¿Qué sabías de los GRANDES ALMACENES JUSTICIALISTAS?

 




Yo por mi lado te cuento lo leído en el INFORMATIVO FUEGUINO, publicado en USHUAIA, el  10 DE MAYO DE 1951

MAS A FAVOR DE UNA MISMA CAUSA
Poniendo una nota más de novedad en la calle Florida, que es porteña tradicionalmente y argentina por historia de la gran metrópoli, una de las grandes tiendas, un enorme y amplio edificio que hasta hace muy poco era el orgullo de una firma comercial anónima ha pasado a constituir el centro de atracción por un cambio fundamental en su contextura económica. En efecto esa gran tienda en adelante será un establecimiento justicialista, al servicio total de la economía particular de los trabajadores.
Esta obra en pro de la defensa de los pesos que se ganan en jornadas regulares de labor fue posible mediante la intervención directa del ministro del interior, señor Angel Borlengui, Secretario General de la Confederación de Empleados de Comercio, y con el aporte desinteresado y oportuno de la fundación Eva Perón que financió el proyecto.
En cualquier país, en cualquier ciudad del interior hay una oportunidad semejante, y dado el paso trascendental de una medida de esta naturaleza, el comercio en general entrará en la órbita del precio exacto y de la ganancia licita.
En todo momento el General Perón, como lo manifestara en su discurso a las amas de casa, ha querido que las masas trabajadoras tuviesen la garantía de sus pesos. La Justicia Social que dignifica al trabajador y le hace pagar «el salario justo, tiene en la garantía de ese salario otro cometido de gran importancia. Así ha demostrado captarlo el actual ministro del Interior de la Nación que ha dado un paso efectivo en procura de otra etapa de esta revolución que contextura una Argentina justa, libre y soberana.





MIRANDO PASAR
El magnífico acto inaugural de los Grandes Almacenes Justicialistas que contara con la presencia del general Perón y de su infatigable colaboradora, Eva Perón, puso una nota emotiva en la calle más aristocrática y popular al mismo tiempo, de Buenos Aires.
Florida escuchó la alegría inmensa de los jóvenes trabajadores de ambos sexos y puede decirse que la ceremonia organizada por la Confederación General de Empleados de Comercio, constituyó una jornada espléndida de justicialismo práctico. Así como el pueblo de mayo quiso saber de que se trataba, los trabajadores de la Nueva Argentina quieren asegurar el pleno ejercicio de la soberanía nacional y el afianzamiento del justicialismo social, y consideran sus vacilaciones que ambas condiciones solo pueden cumplirse con la reelección del general Perón. Por eso apoyan su candidatura para un nuevo período y no han de escatimar sacrificios para que así sea y tenga la Patria una nueva etapa de progreso y engrandecimiento.
«La Prensa» había logrado ser un diario grande y había logrado ser un vehículo comercial importantísimo. En su edificio monumental, donde cada ladrillo, recuerda un pedido de trabajo cobrado por milímetro, no había un solo retrato de San Martín. Cuando el más grande de los presidentes argentinos pasó frente a él, elegido por la voluntad popular, sus ventanas permanecieron cerradas y sus columnas negaron el elogio justo de lo nuestro y dieron cabida amplia a los programas de propaganda foránea. De ella ha quedado una cosa. Su organización, su método y su caudal físico. ¿Cómo no entienden algunos que todo eso al servicio del pueblo es de pública utilidad. Del pueblo salió esa fuerza y como un resorte gigantesco que acumula energías, al pueblo les serán devueltas. La expropiación todo lo pagará, muros y mármoles, máquinas y útiles y para el que reclame por el espíritu de La Prensa le diremos que para los argentinos eso no tiene precio alguna por lo contrario, es un valor negativo que lo libramos al aire para que se disuelva y se pierda. El día de la sanción de la Ley de expropiación La Prensa fue iluminada porque ahora es nuestra, es de todos los que trabajamos. Brillo en la noche porteña, anunciando la grata nueva de que terminó un triste episodio que comenzara hace más de ochenta años y que la nueva conciencia argentina ha dado una sanción ejemplar.
Los diputados radicales no asistieron a la gran Asamblea Legislativa del 1° de Mayo. No es ninguna novedad. Todos los años ha sido igual. Sus conciencias no les permitía escuchar la palabra sana del general Perón, elegido por la sana voluntad del pueblo argentino. Sus bancas fueron ocupadas por senadores, jefes de las fuerzas armadas y gobernadores. Todos hombres leales y sanos. Y volviendo a la redundancia, si el ambiente era sano y los radicales no concurrieron. ¿Que nos importa? Allá ellos.


Las fotos corresponden en dos tiempos -anterior y contemporánea- a la esquina de Sarmiento y Florida donde se inauguró esta iniciativa, que tuvo eco en el país, aunque no perduró en el tiempo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Les cuento que mi mamá trabajó ahí por 15 años. Y todavía se acuerda que la jefa de la tienda era la hermana del ministro Borlenghi. Trabajaba en el sector venta de medias porq le daban comisión. Además cuando fue el abrazo de Eva y Juan dice que estuvo debajo porq ellas salían de la tienda y las ubicaban en primera fila porq vestian con su uniforme.