Un accidente automovilístico –“ocurrido hace un mes y dos días en la bajada “La esperanza”, a 150 kilómetros de Río Gallegos- lo trae a nuestra capital. Ocupa, así, unos días en el cuarto Nro. 26 de San Carlos. Aquí los doctores Raúl Matera y Juan Manuel Tato son los encargados de abrir un horizonte de luz. Si bien no observan “nada en particular”, aconsejan, empero, consultas periódicas. Tal lo que inicialmente nos cuenta –el 11 de abril- el padre Manuel Jesús Molina.
(Así anuncia en primera página, para luego dar continuidad en la primera columna de la cuarta, el periódico ENTRE NOSOTROS, que lleva por aclaración BOLETIN DE INTERCOMUNICACION DE LA FAMILIA SALESIANA. Editado en Buenos Aires el mes de junio de 1969)
DE HOY HACIA AYER:
“EN ARGENTINA EXISTIERON LOS UNICORNIOS”
“desahuciado por segunda vez, esta por rotura craneana”, según sentencia santacruceña. Ya recuperado, el 13 del mes último regresa al Colegio Nuestra Señora de Luján, de Río Gallegos (Santa Cruz), para reintegrarse a sus tareas. Las ciencias antropológicas –después del ministerio sacerdotal- constituyen un mundo en cuyos arcanos suele deleitarse (“Llevo ya más de diez años trabajando en grabados y pinturas ruprestes…, dice). Ahora explica en cuarto año comercial (ocho horas semanales) geografía e inglés; pero “llegué a tener hasta 28 horas, como profesor de geografia, historia, inglés, francés y matemáticas”.
“Desahuciado por primera vez”.
Pichi Leufú (pichi: pequeño, y leufú: río en mapuche), zona cercana de Bariloche, es la cuna del P. Molina. El 1° de diciembre de 1904 nace allí Manuel Jesús. Son, en total seis hermanos (“Francisco Ramón trabaja en Rawson”) De la hermana República de Chile, papá: José, y mamá: Encarnación Parra. De la tierra de O’Higgins también los abuelos paternos, los maternos, en cambio, españoles: de Castilla la Vieja.
Nos narra después “un episodio personal interesante”. Era chico –dice- “cuando me desahuciaron por primera vez, por una infección en la garganta, por peste de tos convulsa”. “Mi madre –recuerda cariñosamente- me consagró a la Virgen, rezando ante un gran cuadro de la Dolorosa que teníamos en casa”. Cursa la primaria en el colegio salesiano de Rawson, “llamado antiguamente Nuestra Señora de los Dolores” (“donde nace mi vocación”); la secundaria, en Bahía Blanca; aspirantado, en Viedma; noviciado y filosofado, en Fortín Mercedes; el “trienio que fue quinquenio”, así: 1924, Fortín; 25, Comodoro; 26, Fortín; 27, Viedma y La Piedad, y 28, Bahía; el teologazo en la Crocetta, Turín, “donde me doctoré en teología y me ordené el 3 de junio de 1932”. Su lema sacerdotal: “Transibimus er ignem et acquam et eduxisti nos, Domine, in refrigerium”.
« Me formé al lado del doctor Orsi ».
Quiere saberse cómo nace en él la vocación por las ciencias biológicas. Responde que en 1923 comenzó a trabajar en el museo regional de Fortín Mercedes. “Ese año, el P. Gaudencio Menachino llevó a Fortín al doctor Ricardo Orsi, notable científico italiano, para trabajos de paleontología y biología, principalmente. Fui ayudante del Dr. Orsi. Me formé al lado de esta gran técnico, con quien estuve trabajando el 23, 24 y 25 como taxidermista, entomólogo, en colecciones de plantas, herboristería, en inscripciones de piezas paleontológicas y botánicas…”
Y añade: “Por eso, me especialicé en letra y en dibujo ornamental y lineal. Durante mi permanencia en Europa, en Italia, aprovechaba los ratos libres –estudiados los tratados de teología- para ir como un simple turista a visitar museos; por ejemplo: el egipciano de Turín, y otros de interés para mis estudios arqueológicos…”
Deslizaba una curiosidad –“De las ciencias biológicas, ¿en el cuál se siente más a gusto?-, contesta: “En Santa Cruz, el ambiente me llevó a la antropología”.
