José Luis Villarreal se presentó a nuestros desayunos dominicales portando de regalo un ejemplar de la revista ushuaiense Tiempo Desvelado, página que dirigían Silvia Milat y Estela Noli, y allí encontramos este primer reportaje a Patricia, dado antes que yo la conociera..
POESÍA.Reportaje a Patricia Cajal. La poética en marcha.
Patricia Liliana Cajal llegó a nuestro Territorio en marzo
de 1985. Apenas doce meses de residencia, pero su nombre se afincó de inmediato
en el quehacer literario de Ushuaia.
Participa el taller literario de la Dirección de Cultura
Territorial, y sus poemas han aparecido en varias publicaciones locales.
Casi tímidamente nos dice que rescata de la vida todo lo que
ve, lo que recuerda para escribir, tarea que no realiza de manera disciplinada,
pero si como acto enteramente individual:
“como cuando encendés la luz, o veo los árboles a través de la ventana, bueno,
los observo y luego escribo”.
Piensa que toda actividad como la del poeta también, está relacionada con la vida y el
hombre, y que un poema de amor puede modificar a la sociedad.
Patricia, ¿cuál es la poesía de los demás que te conmueve?
-La de Mario Benedetti, porque me transmite algo así como
una mujer común, que observa lo que sucede afuera, a su alrededor y lo cuenta
como algo cotidiano y sencillo. Pablo Neruda es otro de mis preferidos.
¿Recibís influencia de alguno en particular?
No lo sé, Todos
tenemos maestros, pero interpretar la realidad lo hacemos nosotros mismos.
¿Para escribir poesía, es necesario vivir de una manera
especial?
No, te imponés vos mismo ser distinto. Ya de por sí vivís de
una manera especial porque tenés otro universo para explorar.
Patricia trabaja actualmente una de las fábricas
metalúrgicas, con respecto a ello, nos comenta. “Es especial al resto de los trabajos que hice. Los obreros son la base
de un país y te metés en otro tipo de cosas, de sentimientos, en otra manera de
decir las cosas. Es un trabajo perjudicial para la salud, pero en él se llega a
comprender5 mucho más al otro no hay tiempo para el “chanterío”, se trabaja
mucho y en los momentos de descanso el acercamiento con tu compañero es bien
concreto”.
Entonces le preguntamos si su residencia en Ushuaia modificó
su labor poética:
-Yo no me di cuenta,
pero amigos míos que leyeron los trabajos hechos aquí, aseguran que he
cambiado. Sucede que en este lugar te rodeas de paisaje, naturaleza, ves al
otro como va creciendo, lo identificás, en Buenos Aires es muy diferente,
demasiados conflictos sociales, y te encontrás cercada por el cemento.
¿A tu edad Patricia, tenés un camino prefijado?
Sí, poder decir,
poder contar. No deseo entrar en el “engranaje” de publicar. A mí me cuesta
hablar, expresarme, y con la poesía, y a través de ella, logro comunicarme.
El artículo presentaba
tres poemas de la Cajal que poco más tarde integrarían su primer poemario
CONTRASTE.
EXTENDER LOS BRAZOS
Cielo y frío
caen sobre mi cara,
mientras mis ojos
abarcan la inmensidad.
Todo es silencio.
El gran sol
abre su boca
y deja salir sus destellos.
Es la mañana,
nosotros los hombres
caminamos en fila
sin observarnos siquiera.
En tanto la naturaleza
funde con cadenas de nieve
los abismos dejados por las montañas.
Es el gran ejemplo,
sólo bastaría extender los brazos
para mimetizarnos
DESPEDIDA
El cielo incipiente
arañó las primeras luces del alba.
Claridades
de un refugio aún virgen.
sella la luna
el último recuerdo de la noche.
Navega mi rostro
entre la suave brisa
de este despertar.
Estrecho mi beso
en esta despedida,
aunque la lluvia
devore más tarde
estos pasos de lágrimas.
TEMPESTADES
Vagabundas nubes negras
hospedan sus espejos
en el cielo.
Más abajo
en el recinto de madera,
Los hombres revisten
sus rostros de máscaras.
Aletean sus manos
en caricias sin sabor.
Sus voces
crujen en la noche
y levantan el rocío
del silencio.
La calma ha muerto.
la paz quiere emerger
de la tierra sangrienta.
La libertad huye.
Cambiará la estación.
A esto se suma el retrato que entonces hiciera de ella Miguel Pereyra.
También este retrato que le realizara entonces Miguel Pereyra.
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