poder en la Gobernación Marítima decide la conformación de una Comisión de Festejos, pero no se da en la misma una situación electiva, es un hecho imperativo.. una orden. Lo apreciamos en la lectura de la Circular de Delegación Nro. 4, que expresaba lo siguiente: “Designase a la siguiente Comisión presidida por el Teniente de Fragata Dentista América Ferrari, para que organicen los festejos del 25 de Mayo, en forma tal que los mismos se desarrollen dentro del marco de grandiosidad que corresponde a esta festividad: Teniente de Fragata Contador Roberto Márquez, Comisario de Policía Pablo Sozani Subprefecto Jorge Lucero, Director de la Escuela Nro.2 Don Isidro Zapata. Deberá pedirse la colaboración a todos los Jefes de Dependencias Nacionales, para la concurrencia de sus empleados y obreros a los actos programados. Dada el 7 de mayo de 1949, por el Teniente de Navío José C.T. Carbone, Delegado Zona Norte”.

En respuesta de ello se contempla un acta firmada el 10 de mayo a la hora 18, por la que “Se resuelve designar tesorero al señor Roberto Márquez y secretario al señor Jorge Lucero”, y “a los efectos de dejar bien confeccionado el programa de los actos a realizarse, se invita para el día catorce del actual, al Señor Presidente de la Comisión de Fomento, como así también a los Jefes de Reparticiones Nacionales, para que en forma conjunta den a entender sus ideas y lograr con ello que la festividad tenga el brillo que le corresponde, como así también de que los mismos inviten a todo el personal a sus ordenes para que concurran a los actos programados. Se propone que los señores Ferrari y Sozzani, recauden los fondos necesarios para llevar a feliz término los festejos, siendo secundados por los señores Zapata y Lucero”.

Junto a la Comisión de Fomento se citó al Gerente Banco Nación Argentina Señor Juan S. De Genaro, Jefe de Obras Sanitarias Nacionales Señor Jesús Aramburu, Ingeniero de la Comisión Sismográfica (YPF) Sr Carlos Hita, Jefe Vialidad Nacional Sr. José Finocchio, Ingeniero de la Comisión de Perforaciones de YPF Sr. Lisandro Guarnieri. En la reunión del 14 a las 18, realizada en la Contaduría de la Delegación, “el señor Ferrari en breves y acertadas palabras explica a los señores presentes, el motivo principal de la reunión que consiste en que todos los Jefes de Reparticiones Nacionales deben invitar a concurrir a los actos que se programen , a todo el personal a su ordenes, sean estos argentinos o extranjeros, y que nadie falte al acto principal en la Plaza Almirante Brown”. No hubo objeciones al programa. Se vuelve a citar para el día 17 invitando al Presidentes del Club San Martín, “a los efectos de solicitarle cooperación”.

Tal vez surgida de la misma esfera naval son este conjunto de recomendaciones vinculadas al protocolo a desarrollar:

“Instrucciones Útiles. La Comisión de Fomento se encargara de adornar la Plaza y demás lugares con banderas, gallardetes, escudos, etc. La instalación de palcos. Cercionarse con anticipación que la driza colocada en el mástil funcione correctamente y no vaya a haber inconvenientes al izarse el Pabellón, conviene encargar este trabajo al Oficial de Policía, encargado de la Guardia de Honor. El Presidente de la Comisión de Fomento y el Presidente de la Comisión de Festejos, deberán concurrir con la anticipación necesaria al edificio de la Gobernación, para acompañar al Delegado de la Zona Norte, hasta la Plaza; calculándose llegar a la hora señalada para la iniciación de los actos. Al entrar el señor Delegado y comitiva se tocara atención. El personal de la Guardia de Honor presentara armas y el personal formado hará el saludo de práctica. Una vez que el señor Delgado, Comisión de Festejos, Comisión de Fomento, Autoridades e Invitados especiales, tomen ubicación en el Palco, el Oficial a cargo de la Guardia de Honor se dirigirá al Señor Delegado, solicitando iniciar el acto, a lo que seguidamente se ordenara: Toque de atención con trompa. Izamiento del Pabellón (Presentan armas la Guardia de Honor y demás personal sin armas, saludan) Llegado al tope el Pabellón, se dará un fuerte aplauso. Acabados los aplausos, el trompa nuevamente tocara atención y se tocará por intermedio de una grabación, el Himno Nacional Argentino, que será coreado por los asistentes. Conviene instalar parlantes en la plaza para la ejecución del Himno Nacional. Terminada la ejecución del Himno, se dará un fuerte aplauso y a continuación la persona designada por la Comisión de Festejos, leerá su discurso ante el micrófono instalado en el palco; terminado el mismo, dirá también algunas palabras alusivas el señor Delegado de la Zona Norte. Terminado el discurso, el oficial de la Guardia de Honor, se dirigirá al Señor Delegado, comunicando que ha terminado el acto en la Plaza. Se ha ensayado con éxito la colocación de parlantes y aparato combinado que posee la Subprefectura, para que antes de la llegada del Señor Delegado, Autoridades, etc., se pasen marchas alusivas, que mantengan vivo el entusiasmo de la concurrencia. Seguidamente las personas ubicadas en el Palco Oficial, se dirigirán a pie hasta la Iglesia Parroquial, donde se efectuará el Tedéum. Conviene que todas las personas se unan en esta marcha y formen una o dos columnas compactas hasta llegar a la Iglesia. Cuando se oficie la Misa, convenir de antemano a buscar uniformidad para seguir la ceremonia; que uno de los Padres, en voz baja haga las siguientes indicaciones: “sentarse”, “pararse”, “arrodillarse”, etc. A la puesta del Sol, se procederá al arriado del Pabellón, formando la Guardia de Honor. El Oficial, solicitará permiso para arriar el Pabellón y luego el trompa tocara atención. Se ordenara arriar el Pabellón, rindiéndose los honores de práctica. Una vez que se ordene “descanso”, se darán tres vivas en la persona designada para tal efecto dirá “Viva la Patria”, contestando los presentes “Viva”. Si se efectúan Bailes Populares, antes de dar comienzo al mismo o en el momento que se crea oportuno, ejecutar el Himno Nacional Argentino, para ser coreado por los asistentes. Invitar por intermedio de los programas, a que los vecinos y pueblo en general, embanderen sus edificios. En la práctica se ha observado que es conveniente que la Comisión de Festejos se forme por lo menos con un mes y medio de anticipación, para que puedan efectuar un buen programa de actos y subsanar cualquier dificultad. Solicitar al Regimiento del Ejercito en Río Gallegos por intermedio de la Subprefectura de Río Gallegos, el envío de 21 bombas de estruendo, que pueden ser conducidas por el avión naval”.

La Verdad, el semanario del pueblo que dirigía Higinio Fernández dedica toda su primera pagina en la edición del 19 de mayo, a la fiesta que se acerca. Un editorial “25 de MAYO”, que luego de la evocación de lo histórico arenga... “­¡Qué nadie falte! Y así habremos contribuido a honrar a estos próceres que nos dieron una Patria libre y soberana!” Se citaba –por el mismo medio- a todos los reservistas de la localidad a presentarse a las 10 del 25 frente al local de la Comisión de Fomento con el objeto de formar la columna que participa de los actos programados con motivo de la fecha patria. Se informá la vez que Federico Ibarra sería el representante de la Comisión de Fomento, y que el Club San Martín adhería a los festejos con un baile popular para el día 24 a la hora 22, “celebrando con ello la magna fecha de nuestra emancipación.” También en la imprenta de El Austral se mandan a imprimir volantes en numero de 500, y otras 500 Invitaciones al Pueblo, por la que se le abonara a la firma $ 53 pesos. La Invitación al Pueblo de Río Grande se daba en los siguientes términos:

“La Comisión de Festejos Patrios del Pueblo de Río Grande, os invita a los actos programados en celebración de la fiesta magna que recuerda un galardón de oro de la Historia Argentina. Al adherirse a estos actos es un deber moral de todo Argentino y Extranjero que habita en este suelo”;
“ARGENTINO: es vuestro deber de patriota concurrir a todos los actos programados para honrar y hacer honrar a la Patria”.
“EXTRANJERO: el concurrir al acto señalado es el tributo que pagáis a la hospitalidad de esta TIERRA donde bajo el manto tutelar de la enseña azul y blanca, encontrasteis la felicidad anhelada”.

Paralelamente seguían Comisario y Presidente de la Comisión recaudando fondos, lográndose de la sumatoria del dinero aportado por 57 personas un total de $ 3.970, con los que deberían atenderse los gastos de los festejos. Las últimas instrucciones dadas por el Teniente Carbone surgieron el 23 de mayo, allí se decía que: “Para la ceremonia de izamiento del Pabellón el día 25 de mayo, es obligatoria la concurrencia de todo el personal que presta servicios en la Gobernación Marítima y Delegación Técnica de Obras de Marina. Este personal deberá concentrarse frente a la Contaduría a las 10.00 horas desde donde adoptarán una formación de cuatro personas de frente, y dirigida por el señor Carlos Faggioli se encaminaran en la Plaza Guillermo Brown a ocupar el sitio previamente indicado. EL PERSONAL MILITAR concurrirá de Gala, concentrándose también frente a la Contaduría y estará al mando del Cabo presente más antiguo. Formados de cuatro en fondo se dirigirán conjuntamente con el personal Civil a la Plaza ALMIRANTE BROWN. Cubrirá GUARDIA DE HONOR para la izada del pabellón ocho hombres de Policía, armados con mauser y sable bayoneta dirigidos por un oficial armado. PERSONAL DE SUBPREFECTURA: Uniforme de gala. ARRIADO DEL PABELLON. Es obligatoria la concurrencia de todo el personal militar, policial y subprefectura, personal civil a voluntad. Uniforme para ambas ceremonias de los señores jefes y oficiales; DE GALA, Levita con Espada”.