Melanesio, D’Agostini, Levene, Imbelloni, Vignati, Groeber…
Otro paseo por el campo antropológico: Levene (quien en su libro de historia argentina de 1949 desconoce la obra del P. Milanesio y toda la labor salesiana), José Imbelloni, Vignati llegan al diálogo traídos de la mano del P. Molina, quien habla con cariño del P. D’Agostini. Y surge después una explicación de índole etimológica: el geólogo Groeber –dice el P. Molina- sostiene que el cerro Payén, en el sur de Mendoza, no es Payén, sino Payún, que significa barba en mapuche”. Sin embargo, en idioma de los indígenas locales, Chiquillame (dialecto del idioma millacallak, hablado por los indígenas del sur de Mendoza) payén significa cobre, “y eso está indicado por los autores viejos de 1600”. “Naturalmente que Grober –que no era un especialista en antropología, sino era un geólogo –no tuvo en sus manos estos datos concretos y analizó todo desde el pnto de vista araucano. Eso, con respecto ala obra del P. Melanesio”.
“La obra del P. Melanesio tiene más errores que palabras”.
Y agrega: “Después la obra de Erice, un historiador bahiense, que escribió un diccionario mapuche araucano argentino, publicado por la Universidad del Sur de Bahía Blanca. Hace la historia de todos los autores que han estudiado los varios idiomas mapuches, y, dentro de esto, habla, también, del P. Melanesio, quien afirma que la obra del P. Melanesio tiene más errores que palabras”.
“Como estaba en el mismo tema de Erice –sigue-,no tuve nada más que controlar el trabajo de Melanesio con el de dicho autor y poner, así, las cosas en su lugar. Est es lo que se consigna en ese libro que usted tiene en sus manos (refiriéndose al Nro° 3 de Anales de la Universidad de la Patagonia “San Juan Bosco”: ciencias antropológicas, tomo I, Nro1 de noviembre de 1967, publicación editada en Comodoro Rivadavia, provincia de Chubut), precisamente el trabajo que escribí sobe “Antiguos pueblos patagónicos y pampeanos a través de las crónicas”. Allí es donde se estudia ese problema, y se sitúan el libo y el estudio del P. Melanesio en el ambiente histórico, se ven las bases falsas de los conceptos peyorativos de Groeber, de Harrington y de Erice.
Más de diez años trabajando en pinturas y grabados rupestres.
-¿Cuál es el trabajo, el hallazgo que estima de más valor y que, además, tanga sabor a primicia, porque aun no se ha publicado?
-Acabo de entregar a la Universidad de Comodoro otro trabajo sobre Tierra del Fuego, titulado “Etnografía de Tierra del Fuego”.
-¿Podría enviarnos también fotos personales y de hallazgos hechos por usted?
-¡Cómo no! Les voy a mandar algunas cosas sobre arqueología y dibujos rupestres, porque últimamente ya llevo como más de diez años, trabajando exclusivamente sobre pinturas y grabados rupestres de Santa Cruz.
-¿Quiénes, cuándo, dónde y cómo hicieron esos grabados y pinturas rupestres?
-Los indígenas, los más antiguos se remontan a diez mil u once mil años atrás, hay otros de menor edad: seis mil años. Acabo de hacer un trabajo de investigación en lago Posadas, en Santa Cruz, precisamente sobre grabados y pintura rupestres.
-¿Qué datan de…?
-Ya había recibido la información de un técnico del museo que había enviado hace diez años atrás, para que investigara en la zona y trajo una serie de fotografías en realidad muy buenas. Después, un alumno nuestro –un estanciero- me envió otra serie de fotografías. Al compararlas y estudiarlas, encontré que había algo que no corría, que no se veía en claro: pero me quedé en la impresión de que unas pinturas de bóvidos eran del tiempo español. Como ya poseía fotografías de escenas de bóvidos, mucho más antiguas, al hacer el estudio, supuse de que lo que se encontraba en el lago Posadas era mucho más reciente. Bien: volví ahora para hacer el estudio completo de lo que había allí, y me encontré con esta novedad: que esos bóvidos que yo había interpretado como del tiempo de los españoles eran netamente del tiempo indígena, y tan antiguos, que los encontré pintados a una altura de cinco metros y medio de altura, en las paredes rocosas, en plena cordillera…
-¿Pintados por…?
