EL EXTERMINIO DE LOS ONAS




Enrique Inda, autor de temáticas fueguinas ha encontrado una continuidad poética a su ensayo en la materia.
Y desde Buenos Aires nos lo ha remitido como testimonio de los lazos continuos que mantiene con este sur.
Una familia de onas cerca del río Grande
Descansa escondida en la hondonada
Sin fuerzas por el hambre de semanas.
Los hombres ya no encuentran
guanacos salvadores, hay mus pocos, ariscos temerosos
cazados a balazos por los gringos
de empresas ganaderas, con miles de lanares,
por su fina y valiosa piel de invierno.
De pronto un indio ve una oveja
entre tupidas matas moras.
Al instante la bolea, la carnea
Y deja el cuero colgado del alambre.
Las mujeres, los niños, las ancianas
alegres y contentas encientes un fueguito:
¡Por fin comerán carne!
Pero los perros ladran anunciando el peligro
y aparecen dos jinetes con fusiles y sin una palabra
comienzan la matanza.
Gritos, lamentos, maldiciones, la perrada
de los onas garronean a los caballos.
Un jinete cae al suelo. Un joven indio enfurecido
lo mata de un flechazo, al gringo de a caballo.
Suena un tiro que termina con el joven.
Después, silencio total, solo se oye
un apagado grito de clemencia
y el sollozo lastimero de un niño que agoniza.
¡Se ha repetido un nuevo crimen
A libra por cabeza!

El puente mutilado.



Quién en un atardecer de verano atraviese raudamente en su vehículo la ruta a la altura del Río Grande, yendo o viniendo por la ruta tres, tendrá muy poco tiempo para ver al poniente –encandilado por un rojo sol austral- el perfil de hierro del puente colgante que fuera habilitado por los años veinte para el transporte de hombres, cabalgaduras y carretas, ovejas y los escasos automotores de entonces.
Por diversas urgencias su memoria no será convocada necesariamente a recordar que durante el año que pasó el puente se vino abajo, que la calzada del mismo fue levantada del río y que sus despojos se encuentras depositados en la margen norte, esperando providencias que -al no darse de inmediato- sumieron el historial de vida de esta obra de vinculación en una total incertidumbre.
Los defensores de la existencia del puente se configuraron –al estilo fueguino, o de este tiempo- en buscadores de culpas. Y los sectores involucrados –atacados de esta forma- creyeron necesario hacer algo que se tradujo en: decisiones ejecutivas por parte del Municipio, y estudios técnicos por parte de la gobernación.
Algunas promesa quedó en el camino, y alguien sintió correr una lágrima por su mejilla cuando después de medio siglo de inacción el puente ya caído sobre el curso del río se desgarró durante una fuerte ventolera.
Enero nos encandila con sus soles enérgicos. Quién en un atardecer encuentre el lugar como destino; el vado del Tropezón, o el cerro del Águila, verá más de cerca que el perfil inconfundible del puente colgante muestra ahora sus mutilaciones. Alguien caminará sobre sus escombros. Se harán múltiples ejercicios fotográficos, Y también se sustraerán recuerdos.
Enero es un mes de ausencias: no están los que dan soluciones, pero también no están lo que reclaman con mayor enjundia.
Pero con el caso del puente, cuando pase el verano..., ¿pasará algo?
Se sabe que los estudios encarados vieron la posibilidad de recupera la estructura, tal como la conocimos, y que esa situación resulta imposible: hay muchos componentes que se han perdido, y otros ya estaban destruidos. Se ha pensado en levantar una suerte de museo de sitio que conserve lo que quedó e imprima en el lugar una situación informativa general sobre la ganadería fueguina y la colonización. Pero no hay dinero para estos en los presupuestos aprobados. El sector ganadero de ser invitado a aportar elementos de trabajo de otros días, para que puedan ser vistos en el lugar, desconfía de quienes puedan ser los responsables de esos elementos en una esfera patrimonial. El sector ganadero a su vez no es visto con simpatía con los sectores que hoy se identifican como progresistas, los que no invertirían un solo peso en la exaltación de una experiencia histórica –representada por el puente y su entorno- que alude entro otros bemoles al final de los pueblos originarios.
Pero se llegó hasta considerar la reconstrucción del puente colgante utilizando elementos nuevos, y para el caso se redondeó una cifra: doce millones.
Nos han dicho que en se párrafo del informe los encargados de leerlo cerraron la carpeta. El área patrimonial provincial se maneja con moneditas, para el caso una referencia: el Museo Histórico Khami, inaugurado un día de sol y asado, debió cerrar al llegar el invierno ¡porque no tenía calefacción!
El puente colgante ya no cuelga, tal vez por eso merezca este otro nombre: El Puente Mutilado.

El Simón que sigue.

El Simón que sigue se llama Simón Fabián Martínovich Gallardo, y nació un día como hoy hace 45 años. Es el pequeño que está en nota anterior con su papá Simón Martínovich Martínovich y su mamá Margarita Gallardo.
En el mismo escenario de la foto: el patio de la casa de la Nona (como se le llamó un tiempo) aparecen nuestros otros simones.
El Simón Mayor vestido elegante, como solían hacerlo nuestros trabajadores rurales cuando estaban en el poblado. El Simoncito arrastrado tal vez para salir en la imagen familiar. Los zapatos entierrados, robustos, como para afrontar los trajines del correteo diario. las medias polvorosas. Los pantalones cortos para lucir extremidades. Pantalones colocados no descuidadamente sino con la cintura sobre el ombligo. El jersey y por fuera del cuello una camisita. Al niño lo ha peinado mamá Blanca, seguramente con alguna gomina.., puede ser Brancato, la misma que utiliza a diario el padre colocada en él de manera extraordinaria. La pequeña -ahora no cabe dudas que es menor que su hermano, es Nora, recién se afirma en el caminar y luce de punta en blanco. Tres juguetes asisten a la cita fotográfica: dos son sobre ruedas: uno para arrastrar, el otro para cabalgar y soñar que sos grande. El muñeco puede ser una suerte de osita.
En el entorno está la quinta y el jardín. La quinta al centro con almácigos limitados por piedras que tal vez son rezago de los trabajos realizados por el abuelo Mateo Martínovich, empedrador croata-magallánico. En los laterales hay lugares para las flores. Se esfuma en un primer plano el rosal.
Hay, con apariencia distinta, cercos de madera que deben haber ido creciendo en la medida que se fue necesitando delimitar los diversos espacios de la vida doméstica en el solar familiar.
Falta otro Simón Martínovich para recordar, el de la otra rama familliar que en Río Grande ha dado en hijos a Juan, Jorge (Koki) y argarita Martínovich.