La Verdad del 2 de Junio de 1949 contiene la relación periodística de lo que fue la “CELEBRACION DEL 25 DE MAYO”

“NUESTRO PUEBLO LO FESTEJO CON FERVOR PATRIOTICO Los actos conmemorativos de la magna fecha dieron comienzo en la localidad el 14 a la noche, con un recepción danzante que se efectúo en los salones de la Gobernación a las 21 y 30 horas y que contó con la asistencia de las principales autoridades de la zona y un crecido número de caracterizados vecinos. Poco más tarde a las 22 horas, se iniciaron también los bailes populares que los Clubes EMPLEADOS NACIONALES y DEPORTIVO SAN MARTIN organizaron como testimonio de adhesión a la fiesta recordatorio de la lucha por la independencia política argentina. La animación reinante en estos populares bailes fue propia de la ocasión. Buen humor y patriótico entusiasmo trascendían del conjunto de asistentes a ambas veladas, las cuales se prolongaron hasta la alborada del 25”.

“EL DIA 25. El 25, apenas las primeras luces del nuevo día se insinuaban por el Oriente, una salva de bombas de estruendo anuncio a la población el comienzo de la patriótica jornada. Luego poco antes de las 10, nuestros escolares concurrían en alegres grupos, como banderas de blancas palomas, al chocolate que la COMISION DE FESTEJOS les obsequio y le fue servido en el local de nuestra escuela 2. El mismo transcurrió entre bulliciosos comentarios de los pequeños patriotas y las oportunas y cariñosas recomendaciones que les dirigían, relacionadas con su comportamiento en las reuniones y en la calle, su director señor Isidro Zapata y los maestros del establecimiento.

“EN LA PLAZA BROWN. Minutos después, los reservistas concentrados frente a la COMISION DE FOMENTO, marchan en correcta formación hasta la Plaza Almirante BROWN, donde a las 11 horas, ante las autoridades gubernativas, las escolares y comunales de la zona y una masa compacta de numerosos y expectantes vecinos que lucían la escarapela con los colores patrios prendida en el pecho, izose el sacro pabellón al toque de alerta del clarín. Una salva de aplausos sucedió al izamiento una gran profusión de banderitas argentinas flamearon alegres como en los históricos y triunfales días de la amada patria. Los solemnes acordes del HIMNO NACIONAL resonaron después en la plaza. El atento silencio y con contenida emoción fue escuchada por todos, la patriótica y dulce canción, en cuya parte final, multitud de voces se alzaron vibrantes coreando los versos últimos que afirman el anhelo mayor del GRAN PUEBLO ARGENTINO de vivir con gloria o con gloria morir. Un animado batir de palmas festejó la ejecución de la querida canción. Inmediatamente el señor director de la Escuela Nacional local, don Isidro Zapata, en representación de la COMISION DE FESTEJOS, pronunció un breve pero elocuente discurso destacando en primer término en el mismo, su complacencia por ver congregado alrededor de nuestra bandera a todo el pueblo. Subrayó la gratitud que al asociarse al homenaje que en tales momentos rendíamos los hijos del país a los próceres de Mayo, demostraban con su presencia los extranjeros, hacia la tierra que los alberga. Y terminó refiriéndose al ideal de los hombres de Mayo, a sus ingentes sacrificios por legarnos una tierra de libertad, de paz y de trabajo y a la misión que para consolidar ese ideal, tienen que cumplir las nuevas generaciones argentinas. Aplausos de aprobación siguieron a las acertadas y emotivas palabras del señor Zapata. En el mismo momento, apenas acallados los aplausos el señor Delegado Gubernativo de la Zona, teniente de Navío don José C. Carbone, se dirige al pueblo allí reunido explicando el significado de la fecha, y la justicia del homenaje que se rendía a los patriotas de Mayo. Sus palabras fueron vivamente festejadas por un largo instante. De la Plaza el pueblo se dirigió a la Iglesia, encabezado por sus autoridades para asistir al Tedéum oficiado con motivo de la popular festividad. Momentos después concurrirían a la Gobernación a presentar sus saludos al señor Delegado Carbone, los Jefes de las Reparticiones Nacionales, miembros de la Comisión de Fomento y varios antiguos vecinos”.

“EL ASADO POPULAR Llegado el mediodía, el pueblo que con tan singular regocijo festejó desde las primeras horas del día 25, este nuevo aniversario patrio, se volcó en los galpones de la fábrica de ladrillos de la Gobernación Marítima, donde confundidos con los miembros de las autoridades locales, saboreó en un ambiente de patriótica camaradería un suculento asado a la criolla, que si grato resulto a los paladares no menos grato fue al espíritu argentino, porque él significa una evocación del gaucho nativo, y una sana y sencilla tradición popular”.

“LOS JUEGOS ATLETICOS Después del asado se efectuaron competencias deportivas, que se desarrollaron en el gimnasio del Club SAN MARTIN. El número más sobresaliente estuvo a cargo de los equipos de fútbol OBRAS DE MARINA, EMPLEADOS NACIONALES y SAN MARTIN, disputantes de la copa COMISION DE FOMENTO por la que realizaron el encuentro final, EMPLEADOS NACIONALES y SAN MARTIN, que resultó favorable al primero de los nombrados, por que se adjudicó a este dicho trofeo, el cual quedará en su poder hasta la próxima temporada”.

“ACTOS FINALES Al cabo del día, siendo las 18 hs. efectuose la ceremonia de arriar el pabellón en la Plaza Brown. Minutos después se exhibió una película dedicada a nuestra población escolar, en el cine Roca, función a la que acudió un enjambre de entusiastas niños. Como último numero a las 22 horas se realizó un popular baile en el salón de dicho cine, el cual constituyó, por el entusiasmo en el predominante, un digno final de tan brillante y patriótica fiesta.”

Existen algunos detalles que quedaron fuera de la crónica pero que nos fue posible recuperar.

El Club Empleados Nacionales fue el organizador del baile en el Cine Roca, que sería amenizado por la orquesta dirigida por Oliverio Montiel. Pero el pago de los gastos de este acontecimiento sería abonado por la Comisión de Fiestas en los siguientes rubros: Consumo de los músicos en el baile $30, servicios de orquesta $ 250. El cine cobraría a la vez otros $ 300 por la exhibición cinematográfica matiné infantil. Luego del Tedéum, por el que se otorgó una contribución/limosna de $50 a los religiosos oficiantes, el Delegado de la Zona Norte recibió el saludo de las autoridades en las dependencias oficiales Para el asado realizado en la ladrillería se contó con los siguientes donativos; Estancia María Behety, 2 vaquillonas y 5 capones; Estancia José Menéndez, 1 vaquillona y 5 capones; Viamonte: 20 capones; Sara: 2 vaquillonas, 5 capones y 12 pollos. Anónima, un casco de vino tinto. Un casco de vino tinto costaba en la Anónima $223,10, pero no alcanzaba para un asado popular del 49, de allí que se consiguieran dos: uno donado y otro comprado en el mismo establecimiento. Los detalles de entradas y egresos fueron perfectamente contabilizadas y publicitadas en el Semanario La Verdad, el 7 de junio. Se daba cuenta de las entradas en carácter de donación, con cifras que iban desde los 15 pesos que pudieron aportar Estanilao Dobronic y Hugo Boniffeti, empleados de comercio; hasta la abultada suma de $200 con los que contribuyeron José Raful, Estancia Cullen, Rodolfo Rogocic, Federico Ibarra, Pinola y Martínez, Héctor Caffarena, Anllo y Vidal y Gerónimo Trutanic. Entre las erogaciones el mayor consumo se hizo a Don José Raful, con $ 1113, no pudiéndose discriminar gastos puesto que en la facturación final solo figura el numero de boletas anteriores. En casa Ibarra, comercio del representante de la Comisión de Fomento casi se gasto tanto como lo que él donó; en la tienda de Zalinsky y Gutraich se compraron las cintas argentinas por valor de $ 11. Los 212 kilos de pan requeridos fueron facturados por Angel San Juan de la Panadería La Flor a un total de $116,60, el kilogramos costaban entonces $0.55. Tres particulares cobraron $20 cada uno por trabajos realizados durante estas fiestas: fueron José Lehue Colún, Sandalio Navarro y Alejandro Gomez Telles, las opiniones se dividen entre los que piensan que fueron los responsables del asado, y los que dicen que fueron los que levantaron el palco.

Para participar de estos acontecimientos la Comisión de Fiestas distribuyó 52 invitaciones, consignadas a nombre de autoridades, comerciantes, vecinos y pobladores.., los que constituirían tal vez la “sociedad riograndense”. Todos ellos podían concurrir en compañía de sus esposas a la fiesta oficial que dio comienzo a las 21 del 24 en la Delegación de Gobierno, hoy Casino de Oficiales. Otras 31 invitaciones fueron cursadas, sin inclusión de esposa –aquí figuraban también los sacerdotes del pueblo y la Misión-, dirigida a estimular la directa concurrencia de los mismos a los actos en la Plaza.
Un croquis elaborado a los fines del protocolo nos permite advertir que todavía se encontraba levantado en el centro la plaza el mástil ornamental diseñado con motivo de su inauguración, casi doce años antes, por Don Francisco Bilbao.., conocido como El Obelisco. El mástil de izamiento se encontraba sobre la calle interior que hoy conduce a la calle Rosales y frente a él formarían la Guardía Militar de Honor y el Trompa; en la diagonal que da sobre la intersección de Espora y Rosales formaría personal de obras de marina y delegación, la calle que hoy da sobre la parada de taxis serviría al ingreso de público, en tanto que la diagonal por la que baja Lasserre encolumnaría a escolares y salesianos; Obras Sanitarias de la Nación, Vialidad Nacional e YPF formarían en la calle que hoy lleva al Concejo Deliberante y en la siguiente diagonal formarían los reservistas; la calle que da a Fagnano serviría para la formación de Personal Militar, Subprefectura y Policía; en tanto que la diagonal que hoy conduce a Radio Nacional sería el espacio destinado a la Banda de la Misión.