-Los indígenas patagónicos.
A esa altura sobreviene una interrupción:
-¿Cómo estás, Bombén? ¡Qué alegría! –dice del P. Molina, a tiempo que abraza al exalumno.
-¿Cuánto tiempo que no lo veía, padre! ¿Usted no cambia nunca!..
-Acabo de tener un accidente, pero me han dejado como nuevo: la Providencia no ha querido que me vaya…
Y, tras un breve diálogo:
-Encantado, padre, felicidades.
-Que sigas progresando.
Un gran lago glaciar
-¿Podría explicarnos cómo podrían pintar a cinco metros y medio de altura?¿Qué altura tenían los patagónicos?
-Significa lo siguiente: que el patagónico no se molestaba a pintar: pintaba a ras del suelo, a medio metro.
-¡Cómo hacía para pintar?¿Qué usaba?¿De qué se valía?¿Cómo eran esas pinturas?
-Para explicar el origen de esas pinturas, no tuve más que mirar la conformación geológica de la región. Antiguamente fue un gran lago glaciar. Los remanentes son esos laguitos que quedan: Posadas, lago Salitroso, lago Pueyrredón. Pero, hubo un momento en que todo eso formó un inmenso lago interstadial. Después, al retirarse, los hielos, las morenas laterales (que son las grandes acumulaciones de piedras, de cascotes, de arcilla, de barro) dejaron acumulados esos sedimentos, que se apoyaron contra ese cerro. Cuando llegaron los indígenas encontraron los sedimentos a la altura de cinco metros, y –parados sobre las morenas- hicieron sus pinturas. Después, al correr el tiempo, cinco mil, seis mil años, esas morenas se fueron degradando, fueron cayendo y la erosión las fue demoliendo, hoy están casi a ese nivel.
-¿Qué altura tenían los patagónicos?
- Entre 1,80 y 2.30 metros de altura.
-Esas pinturas ¿datan de once mil años?
-Esas pinturas datan de un tiempo impreciso, después que se vació el lago. Se podrían pensar en ocho mil años.
“El dato concreto es que en la Argentina existieron los unicornios”
-¿Qué otro detalle interesante acerca de esas pinturas podría darnos?
-Lo más interesante de estas pinturas es esto: el que yo me haya rectificado de un error cometido al analizar las fotografías anteriores, porque yo había creído siempre que esas pinturas eran del tiempo español. Ahora me encontré con que no son de esa época, sino del tiempo indígena viejo. Al principio había interpretado como bóvidos españoles: toros y vacas del tiempo español. Ahora –que he estado allí- y he sacado las fotografía de esas pinturas, me encuentro con que representan animales de los que se llaman unicornios, es decir, que tienen un solo cuerno. Y no hay una sola representación, sino hay cuatro representaciones, con un gran cuervo curvo, que es igual a la pintura que yo había relevado cenca del río Santa Cruz y que tiene una antigüedad de seis, siete mil años antes de Cristo. Ahora resulta que es el mismo animal en cuatro representaciones distintas: el macho representado con cuerno, y la hembra sin él. Es un caso interesante, porque en la paleontología argentina no existe ningún animal unicornio. Cierta vez que el doctor Frenguelli publicó algo sobre un bóvido, se lo negaron todos los paleontólogos argentinos. Cuando yo le mandé la fotografía de ese animal al prehistoriador doctor Osvaldo Menghin, él no la tuvo en cuenta; pero, cuando vio después el esquema sacado por un técnico, dijo: “Ahora tenemos en la mano un argumento para definir que en la Argentina han existido los bóvidos, o, por lo menos, los unicornios, y que Frenguelli tenía razón”. El caso concreto es que en la Argentina existieron los unicornios.
-¿Pertenece a alguna institución científica?¿Han reconocido sus méritos en el área antropológica?¿Se lo ha designado en alguna institución?