Tríptica nacional.Lengua.El español de los argentinos.2


Se han analizado los trabajos lexicológicos relacionados con el habla de los argentinos, en torno a una idea de que existen vocablos que pueden llegar a ser identificados como ARGENTINISMOS.

Y sobre el particular existen tres tipos de diccionarios.

En una primer categoría está el DICCIONARIO DEL ESPAÑOL EN LA ARGENTINA, que registra el léxico habitual en toda la extensión del país, en todos los niveles sociales y en todos los registros posibles.

El segundo tipo comprende al DICCIONARIO DEL HABLA DE LOS ARGENTINOS, que coloca aquellas voces diferenciadas de la península, en vocablos y excepciones. Es un diccionario contrastivo de la Real Academia deja espacio también para este tipo de inclusiones, siempre presentes en un estudio mayor.

El tercer tipo es el relacionado con el DICCIONARIO DE ARGETINISMOS que registra las expresiones exclusivas del país, las que no se comparten con el resto de los países hispanoparlantes.

Lo que nos lleva a pensar que tendría que haber en la proyección del tiempo una suerte de diccionario de diccionarios.

Qué se habrá hecho de Diego Angelino?

Cuando por los años 60 a inspiración de Leonor María Piñero comenzaron en Río Grande las Ferias Territoriales del Libro, una gestión de Del Biaggio trajo presencias de escritores de otros puntos del país. En una de ellos convergieron Arturo Gudiño Kieffer y Diego Angelino. El escritor que mentamos era entrerriano, y residìa por entonces en El Bolsòn. Asì conocerìamos su novela Recordando en el viento, donde la trama de la acciòn se centra en Comodoro Rivadavia -ciudad en la que había vivido- relatàndose la vida de Juna Sosa, la madre de Perón casada entonces con Canosa, en trande de muerte. La poblaciòn está ansiosa porque por tamaña circunstancia podría hacerse presente el general en un vuelo que todos parecen sentir.
Buscamos en internet relaciones sobre el devenir autoral de Angelino, y lo que encontramos para enriquecer nuestra mirada es un escrito firmado por Alejandra Delgado(1) y Haydée Razzari(2)

          Diego Angelino, nació en 1944, en Maciá, un pequeño poblado del Departamento de Rosario del Tala, Provincia de Entre Ríos, Argentina. Transcurre  parte de su infancia en el campo y parte en la ciudad de Nogoyá.  De allí se traslada a la  Escuela Normal Rural “Juan B. Alberdi” cerca de Paraná para seguir  los estudios secundarios, y egresar en el año 1960. Al año siguiente se inscribe en la carrera de abogacía,  que deja inconclusa. En la ciudad de Paraná,  perteneció al  Consejo General de Educación de la Provincia de Entre Ríos, afectado a tareas relacionadas con lo que iba a ser  su vocación literaria: la redacción del Boletín del organismo. En 1961, José María Díaz –también en el Consejo de Educación- lo vinculó con Luis Sadi Grosso, que lo animó a la publicación de su primer libro.
          La siguiente residencia de Angelino fue en Comodoro Rivadavia, donde vivió durante tres años, trabajando un período de bibliotecario y en la Dirección de Cultura, y otro período, en la Justicia. De allí se trasladó a la ciudad de El Bolsón, Río Negro, donde se radicó. Hace años que se dedica al cultivo de plantas ornamentales, en su vivero “Tierra Baldía”, nombre que además de la referencia a una de las obras maestras del poeta T.S. Eliot, recuerda la emblemática editorial de Fogwill, en la década del 80’.
          Hasta 1975, escribe obras “de cámara”, que desarrollan su espiritualidad sin volverse regionalistas respecto de la geografía, la historia o la militancia social. He aquí un poema escrito en  El Bolsón,  Río Negro, donde nos muestra un momentáneo ensimismamiento de entrerriano del interior de la provincia transradicado a esa tierra del  sur del país:
 
He cambiado
 
He cambiado
un árbol por un árbol
un cielo por cielo
una tierra por otra.
 
A veces, sin embargo
-lejos ya de los trigales, las colinas,
los montes de espinillo-
me sorprende un aire
de paraísos florecidos
O simplemente
el rumor de una siesta
imprecisable.
 
Si miro entonces
las montañas
no veo las hogueras otoñales
saludándome.
(Mis hijos me hablan
y no pueden saber
que entre los ñires
otro es el aire
que sacude las hojas.
 Me tiran de la mano
y compruebo
que la noche se acerca
y es necesario regresar
para encender las lámparas  y el fuego.
La noche siempre
nos acerca a nosotros,
nos devuelve a ésta
nuestra tierra elegida)
Otro es el aire
y es el mismo    
                                                
  (abril 1972)
  