De la observación de las fotografías surge que por algún motivo se rompió con tan minucioso protocolo, al igual que faltó la instalación de un sistema de propagación de música como se anhelaba en las primeras reuniones organizativas. De todo lo acontecido las crónicas de La Candelaria consignan cuatro renglones: “La banda ejecuta el Himno en la Plaza coreado por todo el pueblo. El Delegado fuera de sí de contento por el realce que dio a la fiesta nuestra banda”. Al año siguiente concurrirán pero no podrán ejecutar música, los instrumentos se congelaran. La cancha del club San Martín, identificada en algunos escritos pomposamente como Gimnasio, fue el escenario de competencias de Carreras de 100 metros llanos, embolsados, de la carretilla, de tres piernas, juegos del palo enjabonado, cinchada entre casados y solteros, Caballito Portugués, desconociéndose hoy quienes fueron los ganadores de las distintas medallas. Para el de romper la piñata, que se construyo sobre un envase de harina vacío, había un encendedor como premio. El Club San Martín resultó ganador de la copa 25 de Mayo el año anterior, un triunfo en el 49 le habría permitido conservarla en propiedad definitivamente. Pero la final con Empleados Nacionales dejó el triunfo en manos de ellos, aunque no se haya consignado el resultado. Los otros participantes de este torneo relámpago fueron los representativos de CAP y Obras de Marina.

Entre los antiguos pobladores no nos ha sido fácil encontrar testimonios de las Fiestas Mayas de otros días, sobre todo en lo relacionado al concurrir a la plaza.., dura obligación patriótica de la que dan firme testimonio los más pequeños, los chicos que ese día se despedían de la escuela al iniciarse el periodo anual de vacaciones. La concurrencia mayoritaria era de jefes de reparticiones, gente que en pocos casos permaneció en esta Tierra del Fuego, militares con rápido cambio de destino, y algunas figuras encumbradas de esos años a los que ya les gano el tiempo.

En los detalles de la organización del 25 de mayo de 1949, aparece un cambio de fecha en el baile de los Empleados Nacionales, este paso de la noche del 24, a la del 25. Nada garantizaba un cumplimiento estricto de las obligaciones de concurrencia a los actos de la plaza si se salía como se salía de los bailes en aquella época. Tal vez el 26 corrió asueto para los concurrentes. Después de todo eran los años de San Perón. Y al mencionarlo a Perón observo que no figuran en los protocolos de aquellos días representantes de una clase política. La constitución del 49 era una realidad a futuro, y solo ella permitiría las situaciones electivas, motor de la democracia, en los Territorios Nacionales. El año siguiente presentara un encuadramiento social diferente que dejaremos para otro análisis. Tal vez porque se evalúo la escasa salubridad de la Plaza para el desarrollo de los actos cívicos, sobre su suelo húmedo los chicos solían caer desmayados, es que con el tiempo muchos de estos festejos se trasladaron a la plazoleta enfrente de la Delegación de Gobierno. Las fiesta cívica del 25 de mayo, con fuerte respaldo de autoridades, con importantes contribuciones del comercio, daban un tiempo de expansión en los invernales días riograndenses. Con los bailes que perpetuaban el espíritu de la juventud, con los juegos y el deporte, y en poco tiempo más: con el desarrollo de competencias automovilísticas. Advertimos sobre este particular que si la tradición oral ha dicho hasta ahora que la primer carrera tuvo lugar el 17 de octubre de 1951, las evidencias encontradas nos permiten asegurar que como Carrera de Regularidad figuró en los festejos del 25 de mayo de aquel año, en un circuito urbano identificado como Presidente Perón. Quienes ahondamos en el ayer debemos estar siempre preparados para algo nuevo, la primicia del deporte de mayor predicamento entre los fueguinos nació también en una Fiesta Maya.

En Mayo de 1949, Río Grande tenía esta preocupación, o al menos las autoridades de gobierno: el acta 204 del 14 de mayo, única de ese mes, apunta que “se da lectura a una nota del Sr Delegado de la Zona Norte de la Gobernación relacionada con el exterminio de perros sueltos de la población, conforme a la misma, acuérdase enviar nota a la Comisaria de Policía local, solicitando se haga cargo de dicha tarea, proveyendo esta Comisión de Fomento las balas necesarias para el caso”. “Así mismo resuélvese informar al público mediante el periódico local esta medida con el objeto de prevenirlos”. “A falta de hornos crematorios se resuelve enterrar las vísceras de los animales sacrificados en los lugares de matanza”. Antes de un mes, una surgencia de Petróleo inauguraría una nueva era para el norte fueguino.

Siempre que crecen los temas de interpretación de la realidad, nos cuesta terminar.
Este escrito pretende motivar, al avanzar en el tiempo sobre las modificaciones de las representaciones cívicas en este espacio fronterizo. Tal vez queda para nuestro compromiso futuro, o el de otros que hurguen en el ayer, describir lo pasado y lo vivido en los años que siguieron estos actos. Un tiempo del que ya, en alguna medida, nosotros fuimos testigos, y donde hemos escuchado con mayor y menor insistencia la palabra: Argentinizar.

AQUELLAS FIESTAS MAYAS (Tercer acto)

¿Cómo vivimos hoy en Río Grande este 25 de mayo? La fiesta esperando el 25 ha ido perdiendo presencia con los años, sostenida que esta por el aparato municipal que se distrae entre protocolos.

No es aquella espontánea actitud de la gente, en los días del conflicto con Chile que llevaba a la gente a reunirse ante el busto de San Martín para brindar a la medianoche, más allá de lo que dijera el clima.

El clima que tanto atemoriza a los vecinos de hoy, y por eso ya no hay destiles, y la fiesta se hace bajo cubierta en el gimnasio de las monjas.

Tal vez lo más importante es tener asegurada la parte gastronómica, y encarga previa y prudentemente la porción de locro.

Pero hoy estamos mirando al ayer, y de allí hay episodios para incorporar a los recuerdos



Los años 1941, 1942 y 1943 no dejan datos de festejos del 25 de mayo, entre la documentación obrante de la Comisión de Fomento, pero al año siguiente algo cambio, un gobierno revolucionario regía los destinos del país y en acta numero 129 del 8 de mayo se convino en formar la Comisión de Festejos “para que se aboquen y confeccionen un programa de festejos, etc. Esta proposición fue aprobada por todos los presentes y se resolvió invitar por medio de circulares a todas las autoridades del pueblo, para una reunión a tal efecto en los Salones del Club Social” al día siguiente.., ¡las circulares deberían andar más que rápido!.

En 1945 no se registran novedades, pero para el 46 aparece un cronograma de festejos, plasmado de la siguiente forma: “A la salida del sol, salva de bombas. A las 11 horas concentración en la plaza pública, izamiento del pabellón nacional, canto del Himno coreado por los presentes, palabras alusivas a la fecha patria a cargo de un miembro de la Comisión de Fomento. A las 11 y 30 Tedéum, oficiado por el cura Párroco de la localidad Presbítero José Méndez”. Por otra parte se auspiciaban los festejos de la escuela local, y se solicitaba la confección de una placa para conmemorar la fundación del pueblo.., pero eso sería en julio. Una reunión más de la Comisión de Fomento y se agrega luego del Tedéum un vino de honor.

Las crónicas de la Parroquia de Nuestra Señora de La Candelaria, escritas por el Padre Méndez, dirán que la concurrencia a la plaza fue regular, al Te- Deum concurrió la mayoría del público, no dando detalles de asistencia al vermouth celebrado en el Progreso Hotel. Un diario de Río Gallegos tomara ecos de estas celebraciones al decir que:

“Las señoritas de la Acción Católica Argentina han organizado una velada literario musical como acto de adhesión a las Fiestas Mayas. Por la mañana asistirán las asociadas a la Santa Misa, para rogar al Todopoderoso por la prosperidad de la Patria.
A las 15 horas del día 25, se desarrollará el siguiente programa:
001.- Presentación por la señorita Dominga S. Stanic.
002.- Poesía, por la niña Norma E. Cornell.
003.- Arte por la niña Elsa Fadul.
004.- Algo sobre la Patria por la señorita Irma Flores.
005.- Poesía, por la niña Alicia Cornell.
006.- Sin madre, por el niño Alberto Zalisky.
007.- Rifa de un hermoso crucifijo y de una sorpresa donada por una socia de la A.C.A.
008.- La Casa de los Locos, sainete en un acto, por la agrupación infantil Domingo Savio.
Palabras de saludo por el Rdo. P. José Luis Méndez”.

Para el próximo 25 de mayo el Peronismo vestirá de un tinte diferente los fastos de la Patria, pero en Río Grande “No se hizo mucha fiesta, porque era tiempo muy feo”.

Pero para 1948, en acta 192, el Presidente de la Comisión de Fomento, Don Francisco Bilbao...”indica la conveniencia para fomentar el Deporte Local, la donación de un Trofeo que se llamara 25 de Mayo será jugado dentro de la localidad y se le adjudicara al equipo que obtenga el triunfo dos períodos consecutivos, tres alternados. Este trofeo deberá jugarse todos los años y su importe irá contra la partida de las ordenanzas de Festejos Patrios”. La información nos da cuenta de la inclusión presupuestaria de una partida para festejos, que justifica en buena medida la falta de consignación de valores para gastos de protocolos y homenajes, como se daba en los primeros años.

Este será el último año de Don Francisco al frente de la Comisión de Fomento. Se había comprometido a inaugurar el Cementerio y dejar la función pública, y así lo hizo.

