El día que faltaba


A pedido de varios interesados traemos, como lo hicimos en Navidad, un cuento.

Alude a una circunstancia de esas que parece que se viven una vez al año, pero que finalmente -como todo- se dan una vez sola en la vida.


Al acercarse un nuevo festejo de Fin de Año él remarcaba, al menos en su memoria, que todo tiempo pasado había sido mejor.

¿Desde cuándo comenzaron a andarle mal las cosas? No lo sabía a ciencia cierta.

Tal vez se debía todo a su separación, como punto de partida.

El venir al sur no había sido una elección fácil y no estaba seguro si la determinación inicial o final, fue de él o de la esposa. Lo cierto es que ella que siempre quería irse, cuando se divorció echó anclas en este pueblo, mientras crecía en él la necesidad de desaparecer de la isla… pero no tenía la libertad económica para hacerlo, y el coraje que, en su momento, lo trajo aquí.

Comenzó a encerrarse en sí mismo y fue perdiendo a la vez las compañías que él creía que nunca le iban a faltar.

La mujer por el contrario acaparó el afecto y la presencia de los hijos, ocupó destacados lugares en la vida pública cuando el territorio se provincializó, y así terminó jubilándose estupendamente. En aquel momento a él le pareció que ella rejuvenecía día a día.

Y él, siguió durando.

En unas vacaciones decidió regresar a su casa. Una sobrina ocupaba lo que había sido la casa de los padres. Lo recibió con temor de lo que podía reclamar, pero él sólo iba a buscar afecto. Preguntó por las antiguas pertenencias y le dijeron que estaban en un galponcito. Allí fue y comprobó los estragos que había hecho sobre ellas las inundaciones. Casi no se atrevió a tocarlas, pero en un momento vio un almanaque que lo remontó a ciertos ritos del ayer. Se trataba de uno de aquellos que entregaba la Cooperativa, y que año a año renovaba su taco.

Enseguida fue acumulando memoria sobre esa experiencia, y el hecho que en cada mañana, antes de salir al colegio, el padre les hacía sacar la última hoja del mismo, leer lo que decía –el primer año versos de Martín Fierro- y él, que era el mayor, debía memorizarlo.

En Río Grande continuó con ese rito en cuanta oportunidad tenía de conseguir almanaques de ese tipo. El de este año traía refranes; y ahora debía pasar a cobrar su jubilación, a retirar el almanaque que le tenían reservado en la verdulería y a comprar algunas cositas para amenizar la despedida del año viejo.

Las cifras del cajero automático no eran muy diferentes a las que pensaba percibir como aguinaldo, era el primero como pasivo, puesto que su jubilación era reciente. Su ex que se había retirado laboralmente mucho más temprano y tenía haberes suculentos, había hecho venir para estas fiestas incluso a un hijo que estaba lejos, cenando todos en uno de los nuevos restaurantes.

Él armaría la fiesta en la cocina, y allí viendo un poco de televisión y conversando en la medida que se le prestara atención, esperaría la medianoche con el mayor de sus nietos, que lo hacía su confidente en temas del corazón.

A la salida del Banco se encontró con un antiguo compañero de la escuela primaria, que curiosamente había elegido como destino también este sur. Y él fue quien lo tentó para probar suerte en el casino. No había entrado nunca, al menos en este, en el otro había hecho una visita un rato antes de la inauguración invitado por un ex alumno que trabajó en su construcción. No creía que la suerte podría cambiar con el juego, pero creía que podía medir sus gastos.

Adentro del salón había una población fluctuante que llegaba por poco tiempo y se iba, como para mejorar su circunstancial capacidad financiera ante la fiesta que se venía encima, o como para reventarlo todo.

A él le tocó lo primero. ¡Y cómo le tocó!

Nunca había tenido tanta plata en sus manos desde que hubo que vender la propiedad para que, cumpliendo con las exigencias de la esposa, se repartieran por partes iguales los bienes gananciales.

Nunca.

El amigo se quedó un rato más con él, le dio algunos consejos sobre algunos juegos, y finalmente partió diciendo: ¡La suerte del debutante!

Cuando cambió sus fichas sintió alegría y desesperación. Partió hacia la tienda que desde hace tantos años le daba crédito y se vistió de nuevo dejando en el lugar toda su ropa vieja. En otro negocio adquirió electrodomésticos que no sabía bien para que servían, el esperado LCD, meta de estos tiempos… Y para eso tuvo que hacer un viaje en su auto a casa cuando ya no le quedaba mucho lugar en el mismo para nuevas compras.

Tras la descarga de todo aquello -que había hecho envolver en paquetes de regalo- pensó que su nieto tendría allí más de una sorpresa. Entonces vio que el teléfono parpadeaba con una llamada en el contestador:

-Abuelo... Esta noche no la paso con Ud. Me arreglé con la Camila y voy a casa de sus viejos. ¡Feliz Año Nuevo! ¡Mañana paso a verlo!

De pronto sintió que todo lo ganado lo había perdido. Trató de reponerse abriendo una nueva botella de un viejo whisky, pero no cambió su estado de ánimo. Intentó ver cómo se instalaba su nuevo televisor y cómo funcionaban los artefactos, pero la letra de las instrucciones le parecía pequeña… e ilegible.

Y así al final se fue a la cocina a tomar unos mates.

Prendió la radio y buscó una que tuviera transmisión local. Casi todas estaban enganchadas con alguna de Buenos Aires.

Recorrió las paredes de su pequeña casa, y en la cocina el almanaque le había hecho recordar que no había pasado a buscar el del año entrante.

Y así llegó la medianoche.

Siempre se brindaba por los presentes y los ausentes.