          Lo primero que escribió fue la novela Al Sur del Sur (1973) que, si bien fue  especialmente recomendada por el jurado del Premio América Latina (La Opinión-Sudamericana), Angelino decidió no publicar.  Aun cuando el autor comenzó –como tantos narradores- escribiendo poemas, su registro más alto se observa en la prosa.  Al año siguiente el reconocimiento le llegaría con su libro de cuentos  Con Otro Sol editado por la editorial Corregidor, ganador del Primer Premio del diario La Nación en 1974, por un jurado integrado por Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares, Alicia Jurado, Eduardo Mallea y Leónidas de Vedia. Se trata de una historia que transcurre entre  sombras: una mirada introspectiva que se desarrolla entre el descenso y el ascenso del sol, pero siempre en la penumbra. En un primer  momento el libro se llamó Antes de que Amanezca,  bajo  este título recibió la distinción y seis de los cuentos fueron publicados en el diario La Nación.  Uno de los cuentos: Bajo la Luna, sobre la Tierra, bajo la Noche,   también  generaría elogios de parte de Borges, pero sobre todo de Victoria Ocampo, que en aquel momento integraba el Fondo Nacional de las Artes. En una carta enviada a Angelino el 30 de octubre de 1973, le expresa  su aprecio por el tono del cuento y cierta simplicidad existente en él. Y Juan Laurentino Ortiz consideraba a Angelino como uno de los más grandes cuentistas argentinos.
          Un dramatismo realista, una composición de tono poético, y un humor popular casi inadvertido pero sólidamente tratado, constituyen los elementos formales de sus historias. La escritura, transparente, aparentemente sencilla,  presenta  giros coloquiales y párrafos amplios, de rápida solución, que generan el nacimiento del siguiente. Angelino  construye sus relatos como un albañil experimentado levanta un edificio, redondo como un nido,  cada palabra va modelando un clima intimista, predominante en su obra.
          Autor poco prolífero, pareciera que por eso mismo la energía se condensara en cada uno de sus  libros, cuyas historias se suceden en círculos concéntricos, al punto de que el cuento Bajo la Luna, sobre la Tierra, bajo la Noche, con posterioridad  se convierte en la base de la novela Sobre la Tierra. Esta obra ha sido llevaba al cine bajo la dirección de Nicolás Sarquis,  con la participación de la actriz Graciela Borges. 
          Sus personajes caminan lentamente hacia la desintegración, pero están contenidos en un lenguaje que confirma la sentencia del poeta  Rainer  María Rilke: “Lo bello es lo soportable de lo terrible”.  El campo hostil y duro; es el ámbito natural de estas historias;  el conocimiento intuitivo del hombre que recorre osamentas y comprende el motivo del vuelo de los caranchos sobre muchos puntos del monte; de los isleños que son capaces de prevenir una inundación mirando el vuelo de las aves y  el color del agua del río, y  oliendo los aromas que viajan por el agua.  No obstante,  la desesperación nunca es completa,  el autor deja siempre abierto un resquicio para la esperanza:
 Y pese a que todos miraban el cielo y esperaban la lluvia, sabían que ya era tarde, que ese año no habría trigo ni lino, pero igual miraban el cielo… (Sobre la tierra)
          La baronesa y la vieja Frutos de Sobre la tierra,  madre e hijo de Recordando en el viento,  y el Viejo Pancho huyen de los estereotipos y bajo la pluma de Angelino se transforman por su humanidad y se vuelven tan reales como los vecinos a la vuelta de la esquina, al alcance de la mano.
         En el cuento Mi amigo, las islas, el capitán y la muerte ambientado en nuestra provincia, en Paraná, el protagonista, Biondi recuerda  las Islas del Ibicuy y sus habitantes, que son presentados por un narrador en primera persona, amigo de Biondi, ya no por medio de tercera persona del narrador omnisciente, recurso frecuente en la prosa de Angelino. Como en “Sobre la tierra”, aparece -  tangencialmente a través del personaje de Klaus-,  la inmigración alemana y hay cierta recurrencia temática: la incomunicación, la insatisfacción del sexo, la amistad verdadera. No obstante, aquí el autor escribe una historia de amor imposible. Y lo hace con un estilo sedimentado por los años, que gana en precisión y visualidad.
          Angelino no utiliza los consabidos recursos literarios para volver más poética su prosa, la poeticidad surge de la materia en sí,  de la atmósfera que va creando al hilvanar las acciones de un modo sutil, en una trama tejida en torno al destino de los personajes. Así logra inficionar el relato de poesía.
          No podemos dejar de señalar un hecho inusitado para cualquier escritor.  Después de Recordando en el viento, escrita a los 39 años, sobreviene un silencio literario de más de veinte años. El mismo autor le confesó al Director de esta Sección -publicada en el diario El Heraldo-, que no sabía el motivo por el cual había dejado de escribir, que se dejó ganar por “los trabajos y los días”. Angelino siempre estuvo apartado del mundillo literario, en un margen saludable, dentro del cual siempre estuvo la naturaleza. En el interín, hubo una aparición pública notable: su intervención como jurado del XXI Encuentro Patagónico de Escritores, que  integró junto a Héctor Tizón y Liliana Hecker, realizado en Puerto Madryn, en 1999. En el campo,  los tiempos son diferentes y el vuelo de un pájaro quiere decir muchas cosas (Viejo Pancho). Sin embargo, el cultivo de la tierra es análogo al de la escritura. Seguramente Angelino encontró su lugar en el mundo. Seguramente como Rilke, también Angelino se preguntó si moriría si le estuviese vedado escribir. Y sólo cuando volvió a sentir la íntima necesidad de la palabra pudo volver.  Y cuenta para volver a vivir.  


 

Simoncito ya no está.



El pasado 6 de diciembre falleció en Punta Arenas Simón Martínovich, uno de mis primos. Venía de luchar duramente el año anterior con el cáncer que finalmente consumió su existencia.
Simoncito ya hace muchos años que eran Simón, en tanto que yo siempre lo mencioné en diminuto recordando a su padre –primo de mi madre-, aquel Simón Martinovich Martinovich que se repartía en tareas rurales en Magallanes, con algunas incursiones en el frigorífico de Río Grande donde era reconocido en su condición de excelente futbolísta.
No recuerdo bien si era el mayor de los tres hermanos, o era Nora la que lo aventajaba en la nacencia; lo cierto es que con Rodolfo –Fito- el mayor referente deportivo de la familia (crack que jugó en Santiago) forma el trío que trajo al mundo la tía Blanca, era mujer grande, anidadora, tan tierna al hablar como valiente al esgrimir sus posiciones ante la vida.
Simoncito vivió entre Gallegos y Punta Arenas muchos años de su existencia. Lo recuerdo un día del 67 –yo andaba de vacaciones- cuando falleció su padre. La familia estaba acongojada. El estaba firme. Le correspondía estarlo. Mi viaje se enlutó con esa pérdida, pero creo que al año comencé a descubrir su alegría: había venido el hijo –otro Simón- y es quien aparece en la foto junto a Margarita, la esposa, una mujer de gran capacidad artesanal: hacía cuadros de tipo oriental con virutas.
Ellos vivían en la vieja casa de los abuelos, esa que levantó Mateo Martínovich en 1892 y que todavía –algo remozada- se perfila en la esquina del barrio sur magallánico: en Serrano esquina España.
Los últimos años anida un asilo de ancianos que administraban diligentemente la esposa y la hermana.