Los festejos del 25 de mayo del 48 están impresos en los talleres del periódico La Verdad, que se acercaba a su segundo año de vida, lamentándose no se conserven del mismo colecciones que ilustrarían mejor nuestra intención de conocer y divulgar el ayer. Veamos sucintamente lo que decía aquel volante: las Fiestas Mayas comprendían tres días, el 23, 24 y 25. Advertimos un conjunto de actividades deportivo recreativas: Carrera de 5000 metros, con un recorrido que nos indica que ya las calles tienen nombre. Carreras de bicicletas para mayores, en idéntico trayecto. Campeonato relámpago de fútbol, copa 25 de Mayo. Con una particularidad, los partidos se jugarían sobre dos tiempos de 40 minutos. El fiel del Club Deportivo San Martín, sería también escenario de Carreras de posta de 4 por 100; cien metros llanos, salto alto, carreras de sortija a caballo, de embolsados, de tres piernas, cinchadas entre casados y solteros. Los acontecimientos culturales comprendían una Velada en el Cine General Roca, la noche del 24: con el himno nacional, un cuadro alegórico, palabras del Doctor Juan Manuel Bruzzoni secretario de la Comisión de Festejos, y la declamación de un poema por parte del niño José de Britos. Después de un intervalo se podría apreciar una película “de rol interesante”.

El 25 comenzaba temprano, con las salvas referidas, a la hora 10 se servía un chocolate a los niños de la Escuela Nacional que habitaban entonces este recinto que hoy es Intendencia y Museo. A las 10.30 un conjunto de reservistas se concentraban frente al edificio de la Comisión de Fomento.., en los fondos de lo que es hoy el Hotel Villa, marchando luego hasta la plaza Almirante Brown. Allí los discursos serían dirigidos por el jefe comunal Don Francisco Bilbao y el Delegado Marítimo Teniente de Navío Alberto M. De Marotte. El Tedéum a las 11.45 en el recinto parroquial, y el vino de honor no se realizaría.., había sido reemplazado por un Asado Popular en los Cuarteles de la Infantería de Marina. El programa de festejos anunciaba: “Se invita al vecindario a adherirse a los actos programados y embanderar el frente de los edificios”

AQUELLAS FIESTAS MAYAS (Segundo acto)


Hubo un tiempo que experimenté las tensiones del conferencista. Y con ese conjunto de escritos y vivencias alumbré un libro que llevó por título Temprano Río Grande.

En estas jornadas de evocación patriótica recuperamos el capítulo relacionado con las fiestas de Mayo, y con ello vamos día a día haciendo una entrega que terminará al fin el próximo lunes.


Río Grande tendrá su primera forma de gobierno comunal recién en noviembre de 1928, con la institucionalización de la Comisión de Fomento. ¿Cómo habrán sido las fiestas mayas al año siguiente?

No ha quedado mucha documentación de la acción cívica de aquella primera hora, a no ser el libro de actas que pormenoriza detalles de la lenta organización comunal, hasta que recién el 7 de mayo de 1931 se registra en el acta numero once la siguiente anotación: “Se acordó tomar la iniciativa para festejar la fiesta patria del 25 de mayo, fijándose el día 8 del corriente mes para convocar a las autoridades y al pueblo a una reunión con objeto de nombrar una Comisión Pro-Fiestas Patrias”. Para el 15 de mayo una nueva acta contiene algunos aspectos relacionados con la existencia de esa comisión; “A petición de la Comisión Pro-Fiestas Patrias se acordó invertir la suma de $ 100 moneda nacional para obsequiar a los niños de la Escuela Local, el día 25 de mayo con banderitas y escarapelas nacionales y confites y chocolates”.

Para la escuela de aquellos días el 25 de mayo también era el final del ciclo lectivo, y es de suponerse que con antelación a esta intervención comunal en los festejos patrios, no habrá faltado una evocación en los esporádicos finales de cursos de la primera escuela local, y formaciones especiales en ámbitos de la Subprefectura y la Policía. De aquellos actos del 31 no nos han quedado testimonios detallados de lo que pasó.

Para el 8 de julio una nueva reunión de la Comisión de Fomento consigna que: “Se acordó contribuir con la suma de $ 35,50 para obsequiar a los niños que asistan al izamiento de la bandera el día patrio del 9 de julio”. El presupuesto ha descendido -de 100 a 35,50- porque evidentemente la parálisis escolar evidenciaría una merma en la concurrencia a esta otra fiesta cívica: ¿vacaciones? ¨¿ falta de respuesta al carecer de obligaciones?

¿Y qué pasaría con los adultos?

Río Grande no tiene plaza, la escuela con edificio propio es un sueño de trabajo. La tradición oral recuerda que la comisaría es el espacio convocante, en el privilegiado lugar donde ha sido levantada, al reparo de los vientos.

Llega 1932 y esta vez la Comisión de Fomento decide: “sobre la organización de la Fiesta Patria 25 de Mayo, quedando acordado de invertir por unanimidad de votos la suma de doscientos pesos moneda nacional por cuenta de la misma Comisión. Con el fin de obsequiar a los niños de la Escuela Local, con chocolates, confites, galletitas, como también a los señores presentes en el Gran Día Patrio”.

Los valores y los rubros se repiten en 1933, no hay constancias de 1934. Para 1935 tomamos conocimiento de la existencia de la comisión en las personas de los señores Osvaldo Flores, Aurelio Mazziotti, Alejandro Matos, José Duardo, Telésforo Iglesias, José Mininelo, Pablo Imboden, Francisco Bilbao, Elías Berlín y Juan Mario Prosa; los que deberán administrar el mismo presupuesto que años anteriores. Al año siguiente se dan algunos cambios, ingresando Fausto Herrera, Juan Cabeza, Florentino Roselli, Eduardo Van Aken, Enrique Zapico y Alberto Bachofen, en lugar de Alejando Matos y Pablo Imboden que no figuran en la lista. Las reuniones preparatorias las realizan por las noches en el local policía, a propuesta del anfitrión el Comisario Herrera. Esta vez no se asigna presupuesto. En 1937 el tema de las fiestas no figura en actas, mas preocupada parece estar la Comisión de Fomento en la evaluación de las propiedades en vista a la aplicación de tributos. ¡Si se activan los trabajos para tener al fin una plaza!.

En 1938 no se consignan datos en relación a los festejos del 25 de mayo, en tanto que el 15 de mayo de 1939 se aprueba la constitución de una Comisión de Festejos “a efectos de que se encargaran de la confección del Programa a realizarse solicitando alguna contribución efectiva a los Estancieros y en caso de que se produjese algún déficit la Comisión de Fomento se haría cargo de ello. Integraría la comisión como presidente Fausto Herrera, que continuaba siendo comisario en Río Grande y también en San Sebastián, como vice el Juez de Paz.. Milton Roberts, secretario Juan Carlos Morelli, prosecretario Carlos Gómez, tesorero José Raful, protesorero Salomón Bunader, y seis vocales a los que no se identifica.
Para mayo de 1940 el tema no parecen ser las Fiestas Mayas, sino la instalación de un servicio de electricidad por los vecinos Pinola y Martínez.

En 1942 llegan efectivos del ejercito, para el 25 desfilan por la calle Principal donde se encuentran instalados, actual colegio Don Bosco. Hermenegildo Leguizamón toma una hermosa panorámica de aquella fiesta, desde lo alto de la barranca donde hoy se levanta Dehesas S.A.

El acto será en la plaza, con protagonismo militar. Allí tomará la palabra el Teniente Lobos conservándose la pieza oratoria merced al trabajo que periodísticamente realizaba Juan Muñiz para la revista Argentina Austral:

“Soldados. Acá presentes os miran con cariño ojos cansados de mirar lejano, miradas paternales de bravíos luchadores, rostros curtidos y almas templadas de continuo batallar. Son también soldados. No llevan uniforme ni correaje, paladines de antaño en la hora presente forman parte de las legiones ignotas, que luchando a brazo partido sin más medios que los propios y con la mente y el espíritu, nos ofrecen hoy este humilde albergue y el calor emocional de su corazón. Estos heroicos luchadores, legionarios de la Patria, son ellos, soldados, los primeros pobladores. Respetadlos, y que sus personas sirvan de ejemplo viviente por su espíritu de sacrificio, abnegación y patriotismo.”

El oficial agregaría para finalizar su arenga: “Por último, soldados: Cuando tengáis un hogar formado, cuando la nieve de la vida se acumule en vuestras sienes, cuando en una noche invernal rodeados de vuestros hijos al amor de la lumbre hogareña, os pregunten por estas tierras, orgullosos responderéis: siendo soldado de la Patria, tuve el honor de formar parte de la primera presentación del Ejército en Río Grande: fue el 25 de Mayo de 1942.”

No faltó aquel día Te Deum en la Misión, vermouth en la Comisaria, y función teatral en el Club San Martín, por un elenco compuesto por oficiales de ejército y jóvenes de la localidad.

AQUELLAS FIESTAS MAYAS (Primer acto)


El 23 de mayo de 1998, hora 18; en el marco de los festejos patrios dimos a conocer una conferencia en el Museo Municipal, por entonces anexo a la intendencia de Río Grande, las páginas que en esta oportunidad iremos desgranando día a día.

En aquel momento acompañamos la disertación con una serie de fotos que fueran encargadas en su momento a Hermenegildo Leguizamón, por la Comisión de Fomento, las que en copias de 20 x 30 permanecieron en exhibición.

El recorte que presentamos inicialmente puede verse en otro tramo de este blog en forma completa, correspondiendo a los festejos dados con la tripulación del Piedra Buena en 1921.


Dispuesto a entender al hombre y la sociedad desde sus representaciones, nuestro encuentro de hoy comprende cuatro actos. Más allá de los diversos nombres de los actores, los roles siempre difíciles de presentar son el amor y el poder, en variados matices. El escenario tiene primeros planos fueguinos, segundos planos argentinos, y como trasfondo un mundo donde los cambios son vertiginosos.