Ahora seguía mateando más allá de las 12 campanadas del viejo cu-cú.

¿Le habrían guardado el almanaque de taco en la verdulería?

De haberlo tenido, ya hubiera colocado el almanaque nuevo y descubierto la hoja que indicaba el 1 de enero. Pero la cosa no era así. Era el mismo almanaque que había desglosado durante todo el año del Bicentenario, y con el que había recuperado viejos refranes, y aprendido algunos nuevos.

De pronto sintió la necesidad de hacer lo que no había hecho nunca: retirar la hoja que marcaba el 31 de diciembre, para ver si decía algo del otro lado… Y así lo hizo.

Para asombro suyo apareció un día inexistente: ¡el 32 de diciembre!

No podía ser que el mate le estuviera haciendo tan mal. ¿Qué significaba todo eso en su vida de soledad?

El 32, al fin de cuentas, era en el mundo de los sueños el que representaba el dinero.

Pero en sus manos estaba la hoja del 31. La miró por el dorso, la hoja tembló en sus manos, y siguió temblando cuando al mirar puedo leer: “Afortunado en el juego, desafortunado en el amor”.

El tiempo pareció detenerse… Hasta que alguien tocó el timbre, y el perro no ladró... porque sería un conocido.

ENCUENTROS Y DESENCUENTROS EN LA NOCHEBUENA FUEGUINA




Un cuento de Navidad ambientado en el escenario fueguino, fechado para el 24 de diciembre de 2010.


Uno de ellos transitó con su trineo por el camino que más bien era una huella. El otro venía de cortar campo y cada tanto debía sobre elevarse por la presencia de los alambrados.

Ninguno de los dos conseguía dar con el camino que desde siempre –o casi siempre- venían recorriendo una vez al año, cumpliendo esa tarea dentro del país, e iniciándose es ese sur.

Un rezongo ahogado desdibujaba el rostro barbado de ambos, y los animales de tiro comenzaban a fatigarse.

Entonces se encontraron.

Lo primero que llegaron a preguntarse al unísono fue:

-¿No sabe en qué lugar estamos?

Y después vino un silencio. No había respuestas.

-Yo creo que por aquí se llega a Sombrero –dijo uno de ellos; a lo que el otro contestó: -Yo necesito llegar a San Sebastián.

Pero hablaban de mundos diferentes. Ni uno sabía que lo que buscaba el otro era un poblado petrolero, ni el otro imaginaba que junto a una gran bahía había un paso fronterizo.

-¡Tendremos que encontrar a otro que sepa!

Pero ambos sabían, por la experiencia de cada uno, que no sería fácil encontrar a alguien en ruta. Todos estarían, cada uno en su casa, compartiendo la noche con sus afectos, y esperando la visita del viejo del trineo.

Por eso finalmente decidieron que lo mejor no era cortar campo, sino tomar cualquier huella y esperar la ayuda de la providencia.

Y la providencia se manifestó en una camioneta que tenía a su conductor atareado en cambiar un neumático pinchado, a la vez de tratar de sacar de la cuneta al vehículo en un espacio cenagoso, masacote amarillo.

A un grito simultáneo detuvieron ambos a sus animales y fueron acercándose al conductor que peleaba por encontrar el gato y la rueda debajo de un montón de paquetes con regalos, lo que les hizo pensar a ambos que esa noche parecía que tenían a todo el mundo en contra, o al menos compitiendo con ellos.

El hombre los sintió, se dio vuelta e impactó con su aliento etílico:

-¡Gordos! ¿Qué hacen parados ahí? –lo que se sintió como un imperativo a pedir ayuda. Y así los dos aurigas se ocuparon en bajar los paquetes con lo que el conductor dio con el gato, y reclamo:

-¡La llave cruz!

Los gordos no sabían a que se refería, pero no tardaron en dar con algo que se parecía a una cruz griega.

La rueda de auxilio estaba allí, y los tres se ensuciaron por bajarla, como así también –los gordos- se embarraron de pies a cabeza cuando debieron hacer fuerza para sacar al vehículo de la banquina y un lodazal se descargó inclemente sobre sus coloridas indumentarias.

El hombre comenzó por aflojar la rueda averiada, pero se mostraba débil, sin fuerzas. Entonces requirió la ayuda de los perdidos viajeros, a los que en medio de insultos que perdían significado ante los castos oídos de estos ayudantes fue instruyéndolos sobre la tarea que –si bien en forma demorada- terminó por realizarse.

Finalmente el borracho consideró que llegaba el tiempo de la despedida, y extendió a ambos una botella que los viejos rechazaron argumentando que no bebían cuando conducían.

Las miradas se detuvieron, en el fondo de la memoria del conductor apareció como una definición de reconocimiento sobre sus interlocutores y luego les dijo:

-¡Feliz Navidad, y Próspero Año Nuevo! Bahamonde. Evidentemente Bahamonde era su nombre, por lo que los viejos contestaron cada uno por su lado:

-Papá Noel.

-Viejo Pascuero.

Y este último le contó a Bahamonde que estaban perdidos y que uno debía llegar a Cerro Sombrero y el otro tendría que haber estado una hora atrás en San Sebastián.

El borracho, bajando el vidrio de su camioneta les dijo: -¡Sigan por esta huella hacia allá! Es una vieja ruta petrolera. Llegarán a la ruta internacional, y distinguiendo las diferencias entre ambos agregó: -Tu a la derecha, y vos a la izquierda y ¡meta y ponga! Y al mismo tiempo aceleró terminando de ensuciarlos en los pocos espacios de sus trajes que se mantenían impolutos. .

Así quedaron los dos solos, escuchando en el silencio alcanzado cuando la camioneta se perdió a la vuelta del camino, tan solo el resoplido de los renos.

