... se dio en Chile el golpe de estado que terminó con la experiencia de la Unidad Popular.
En nuestro ámbito, a fines de impedir el ingreso al país de personas que vinieran escapando, el Batallón 5 de Infantería de Marina llevó a cabo una operación de control a lo largo de todo el límite. Un hombre cada cien metros, recuerdan los que participaron de esta medida. La arden era interceptar a todo el que quisiera ingresar a esta parte de la Tierra del Fuego y entregarlo a las autoridades chilenas. La medida se extendió hasta el 24 de octubre.
En el orden nacional se escucharía al General Perón que se disponía a las elecciones que el 23 de septiembre lo llevarían a su tercer mandato presidencial. Argumentaría aquello de apresurados y retardatarios, que una revolución se hacía con tiempo y sangre, si poníamos mucho tiempo necesitaríamos poca sangre. Y viceversa. Pero en el caso chileno la sangre era de los derrotados.
El temor de una presencia comunista en San Sebastián se disipó. Las familias chilenas radicadas en la isla pensaban sobre el destino de algunos parientes. Con el tiempo comenzaría a llegar otra migración, la de los que de alguna forma habían participado del gobierno de Allende, y que llegaban aquí a buscar tranquilidad y trabajo. Tenían formas de pensar que en algunos casos no eran aceptados por los chilenos preexistentes.
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