Primer Acto

La ocupación del espacio fueguino por el Estado Argentino es un hecho, si se quiere, reciente. Luego de los primeros ensayos exploratorios, que no fueron muchos, la primer presencia institucional en este norte fueguino donde crecería Río Grande se da por la creación de la Comisaría durante el año 1895. Custodia primero del establecimiento misionero nacido de la inspiración salesiana a fines de 1893; al incendio de la misma –a fines de 1896- pasa a instalarse en la margen sur donde comenzaba la construcción de la Primera Argentina de José Menéndez, casi al mismo tiempo que La Misión pensaba en su última mudanza. Pero no obran testimonios sobre festejos del 25 de mayo entre aquellos efectivos policiales en nuestro lugar, lo que no impide pensar que bien pueden haberse dado, aunque sea en el simple protocolo de una formación, de un izamiento del pabellón, de un Himno Nacional entonado al frío viento de siempre.

Las crónicas misioneras registran una circunstancia vivida hace casi 99 años: el 24 de Mayo de 1898: Monseñor Fagnano que visita La Candelaria, levantada desde el invierno anterior en el Cañadón de La Porotera allí a la vista del Cabo Domingo, sale rumbo al puerto. En que en ese lugar se encuentra varado un barco de la Armada Nacional, el Gaviota, que permanecería en esa situación entre el 26 de marzo y el 14 de noviembre de aquel año. Monseñor será recibido por el Capitán Lagos, comandante de la nave, que recibirá como obsequio una oveja y un cordero, una damajuana y una botella de vino. Imaginamos que tal vez aquella noche -Fagnano regresa a la Misión al día siguiente-, se realizo la primera fiesta de “Esperando el 25”, con una cena más íntima entre Monseñor y Capitán, botella y cordero; y otra más amplia: oveja y damajuana, entre los tripulantes que se alojaban en un galpón de la costa.

La fecha del 25 de mayo no ingresaría a las manifestaciones públicas fácilmente, las crónicas de la Misión de Nuestra Señora de La Candelaria no abundan en referencias a manifestaciones cívicas por esos años y estos días. En 1913, por ejemplo, el 25 es día de Corpus Cristi, y todo lo descripto ronda la festividad religiosa, no la patriótica:“Domingo. Después de misa procesión con el Santísimo Sacramento por la plaza de la iglesia, entré a descansar sobre bonito altar en el Salón del Museo, recién acabado de fabricar, y regrese a la Iglesia. Cirios de esterica en manos de indios e indias”. El 17 y el 19 se consigna que estamos ante un día patrio, pero la descripción de tareas deja entrever que estamos ante un día laborable en ese espacio rural.

La situación va a cambiar cuando el 25 de mayo de 1921 la misión aloje a los sobrevivientes del naufragio del Transporte Nacional Piedrabuena. Allí la crónica dirá: “Día Patrio. Oficiales, Comandantes y todo de la tripulación están entretenidos, se han hecho repartir tarjetas a las autoridades y a los que están alojados en el puerto para asistir al Tedéum que se celebrará a las 10. ½ horas que se tuvo que postergar a las 11 y más por no llegar a tiempo. Llegaron bastantes... y almorzaron aquí llenando de sobra la ya grande mesa del comedor. Se cantó el Tedéum solemne. Cencio celebrante, el virrector expositor, comandante y oficiales con las autoridades y vecinos respetables, con toda la tripulación del buque y población de la misión. A la salida del Te Deum formaron los de la dotación del Piedrabuena y cantaron el Himno Nacional. El comandante hizo una alocución alusiva en la que mostró su patriotismo y su gran corazón de marino. Acto continuo cantaron el Himno a la Bandera, y se fueron al Rancho. Todo el mundo tuvieron regalo, vino, fruta, 2 copones de más con mate, y a todos el día libre. Acabe el día como siempre sin notarse la mayor diferencia”.

En 1923 se canta el Himno al pie del mástil de la Misión. En 1924, se recibe la visita de autoridades, entre ellas el Cónsul Chileno, a los que se convida con vermouth y verduras. Para 1925 se celebra Misa en la Comisaría.

Algunos apuntes sobre el historial policial de Francisco Medina




Durante la reciénte muestra de la Policía Fuegui- na realiza- da en Río Grande en ocasión del 124 aniversario de la institución, pude tener acceso a los legajos de quienes fueron en su momento figuras destacadas de la misma: Salvador Molina, Ernesto Krund y Francisco Medina.

Sobre el prontuario de este último al que se lo reconoce descubridor del Paso Garibaldi, pude tomar algunos apuntes de su Pronturario el que fuera iniciado con dos fotos –una de civil y otra con uniforme, en fecha 1 de diciembre de 1943 la de paisano, y el 15 de diciembre de 1952 la que exponemos junto a esta presentación.

Medina era hijo de Venero y de Dolores Ortiz, y había nacido en San Martín, Mendoza el 24 de agosto de 1906.

Tenía al tiempo del registro prontuarial 1,75 de alto, y su cuerpo mediano. Se lo identificaba también con el Carnet de jubilación 260.046; por que había prestado servicios militares en el DM 51, teniendo a su haber la LE 3.278.543, u la cédula de identidad de la Policía Federal 1.576.685.

Eran sus hermanos Enriqueta, Julio, José, Raquel; estando casado com Filomena Maldonado, con quien trajo al mundo dos hijos residentes en Ushuaia, Oscar Rubén y Julio César..

De la lectura de algunos incluídos em su foja de servicio, rescatamos:

27-VII-Res 53.1932. Se felicita por la forma excelente en que cumplió su misin de preparar el viaje y guiar al Sr. Coronel Solari y sus oficiales ayudantes, en el cruce de la cordillera desde Río Grande a esta capital (Ushuaia)

21 de agosto de 1933. Nombrado oficial en comisión en Ushuaia. En la misma disposición José Cabezas es designado escribiente.

8-11-36 Alta como gendarme

8-2-936. Se le encomienda buscar un nuevo paso cordillerano.

25-10-1936 Comisario de la Policía del Territorio por decreto del PE.

9-1-38. Edecán del obispo de Viedma Monseñor Nicolás Esandi, en su visita a Ushuaia.

16-05-1939 Se hace cargo como titular de la Comisaría de Río Grande.

2 de septiembre de 1940. Comisario Francisco Medina s/acusación. Figura en el Prontuario diversas investigaciones relacionadas sobre un supuesta denuncia de haber permitido la práctica de Juegos de Azar, durante una Kermesse a beneficio de la escuela local. Situación que parece nació de enconos personales entre el médico local, la enfermera y la intriga del jefe de la Prefectura, pero de la que salió libre de culpa y cargo..


El 4 de noviembre de 1940 eleva proyecto de comunicación a la Gobernación al que se le encontró aplicación.

Comanda oficialmente la comisión que conduce al Capitán de Fragata Mora, mereciendo el agradecimiento del citado jefe. Cooperó en forma eficaz en el censo escolar desde el 10 de noviembre de 1942 hasta el 30 de noviembre de 1942.

15 de diciembre de 1948. Dirige las acciones para controlar en Río Grande el incendio de los comercios de Fadul e Ibarra; por lo que será felicitado..

5 de agosto de 1944. Es amonestado severamente, en nota reservada por lo que se consideran desplantes ante la autoridad gubernativa de Marina. “Llámase severamente la atención al Sr Comisario Francisco Medina por su falta de serenidad ante la posibilidad de una denuncia absurda contra resolución del suscripto, perfectamente enmarcada en disposiciones legales y facultades que en consecuencia le son inherentes. Hace saber al citado comisario que solamente una falta de juicio severo pudo haber llevado a redactar telegramas como los que encabeza esta investigación pues el señor gobernador, no “arregla situaciones con su presencia, si jamás ha dado motivos para que as{i pueda pensarlo , sino que corrige la situación equívoca produce sanciones disciplinarias o somete la situación de los hechos planteados ante las autoridades que corresponde”. Eran días de obediencias debidas, y el legajo no contienen todas las diligencias de esta nota de censura número 15.

Octubre 1944. Pide 30 días de licencia, tras lo cual aparece como trasladado a Rawson. Es de recordarse que en aquella época pertenecía a la policía de los Territorios, dependiente del Ministerio del Interior por lo que podía tener distintos destinos en las gobernaciones..

1 de diciembre de 1944. Llegada a Río Grande se hizo cargo de la comisaría.

10 de diciembre de 1944. Será ascendido a comisario inspector.

Mayo/11 de 1947. Mario Perón –siendo jefe de la Policía en Rawson- interviene en trámite de su traslado a Chubut. Con el tiempo será- hermano él del presidente de la Nación- director del Zoológico de Buenos Aires.

7 de marzo de 1948. Se aceptó renuncia.

Hay otros detalles que en tiempo ampliarán esta escueta presentación, producto de lo que hay –prima facie- o lo que queda en su Pronturario.

La llamada llegó.


Algo más abajo en este conjunto de lecturas les presenté a mi tía Anita, todo para decirles que estaba esperando la llamada.

Y la llamada llegó.

Suponemos en medio de esta ausencia a la que no nos tenía acostumbrados que hay un reencuentro con Volé, su esposo, y habrán entre ellos –como hubo siempre- alegrías y rezongos.

El último sueño la ganó por la calle Serrano, muy cerca de donde naciera hace más de 96 años, y fue el pasado 9 de mayo el que vino marcado con silenciosas señales de muerte.

Andaba en el aire de mis días cierto sabor de ausencias.

El once lo recordé como la fecha de la muerte de Rodolfo, el hermano que era aún más joven que ella, entre los Martínovich Martínovich.

Ese día de su adiós podrían haber llegado a Punta Arenas mis primos Arnoldo y Margarita que vinieron por los 80 de ella a festejarlos en Río Grande, pero hubo un impedimento y no llegaron a verla.