Entonces uno dijo al otro:

-¡Creo que no me van a hacer salir más con esto del GPS!

Para fumar la libertad…


Anibal Héctor Allen tenía un profundo sentido de lo humano. Y sabía captarlo. Sus narraciones sobre la experiencia vivida largamente en Tierra del Fuego eran una invitación a la interioridad, pese a rondar los temas pueriles en los cuales se podía ver envuelto un funcionario policial en los 40 en adelante.

Y él llegó a Comisario.

Teníamos muchos temas en los cuales disentir, pero en nuestros encuentros siempre hacíamos eje sobre las coincidencias.

Una vez le llevé un dato, una copia de una planilla de Vialidad Nacional donde se consignaba el nombre de Paso Medina, para el conocido Paso Garibalidi, y me pagó por el servicio con un billete de 50 centavos, flamante, guardado vaya a saber de que pequeño sueldo de otras épocas.

Su anecdotario era florido.

Recuerdo ahora algo que contó de aquellos días en que debía intervenir en sumarios relacionados por fugas de penados en Ushuaia, antes de devolverlos a la institución.

Uno de esos presos le pidió un cigarrillo que fumó mientras se le leían las diligencias que debía firmar. Y después le pidió otro para fumar cuando quisiera de vuelta volver a ser un poquito libre.

Allen se lo dio y el preso lo desarmó, guardó el tabaco en un bolsillo y con el papel hizo una bolita y se la colocó en una oreja:

-¡Ya vendrá el momento en que vuelva a armarlo, para disfrutarlo allá adentro!

Me lo imagino a Allen poniéndose de pie, y despidiéndose con un apretón de manos.

¿Y que les parece si hacemos juntos la prueba de desarmar un cigarrillo, transportarlo, y volverlo a armar?

Sin fumarlo necesariamente. Como una dilatado compromiso con la libertad.


En casa se amasó así...

Si pasan por www.patagoniaenrojo.blogspot.com verán una muda secuencia de la experiencia domestica de amasar el pan lárico. Su autor, !qué fotógrafo!, no dice nada; pero los nostálgicos recorremos su sitio y sentimos el aroma... Yo lo sigo.

LRA 24: Llegar donde otros no llegan...


Nuestra emisora propagandiza, más en este tiempo de pluralidad de medios radiales en Río Grande, la calidad de nuestra propagación. Es moneda corriente escuchar que tenemos sintonía 500 kilómetros a la redonda, y que en relación al mar que circunda nuestro archipiélago se incrementa en muchos casos la emisión más allá de nuestra audiencia potencial.

Pero ahora vamos a ocuparnos de cual era la sintonía de Radio Nacional Río Grande, al mes de junio de 1973, el año inaugural.

El Director Francisco Pérez daba cuenta a la superioridad por el 25 de aquel mes que en respuesta a lo solicitado por el diputado Ernesto Campos, quien aludía a un interés sobre el tema por parte de la Dirección General de Telecomunicaciones, se podía informar lo siguiente:

1.- Desde Ushuaia, capital del territorio, escribe el Sr. Director de Estadísticas Don Jorge Luís Barral, nos dice que nos decepciona bien en esa ciudad. Nota de fecha dos de mayo ppdo. Otros comentarios conocidos por personas que se trasladan normalmente a Ushuaia o viceversa, dicen que en todo el trayecto –aproximadamente 250 kilómetros-, salvo pequeñas interferencias, somos perfectamente recepcionados. Téngase en cuenta que se trata de camino ente cordillera.

2.- Desde Río Gallegos (Provincia de Santa Cruz), escribió el 27 de abril ppdo. –un día antes de la inauguración- el Señor Ministro de Desarrollo y Servicio Civil. Don Wenceslao Adolfo Peisi, que durante el período de prueba de la señal era 5/5.

3.- El arquitecto Dr. Bernardo Rottenberg Altetatter, de Río Gallegos (Santa Cruz) habla de “sonido impecable”. Nota del 1ro de Mayo pasado.

4.- Pedro B. Cárdenas (h) también de Río Gallegos (Santa Cruz), dice en su nota: “se escucha muy bien y clara la señal de LRA 24”, está fechada el 17 de abril último.

5.- El radioaficionado LURYL, Ingeniero Alcides López Jové, de Neuquén, capital de la provincia del mismo nombre, nos recibe 100%.

6.- El Sr. Héctor Roberto Macedo, que pertenece a la Empresa Transportes Patagónicos, cuyo recorrido es toda la zona patagónica y final en Buenos Aires, dice que nos escucha con receptor de ómnibus en San Antonio Oeste (Río Negro).

7.- En conversaciones mantenidas con transportistas que recorren gran parte de la Patagonia, nos dicen que somos escuchados con muy breves interferencias, hasta la ciudad de Trelew en la provincia de Chubut.

8.- Amistades del Cabo 1ro Orellana del Destacamento Petrel en la Antártica, nos han manifestado que se nos escucha con toda claridad.

9.- Por ser oriundo del lugar, señala finalmente Pérez, el suscripto manifiesta que familiares de Comodoro Rivadavia (Chubut) en distintos horarios del día nos decepciona con alguna interferencia, sin duda motivada por la frecuencia cercana de LU4 Radio Patagonia Argentina de Comodoro Rivadavia (Chubut) y LU 14 Radio Provincia de Santa Cruz de Río Gallegos.

Mafalda pasó entre nosotros...

