Desde su silencio nos escucha Eduardo Van Aken.
Nos mira, los lee, nos contempla, nos analiza. Pocas veces opina, guarda el
estilo de ciertos fueguinos viejos, como en realidad lo es. Se nos acercó con
esa firmeza con la cual el fue construyendo, memoria a memoria, foto a foto,
papeles en mano, distintos tramos de la historia lugareña, donde revalora el
papel paterno, desde su accionar comercial, desde su inserción en la vida
comunitaria por medio de
Eduardo nació en Ushuaia el 1 de Octubre de
1918. Hijo mayor del matrimonio integrado por Edward Van Aken y Amanda Traba
Fernández. Su padre un belga nacido en Amberes en 1893, llegó a América en
1900, dedicándose en
Repetto, que era a la vez Capitán del Vicente
Fidel López, lo estimuló a él y a Fadul a radicarse en el puerto del norte: Río
Grande; el sirio fracasó por un incendio en el que perdió todo, el belga tuvo
mejor suerte, pero partió para quedarse instalando su comercio y llegado el
tiempo logró invertir en ganadería con dos establecimientos, los hoy conocidos
como Río Claro, ayer Eva, y San Salvador.
Para cuando la familia se traslada a Río
Grande, en 1920, doña Amanda ya había dado a luz también a Mario Vicente, en el
20, en tanto que aquí nacería Jorge Amado. La esposa de Van Aken era una
puntarenense nacida en 1896, primera hija americana de una familia española. De
los tres hermanos solo sobrevive nuestro vecino de hoy, dado que Mario falleció
en 1958 en un accidente en Entre Río, en tanto que Jorge lo hizo luego de una
prolongada dolencia en el año 1965, lejos también de la tierra que lo viera
nacer.
Don Eduardo ha construido en su comercio de la
calle San Martín un Río Grande pequeño y añoso, el Río Grande de su infancia.
Ha recurrido para ello a la tenacidad de sus manos de la que salieron en
réplicas las maquetas de los distintos establecimientos que daban vida al
pueblo del 21, las cinco casas despertando sobre la costa del río donde él
también tenía su hogar, muy cerca de donde hoy está
La última vez que nos pusimos a dialogar
acordamos la importancia –poco reconocida por cierto- que él encuentra en la
trayectoria paterna y el reconocimiento comunitario; entonces Don Eduardo
reclamaba como una reivindicación la imposición de un nombre en una calle de la
ciudad, “gente con mérito, pero no tanto lo tienen”. Eso nos llevó a recorrer
el plano de la ciudad y descubrir lo que para nosotros –al igual que a él-
resultaba inadvertido, ese espacio que vincula Felipe Vallese con Chacra 4, que
lleva el nombre y los dos apellidos de su progenitor.
Ahora es tiempo también de mirar al futuro,
Van Aken es el único en su familia que se ha quedado en Tierra del Fuego, sus
orgullos andan dispersos, uno de ellos se llama Estela Alicia, es la hija que
ha sido nombrada en las Naciones Unidas como Directora de Relaciones Públicas,
la primera persona no norteamericana en el cargo; Estela Alicia es abogada y
escribana y domina tres idiomas...
Son Eduardo historiando a su familia, has
historiado a nuestro pueblo. Recuerda que el 19 de noviembre de 1928,es la
fecha de la constitución de la primera Comisión de Fomento, con la que se
inició la organización comunal en el puerto atlántico fueguino. Para aquella
fecha él ya no estaba en Río Grande. Las necesidades de progresar en el estudio
habían forzado a la familia a desprenderse de su presencia enviándolo a Punta
Arenas, bajo la tutela de la tía Magdalena. Es que en Río Grande había nacido
la escuela fiscal, pero su funcionamiento fue dispar y esporádico. Todavía no
tenía local propio. Y en el calendario de aquella época, donde las vacaciones
largas eran de invierno, alcanzó el tercer grado entre 1924 y 1927. Cuarto no
lo hizo y en Punta Arenas –Liceo San José- terminaría el 5to y 6to
preparatorio. Van Aken comenzó la enseñanza media en el Liceo de Hombres de
Punta Arenas, pero el segundo año, cuando hubo que pensar en el conjunto de la
educación familiar, ya fueron a parar los tres hermanos a Buenos Aires. Los
menores en el Senillosa de los padres Escolapios, él en el Bernardino
Rivadavia.
En 1937 inició sus estudios de electrónica en
En 1945 sale de la selva. Vuelve a la
electrónica donde después de otro viaje de Radiotelegrafista en el Río Jáchal,
esta vez a Nueva York, pone en marcha, con la tecnología que importa, su
fabrica de televisores HECTRI en Buenos Aires. Hasta que dejó la actividad en
1977, llegaron a fabricar 3000 aparatos receptores, otros tiempos, otra
productividad, había que hacerlo todo...
La muerte de sus padres: Eduardo el 10 de
septiembre de 1971, y de su madre el 16 de septiembre de 1974 –el mismo año del
fallecimiento de su esposa- lo llevó a radicarse nuevamente en Tierra del
Fuego. Compró la parte de los hermanos en la sucesión, instaló su negocio de
electricidad, volvió a recorrer campos que poblara su padre, y se dedicó a
ordenar papeles constituyendo interesantes intentos de reformular lo historico
de nuestro lugar.
De mis RASTROS EN EL RÍO, El Sureñó 1992.
1 comentario:
Muy interesante la historia del vecino Eduardo Van Aken....
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