Noldo la había despertado una noche de su último viaje, cuando Punta Arenas fue un mágico retorno para el que ya tiene 76 y lo había dejado siendo niño.

La tía Anita recibió la gran llamada, y por ahora no se comunica con estos espíritus a los que tanto ha querido.
Fue mi última tía.

Regionalizar


Este es verbo que desde hace más de dos décadas viene conjugando el maestro Roberto Chenú.
Todo se dió luego de su reencuentro con esta tierra donde creció, su inserción al mundo docente lo llevó continuamente por caminos de indagación sobre nuestras realidades y su acercamiento con los multiplicadores del aula.
Este año trabaja desde la SADE -Sociedad Argentina de Escritores- en su filial de Río Grande para brindar por parte de la Comisión de Regionalización de la Direccion de Bibliotecas Escolares una capacitación que en un primer novel congrega los jueves a unos 40 educadores.
Ahora es en la escuela 32, antes la convocatoria se daba en el Colegio República Argentina y la temática era la Literatura Regional.
Me reuniendo con miradas inquiets el pasado jueves 14, de ellos me llevé un testimonio de agradecimiento que coloco en esta página.
Hablamos de las motivaciones generales del encuentro entre el hombre indagador y el medio fueguino.
Vimos interés entre los concurrentes agobiados por estos días de falta de sueldos y paros continuos.

Afloraron algunas sonrisas mientras se repartía el material didáctico que Roberto preparó para la jornada. Él todavía busca financimiento para Campanillas, relatos fueguinos que con el nombre de Juan Kaikén vienen esperando desde hace rato la tinta de imprenta.
En el día no era el único invitado, tras mío venía el meteorólogo Nestor Viera que también tenía su decir.
Recordé aquelo del Padre Juan Esteban Belza que los fueguinos alardear de dos condiciones naturales que tienen que ver con el tiempo, se creen por lo vivido en condiciones de predecirlo, y apuntan haber sido testigos -por más que no acumulen muchos años en la isla- de acontecimientos que otros que llegaron después no pueden siquiera valorar como ellos lo valoran.
Roberto que no peina canas porque lleva el pelo bien corto forma parte -eso sí- del tácito concejo de ancioanos de la fueguinidad, y responde sobre este y otros cargos en la siguiente dirección electrónica chenuroberto@yahoo.com.ar

J.Button según J.W.Guevara (o lo real según lo imaginado)


La imagen no nos pertenece pero es pórtico a esta expresión de la literatura contemporánea argentina que se apropio del espacio austral. Es un fragmento de Naufragio de J.N.W.Turner, y fue pintada en los albores del siglo en el que ocurrieron los hechos que vamos a presentizar.

Alusión clara, si se quiere, para los que habitamos estos territorios de náufragos.

El hecho de haber leído un ejemplar de la segunda edición de La tierra del fuego de Sylvia Ipasrraguirre, me llevó a abrir juicio de valor sobre la misma antes que comenzar a llover sobre ella los premios literarios.

En tiempos en los cuales Internet no se había intercalado entre nosotros y la realidad, tampoco podía saber quien era la autor, y los lazos afectivos que tenia ganados con Abelardo Castillo, un narrador de mis afectos del cual me gustó siempre mucho más la línea cuentística que novelística.

La tierra del fuego tenía en parte algo de ese engorro de las novelas de Abelardo, y la situación estrenada en el primer pliego en el cual un personaje mestizo desde la pampera Lobos, ciudad de cuna peronista en mi escaso conocimiento de esas bastedades- iniciaba un relato sobre lo vivido en el sur, en el que yo siento, en el que yo conozco, o en el que yo habito.

El jueves 14 fui invitado por Roberto Chenú para participar del Curso de Regionalización que brinda en la escuela 32, en algún momento afloró una reflexión sobre la importancia de ver nacer una novela que sea referencial del tiempo que hemos vivido, de la misma manera que en su momento Esteban Lucas Bridges nos legó con El último confín de la tierra, una pieza referencial del tiempo pionero. Pero una novela escrita desde aquí, puesto que habían otras, la Fuegia de Eduardo Belgrano Rawxon, y la de Iparraguirre habían conseguido despertar lectores y crítica pero siempre con la mirada distante puesta en este sur.

Y fue por eso que a posteriori ordené algunos papeles que ahora alimentan esta crónica.

Entonces me encontré con tres crónicas en las que Emilio Urruty describía en El Diario del Fin del Mundo la presentación del libro en la capital fueguina, allá por diciembre del 98.

Más que la presentación de un libro una devolución al lugar donde los hechos ocurrieron.

Un viaje en clave por la memoria del un gaucho marinero, entre la pampa tempestuosa y la anónima capital del Imperio Británico.

Como salir elegida entre seiscientas novelas y, además de elogiada, sentirse “bien leída”.

Son los tres títulos laudatorios.

Iparraguire andaría un tiempo después en el norte isleño, siendo incluso protagonista de un accidente en ruta camino al campamento de la Total; es que por esos días con Silvio Boscchichio como amanuense local escribía un libro vistoso con el título también e Tierra del Fuego, junto al fotógrafo Florian Von den Fetch. El que terminaría de presentarse el 6 de diciembre del 2000 editado por la petrolera. Pero eso es materia de futuros comentarios, tal vez.

Por ahora lo interesante es que La tierra del fuego (con minúscula) es otro libro inscripto en la zaga referencia a la figura del fueguino más famoso Jimmy Button, pero recreado en este caso con la mirada mestiza de un gaucho que en Lobos –localidad de efluvios peronistas- comienza a describir la experiencia vivida de su conocimiento del drama de aquel, expuesto a la justicia británica.

John William Guevara, un personaje ideado para ser los ojos y los oídos del lector, nos trae ciertas connotaciones del espíritu de Cook y del Che; pero como un ser frustrado de su propia inexistencia.

Esa existencia que se reanima al recibir una carta que dice “…siendo usted un testigo privilegiado y directo de los hechos, desearíamos que realizara una noticia completa de aquel viaje y del posterior destino del desdichado indígena que participó liderando la matanza por la que ha sido juzgado en las Islas”.

Guevara había sido un servidor del imperio británico, y el imperio volvía para que esos lazos no se cortaran.

La carta generaba en mí un malestar creciente.¿Cuál era la versión requerida del “desdichado indígena”, de aquel hombre llamado Jemmy Button por los ingleses pero cuyo verdadero nombre, su nombre yámana, casi nadie supo? ¿El indio de galera y pómulos relucientes bajo la galera, vestido de levita, especie de cochero achaparrado y grotesco, un Button sumiso y sonriente echando monedas al aire sobre los mugrientos adoquines de Londres?¿O el salvaje del Cabo de Hornos, desnudo bajo la llovizna helada, con su cuerpo pestilente de grasa de foca, la crencha informe y la cara embadurnada de negro?

La autora afirma que en su novela no hay héroes, y yo agregaría que tampoco hay vencedores y vencidos.., tan solo vencidos: los nativos, el observador/relator, la justicia del colonizador.

Sólo el lector triunfa con una lectura que resulta digerible, y la autora gana en el camino haciendo ver lo real como fantástico, y lo irreal como verdadero.

¿Cada cuántos años hay que volver a leer un libro que nos gustó?

¡Han pasado once!

¡Tal vez no deba esperar mucho más!

¿Por qué cayó el Lear Jet?

En su momento se habló de la fatalidad. Se sostuvo la posibilidad de un atentado teniendo en cuenta la actitud del gobernador Trejo de cancelar la obra del Aeropuerto de Ushuaia, que suponía un gran negociado. También se habló de intereses ligados a al petróleo que no verían con agrado la continuidad de una política como la que el gobierno de entonces podía gestar. ¡Se habló, se habló y se habló!. Y aunque nada se escribió por el particular no se tuvo en cuenta que el vuelo podía a haber sido un vuelo suicida, teniendo el cuenta el momento y los actores operacionales del mismo.

Están hasta los que piensan en el “mufa” de Roberto Maidana que entrevistó al gobernador fueguino en el canal porteño donde trabajaba

Hubo un momento en el cual la situación se esclareció, pero la comunidad miró para otro lado y continuó atada a diagnóstico de la fatalidad, con alguna esperanza –sobre todo radical- de que el gobierno difunto podría haber generado acciones superadoras del momento fueguino; legado que no habrían podido llevar adelante por desconocimiento, incapacidad u otras mezquindades, los que los sucedieron en el tiempo.

El diario El Sureño del 11 de mayo de 1997 publicó con la firma de Daniel Puebla un informe de la FFAA sobre como fue la tragedia del Lear Jet.

Se hace referencia a una mala relación entre el comandante y copiloto. “el comandante Mario Marconcini era contrafóbico, egocéntrico y con autoestima y que el último período de descanso por treinta días lo había solicitado el 25/11/83, pero que lo interrumpió el 10/12/83. Mientras que el copiloto Rodolfo Pourrian era compulsivo” En un párrafo del documento se expresa que “existía desarmonía en las relaciones de la tripulación”, además que, “no existen antecedentes de agotamiento de la tripulación por sobrevuelo, pero el copiloto solicitó atención por agotamiento físico y nervioso” en febrero de ese año. El asesor médico R. Cabane aseguró que por las personalidades del comandante y copiloto “no eran las más deseables para el pilotaje. Existía además una desarmonía socio-laboral entre los mismos”..

En las conclusiones se agrega: “se transportaba un pasajero que no disponía de asiento”. Como así también “El accidente se produjo por factores operacionales al violarse procedimientos establecidos. Fueron factores contribuyentes a la clase de operaciones que se realizan en el Aeródromo de Ushuaia, el tipo de traslado de personal y las características de la personalidad de la tripulación”.

Daniel había realizado gestiones para saber que había pasado 13 años antes y el informe le fue dado en persona. Se supone que alguna dependencia oficial fueguina pudo tenerlo antes, pero el resultado no tomó por ellos estado público.