El hombre que me devolvió un abrazo que creía perdido.

Mi padre falleció en el invierno de 1979. Mi madre se fue a vivir a la casa que alquilaba con Yolanda en la calle Piedra Buena y donde el centro del mundo era mi pequeña hija: María Florencia.
Un día me pidió volver a su casa, y lo hizo para examinar lo que había quedado del finado. Me pidió que le dejara libre la tarde y que solicitara al vecino taxista: Gabriel Barrientos, que la pasaba a buscar para la cena. Yo volví por la radio y por teléfono le hice el encargo solicitándole, eso sí, que me llevara para poder volver con la viejita.
Así hicimos.
Gabriel me esperó e ingresé a la casa que estaba en silencio. Mamá estaba sentada a la mesa tomándose un te y mirándome con unos ojos que habían llorado mucho. Entonces me mostró lo que había hecho: en la habitación matrimonial había un conjunto de bolsas que encerraban toda la ropa que había pertenecido a mi padre, a la cual había hecho tiras para que nadie volviera a usarla.
Me dijo que guardaba un pantalón azul, de vestir, para que algún día los nietos comprendieran –dado el tamaño de la prenda- la estatura de mi padre.
Mi padre con su metro 96 era el gigante del pueblo.
También había dejado dos camperas Cacique, una impecable, la otra deteriorada un tanto por se la que usaba en el momento en que lo atropellaron. Me dijo que era una pena tirarlas, que a alguien le podían servir, que le habían constado mucho conseguirlas y adquirirlas puesto que no llegaba habitualmente ropa de confección de ese porte.
Y así partimos rumbo al coche con mamá haciendo peso de mi brazo.
Pasó un tiempo. Ya vivíamos de vuelta en la casita de Obligado un tanto modificada para albergar a mucha más gente. Y fue cuando pasó a visitarnos la tía Blanca y Simoncito.
Se estaban alojando en lo de los Otey, con los cuales la tía estaba ligada familiarmente, y ahora estaba haciendo la ronda de salutaciones familiares.
Yo llegaba del trabajo y cumplidos los protocolos mamá me llamó aparte: era para decirme que a Simoncito –tremendo Urso que era- le quedarían bien las camperas del finado.
Al primo le brillaron los ojos cuando mamá apareció con dos grandes envoltorios de papel azul que guardaban las camperas de mi padre.
Tomó la que estaba rasmillada en un codo y un hombro y dijo: -Esta me va a servir bien en el puerto (Simoncito como papá había sido mariplaya). Se metió dentro de la Cacique, subió el cierre, y le quedaba al cuerpo. Entonces mirando la otra dijo.-¡Y esta para cuando salga de rondín! Creímos entender que era para las fiestas.
Entonces Simoncito se acercó y me dio un abrazo muy fuerte, muy pronunciado, y por un momento sentí que con esa Cacique era mi padre el que había vuelto para abrazarme.

Tríptica Nacional.História.Deuda externa.2


En el año 1824 el gobierno de la Provincia de Buenos Aires por ese entonces a cargo del gobernador Martín Rodríguez, negoció con la compañía bancaria Baring Brothers de Londres, Inglaterra, un empréstito por un millón de libras dando, origen a la deuda externa argentina.

En principio este capital iba a utilizarse para la construcción del puerto, para el establecimiento de nuevos pueblos y para obras de salubridad.

Pero entre comisiones, seguros, amortizaciones, coimas, gastos e intereses por adelantado, llegó al país cerca de la mitad del monto total del préstamo (resulta difícil saber con exactitud la suma que llegó al país.

Circulan, entre los historiadores, distintas versiones, algunas determinan que el monto que arribò al paìs no fue mayor a 160.000 libras.

Por otro lado, no se realizaron ninguna de las obras para las cuales el empréstito habìa sido contratado. El dinero que llegó se disipó en otros gastos, como los resultantes de la guerra con Brasil.

La deuda, tras varias negociaciones infructuosas, incluido el ofrecimiento de las Islas Malvinas en forma de pago, terminó de pagarse recién en 1904, ochenta años después de la toma del crédito, por un monto ocho veces superior al original.

De por medio y en tiempos de la construcción de la Argentina liberal el tema de la deuda pasó a un segundo plano, y más aun, el país participó de acciones tendientes a que otros países se endeudaran. Tal fue el caso de la Guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay como que la invasión fue financiada, de principio a fin, por el Banco de Londres, la casa Baring Brothers y la banca Rothschild, en empréstitos con, intereses leoninos que hipotecaron la suerte de los países vencedores..

Se sepultó a la vez la única experiencia de desarrollo latinoamericano sin contraer deudas con la Europa mercantilista, y se diagramó un modelo económico dependiente para esa nación que pasó de estar protegida por su lejanía del mar y el mundo dominante, a estar encerrada los por intereses foráneos de los países que la vencieron.


Gerardo Connon y sus pasos antárticos.

 Gerardo nos visitó este último viernes, por la mañana le habíamos preguntado si tenía fotografías de su viaje a la Antártida. Habíamos hablado de esa experiencia pero nunca habíamos visto imágenes. Esta situación contrastaba con la de otros viajeros que suelen apabullarnos con sus tomas. Es se comprometió a llegar a la tarde a casa, con un CD, y de entrada seguimos el itinerario de esa experiencia que partió en enero de 2008, en el Canal de Beagle, una embarcación fluvial que pretendía cubrir la falta del Rompehielos Irizar, lamentablemente siniestrado.