El mes de noviembre nos regaló a los riogrndenses la oportuniad de visitar en el Centro Cultural Los Yaganaes una exposición montada en homenaje al gran personaje historietístico de los 60: Mafalda.
La inicitiva de ponderar al pesonaje de Quino vino de Córdoba, Barrilete Museo de los Niños (museobarrilete@uolsinectis.com.ar)
Malfalda apareció en mi vida en las entregas semanales que hacía don Roque Tressa, pedaleando y pedaleando con los paquetes de suscripción al diario El Mundo, que en razón de llegar el avión una vez a la semana -Aerovías Alcón, esa era la frecuencia en lz que nos actualizábamos informativamente.
Mafalda generó una cuita de simpatía inevitable, pese a no gustar de la foto, situación que no fue compartida con mi persona, tan sopera como mamera.
Marcial, mi hijo menor -joven producto de los 90, ha leido tempranamente los cuadernillos de Mafalda y se convirtió en un coleccionista del tema. Demás está decir que tanto empuje lo sitúa junto a su ídolo: Felipe:


Patrica llegó y en algún momento se instaló en el living, que se parecía al de las clases medias de entonces, pero a la hora de identificarse con un personaje mafaldiano este no era otro que Guille; el hermano menor de Mafalda,!justo ella que siempre ofició de hermana mayor!
Ente las viñetas encontró la de su año natal:

Yo hice uso del suelo, como si fuera un chico más, y descubrí que en el mundo de Mafalda no existía Tierra del Fuego. De la misma forma que tampoco había un lugar para Cuba, y otras malas palabras.

Iban pasando los días y no encontrábamos el momento para estar los tres ahí. Se informaba sobre la gran concurrencia de colegios, y también la participación de familias en varias generaciones. Pero al final pudimos estar, casi cuando ya partían -Mafalda y su familia- en aquel flamente citroen que los llenaba de orgullo.

A los pocos días, cuando sonaba por un lado la alarma y nadie podía apagarla, cuando marchaban sobre el Centro Cultural manifestantes de ATE, dispuestos a impedir una participación pública de la gobernadora; la exposición era un conjunto de paquetes esperando ser mejor embalados, buscando vaya a saberse que otro destino.., tan cargado de necesidad de transformar el mundo, el mundo de Mafalda, el mundo nuestro.

Acta bomberil.1

Habiendo conmemorado recientemente el cuerpo de Bomberos Voluntarios de Río Grande hemos creído conveniente incorporar a nuestro blog esta primer acta, donde se rescatan algunos nombre que impulsaron a la institución.

En la ciudad de Río Grande, Territorio Nacional de la Tierra del Fuego e Islas del Atlántico Sur, a los doce días del mes de junio del año mil novecientos ochenta y cinco y siendo las veinte y treinta horas, se reúnen en el domicilio ubicado en la calle Irigoyen 114, las siguientes personas ROMERO, OSCAR HUGO; CERDÁ, JUAN MARTIN; RIVAROLA, DANIEL; DI TELLA, JOSÉ y LE GORROIS, WLADIMIR con el sólo objetivo de iniciar la formación del cuerpo activo de Bomberos Voluntarios.

Abre la sesión el Sr. Romero, quién manifestó haber sido Bombero Voluntario en la ciudad de Quilmes (Pcia. de Buenos Aires) y que es su intención crear el cuerpo de Bomberos Voluntarios pero para eso debe formarse una Comisión Directiva y el impedimento que tiene es no conocer a personas de nuestra ciudad para integrar la Honorable Comisión Directiva.

Pide la palabra el Sr. Cerdá, manifestando que, había aceptado la invitación del Sr. Romero a participar en la reunión, pues tenía conocimiento del teme a tratarse y por ser conocido de la Sra. MINGORANCE, ELENA y con la cual había tenido conversaciones sobre lo que se podía hacer para ayudar a los Bomberos de la Policía Territorial, o como formar los Bomberos Voluntarios, que en caso de concretarse con personas y formar la Comisión Directiva y una vez formada nos lo haría saber, la creación de los Bomberos Voluntarios continúa diciendo el Sr. CERDÁ. Surge a raíz de que sabía de las inquietudes del Sr. Romero cosa que manifestó a la Sra. de Mingorance y la misma se interesó.

Pide la palabra el Sr LE GORLOIS que expresa también que fue bombero en la ciudad de Moreno (Pcia. De Buenos Aires) y quería colaborar, pero por el momento y por razones laborales no lo podía hacer, que de seguir adelante la inquietud, se le comunicara y quedaba a disposición de quienes organizaran la formación del Cuerpo Activo, también manifiesta conocer al Sr. Romero y Sr. Cerdá, de otra reunión convocada a efectos de crear los Bomberos Voluntarios, por otro grupo de gente, la cual no prosperó y esperaba que la ahora iniciada se comentara.

Pide la palabra el Sr. DI TELLA. Quien manifiesta esta, entusiasmado con la propuesta del Sr. ROMERO que está dispuesto a colaborar, en todo lo que esté a su alcance.

Pide la palabra el Sr. RIVAROLA y también dice sentirse muy entusiasmado con la idea, como así su hermano Guillermo, que no pudo concurrir a ésta reunión por razones laborales, y desde ya colaboraría en algo como es la creación del Cuerpo de Bomberos Voluntarios, tan necesario e importante para nuestra ciudad.

Pide la palabra el Sr. ROMERO y comenta que ha solicitado a los Bomberos Voluntarios de la ciudad de USHUAIA, toda documentación que fuere útil para la formación del Cuerpo Activo y como lugar de próximas reuniones, sería el quincho de Obras Sanitarias Municipal, sito en la calle Fagnano 471 y comunicará la hora y día de una próxima reunión.

Siendo las ventidós y treinta horas se da por finalizada la reunión, firmando los presentes en conformidad un ejemplar, y a un solo efecto.

