El otros países
alguien llega a la presidencia y al cumplir su mandato goza de ciertos
beneficios: senador vitalicio. Jubilado que sigue cobrando haberes como si
estuviera en actividad, integrante de un consejo de estado.
Los representantes
son considerados como una aristocracia partidaria y se los consulta en las
decisiones electorales y sucesivos programas de gobierno.
No existen carreras
descendentes: hoy Legislador, mañana Edil..
Nunca encontrarás un
ex diputado manejando un taxi. Todo está previsto para seguir siendo útil en el
escalafón de la administración del Estado, si se viene de él, aunque en este
sentido hemos encontrado ex funcionarios que al terminar su mandato se
reintegraron en tares de mayor categoría, o mejor remuneradas que las que
tenían al abandonarlas para cumplir con el destino que el pueblo les entregó.
La promoción de las
personas a cargos de cierto nivel representativo de san a cierta edad, y con
ello terminar se ser un mandamás le da pie a continuar con una remuneración que
ya dura el resto de su vida.
En muchos casos nos
asalta la pregunta: ¿Y que es de la vida de aquel presidente/a, de aquel
senador, diputado, gobernador, etc? Poca información se tiene sobre ese aspecto
curricular, pero en muchos casos prima la certeza que no está viviendo en una
situación carenciada.
Pero este es solo un
aspecto material, interesante es reflexionar sobre las situaciones más
espirituales…¿Cuántos de los que han pasado por la función democrática quedan
en condiciones de merecer cierto respeto por lo que han sido?
Algunos enarbolan
calificativos que hablan de su condición de Ex, otros prefieren callarlo.
En comunidades pode
pesa el hecho de ser ex combatiente, ex alumno.., la circunstancia de ser ex
mandatario no admite mucho peso. Y es imposible tener juntos en algún momento a
todos los presidentes vivos, para sacarse una foto, o a todos los gobernadores
que tuvo una provincia, en igual trámite, a todos sus senadores y diputados,
estos frecuentemente dispersos.
Cuando el Concejo Deliberante
de Río Grande organizó los festejos de sus cincuenta años se invitó a todos sus
ex integrantes, pero una buena parte de ellos ni apareció ni brindó excusa por
ello.
Experiencias
cercanas, y menos pomposas, nos hablan de ese alejamiento de los que fueron
nuestros representantes de un presente que
también se podría alimentar de sus pensamientos y sus acciones.
Y esa concurrencia
no se logra en los grandes partidos, ni en los pequeños…
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