Hoy los enemistados pilotos tienen cada uno su calle recordativa, como los restantes integrantes del pasaje desaparecido y fallecido. La calle de Marconcini está en Ushuaia, y la de Pourrain en Río Grande.

¿Y si se tratara del Yóshil? (Segunda parte)





La circulación del rumor y luego cierta institucionalización del tema del Chupacrabras nos llevó a recuperar las investigaciones realizadas por el padre Manuel Molina. En la presente entrega reúne sus observaciones sobre aquella presencia mítica o real que nació entro otros del recuerdo de Pa:ka:, es decir Luís Garibaldi Honte.

Las imágenes que nos acompañan vienen del mundo rupestre de la Patagonia, y hacia él nos conduce el relato de Molina.

Que la presencia de este mono fueguino date desde hace mucho tiempo lo atestiguan los topónimos regionales que aun se conservan en la Isla Grande. Cerca de la Ea. Catalina, en el sur de un bosquecillo de ñieres que aun conserva el nombre de Yoshyaltal: bosque de los yóshil (által=bosquecillo asilado en Aus).

Cerca de la Ea. Viamonte existe una laguna que leva el nombre de Shaipot= tío de Shai, donde, durante el invierno jugaban en la superficie helada los yóshil, según la tradición transmitida por los últimos Aus.

Que este mono pertenezca a la superfamilia de los platirrinos no lo podemos asegurar, a pesar de la existencia terciaria de los homoncúlidos en la Patagonia, como homunculus harringtoni Rusc. De Sacanana en Chubut. Son de características demasiado primitivas. Que haya que atribuirlo a la superfamilia de los hominoideos. Tampoco consta por los datos que poseemos, a pesar de ciertos detalles. Los restos esqueletarios que se puedan obtener dirán la última palabra.

La tradición Aus dice que el yóshil a veces apilaba leña, como hace el hombre para armar la hoguera, y se quedaba junto a ella sin atinar a encender el fuego. Que el calor de la hoguera le agradara lo dice bien a las claras el hábito de acercarse a un fogón abierto donde no había peligro.

Al parecer era de hábito frugívoro, porque no tenemos ningún dato que nos autorice a pensar en una dieta carnívora. Los onas utilizaban toda clase de hongos comestibles, como puede verse en la reseña alimentaria que se hace a propósito de los Aus. Pero como fuente de albuminoideos hay que pensar también en los insectos y sus larvas y en los huevos de aves, de que es pródiga Tierra del Fuego. Seguramente pasaría el invierno aletargado en un cómodo cubil dentro de un árbol hueco, al abrigo del frío y de las nieves, como tantos otros animales del hemisferio norte.

Que en ciertos momentos fuera un animal peligroso los dice la tradición ona shelnam, como lo consigna Zenone. Tienen la cara como los indios, decía uno de ellos –yóshi shelknam kosh yen = los yohi cara como los shelknam. Vienen del cielo y visten pieles de guanaco o de zorro, llevan en la mano piedras o palos. Son muy malos por que tratan de matar a los hombres. Por eso los shelknam los temen. (Zenone – 113)

Hacia el año 1914 andaba un yóshil vagando por los campamentos indígenas del lago Kami. Zenone le preguntó a Kaukokiol porque no lo mataban, disponiendo de rifles. Y el ona le contestó que si lo mataban, inmediatamente, vendría el padre que moraba en los bosques de Punta María y hacía mucho daño.

Que en un época determinada los Aus hayan matado a muchos yóshil se puede deber a dos causas. La primera a escasez de alimentos a causa de una larga y pertinaz sequía, constatada en las excavaciones arqueológicas locales, que los obligó a correr el riesgo de la matanza para poder sobrevivir. La segunda quizás la más verosímil, a la adquisición del arco y de la flecha, que les permitió herirlos a distancia, evitando el combate cuerpo a cuerpo.

Conclusiones

Si existió modernamente en Tierra del Fuego este mono quiere decir que debe haber vivido con anterioridad en los bosques patagónicos.

Así lo confirmarían algunos restos que dicen se encuentran en la hoya de la Laguna Azul de Río Gallegos. El lugar se presta para una morada no muy prolongada o transitoria, por hallarse muy lejos de la zona boscosa y siempre que el animal se hubiera adaptado al régimen herbívoro.

En un paredón de la Punta Gualichu del lago Argentino, se conservan una pinturas humanoides, en color morado muy despintado, que pueden representar a estos fuegopitecos. Son figuraciones totalmente distintas de las otras de cazadores humanos como se las ve en las varias escenas de caza del alto río Pinturas o en las escenas de baile del Cañadón Charcamac.

En una de ellas está sentado sobre sus patas, como se lo veía al yóshil cuando se acercaba a la hoguera para calentarse, como lo vio la abuela de Pa:ka: con los brazos abiertos y como haciendo señas con una mano. En las otras se le observa en la posición desgarbada que tomaba cuando caminaba. Así lo vio el cazador que lo flecho. Lo que no se observa en estas figuras es el arma que empleaba para atacar o defenderse el mono fueguino.

Otra figura semejante se encuentra en la gruta grande del alto río Pinturas. A la entrada, sobre la bóveda baja del lado izquierdo se ha pintado en color rojo un ser humanoide de cuerpo voluminoso. El color está bastante desconchado. Aquí los brazos son cortos y las piernas largas y curvas.

La investigación de los especialistas dirá algo más sobre el tema.

LA CANDELARIA 1921.5


El 15 de mayo de 1921 muere en la Misión de la Candelaria el coadjutor salesiano Juan Síkora.

Aparece nombrado en nuestro relato de LA CANDELARIA correspondiente a 1921, cuando se señala que en la penúltima aproximación del Piedrabuena a la Caleta fue para entregar una radiografía relacionada con su ya precario estado de salud.

Su nombre completo fue Juan Sikora Kiersznik, de origen polaco natural de Mietkowicz, donde había nacido el 22 de diciembre de 1858.

Durante treinta años fue misionero entre los indígenas, de los cuales 18 pasó en Dawson, y el resto en La Candelaria.

Fue catequista, constructor, jefe de cuadrilla de los indios en la tala y el transporte de árboles en la misión de San Rafael.

Construyó para mejor servicio un madero-carril, fue una suerte de Comisario entre los indios, por que tenía con ellos particular autoridad

El su juventud el coadjutor había participado de la aventura de buscar una conexión desde el río Azopardo, que desagua al Lago Fagnano en el Estrecho de Magallanes, con el Río Grande.

Allí pasó 45 días junto a otros salesianos, el Padre Luis Carnino y los coadjutores Valentín Salvaos, Juan Ferrando y Bernardino Ocelli, sin más alimento que la carne que le proporcionaban los caballos de la tropilla que, poco a poco, iban disminuyendo,, y sin más amparo que los árboles del bosque.

Iban dirigidos a Río Grande, para hallar un sendero que comunicara directamente la Misión San Rafael con la Candelaria.

La Candelaria sería el destino final de Síkora, a la que sería trasladado tras el cierre de Dawson, y donde se dedicaria a construir varios puentes, para los numerosos afluentes del gran río fueguino.

En el ángulo norte del cementerio de la misión está su tumba, en un tiempo fue cercada de madera y tenía las características que se pueden ver en la fotografía.

1966: AÑO DE LOS CÓNDORES (Segunda parte)


La imagen de Dardo Cabo nos acompaña ene ste reencuentro con un acontecimiento que puso a los fueguinos en el centro de la información. Un operativo guerrillero que no pudo ser dimencioado en su proyección futura. Una rituación reivindicativa en tiempos de inercia nacionalista.

El miércoles 28 de septiembre de 1966, pasada la medianoche, el Douglas DC-4, LV-AGG Teniente Matienzo de Aerolíneas Argentinas, un cuatrimotor de hélices fabricado alrededor de 1945, despegó de Aeroparque con destino a Río Gallegos y Ushuaia al mando del comandante Ernesto Fernández García secundado por el copiloto Silvio Sosa Laprida. Fue un vuelo normal entre nubes. Superando Trelew, mientras el comandante dormía Dardo Cabo y Alejandro Giovenco ingresaron a la cabina de pilotaje con armas y ordenaron a la tripulación desviarse hacia las Malvinas.

Así comienza a narrar Pablo Luciano Potenze la referencia al primer secuestro de un avión de pasajeros en nuestro país, nota publicada en Todo es Historia 381 bajo el título Secuestro de avión y política – El riesgo de volar en la Argentina de los años setenta; en la cual la acción de los Cóndores es el antecedente inesperado
.

DE CÓMO COMENZARON LAS COSAS

El “Operativo Cóndor” nació a principios de 1966, cuando la periodista María Cristina Verrier, que además de hacer teatro escribía en el ámbito porteño, entrevistó al militante Dardo Manuel Cabo, por entonces de 25 años, activo dirigente nacionalista. Pero la cosa fue más allá de la noticia puesto que entre ambos floreció el amor.

Mar{ía Cristina pertenecía a una familia desarrolista, pero en su romántico le propuso a su novio la empresa de llevar un avión a Malvinas; el joven Cabo tomó la propuesta como una ordalía y con ello comenzó a estudiar la factibilidad de la quimera.

Se contactó con personas que conocían el archipiélago, diseñó mapas, reunió fotos, en tanto la novia realizó varios viajes a Río Gallegos para conocer la operatividad de la empresa, a su personal y el comportamiento del pasaje, la joven se hizo familiar para la gente del vuelo 648.

Nunca llegó a saberse fehacientemente cuales fueron los recursos materiales que posibilitaron inicialmente toda esta logística, aunque en parte los gastos se cubrían con conferencias sobre temas teatrales de vanguardia daba en la capital santacruceña.