Próximamente daremos a conocer detalles de ostión en el momento inaugural, con documentación cierta y válida que muchos podrán enriquecer con sus recuerdos.


LA MUERTE EN EL ZAPALLO*

No ha sido fácil precisar el tiempo y el lugar.

Para este último caso no basta con decir que fue en Río Grande y que como todo espectáculo de aquel entonces debe haber ocurrido en el San Martín o en el Cine Roca. Algunos afirman que fue en el club, otros en el moderno edificio que se levantaba a media cuadra de la plaza.

El ilusionista había llegado sin previo aviso, se anunciaba en la cartelería ajada su nombre –que tampoco coinciden los memoriosos en precisar- un nombre de fantasía de connotaciones orientales, cuando tal vez el mago en cuestión estaba formado en algún semillero circense de Chile o Argentina.

De tanto en tanto había llegado un circo, sin carpa por los problemas de transporte en el sur acrecentados por el inconveniente de cruzar el estrecho en una pequeña goleta de limitado porte, y en ellos faltos de trapecistas –lo que hubiera sido un espectáculo de parangón- no faltaban los magos de galera y bastón.

Pero el personaje central de este relato venía tan solo con la infaltable compañía femenina, una mujer que no se podía definir ni linda ni fea, pero si fuerte... pero fue la que decididamente cargó con los baúles de toda la utilería cuando debieron salir a recorrer hoteles que le ofrecieran mayores comodidades de las que en un primer momento le parecieron insuficientes.

Y así se llegó a la primera función. El ilusionista arregló el cobro de las entradas para sí, y la consumición para los dueños de casa. El espectáculo tenía variados juegos de adivinación y aparición y desaparición de objetos, y una presentación final de características superadoras: se colocaba a la ayudante en una caja, se la dormía y en medio del trance hipnótico se la serruchaba por la mitad. Entonces con ayuda del público la caja con ruedas era desplazada de aquí para allá un buen rato, y luego se volvía a juntar, se levantaba la tapa, y despierta la ayudante salía sonriente para ganarse el aplauso de los primeros concurrentes que para ese momento estaban altamente chispeados por el carácter de la consumición ofrecida.

En ese estado de cosas el artista fue cuestionado, se dijo que algo de luces y espejos debía formar parte del engaño, como si no fuera el engaño la base de estas recreaciones. Pero lejos de inmutarse el mago desafió a la concurrencia a que para la próxima función le trajeran una dama local que arriesgara a pasar por la misma prueba... a la dama no se le cobraría entrada, y tendría ella y un acompañante consumición libre toda la velada.

¿Sería fácil conseguir alguien que arriesgara a poner el cuerpo en tamaña prueba?

La única que se presentó para el caso fue una gringa flaca, solterona ella, que ni siquiera consiguió un acompañante para asistir a la escena de riesgo. Llegó el momento de la demostración, y –que problema- su largo esqueleto no podía ser contenido en el recipiente mágico. El mago se excusó entre las rechiflas de los asistentes, que ahora habían concurrido muchos de ellos llevando la propia silla de la casa porque la capacidad del local estaba superada. Se anunció entonces que para el día siguiente se esperaba la presentación de una nueva valiente, mientras nuestra solterona –algo excedida en sus raciones de anís- no podía salir de sus acongojados sollozos.

La situación ya comenzó a preocupar el comercio, porque una cosa es un entretenimiento de fin de semana en el pueblo, y otra que todas las noches la muchachada saliera a gastar su plata, viniera al trabajo mal dormida, sin otro tema de conversación, y encima –algunos- pidiendo anticipos para la nueva función.

Hubo una segunda voluntaria, pero –otro fue el problema-y la gordita dispuesta a concursar no entraba en la caja requerida. El ilusionista dijo entonces que no estaba en él poner obstáculos a la realización de su show –aunque entonces no se lo llamaría así- y repitió la truca con la compañera oficial. Si no aparecía una mujer que estuviera en condiciones de resolver las dudas la noche siguiente sería la última función puesto que el mago tenía otros compromisos en el litoral patagónico donde nunca había sido cuestionado por sus acciones e ilusiones.

El honor del pueblo tuvo que ir a buscarse en esos lugares donde se ponen en juego todos los honores, y un grupo de muchachos concurrió a la más afamado de los piringuindines y de una de las más agraciadas pupilas se logró el concurso, pero condicionado por la autoridad policial a que fuera... prohibido para menores.

Esa noche no faltó ni el cura, vestido de civil por supuesto.

Tampoco faltaron las presencias femeninas que enteradas que quién iba a representar al sexo débil en la mentada función acudieron en masa, también con otra curiosidad... la de saber como eran esas chicas, a las que se iba conociendo de nombre, pero que pocas veces eran vistas en la comunidad dado que existía una restricción policial para su exhibición pública.

Los recuerdos aquí se multiplican y se contradicen, en todo lo relacionado al como estaba vestida o desvestida la morena que entre silbidos de la muchachada ingresó finalmente a la caja del serrucho. Todo fue silenció cuando el mago la durmió, hubo un desvanecimiento femenino –atribuido por ella luego a que faltaba aire entre tanta gente- cuando al cortarla era perfectamente audible para todos el diferente sonido de la sierra sobre el hueso, que sobre la carne. Hasta se afirma que el serrucho terminó manchado. Se le pidió a un practicante del frigorífico y la curandera del pueblo –las mayores autoridades científicas de la concurrencia- que procedieran a separar la caja –y el cuerpo contenido- y luego de las exclamaciones de rigor las dos cajas se volvieron a juntar, la tapa se levantó, la mujer abrió los ojos y luego fue levantada... sin recordar siquiera donde estaba en ese momento, y por un buen rato mas... ni siquiera quien era.