 Esta foto tal vez ya la conocen, la pueden haber visto en la edición de este sábado de Cordón Cuneta, en el diario El Sureño, es la Base entonces llamada Jubany, ahora rebautizada Doctor Carilini. Jubany parece que fue un cabo que nunca viajó a la Antártida, en tanto que Carilini fue un científico que dio su vida en esta empresa. El monte se llama Dos Hermanos.

 Momentos de trabajos aparecen testimoniados en el conjunto de fotografías, aquí en el gomón, luego de haber emprendido la complicada tarea de descender en escalera de gato. Completa tarea por el frío.
 Otras operaciones estaban a la vista. Un helicóptero opera dejando carga. Es una máquina rusa que tiene base en el rompehielos de esa nacionalidad al cual se habían trasbordado.
 El andar antártico los hace visitar este lugar, construcción realizada hace más de un siglo por expediconarios suecos que debieron afrontar aislados más de un invierno.

En tanto que en el rojo cordial de este habitáculo aparece el espacio que se correspondería con la tarea de Connon, quien viajó para dar mantenimiento a sismógrafos en los distintos destinos,


 
 Una mirada de pronto descubre que hay vida en la tierra, líquenes que son los vegetales de aquella soledad.

Soledad que no es tanta si al mirar hacia lo alto aparece un skúa, un ave temeraria.
 Una muestra de la arquitectura del lugar nos presenta esta unidad habitacional donde se supera los límites de los contenedores que resultan funcionales para muchas viviendas, talleres y laboratorios. "El agua es esencial, casa vivienda tiene un tanque de 300 litros que se renueva cada dos días".

 Los interiores son clase turista en las bases visitadas. Los cuadros evidencias pertenencias lejanas, y distantes en el tiempo..., como herencia de anteriores dotaciones.

 En tanto que -a bordo- el comedor ruso es amplio y cordial. Los hay de distintas categorías: para oficiales, suboficiales y personal subalterno. Hay un estrecho margen de tolerancia para los viajeros, tres minutos; si te demoras te quedás sin comer.


El helicóptero nos espera para el sobrevuelo. Gerardo Connon hace sus primeras experiencias en este tipo de movilidad.

 El un rincón de esta playa un lugareño no se altera por la actividad de los ocasionales visitantes.
 Estos apuntes visuales son introductorios a temas mayores. Gerardo me dijo que las fotos son de libre uso, pero por favor citen la fuente: "Si la Antártida es de la humanidad, las fotos de allí también tienen que serlo"

Comenzamos esta relación introductoria con un barco, en el cual Connon salió, cerramos la presentación con otra nave, con la que completaron el recorrido. El nombre de esta esta a la vista, en el cartel de proa, no merece más comentario.

Un día de estos volvemos a salir de viaje al sur-sur.

Bertold Brecht: Preguntas de un obrero que lee.


¿Quién construyó Tebas, la de las Siete Puertas?
En los libros figuran sólo los nombres de reyes.
¿Acaso arrastraron ellos bloques de piedra?
Y Babilonia, mil veces destruida, ¿quién la volvió a levantar otras tantas?
Quienes edificaron la dorada Lima, ¿en qué casas vivían?
¿Adónde fueron la noche en que se terminó la Gran Muralla, sus albañiles?
Llena está de arcos triunfales Roma la grande. Sus césares ¿sobre quienes triunfaron?
Bizancio tantas veces cantada, para sus habitantes ¿sólo tenía palacios?
Hasta la legendaria Atlántida, la noche en que el mar se la tragó,
los que se ahogaban pedían, bramando, ayuda a sus esclavos.
El joven Alejandro conquistó la India. ¿El sólo?
César venció a los galos. ¿No llevaba siquiera a un cocinero?
Felipe II lloró al saber su flota hundida. ¿Nadie lloró más que él?
Federico de Prusia ganó la guerra de los Treinta Años. ¿Quién ganó también?
Un triunfo en cada página. ¿Quién preparaba los festines?
Un gran hombre cada diez años. ¿Quién pagaba los gastos?
A tantas historias, tantas preguntas

La corbeta Uruguay y su experiencia antártica.



Ahora que las circunstancias internacionales han despertado el interés de multitudes por la fragata Libertad, tal vez los porteños, o los visitantes a la gran ciudad, se vuelquen a visitar la corbeta histórica que se encuentra en la zona de Puerto Madero.
Fabricada en  Gran Bretaña integró la denominada escuadra de Sarmiento, y pese a su condición fluvial recorrió aguas antárticas para rescatar al mando de Julián Irizar a los náufragos de la expedición sueca de Oto Nordenskjiold, eso en los albores del siglo pasado.
Constituida desde 1967 en Museo Flotante perpetúa su existencia en su tercer siglo, dado que fue construida en 1873, junto a la cañonera Paraná, que con el tiempo integraría la División Expedicionaria del Atlántico sur, instalando faros en San Juan de Salvamento y Ushuaia.
“ Se trata de un buque-corbeta, con aparejo de Barca con gavias dobles, con tres palos, dos de los cuales tienen vergas cruzadas. El casco es de acero forrado en madera de teca.
Fue designado Buque Escuela en 1877, función que ahora tiene la Fragata Uruguay, embarcando a los cadetes de la Escuela Naval Militar, entre febrero y mayo del año siguiente, realizando entonces tareas hidrográficas en la costa bonaerense.
Formó parte de la expedición del Comodoro Py al sur del Río Santa Cruz, junto con el monitor Los Andes –primer nave argentina de casco blindado- y la bombardera Constitución, su presencia vino a mitigar la presencia chilena en la región.
Por 1882 condujo a comisiones científicas extranjeras que vinieron a observar el paso del disco de Venus por delante del Sol.
En 1903 cuando era su Capitán Julián Irizar  tuvo la  misión de rescatar a la expedición científica sueca, que era conducida por Nordenskjiold cuya embarcación, la "Antartic", había quedado destruida por los hielos
La Nación de Mitre decía entonces:
Navega en estos momentos con rumbo al sur la cañonera Uruguay, que envía el gobierno argentino en auxilio del Antartic. El grupo de marinos que tripula la antigua corbeta debe ir muy satisfecho de la entusiasta despedida que le hizo el numeroso público que fue a ver la despedida de la nave. Toda la mañana, y hasta momentos antes de zarpar, circuló por la cubierta del buque un gran número de familias. Después de mediodía, cuando el espacio de que se dispone era estrecho, se prohibió el acceso a bordo. El público que a las 12 no pudo entrar en la cañonera tomó posiciones en los malecones del dique en que se halla la Uruguay y en los de Dársena Norte. Momentos antes de la hora señalada para la partida una masa de público ocupaba el coronamiento de una gran parte de los malecones del Arsenal de Marina.
Después de cambiar algunas palabras con el comandante Irizar, el General Roca, con visible emoción se dirigió al personal del buque.... A las dos menos cinco (de la tarde) la cañonera comenzó a abandonar el dique lentamente, tirada de la proa por el remolcador Vigilante. Así que el público vio que la Uruguay se ponía en franquía, en toda la línea de los malecones se repitieron vivas a nuestra marina y jefes más distinguidos.1
En la Antártida junto a los suecos viajaba un argentino, el joven alférez Sobral, que sería el primer con nacional en acreditar una experiencia en esas latitudes.
 En 1926 la Corbeta Uruguay, ya raleada, se convirtió en polvorín, pero años después fue reconstruida en los astilleros de Río Santiago, con la apariencia que hoy presenta.
Horarios de visitaLunes a Domingo de 10 a 19 Hs. 
Director: CN (RS) Carlos Alberto Zavalla

