Imágenes del Vencedor de los mares

Ya hace algunos años pude leer la entusiasta novela de Stefan Zeig sobre Hernándo de Magallanes. La aparición en mis manos del número de marzo de 1941 de la revista Selecciones de Reader's Digest puso en mis manos en su serie Selección de libros, una versión condensada del escrito del autor bajo el título de El vencedor de los mares.

El libro había sido publicado en inglés en 1938 por The Viking Free, 18 E, 48 St. N.Y.C. vendiéndose a 3.50 dólares el ejemplar.

En la presentación se dirá: Mal se ha portado la pósteridad con el navegante que demostró por vez perimera la esfericidad de la tierra dándole la vuelta por mar. Incontables son las páginas que van ya escritas para perpetuar la memoria de Colón, Cortés y Francis Drake; pero Magallanes, cuy hazaña sobrepasó con m ucho a ls de aquéllos, no ha sido hasta ahora sino un nombre en los libros de historia. Para reparar ese agravio, Stefan Zwig apela a su pluma vivificadora, y de las páginas de éste libro surge Magallanes como un hombre héroico y sencillo que fué audaz en grado sumo, luchó desperadamente y triunfó en forma grandiosa. (Hemos conservado la acentuación original)

La publicación aparece con una serie de ilustraciones y nos sentimos motivados a publicarlas. En la primera se representa el acto capitular con Carlos I de españa -y V de Alemania, mientras que en la superior aparece la Tierra del Fuego a la izquierda, la Patagonia a la derecha, nuestros aguerridos nativos, de los cuales no se abundarán detalles en las crónicas como en el caso de los gigantes patagónicos y las cinco naves todavía todas juntas.
Aquí tenemos la imagen siguiente, cuatro naves llegando a lo que Magallanes llamará el Océano Pacífico, una de ellas ha desertado regresando a españo sembrando duras sobre el accionar el almirante.
Y en esta, tal vez coloreada por los editores de Selecciones la circunstancia vivida en la Polinesia, isla de Mactan, donde perderá la vida no pudiendo completar su viaje de circunnavegación. Viene al canso tener en cuenta las eseculaciones de Alonso Piñero que dice que en realidad su misión no era circunnavegar sinó llegar a las rutas de la especiería y volver por el camino del estrecho encontrado, no descubierto puesto que de el se hablaba con instencia.
Y siguiendo las apreciaciones de Piñero aquí estaría en la Victoria el desobediente Sebastián Elcano, que sorprendería al mundo con su noticia y saldría pronto para un segundo viaje del cual no tendría retorno.
Si les parece aque algunas de las imágenes de la edición están algo torcidas, dejamos constancia que es solo una ilusión óptica, producto de la curvatura de la tierra, descubierta en aquellos tiempos.




Un cuento en la madrugada.

A partir de lunes 28 de febrero, con el inicio de la programación 2011 de LRA 24 estaré conduciendo Matinal puesta a punto de 07 a 08.30, de lunes a viernes.

Y estimo comenzar cada encuentro con un cuento, del cual damos un anticipo con lo escrito a continuación que bien puede ser el primero.

Te recuerdo que Radio Nacional Río Grande se escucha en 640 KH, 88.1 MH y www.nacionalriogrande.com.ar.

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La historia del sillón del intendente comenzó en los tiempos del proceso. Terminaba aquella primera etapa con Videla y continuaba una segunda en la que Viola se mostraría durante muy poco tiempo. Pero claro, los cambios de arriba generaban cambios abajo.., y muchos mandatarios provinciales y municipales –todos de facto- verían comprometida su continuidad ante las múltiples aspiraciones emergentes del colaboracionismo imperante.

El pueblo tenía escasos antecedentes de vida democrática, y la secuencia de gobiernos militares que irrumpían en la vida de la comunidad, hacía que en la mayoría de los casos eran muchos más los que llegaron de facto que los que accedieron al poder por elección ciudadana.

Lo que había sido una comisión de fomento dos décadas antes, años más años menos, se había transformado en una intendencia que tuvo su primer mandatario que llegó, dada la menguada demografía del lugar, con unos pocos centenares de votos a sentarse en el sillón ejecutivo de la comunidad, dispuesto a reñir si fuera preciso con vecinos que hasta entonces habían sido generalmente amigos, pero que ahora militaban en los escaños –así se le llamaba- del concejo deliberante, que no era otra cosa que una mesa larga con sillas que no eran todas iguales, pero si parecidas, donde se analizaba que se podía hacer con un menguado presupuesto.

El primer intendente murió en ejercicio del cargo, y generó una compleja acefalía.

De esto se sabía poco en el núcleo de nuevos vecinos que llegaron al lugar en los años venideros y que se disponían a tener un protagonismo mayor que los antiguos residentes.

El tiempo del proceso llevó a que se desarrollaran algunas especulaciones sobre quien probaría traje nuevo para ser el referente local de la segunda etapa de la dictadura.