Un pianista especialmente contratado le dio vigor a cada paso de la experiencia, y el mago se alejó del escenario anunciando que todavía quedarían otras funciones si había interés de otras damas en participar de la experiencia.

Y todo comenzó a ser más libre. Las muchachas debían ser solteras, esto limitó a gran número de voluntarias, y así se fueron dando diversas funciones –con entradas a precios cada vez más altos- organizadas por los distintos clubes y asociaciones.. que reclutaban su público para que el ilusionista les serruchara la reina de la institución y luego se las devolviera entera. Ya se supone que los acuerdos comerciales con el artistas comenzaron a tener otras cotizaciones.

Hasta que llegó el día en que se anunció que la reina del último carnaval, una chica que recién había cumplido 15 años y que era la perla del pueblo se sometería a la serruchada. El mago ya no hablaba de irse, y en el pueblo no se hablada de otra cosa.

La madre pidió un día más para vivir la experiencia puesto que la modista no le terminaba el vestido que se había mandado a confeccionar especialmente para la función. Fue reemplazada por otra chica de la noche, y esta vez la función no fue para menores.

La llegada de la jornada, que se suponía que debía ser la final, fue a caer un día domingo... y ese día –para sorpresa de muchos- el ilusionista y su partenaire se presentaron en misa, vestidos de paisanos; se ubicaron uno del lado de las damas y otro de los caballeros, y el cura se mostró inseguro a la hora del sermón. El rastrillo le mostró más tarde un grueso fajo de billetes de los más diversos países. Nadie esperaba que confesaran y comulgaran, pero a la salida los rodeo todo el mundo y se saludaron alegremente sin decir palabras.

Aquella tarde comenzó a llover. En casa de la reina hubo temores por el vestido nuevo, y acordaron llevarlo en una caja y vestir a la joven poco antes de la función.

Cuando muchos años después ella –ya abuela- relataba su experiencia de aquel momento subrayaba los detalles de la confección de aquella prenda: mucho más elegante de la que utilizaría al casarse, y como todos enmudecieron cuando a los acordes del piano ingresó para el número de la despedida.

Todo se hizo como tenía que ser, hasta que llegó el momento de volver a unirla. El ilusionista levantó la tapa y la volvió a cerrar inmediatamente. Hubo exclamaciones inquieras y se escuchó su voz con un mensaje alarmado que debió repetir más de una vez por que nadie parecía entenderlo:

-No puedo terminar mi trabajo. Hay entre los presentes alguien que conoce como hacerlo e interfiere en mi realización final...¡Si esa persona no se retira, esta mujercita se va a morir!

Que alboroto, que confusión, el médico que estaba presente quiso intervenir en el caso, si hizo ayudar por el policía y el padre de la niña... El mago trataba de que nada saliera de su sitio, pero cuando levantaron la tapa los que podían ver como estaba la cosa reflejaron en el horror de sus rostros una situación calamitosa.

Mientras tanto por uno de los extremos el rostro de la reina dormía plácidamente.

-Por favor –reclamó el mago- el que sepa como hacer el truco, debe retirarse de este recinto.

-El cura-debe ser el cura- dijo el director del periódico que ya estaba pensando como presentar todo lo que estaba pasando en la próxima edición, y que andaba corto de papel para un número extraordinario.

Y al cura, que condenaba la herejía que tanto había gustado presenciar, fue tomado del fundillo y arrojado a la calle.

Entonces el ilusionista volvió con su rutina, levanto la tapa y nada se podía hacer. Alguien que no fue el policía sacó un revolver y disparó dos tiros hacia el techo. Todo pareció silenciarse y ya habían otras armas en manos de los concurrentes.

Solo que el mago, abrazado a su compañera, atinó a reclamar: -Si no sale la persona que sabe como hacer la prueba tendré que hacer tomar una medida extrema.

-¡Con mi niña no!- se escuchó la voz de un hombre algo mayor que dentro de un tiempo sería el esposo de la puesta en riesgo.

-¡No! Dijo el mago, y va a ser así.

Sacó una semilla blanca y chata entre el pañuelo de su bolsillo. La colocó sobre la caja mojada con saliva de la niña. Algo dijo que nadie pudo escuchar, y comenzó a crecer lentamente una planta serpenteante que bien pronto en un abultado fruto fue levantando el pañuelo: era una suerte de zapallo.

-Por última vez le pido al que sabe como hacer esta prueba, que se retire, por la vida de la niña, y por su vida. El policía quería desalojar toda la sala, pero quien podía obedecerle.

Entonces de la mano del ilusionista armada con una espada oriental salió el enérgico tajo que cortó el zapallo por la mitad.

Algunos escucharon de uno de los concurrentes un leve quejido, la mano al pecho, y su cuerpo golpeando contra las tablas del piso.

Media concurrencia miró en esa dirección mientras el mago, tiraba los restos del zapallo al piso, abría la caja, despertaba a la niña, y se alejaba sin esperar un solo aplauso.

Cuando fueron por él a su pensión nadie lo había visto salir pero no quedaban restos de su equipaje, solo un sobre con la cuenta saldada y abundante propina.

Al averiguarse su posible lugar de fuga no fue posible encontrar información entre los escasos coches de alquiler con que contaba Río Grande, ni en los destacamentos policiales.

El muerto resultó ser el tonto del pueblo. Discutiéndose largamente si en realidad sabía, o no sabría que sabía. O que lo suyo fue simplemente un ataque, producto de la gran tensión reinante, él que había nacido debilucho.