Contacto
Teléfono: 4314-1090
Dirección: Dique 4, Alicia Moreau de Justo 500 PUERTO MADERO

Entrada libre y gratuita. Allí cerca también figura con el mismo propósito la Fragata Sarmiento, predecesora de la Libertad, aquella que se le canto como "vieja y gloriosa". Gloriosa como la JP pero por distintos motivos.


Tríptica Nacional. Geografía. Patagonia 2.


La Patagonia tiene una extensión de 1.100.000 kilómetros cuadrados, incluyendo Tierra del Fuego y demás islas australes.

Se considera como su límite norte la zona de Valdivia en el lado occidental, y el río Colorado en el oriental, esto es aproximadamente desde el paralelo 38 grados sur, abarcando hasta el de 56 grados en el cabo de Hornos.

En esta amplia región, podemos distinguir tres subregiones:

1.- La Patagonia occidental.
2.- La cadena de los Andes Patagónicos
2.- La Patagonia oriental

Luego tenemos la más extensa subregiòn, que es la Patagonia extraandina, que se extiende hasta el océano Atlántico.

Aquí predominan las mesetas y terrazas extensas que descienden   y suave pendiente y por escalones hasta la orilla del mar. Empero se hayan cortadas por varios valles, y algunos de estos son profundos y anchos., presentando barrancas bastas de 300 metros, y cauces amplios en los que discurren, haciendo meandros, ríos de aguas alóctonas. Hay numerosos cañadones que descienden a estas cuencas, y se presentan también los llamados “bajos”, que son hoyadas de diverso tamaño, con drenaje completo y con lagunas, permanentes y temporarias y otras desecadas. En la fisiografía monótona de esta subregión  se aprecian, sin embargo, en pocos sectores algunas elevaciones  orográficas de poca altitud, que son serranías rocosas, cerros volcánicos y peñascos. 

Esta extensa subregión  está dominada por los vientos fuertes del oeste, que corresponden a la circulación  del hemisferio sur en esta latitud, y que allí toma incremento su fuerza por el contraste de temperaturas entre los Andes , con bajas temperaturas, y las extensas mesetas de baja altitud, relativamente atemperadas. 

El rasgo de las escasas precipitaciones al que se suman la intensa evaporación , determinan fundamentalmente que la Patagonia extra andina, que se extiende en el territorio argentino , sea de un clima seco, semiárido y ventoso.

La costa de esta Patagonia extra andina presenta  acantilados en grandes sectores, en otros suaves playas y lo más notable es que tienen  una prolongación en una gran plataforma continental que es extensa, llana y poca profunda, y que llega a conectarse con las islas Malvinas.

Triptica Nacional. Lengua.01. EL ESPAÑOL DE LOS ARGENTINOS


No son muchos los trabajos sobre la lengua española en la Argentina. Desde 1954 es un libro clásica la obra de BERTA VIDAL de BATTINI titulada El español de la Argentina, un esfuerzo aislado en el trazado de un panorama de la cuestión en el ámbito nacional.

En tiempos mas cercanos aparece como obra colectiva coordinada por MARIA BEATRIZ FONTANELLA DE WEIBERG titulada EL ESPAÑOL DE LA ARGENTINA Y SUS VARIEDADES REGIONALES. Participan en el mismo destacadas lingüistas habiéndose dividido en siete regiones:

LITORAL

NOR ESTE

NOR OESTE

CENTRO

CUYO

Y EN OTRO PLANO LAS REGIONES BONAERENSE Y PATAGONIA donde trabajó expresamente la profesora FONTANELLA   .

Pero lo que si son abundantes son los trabajos lingüísticos sobre diversos aspectos parciales del español hablado y escrito en nuestro paìs, que ya para 1994 superaban el millar, cifra que estimamos ha de haber seguido multiplicándose.

 Todo comenzó elaborando vocabularios, en niveles regionales.

Todo un capítulo es definir lo que significa ser ARGENTINOS, más allá del chiste que con sus mismas letras se puede construir otra palabra: IGNORANTES. 

¡Oye, te fuiste Yanet!



