LECTURAS DE FIN DE SEMANA: Con la memoria de Luis Garibaldi, de Margarita Montalva.


Margarita ha sido y es maestra. Patagónica en su origen al llegar a Río Grande fue vecina de unos de los onas emblemáticos: Luís Garibaldi Honte.

Un día accedió a que en la radio fuera objeto de una entrevista, y nos sorprendió con su cuaderno: en letra redonda, como para pizarrón, tenía registrada las cosas que Don Luís le iba relatando. Historias, tradiciones, creencias.

¡Que oportuno lo tuyo Margarita!

***


Esta experiencia personal, me la contó Don Luis, en su casa de San Martín y Estrada hace 38 o 39 años atrás. Allá por 1974 o 1975.
Honte o Packa me habla sobre dos meses en el hain “Yo tenía la convicción de que no existían los diablos que ellos pintaban”
No lo dejaban llegar, y el día que saben que Onte llega hasta allí, hacen el hain en la casa (rancho separado, al oeste de las otras casas… en dirección al sol)
La tarde que llegué conversé con Tenenesk, y me dice… “no juegues porque dentro de un rato tendrás que ir al hain y yo le dije ta´bien nomás y sobre el pucho, ya era casi la oración.
Me saque la ropa y me puse un quillango… el cuerpo pintado con barro blanco.
Llegamos al hain y estaba todo vacío. Habían dos o tres muchachos más secos que lengua de loro porque ahí no se puede hablar con nadie.
Nos prepararon para salir esa noche.
Nos llevan a 30 km de ese lugar y alojamos en un bosquecillo cerca de una lagunita.
Los otros dormían y yo y mi compañero echábamos leña al fuego toda la noche.
A la mañana, nos calzamos los tamangos y salimos a guanaquear temprano (un trago de agua, y listo… a caminar)
Nos encomiendan ir atentos para sorprender al guanaco (no se lo nombre, se detiene, para al compañero y se le señala el guanaco. Lo matan, descuartizan y lo cargan. Al llegar a unos 100 mts del hain, al atardecer, mi compañero se duerme.
Nos vienen a buscar. Hay poca gente. Dentramos derecho y nos sacamos los tamangos y el quillango. Nos cuadramos con la vista siempre al fuego (de donde saldrá el diablo… soort) y el diablo mueve la tierra. Parece que lo hace de verdad.
Todos parados adentro del hain “yo eché una ojeada y me faltó uno. Yo me dí cuenta de quien hacía de diablo”. Y se mueve la ceniza y salta el diablo. Mi compañero casi echa el rancho abajo del susto. Yo muerto de risa, mi compañero de miedo me pegaba en la boca para que no me ría. Dejó a mi compañero y salta conmigo.
Lo agarré de la cabeza y lo tiré al fuego y así terminó la pelea. El tipo quedó tranquilo.
Los demás hacen conjeturas “que le toquen la cabeza a ver si es de piedra… péguenle a ver si es gente”… Le sacan la envoltura de la cabeza y preguntan si lo conocemos.
Yo digo que si. Era un cuñado del padre de la Varela. Le decían Pasco.
Lo tiramos al piso, le tiramos los pelos. De todo.
La obligación del short es romper los ranchos todos los días, para que las mujeres los armen de nuevo.
Durante la semana hacen dos o tres funciones.


Parte de su historia

Hijo único, me crié jugando solo. Cuando tuve 18 o 19 años, recién en Viamonte me hice de amigos. Jugábamos a que nos casábamos y teníamos hijos.
Los varones salíamos a guanaquear y las mujeres iban a pescar.
En 1918 fui a Punta Arenas. Entonces tenía 22 años. Había una barca, que estaba naufragada en Policarpo. Quedó varada enla arena. Era una barca de 4 palos. Iba a Perú cargada con cemento. En esa época barcos a vapor venían de Punta Arenas. Uno de ellos se hundió y quedó cemento. Con esos barriles fuera hicieron un corral con el cemento.
Una vez iba a subir al barco, varado y unos muchachos que estaban el chinchorro comenzaron a tirar la soga y yo me caí.
Menéndez lo armó en Punta Arenas (cargado a E. Unidos, por el Pacífico, con frutas, etc). Yo me entusiasmé porque pasaba por el canal de Panamá y dije “voy a embarcarme”.
Me fui a la comandancia a ver si me tomaban y me piden documentos (yo no tenía nada) era orejano. Entonces volví a insistir pero no me tomaron por falta de documentos.

Nibur y los paisanos

Nibur nació en punta Arenas y vino de chiquito. Aguirre cuidaba la hacienda de Menéndez, haciendo corral y puesto. Mientras tanto vivían e el monte.
De repente empiezn a salir indios de todos lados rodeándolos. Entonces Nibur empezó a repartir tortas a todos los indios. Uno de ellos agarró todo el plata y se lo guardó.
Nibur muerto de miedo empezó a hacer más tortas para todos. La masa la hacía sobre un cuero sobre la parte de la carnaza.