Del zapallo si hubo muchas historias. No estábamos en temporada de conseguirlo, y más de una dama –disimuladamente- aprovechó la confusión para llevarse su medio zapallo con el que fueron ha hacer picarones y con ellos invitaron a las amigas que no habían estado en la función, y a las mismas les contaron todo lo visto, con lujos de detalles, y algunas exageraciones.

Como siempre que se hacía algo en casa se guardaba algo para la maestra, al día siguiente fueron con su fuente de picarones al recinto de la escuela fiscal, 25 niños haciendo frente en el camino, a los vientos de una nueva primavera.

*Cuento para mantener despierto al niño que cumple 30 años.

UN FALANSTERIO EN RIO GRANDE

Promediaba 1984 y la democracia en su primer año mostraba sus limitaciones. En el caso fueguino el poder delegado pasaba por la muerte del representante presidencial –Ramón Trejo Noel- en un accidente aéreo que se sigue recordando.
Por otra parte no había un crecimiento del empleo en la medida de lo que se esperaba en el norte del país, y los programas económicos mostraban sus limitaciones.
La industria radicada en la Isla, por el contrario, seguía siendo demandante de mano de obra, que se veía mano de obra nacional. Pero las carencias habitacionales eran enormes. Mientras por un lado comenzaba a desbordarse el ejido urbano sobre lo que sería el barrio 25 de noviembre –nombre que recibiría por la consulta popular dada el día de cumpleaños de Pinochet- la especulación de la población presedente se maniataba en la situación de las pensiones, y los altos costos de alquiler.., se hizo usual el alquiler de la tierra.
Entonces apareció un día Jorge Tenrreyro, que en la medida de los socialistas utópicos presentó en diversos niveles y en la opinión pública el proyecto de una vivienda colectiva destinada a funcionar como una suerte de Hotel de Inmigrantes.
La idea no contó con avales suficientes para lograr los presupuestos, que no estaban contemplados en el bosquejo que Tenrreyro presentó.
Pero su idea está aquí. Había unos planos trazados en birome de lo que podría ser la construcción en su conjunto. Bastante más modesta de la ilustración que acompaña esta nota, fragmente de famoso Falansterio de Fourier.