Hoy sábado 5 de enero de 2013 falleció Yanet Ortega Sierpe de Fernández. Su deceso ocurrió en Tolhuin, localidad en la que brindó la mayor parte de su vida profesional.
Casada con Marcelo, en un día que no parece tan lejano, se unió a la familia pionera que gestara en nuestra Isla Grande aquel Don Milìn junto a cuyos restos hoy descansa.
La recuerdo en sus días de alumna, allá en el Instituto Don Bosco, sentada a mi derecha y yo en el escritorio de profesor, pero mirando más hacia la ventana que al pizarrón.
La recuerdo con sus acento y su risa, y las peleas que sostenía con los "líderes" del curso peleando por una igualdad de oportunidades, tratar de ayudarse siempre entre los compañeros.
Con los años volcó esta vocación suya a la profesión que la devolvería a Río Grande: Asistente Social.
Fue tal vez una de las primeras chicas nuestras que se graduó con esa orientación en la ciudad de La Plata.
Conformó un grupo de trabajo por 1987 en la naciente Secretaria de Asuntos Sociales, dando una estupenda mano profesional a Mirta Honoria Ferrari -que se iniciaba en esas lides- y a Oscar Lassalle que capitaneaba el equipo políticamente.
Jeanettte era una de las tantas chicas de las oficina de al lado -yo estaba en la Dirección de Cultura- y eran sus compañeras de entonces Sandra Barría, Antonia Gallegos. Graciela Montani,  Patricia Almonacid, Patricia Pacheco y María Fabiana Rìos (galanes del grupo Marcos García y Sergio Dadario).
Ella propiciaba el orden oficinezco, pero màs que  salir a los barrios, y así se hizo el primer relevamiento en Barrio Esperanza (la prolongación de "La Perón").
Un día -yo ya había salido de la esfera comunal- nos trajo la invitación de su casamiento. Nos reunimos en Kaikén y la bendición del padre José Zink selló el momento. Al día siguiente, los invitados nos alojamos allí, partimos hacia Kosovo -Estancia Los Álamos- donde se vivió un día de fiesta.
Antes había partidicipado del todo el jolgorio que precedió la aparición del primer libro de memorias de un poblador riograndense, YO, EL PETISO de Juan Sabino Andrade.(foto)
Partió hacia Tolhuin que se convirtió en el escenario de su vida...
Ahora que la recuperamos con tremenda sonrisa no tenemos fuerza para despedirla con una lágrima...

Colofón de Marita Ojeda.

Un resumen de vida de mi gran amiga "La Yanet". Pero quiero contarles lo que fue esta mujer en mi Vida: En 1978 nos cruzó la Vida, secundario, voley, primeras salidas, y de ahí en más compartimos 35 años de amistad, con idas y vueltas, por cuestiones laborales, de estudio y su elección de vivir en Tolhuin. Pero, al igual que otros grandes amigos, cada reencuentro era un fuerte abrazo con llanto y luego una inmensa alegría, una charla abierta, sincera, plagada de anécdotas y muchas pero muchas risas. Ella me hizo entrar a la Municipalidad. Ella me vió de cajera en La Gaviota y me dijo " Oye ¿vos que hacés aquí, negrita? Dejá esto y venite conmigo". Ni lo dudé, un viernes hablé con los dueños, Cano y Quicho Andrade (a quienes también agradezco mucho) y el lunes me fui con ella.
Con Yanet no había sorpresas, era querida ó resistida, pero franca, frontal. Su participación en la vida social, a pesar de su enfermedad, era admirable. Su fortaleza interior me la trasmitió cuando yo estuve muy enferma, aunque ella seguía con su propia lucha. Hasta el último día que la ví, en Año Nuevo, la admiré. Ella se me fue, pero se murió sabiendo lo mucho que la quería, que la admiraba y la respetaba. Ante de volver a Río Grande, y como en cada despedida, le dije "Nos vemos"...y así será. Un abrazo de osita para toda su familia que tanto quiero, y un abrazo de osita para mi...que me hace falta.



Tríptica Nacional. Historia. La deuda externa 1.


En el año 1824 el gobierno de la Provincia de Buenos Aires por ese entonces a cargo del gobernador Martín Rodríguez, negoció con la compañía bancaria Baring Brothers de Londres, Inglaterra, un empréstito por un millón de libras dando, origen a la deuda externa argentina.

En principio este capital iba a utilizarse para la construcción del puerto, para el establecimeitno de nuevos pueblos y para obras de salubridad.

Pero entre comisiones, seguros, amortizaciones, coimas, gastos e intereses por adelantado, llegó al país cerca de la mitad del monto total del préstamo (resulta difícil saber con exactitud la suma que llegó al paìs.

Circulan, entre los historiadores, distintas versiones, algunas determinan que el monto que arribò al paìs no fue mayor a 160.000 libras.

Por otro lado, no se realizaron ninguna de las obras para las cuales el empréstito habìa sido contratado. El dinero que llegó se disipó en otros gastos, como los resultantes de la guerra con Brasil.

La deuda, tras varias negociaciones infructuosas, incluido el ofrecimiento de las Islas Malvinas en forma de pago, terminó de pagarse recién en 1904, ochenta años después de la toma del crédito, por un monto ocho veces superior al original.

Emil Slatynski: Un polaco que había hecho historia.

Emil Slatynski falleció en el Lago Khami el 26 de abril de 1956. Se desempeñaba en el aserradero de Pozzi, abierto en el lugar para fabricar inicialmente duelas de barril, con destino a la producción vitivinícola. Eran días en los que la Tierra del Fuego se abría al mundo para aprovechar sus recursos naturales.

El síncope cardíaco que cortó con su vida hizo que la memoria sobre él se desperdigara. En lo que fuera el antiguo emprendimiento maderero quedó un cuidador: Jesús Varela, con los años el predio se convirtió en propiedad de la familia que él formó con Enriqueta Gastelumendi, más conocida como "la india Varela".

Pasaron los años y en una limpieza Roberto Berbel, vecino de los Varela, salvó de peor destino este álbum.

Durante un par de años lo atesoró y mostró a un círculo pequeño de gente que podía estar interesada. Un día recibió la sorpresa, siendo el funcionario de Turismo de Tolhuin: alguien desde Polonia reclamaba noticias de Emilio. Era un sobrino -Bartosz- que le traía noticias del heroico comportamiento de su antepasado en la primera y segunda Guerra Mundial.