Y un periodista ocurrente comenzó a hablar, como se decía a nivel nacional Sillón de Rivadavia, del Sillón que llevaba el nombre de aquel intendente muerto en ejercicio del cargo y a los que pocos quedaban que habían conocido.

En uno de los periódicos mal impresos de la localidad se llegó a sacar una foto del sillón del ejecutivo vacío, y hasta la televisión vino en su momento a entrevistar al nuevo intendente, cuando este asumió, sentado en el sillón aquel que en apariencia era mucho más modernos para referenciarnos a un pueblo más pobre como el que había visto el primer intendente, y tanto el intendente saliente como el entrante se mostraban sonrientes, cuando no contenidos en la risa.

Es que ellos sabían que aquel viejo funcionario había muerto sentado en el inodoro, en un cuarto intermedio de discusiones con los integrantes del concejo, y al sanitario artefacto comenzó a llamársele jocosamente entre la población como El Sillón del Intendente.

Cada tantos años se comenzó a hablar elípticamente de aquel sillón primero, pero se perdió la memoria de la picardía popular que solo residía en algunos viejos, que explicaban la historia agregando decepcionado que quienes aspiraban a este trono, lo hacían con intenciones fisiológicas.

Cigüeña 1.

Despertar, siempre despertar. Despertar en mi, despertar en los demás. Despertar y levantarme.

Mis padres que tardaron en llegar al matrimonio tardaron en ser padres. Mamá encaró la cosa por el lado de los repollos y escribió una carta a Dalmacia, suponiendo ciertas las creencias inculcadas en su familia yugoeslava. La carta volvió rechazada tal vez por su poco conocimiento de la lengua materna escrita. Entonces papá creyó encontrar la solución escribiendo a la cigüeña -directamente a París- y cada uno en lo suyo esperaron novedades. El hecho que la carta no fuera devuelta, y si el aviso de recibo por el que pagaron un fangote de guita, les llevó a pensar que el sistema era el apropiado: en algún momento llegaría el preciado vástago. Por entonces se discutían en la sobremesa los nombres posibles: Mateo u Onofre, Marisa y Laura. ¿Y qué pasó? No puedo contarlo todo aquí que aparezco restringido a 1200 caracteres.

Falta de energía. Tres alternativas superadoras.




El hecho de ser una construcción nueva no libraba a Radio Nacional Río Grande de temer algunos inconvenientes.
Así se pronunciaba la Dirección de la Emisora en la persona de Francisco Pérez, el 23 de junio del año inaugural: 1973.

“Se padece en la actualidad un grave inconveniente derivado del suministro de energía por parte de la usina local. Existiendo variaciones de la tensión de línea de más menos treinta vatios, cayendo el voltaje a aproximadamente 190 voltios en horas de mayor consumo. Se estima que la normalización en el suministro de energía por parte de la usina local no puede llevarse a cabo en un lapso menor de un año y medio. Teniendo en cuenta lo expuesto y a los efectos de asegurar la continuidad en el servicio y preservar la integridad de los equipos se considera imprescindible solucionar a la brevedad el problema planteado”
Y por ello se analizaban tres alternativas superadoras:
Tender “una líneas desde Planta Transmisora, la que cuenta con capacidad suficiente para satisfacer nuestras necesidades y se encuentra situada a aproximadamente mil doscientos metros. Para el tendido de la línea mencionada podría utilizarse la canalización existente entre Estudios y Planta Transmisora, que es utilizada por el cable de enlace. De no ser factible lo expuesto, habría que proceder al tendido de una línea aérea”.
“Instalar un grupo electrógeno en estudios, por la facilidad que representa que la filial pueda quedar en el aire, en caso de fenómenos atmosféricos, como apoyo a sectores de la población que en tales circunstancias pueden atravesar situaciones difíciles y que tan invalorable aporte a la comunidad, podría suspenderse al interrumpirse el suministro de energía eléctrica por parte de la usina local”.
El Director consideraba que una y otra de las alternativas presentadas serían las apropiadas, a lo que se agregaba “Lograr la instalación de una línea especial entre la usina local y la emisora”.
La tercera podría ser la vencida, más si se tenía en cuenta el emplazamiento directo en la misma manzana de los estudios de Radio Nacional, y la usina de la Cooperativa de entonces, insuficiente para cubrir las condiciones técnicas de la demanda de energía de Radio Nacional.
Pero además de este problema ya entrado en el invierno se advertía que la calefacción era insuficiente: “Hay momentos en que realmente y en forma especial en este tiempo (invierno), es imposible permanecer en la planta baja del edificio”. Se requería una revisión del sistema de calefacción, o en su defecto “instalar un calefactor en el hall de entrada”. Se agregaba además que la cafetería, el recinto donde se desempeñaba el Oficc Marín, carecía de agua caliente.
Este último problema recién fue solucionado 18 años después.
En tanto que para el tema calefacción, la situación de revisión del sistema instalado no se dejó demorar, aunque siempre son frecuentes las discusiones sobre el nivel del termostato entre los que trabajan en la planta alta, y los que se desempeñan en las planta baja de estos estudios de Radio Nacional Río Grande.