La que vive en mí...


Si hubiera seguido viviendo hoy habría cumplido 105 años. Una edad dificil de alcanzar aunque en Río Grande contamos la fortuna de tener a Doña María Apablaza de Fernández que ha superado esa edad.
La que recuerdo y está aquí en la foto es mi madre.
Una salida en familia la ha llevado a Radman y ha encontrado este farolito chino con el que juegan sus manos.
Mamá acuna el parásito de la lenga y sus ojos lagrimean. Uno cree que es por algún recuerdo, pero la verdad es que el sol está golpeando fuerte. El pañuelo que cubre las leves hebras de su pelo la está haciendo tanspirar, y el camperón de toda estación tiene un relleno aprepopiado para otra estación. Cuando volvemos se muestra molesta, se sacará el pañuelo y se dibujará un el rojo de la piel quemada, y un tramo de la rostro blanco.
Acuden a socorrerla con una crema de esas que se guardan del verano.., ¿dónde está? La encontramos en la guantera del auto, un gacel gris, mi segundo auto.
Mamá se tranquiliza, vuelve al segundo plano en que vuelve siempre. Al rato reclama algo que no podemos entender. Y finalmente lagrimea otra vez.
Cuando con el tiempo vea esta foto, señalará con insitencia su farolito chino. ¿Habrá quedado en el camino? ¿Alguien se lo sacó para jugar con él? Estaba tan cerca el tacho de la basura.
Mamá ya no vive para todos, pero vive en mí.., y su existencia pesa como si tuviera mucho más de 105 años.

1 comentario:

Beatrice dijo...

"La que vive en mí" ¡qué buen título, Mingo!
Mi madre también usaba pañuelo y acostumbrábamos a realizar esos paseos al campo magallánico.
Ese Radman es el Bellavista de hoy,
¿verdad?. Me encantó esta entrada nostálgica.

PD: la foto de cuneta de hoy es genial, Se ve un cura al lado de la capilla,o no? quién será?