Roberto escaneo algunas de las fotos del álbum de vida de aquel hombre que como industrial hizo pie en Tierra del Fuego para trabajar en la usina de Ushuaia, y luego se asentó en la cabecera del Lago.

Viajando a Buenos Aires vio si la embajada polaca en la capital podía hacerse cargo del traslado de la pieza histórica. No hubo respuestas. Hizo en envío por su parte y al tiempo la sorpresa. Había un libro que recordaba a aquel polaco que fue habitante de nuestra Isla Grande.
Ahora ha encontrado traductores, que salten el abismo, y nos den vida a los curiosos sobre este existir que formaba parte de los tantos misterios que atesora nuestro lugar: en de los migrantes de post guerra.

Al mismo tiempo requiere de los recuerdos de los que pueden haberlo conocido, para armar la historia fueguina de esta vida.

Su vida en un blog

Los recursos que hoy nos brinda internet posibilitan esta otra mirada.


Słatyński Emil nació el 19 de mayo de 1897 en Kamesznica en Żywiec County. Su padre, Federico ocupó el cargo de superintendente de las posesiones de la familia Habsburgo. La madre de Emil, Carolina Studenka  pertenecía a una familia burguesa muy rica.

Emil, el cuarto hijo de Carolina y Federico era un chico ambicioso, e imbuido de patriotismo. Se graduó de la escuela secundaria con  Grado 8 en Matemáticas - Escuela Bienes Naturales en Zywiec. 
Desde 1912 perteneció a la asociación de rifle.

Cuando la Primera Guerra Mundial estalló, dejó la escuela para unirse a las legiones polacas. 
El 6 de agosto 1914 fue asignado a la tercera compañía del 1er Batallón Cadre. Desde febrero de 1915  combatió en las filas de la segunda compañía del regimiento  Polish Cavalry- Participó en importantes batallas como líder de pelotón en el quinta escuadrón. 
En 1914, se casó con Leonarda en Mikosów pero esta relación no sobrevivió a la prueba del tiempo.
El 1 de junio 1919 fue ascendido al rango de teniente y recibió unas pocas tareas en 1920 para asumir el cargo de comandante de la 3 ª compañía del 203 Escuadrón Regimiento de Caballería.

El comportamiento de su escuadrón fue encomiable, hasta el final de la guerra.

Aquí aparece la famosa  "incursión en la tarea Ciechanów ', cuando tuvieron que rastrear al regimiento enemigo, dando persistente lucha con el primer  Regimiento de caballería del Ejército en septiembre Durante este tiempo, el regimiento era parte del I Cuerpo conducido por el coronel Julius Rommel .
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En el período de entreguerras se desempeñó, sucesivamente, en el 27 ª Regimiento de Caballería (en esa época se habría casado con Jadwiga nee Swiderska, sin embargo, esta relación no se ha confirmado). Emil era el comandante de la 3 ª Escuadra de la Brigada de Caballería ", Baranovichi" como el oficial de Estado Mayor en primer lugar, y 3 Regimiento de Caballería como el comandante de la Escuadra de Reserva. En Okrasie desde abril 1937 hasta agosto 1938 argumentó ya en el rango de mayor 21a División por Podhalańska 14 de agosto 1938 Dyonu tomar el mando 10 Regimiento de Fusileros Montados.


Cuando la Segunda Guerra Mundial estalló fue del 10 Regimiento encargado de luchar contra los invasores alemanes. Su actitud describe fue para merecer la solicitud de la Cruz del Valor:
  • "En 12.IX.39 como comandante de la OW prepara una emboscada en  Krakowiec al acercarse a los tanques alemanes a  Radymno les permitió la distancia cercana y sorprendió al fuego, destruyendo dos tanques y de expulsión de los demás"
  • "Entre el quince y el 16 del mismo mes y año el comandante del regimiento (Col. Janusz Bokszczanin) lideró 10 en ataque a mod PSK. Zboiska. A pesar de las fuertes pérdidas lideró el ataque  ganando el equipo y tomar prisioneros ".
  • "En todos los casos, la exposición de la persona sirvió para dar un ejemplo personal de coraje y temperamento de combate".

Cuando la situación se hizo desesperada regimiento cruzó la frontera con Hungría., su energía, ingenio y tenacidad se manifestó en el  Regimiento que atravesaba el  período más difícil de los desastres militares, la desorganización, el exilio  y la duda. Parten a Francia  para reorganizarlo.  Aterrizan en Escocia, como un  compacto, equipo disciplinado, con todo el inventario," fijado el último botón."
Más tarde comandó el 9 º Regimiento de Caballería Malopolska (en este período viene un álbum de fotografías de teniente coronel Słatyński recuperado después de años de Argentina)


Después de la guerra, Emil Słatyński desembarcó en el puerto de Buenos Aires en Argentina con una escopeta y dos perros  labradores. Se fue a Tierra del Fuego, donde arrendó un terreno y construyó un aserradero al que dio el nombre de "Slatyna". "

 En el momento de la muerte estaba fue con él a su perro amigo Trop.. Fue el único testigo mudo de la tragedia de Caballero Mayor, de la Cruz de la Virtud Militar, quien, al igual que muchos otros soldados de la derecha polaca, tenía que morir en tierra extranjera. "

Premios:
"La Cruz de la Virtud Militar" clase V
"La Cruz del Valor" 3-fold
"La Cruz de la Independencia"
"Orden al Mérito" Gold

Para mayor consulta:

Al realizarse el 15 de septiembre de 1989 la Fundación Poética de Río Grande el héroe polaco aparece en uno de cantos. Es en la cuarta estrofa de El reparto de los cielos, donde se dice:

Si la Lindora Mansilla está en su sitio
y Baldomero Hidalgo no ha faltado.
no habrá reclamo de Slatynski y Maclovia
Almonacid, por lo que he regalado.

Ana Berbel visitó en la fecha el sitio de su tumba en Río Grande, la tierra esta llana, nada queda que lo recuerde. Le han dicho que por abril exhumarían sus restos que irían a fosa común. Pero está comenzando otra historia.