Conversando y conversando en el transcurso de esos vuelos se fue enterando de los pormenores operativos de la nave, mientras que Dardo fue reuniendo un grupo juvenil –sus edades iban entre los 18 y 31 años- todos comprometidos con llevar adelante la misión de secuestrar el avión en coincidencia con una anunciada visita de la reina Isabel II a nuestro país, lo que ocurriría por el mes de octubre.

Todos sabían que en algún momento les esperaba la cárcel, esperaban para entonces haber generado solidaridades, y con ello poder sobrellevar una instancia que importaba poco en el derrotero idealista trazado por los organizadores de la asonada.


UN JOVEN ABOGADO EN LA DEFENSA DEL COMANDO

Se trató de José Salomón primer Ushuaiense en recibirse de abogado, el que muchos años después para el diario El Sureño hizo memoria sobre su participación profesional en aquellos días:

Ushuaia, 21 de septiembre de 1966. “Bajo una fuerte nevada (una de las más grandes de los últimos tiempos), parte de un DC4 de la Armada Argentina con destino a Buenos Aires. En él viajan mi esposa, con un embarazo de varios meses y luego del cuál nacería mi segunda hija María Cecilia, mi hija mayor María Eugenia, y entre otros, el Sr. Gobernador del Territorio Contraalmirante (RE) Dn. José María Guzmán”.

Buenos Aires (Aeroparque), 28 de septiembre de 1966 (00,34 hs). “Parte de dicho lugar un avión Douglas DC 4 de Aerolíneas Argentinas, con matrícula LV-AGG, con destino a Río Gallegos, siendo su comandante Ernesto Fernández García. Viajaban como pasajeros, entre otros, el Sr. Gobernador del territorio Contraalmirante Guzmán, el Sr. Luciano Preto con su hijo menor Dany, la Sra. De Brandani, etc. Formaban parte del pasaje además, los siguientes jóvenes: Dardo Manuel CABO; Fernando José AGUIRRE; Norberto E. KARASIEWICZ; Andrés R. CASTILLO; Luis F. CAPRARA; Víctor CHAZARRETTA; Ricardo A. AHE; Juan C. BOVO; Edelmiro R. J. NAVARRO; Ramón A. SANCHEZ; Pedro TURSI; Juan C. RODRIGUEZ; Pedro BERNARDINI; Alejandro A. GIOVENCO ROMERO; Fernando LISARDO; Edgardo J. SALCEDO; Aldo O. RAMIREZ y María Cristina VERRIER”
Aproximadamente a las 00:06, y ya sobrevolando la ciudad de Santa Cruz, el grupo de jóvenes ya antes mencionado, toma el avión y hace que el mismo, previas conversaciones con el Comandante, quien alegaba la carencia de combustible, se desvíe y tome rumbo 105 con destino a las ISLAS MALVINAS. A los pasajeros se les comunica, para no atemorizarlos, que se regresaba a Comodoro Rivadavia.


EL TESTIGO PRIVILEGIADO

No era otro que Héctor Ricardo García, del cual tomamos sus memorias para avanzar junto con los restantes narradores de esta historia hasta el momento en que el avión toma su rumbo crítico.

Fui a casa, y me cambié de ropa, mudando la clásica indumentaria de ciudad por una más adecuada para el clima del Sur. Un cuarto de hora antes de las 12, mi gran amigo Enrique Capotongo pasó a buscarme para llevarme hasta el Aeroparque, desde donde iniciaría una aventura periodística jamás soñada.
Llegamos tres minutos antes de la medianoche. Tras estacionar sin problemas entramos por la puerta más próxima al mostrador de “Aerolíneas Argentinas”. Allí estaba Dardo Cabo, mirando hacia fuera, como si me esperara. Me saludó con extraña frialdad entregándome un pase de material plástico: el equivalente a un asiento en el vuelo número 648 que partiría a las 0.30 rumbo hacia Río Gallegos y Ushuaia. Diez minutos después de la 0 hora, por los parlantes, comenzaron a llamar a los pasajeros. Todos se agolparon por la puerta número 1; yo me quedé mezclado entre los últimos buscando a Cabo, a quien había perdido de vista.
Poco a poco fuimos avanzando hasta el avión. Ya en la escalerilla saludé con la mano a mi amigo Capotongo y penetré en la máquina. Cabo estaba sentado en el sector derecho, junto a un hombre joven y a una señora. Me acerqué a él y le pregunté donde debía ubicarme.
-En cualquier lugar- me contestó. Su respuesta no me agradó: siendo su invitado, lo menos que esperaba era que permaneciera cerca. Me dirigí hacia los asientos delanteros y ocupé uno de los tres primeros del sector derecho. Me puse a leer mientras esperaba la voz de la azafata con el habitual saludo “Aerolíneas Argentina les desea un feliz viaje” y el encendido de los carteles “Prohibido fumar” y “Abrocharse los cinturones”, prenuncios del despegue.
A las 0.31, levantamos vuelo. Entre sueño y lectura, sin moverme de mi sitio, permanecí hasta las 6 de la mañana. En ese momento empezó la última parte de esta sensacional aventura.
A esa hora la azafata comenzó a ofrecer café y bebidas sin alcohol, clásico desayuno de los vuelos de cabotaje.
Y entonces desperté mi humanidad. Segundos después fui hacia el fondo del avión en busca de un “toilette”. Encontré, a mi paso, dos jóvenes con camperas grises que, apostados como dos granaderos, custodiaban la salida y, no lo puedo asegurar, a “alguien”. Retorné a mi asiento y comencé a presenciar, inocentemente, una de las primeras partes del que, luego sabría, era el “Operativo Cóndor”.
Cabo me informó, después, que fue denominado así en homenaje al cóndor, que simboliza la soberanía. El emblema es usado permanentemente por nacionalistas y tomó notoriedad medio siglo atrás al ser difundido por la desaparecida “Alianza Libertadora Nacionalista”.
En ese momento de manera sorpresiva y sorprendente, otros jóvenes, con el mismo atuendo que los que había visto en el fondo de la cabina, estaban forzando la tapa de una de las bodegas de la máquina, ubicada bajo dos asientos delanteros, separada del resto por una cortina de tela floreada. Hasta momentos antes, sobre los mismos, reposaba una esbelta joven que era la representante de “Aerolíneas” en la localidad chilena de Punta Arenas, la que fue obligada a desalojar el lugar. Acto similar realizaron los dos jóvenes conmigo y con dos señores ubicados en los asientos del sector izquierdo.
Pocos minutos después, por los parlantes, se anunciaba que el vuelo continuaría hacia Comodoro Rivadavia, ya que en Río Gallegos, primera etapa del viaje, “reinaba mal tiempo”. El llamado “Operativo Cóndor” había comenzado.

EL COMANDO DE ENLACE SE CONFIESA

La revista ASI traerá inmediata referencia al apoyo y gestación de la acción de los Cóndores, el que será conocido ni bien los detalles de la operación tomaran estado público, cuando ya los ingleses habían rodeado la nave y los secuestradores rechazado una intimación dada por un sacerdote:

¿Por que realizaron la operación Cóndor?
Como argentinos consideramos que era indispensable reafirmar con nuestra actitud la soberanía nacional sobre las Islas Malvinas aunque sabedores que el sentimiento de nacionalidad es permanente en nuestra en nuestra juventud, era necesario avivar la llama a través de una prensa dirigida y de gobiernos antipatria que nuestra generación debió soportar pareció ya extinguida. Entonces surgió la idea de realizar el Operativo Cóndor a fin de concretar estos anhelos de la juventud argentina.

¿Cuándo surgió la idea?
La idea surgió en noviembre del año anterior.

¿Cómo surgió la idea?
La idea surge a raíz de una conversación realizada entre un grupo de gente joven entre quienes se encontraba Dardo Cabo. La conversación giraba en torno a la lamentable situación de nuestros gobernantes con respecto a la soberanía y la independencia del país. Como consecuencia de la ineptitud de la política diplomática a través de nuestra historia en muchas oportunidades nuestro territorio se vio cercenado y pisoteado por países extranjeros. Podríamos hablar largamente de la pérdida de territorios en el norte y en el sur de la patria. La admirable actitud de Miguel Fitzgerald con relación a las Malvinas, así como también la enérgica acción que como civiles admiramos del general Julio Alzogaray en lo que hace la disputa limítrofe con Chile nos sirvieron como ejemplo y nos dieron la pauta de que debíamos dar una continuidad a los hechos en esta posición irreductible a favor de la reafirmación de lo que nos pertenece. Ese es el ideal de todo argentino bien nacido y que conciente de que la patria merece cualquier sacrificio, aunque ello signifique dar la propia vida.

¿Quiénes realizan el Operativo Cóndor?
Son jóvenes argentinos que asumen la responsabilidad histórica con el coraje y visión propia de la herencia que recibimos , de quienes supieron forjar nuestro ser nacional.

¿Estos jóvenes pertenecen a algún grupo o corriente política identificable?
Son nacionalistas peronistas, que aunque individualmente pertenezcan a alguna agrupación, se encuentran identificados y mancomunados por el ideal de patria. Queremos dejar bien aclarado que nuestra acción no responde a ningún plan político, hecho demostrado por el tiempo transcurrido entre que se ideó la operación hasta la realización .

¿Por que le llaman Operación Cóndor?
La razón del nombre impuesto a esto operativo, que para nosotros tiene un significado muy sentido, lo queremos revelar cuando se encuentren nuestros compañeros de regreso , tras haber concretado exitosamente el objetivo que los llevó a Malvinas.

¿Cuáles son concretamente estos objetivos?
Primero, reivindicar la soberanía argentina sobre el territorio de las Islas Malvinas, segundo despertar el sentimiento nacional un tanto adormecido en nuestra juventud, tercero demostrar que argentina esta dispuesta a jugarse por los objetivos de su patria, cuarto dar un ejemplo para la movilización del pueblo en el logro de sus objetivos nacionales.

(Este dossier continuará)