Para que el pueblo riograndense lo conozca y opine y que todos juntos lograremos que el gobierno nos ayude a salir de esta situación tan lamentable, en lo que se refiere a lo habitacional. Con anuncia, consentimiento y participación del Territorio se concretaría este:
“PLAN HABITACIONAL PARA EL OBRERO/A ARGENTINO/A RIO GRANDE (T.D.F.)”
Consiste en galpones tinglados con tres hileras de habitaciones con primer y segundo piso, con baño privado (sistema termotanque y estufa). Cantidad: Siete (como pueden ser más también según la necesidad hatiacional pero para tener una idea tomamos de base el siete).
Distribución de la siguiente manera:
Dos tinglados para hombres solos.
Un tinglado para mujeres solas.
Un tinglado para matrimonios s/o c/hijos (hasta 4 no mayores de 8 años)
Un tinglado para matrimonios c/hijos más de 4 sin límite de edad.
Un tinglado para Dirección y Administración del Plan Habitacional, que será distribuido de la siguiente manera: Recepción, Acción Social, Acción Laboral, Revisación Médica, Sala de Internación, Administración, Dirección y Proveeduría General.
Un tinglado para Club de Deportes, Peñas, Reuniones, Bailes y en especial un espacio bastante generoso para GUARDERIA GENERAL INFANTIL.
TINGLADOS PARA HOMBRES Y MUJERES SOLOS/AS: 2+1=3 TINGLADOS.
Estos incluirán en su interior tres hileras de dos pisos de habitaciones para cuatro personas con un baño privado y una estufa. En cada habitación entrarían dos camas cuchetas dobles, una mesa y cuatro sillas. Pero estas hilers no llegarían al fondo, sino que dejarían un espacio lógico para sector baño general y otro totalmente separado pared por medio para cocina y comedor general (esto es c/tinglado).
UN TINGLADO PARA MATRIMONIOS S/HIJOS O CON HIJOS HASTA CUATRO NO MAYORES DE OCHO AÑOS.
En su interior tres hileras de habitaciones con primer y segundo piso. Pero cada habitación incluirá el espacio correspondiente para dos habitaciones o piezas con un baño privado y otro para cocina comedor. Estas tres hileras dejarán un espacio prudencial al fondo para sector sala de estar con dos baños varón y mujer respectivamente, televisor o video casetera con sistema bar y juegos d emesa, por ej. Tenis de mesa, ajedrez, naipes, dominó, etc. Y el otro sector para placita artificial con hamacas, toboganes, sube y baja, calesita de mano, etc. Tratndo de que tenga más que una buena entrada de luz solar.
UN TINGALDO PARA MATRIMONIOS CON MAS DE CUATRO HIJOS, SIN LIMITE DE EDAD.
En su interior tres hileras de habitaciones con primer y segundo piso. Pero cada habitación ocupará el espacio correspondiente para que en ella quepa lo siguiente: tres piezas, un baño privado y cocina comedor. Estas hileras dejarán espacio lógico para sector Sala de Estar con dos baños varón y mujer, bar, juegos de mesa, televisor o video casetera, etc., y otro para sector placita artificial, con hamacas, toboganes, sube y baja, calesita, etc., y sobre todo una abundante entrada de luz solar. Ventilación. Un tinglado para Club de Deportes, “Gurdería General Infantil”, peñas, reuniones, bailes…
UN TINGLADO PARA DIRECCION Y ADMINISTRACION. PLAN HABITACIONAL.
Que será distribuido de la siguiente manera: Recepción-Acción Social Laboral-Revisación Médica (filtro Médico)-Sala de internación- Administración- Dirección y Proveeduría General (compra al mayorista en Cap. Fed. Y gran Bs. As. de toda clase de mercadería, en especial la de trabajo y ropa de abrigo comunes.).-
La idea es la siguiente: El obrero/s o familia argentina entra en Recepción donde se le toman todos los datos con exhibición de documentos (en caso de que no los tenga, igual se le toman los datos y se le ayuda y guía para que se ponga al día con su documentación y se le llene una ficha individual lo más completa posible. Luego pasan a Acción Social que se encargará de la ubicación en tinglado habitación de acuerdo a forma de ser e idiosincrasia individual o familiar respectivamente. Luego pasan a Acción Laboral, donde de acuerdo a profesión e idoneidad se le conseguirá trabajo (el tiempo que tarde en conseguir el trabajo, quince días estimativamente, aunque el lapso puede ser mucho menor el obrero/a argentino/a hará tareas inherentes al mantenimiento del Plan Habitacional u otros menesteres constructivos. Luego pasan a Revisación Médica (filtro Médico) que detectará si la persona padece alguna enfermedad infecto contagiosa (en caso de padecerla se lo internará hasta su completa curación) y si por el contrario no la padeciera se lo ubicará en tinglado-habitación correspondiente.
FORMA DE LOGRAR LA CONCRECION DEL PLAN HABITACIONAL PARA EL OBRERO/A ARGENTINO/A EN RIO GRANDE, TIERRA DEL FUEGO (INDISPENSABLE EN ESTA ZONA SUREÑA Y DE GRAN CRECIMIENTO DEMOGRAFICO DONDE FALTA UN ALBERGUE HASTA LOGAR LA VIVIENDA DIGNA PERMANENTE QUE EN UN AÑO LOS QUE VENIMOS EN BUSCA DE MEJORAS QUIZAS LO LOGREMOS.
Reunir carne vacuna y ovina suficiente para un asado completo con ensalada y respectivos platos y cubiertos también vasos plásticos para estimativamente 600 personas, bebida correspondiente, más gaseosa que vino. El asado-reunión-guitarreada-mateada-disertación-debate y luego baile se realizaría en el quincho municipal u otro lugar convenientemente neutro porque esto será obra de todos pero sin política, es decir, participan todos los ideales políticos pero ninguno predominará sobre otros (TODOS UNIDOS). Entre la hora de la mateada y Acto Folklórico Nacional, se hablará del Tema Principal, dando lugar a debate general con preguntas y respuesta de todos (análisis general del tema entre todos). Esto ayudará y llevará a un entendimiento general del Plan Habitacional Transitorio por parte de todos. Ya que lo que se pretende es que el gobierno ponga los elementos necesarios, léase material y el obrero/a argentino/a la mano de obra gratuita por espacio de tres o cuatro horas diarias, continuadas o discontinuas. Las mujeres podrían efectuar arreglos y acondicionamiento de la ropa de trabajo de los hombres que trabajen en dicho plan y preparar ollas populares y también hacer otros menesteres o labores que sean de utilidad al mencionado Plan Habitacional. Por ej.: organizar y vender rifas, solicitar contribuciones, elementos que no se puedan fabricar, etc.
Esto una vez logrado sería organizado y manejado por una comisión integrada por personas con real capacidad e idoneidad , tanto civiles como militares, los dos de cualquier militancia política pero con reconocida capacidad y decencia y honorabilidad. Dicha comisión sería formada por un sistema de votación entre todos los que intervienen en el Plan Habitacional y se la autorizaría mediante la presencia de Escribano Público Nacional. Su duración será de dos años, pudiendo ser reelecta si la votación democrática así lo dispusiera; debiendo rendir cuentas de su actuar y fondos ante reuniones generales bimestrales con habitantes Plan Habitacional. Tendría que existir un libro de quejas y sugerencias a disposición de los habitantes del Plan. Dicha comisión siempre y en todo momento será fiscalizada y controlada por el Gobierno actuante.
PROVISION POR PARTE DEL GOBIERNO
Provisión de estructuras metálicas de tinglados-máquinas de soldar y material necesario- fabricadora de bloques de cemento y material completo-máquinas de aserradero, carpintería, maderas y todo lo que haga falta.
BENEFICIO PARA RIO GRANDE (T.D.F)
1 – Favorecería la argentinización del Territorio y formaría nuevas familias.
2 – El punto uno contribuiría para lograr la radicación total y definitiva del ejido urbano de los prostíbulos y también reducirlos a su mínima necesidad.
3 – Haría que los comerciantes y hoteleros recapaciten seriamente por los precios que cobrar por sus servicios, extremadamente caros.
4­- Uniría a la comunidad Argentina riograndense para logros sociales, morales y espirituales.
5 – Esto junto a un abundante y buen Plan de Vivienda, por ej.: 2 de abril e Intevu y por cierto buena pavimentación. No hay colectivos por ese problema del pavimento y los taxis salen caros al trabajador común. Concretaría la Argentina unida y fuerte en la Frontera Sur, tan amenazada territorialmente por el extranjero.
ACLARACION
Esto es una idea generalizada con el propósito de sugerir y aportar soluciones que hagan al bien del territorio y por ende a nuestra Patria Argentina y nuestra sociedad. No implica imposición ni egoísmo alguno, sino la mejor buena disposición a la comunicación y opiniones. Disidencias en algunas partes del texto, nuevas ideas y todo aquello que contribuya a su logro, del que la lee. Pidiendo perdón por los errores en que haya incurrido por desconocimiento e ignorancia, ratificando plenamente mi convicción de que todos unidos haremos la ARGENTINA LIBRE Y SOBERANA que todos queremos.
JORGE R. TENRREYRO.