-No me interesa eso: sólo me interesa el ejercicio de mi ministerio.
-El ejercicio de su ministerio ¿no podría extenderse también a un área tan interesante como la de los investigadores, en que usted se encuentra como pez en el agua? ¡No podría hacer también allí mucho bien?
-Me interesa en forma tangencial.
-¿En qué revistas antropológicas publica sus artículos?
- En “Acta prehistórica”, cuyo director es el doctor Osvaldo Menghin, y la revista del Salvador, que se llama “Antiquitas” y en anales “Anales”, de Comodoro a la cual le he mandado también algunos trabajos.
“Plagio a la obra del P. Melanesio”
-Tenemos entendido que el general Perón fue plagiario de una obra del P. Domingo Melanesio, cuyos trabajos criticó el doctor José Imbelloni.
-Efectivamente: el folleto del entonces mayor Juan Domingo Perón se intitula “Anotaciones de la toponimia patagónica- 1935”, prologado ecomiásticamente por el doctor José Imbelloni. Es un plagio de la obra del padre Domingo Melanesio llamada “Etimología araucana de 1918”. El comentario respectivo se lo envié al historiador P. Pascual Paesa.
Patagonia
-Conforme usted sabe, por ley 16.964, de 30/9/66, y el respectivo decreto reglamentario 1907, del 21/3/67, el Gobierno dividió al país en “ocho zonas para el desarrollo”. ¿Podría, por favor, delimitar los límites geológicos de la Patagonia (para la citada disposición legal, integrada por las provincias del Chubut y de Santa Cruz y por el territorio nacional de Tierra del Fuego)?
-Los límites geológicos de la Patagonia están dados por el río Atuel, el Salado, el Curacó y el río Colorado. Termina en Tierra del Fuego.
Comahue: “un término aplicado arbitrariamente a una región”.
-La región de desarrollo Comahue –según se sabe, también- abraza las provincias del Río Negro, el Neuquén y La Pampa y quince partidos bonaerenses. ¿Es correcta la grafía de Comahue así llano?¿Cuál es su significado?
-Comahue es un término aplicado arbitrariamente a una región, sin base científica. Pueden darse varios significados: a) Comall-hue = orla del vestido o de una cosa; b) Comu-hué = lugar de recreo; c) Ciomo-hué = observatorio en ranquelche; d) Comé-hue = lugar lindo; e) Comá-hué = lugar de monte, como en Comá-nhelo = lugar de monte, en ranquelche.
Colegio Nuestra Señora de Luján.
Hé aquí la nómina de salesianos que trabajan en el Colegio Nuestra Señora de Luján, de Río Gallegos Santa Cruz, fundado en 1885:
Dir: P. José Giori; Pref: P. Víctor Vincent; Párr: P. Miguel Giosa; Cat: P. Juan Luzovec; Cat. El: P. Manuel Espinosa; Cons. El: P. Renato Baez; Confes.: Manuel J. Molina; Porf.:Coad. Marino Francioni, P. Eulalio J. Paris (Curia de Río Gallegos) y el P. Rómulo Rodríguez (Curia de Río Gallegos).
Muchas son las preguntas que deseamos formular, pero más son las diligencias que el P. Molina debe desarrollar en esta capital; por ello, antes de despedirnos, queremos satisfacer nuestra curiosidad:
-¿Podría, por favor decirnos, padre, si, acaso, alguna vez pensó en preparar algún salesiano para que siga sus pasos en sus exploraciones antropológicas?
-(sonrie)- Escribí hace tiempo… Pero, no se dio importancia al asunto.
-¿Sus cargos actuales?
-Profesor del comercial salesiano en Río Gallegos y profesor adjunto de la Universidad de la Patagonia San Juan Bosco.
-¿Es director del Museo de Ciencias Naturales de Santa Cruz?
-Lo fui hasta 1964.
2 comentarios:
me encantó este post!! un abrazo
Hola, qué tal, muy buena nota!, quisiera saber si esta entrevista fue grabada y si hay alguna posibilidad de escuchar la voz de Molina. me interesaría ya que estoy trabajando al respecto... muchas gracias...
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