El gigante Chasquel

Chasquel era un gigante antropófago que habitaba en la zona cerca del lago Blancoo (territorio chileno actual, en ese tiempo de nadie)
Aijter Cuar (nombre indígena) prefería comer mujeres porque eran más fácil de cazar (no porque eran de su preferencia) También niños y hombres débiles. Vivía con una hermana en una montaña “Chasquel Carvis” “Casa de Chasquel” en la falda de una montaña.
Cuando ya le quedaba poco para cazar viaja hacia el sudeste (cabo San Diego) suponiendo que había más comida.
Cerca de Policarpo, un tal Maiets lo ve desde un cerro (Campana actualmente)
Maiets era cazador de ballenas con hondas.
Cuando sale la ballena, le pega una pedrada en la cabeza y la mata. Luego, el mar, la saca a la costa.
Cerca del Policarpo hay una punta desde donde avista a Chasquel. Pone una piedra en la honda. Al pasar el gigante por la punta, la piedra corta la tierra. Chasquel pega la vuelta y vuelve a su zona.
Allí había dos huérfanos que el gigante toma como criados.
Le sirven carne de humanos, de guanacos… le cortan leña, etc.
Los chicos eran de la familia Cuañep que son las tres Marías.
En una oportunidad no pueden encender el fuego (había lluvia y la yesca se moja) Les pide más yesca… “Mahan”…” “palos podridos”
Chasquel les pide cada vez más y ellos siempre traen yesca mojada, alejándose siempre más. Hasta que no regresan. El lo percibe y sale a buscarlos.
Los chicos están combinados con su tío Kuaniep y su secretario Knos.
Kuaniep era Dios en Tierra del Fuego, y tenía grandes poderes. Ve venir a los niños, estando en el cerro Cha-Chis (cerca del Río Menéndez, actual estancia Trutanich) y los espera.
Los chicos cruzan el río, y el gigante los persigue. El río era muy angosto, se podía tranquear al piar el borde se rompe haciéndose un gran río.
Todo esto lo hace Kuaniep, para cansara a Chasquel y le dice a Knos “tapa a los chicos con tu quillango para que no los ves” Luego Kuaniep le dice a Knos… el gigante te va a pedir que lo pises. Entonces le dice “no”, lo voy a hacer yo (pisarle la cintura)
Lo hace Kuaniep, levanta el pie y lo pisa suave, y luego más fuerte hasta quebrarle el espinazo y Chasquel queda inutilizado.
Los chicos salen del escondite y con hondas y piedras le sacan los ojos a Chasquel. Al saltar los ojos salen dos tábanos (de ahí existen)… de la médula del ojo.
Hoy, en ese lugar hay dos pedazos de rocas. Uno representa la parte delantera del cuerpo de Chasquel y la otra, la parte trasera.




2 comentarios:

Raquel Mazzola dijo...

Mingo me encanta todo lo relacionado a los antiguos pobladores en realidad ademas de sus articulos en los periodicos o internet el unico libro que lei fue "A HACHA CUÑA Y GOLPE" ,que no dice mucho sobre nuestros aborigenes y sus costumbres,asi ue disfruto mucho de su lectura gracias.Raquel
}

Anónimo dijo...

Hola Mingo!

Interesantes los aportes que llegan del mismo cuaderno de notas de la Sra. Margarita Montalva. Puntualmente sobre el mito titulado “El Gigante Chasquel”, quisiera agregar - por su similitud - una referencia que oportunamente hizo al respecto el Sr. Don Segundo Arteaga. Si bien esta referencia fue tomada del libro “A hacha, cuña y golpe” (1995), originalmente fue publicada por Mingo Gutiérrez, en Impactos (1991):

Contaba Don Segundo Arteaga:

“Yo nací acá en Tierra del Fuego, pero en la Estancia Ruby nací yo. Mi padre era Antonio Arteaga, mi mamá ya sabe que es indígena, se llamaba Kaitjen (...). Llegué a Río Grande por primera vez, aquí no al frigorífico, en año mil novecientos diecinueve, era un pibe de ocho años tendría, vine con un carro de Viamonte, y el año 26 primer año que vine a Río Grande”.

“Es muy difícil, hay que prepararse para contar las costumbres, y como dijera los mitos de los selk’nam. El Kuanip y los astros (...). En Vicuña vivió en una cueva Chasket, que era un antropófago de cinco o seis metros de altura. Pero el Kuanip fue el más poderoso y hoy es un astro, una estrella roja. Chasket se murió por Kuanip, es una piedra larga frente de la Estancia Aurelia, es lo que queda”. (Recordando a Segundo Arteaga. De Gutiérrez, Domingo: “Mis últimos onas”. En Impactos. Año 2. Número 20. Mayo de 1991. Punta Arenas. Chile).

Un saludo Mingo!

Hernán.-
(Bs. As.).