1959.- En el puente colgante.




El desarrollo de la actividad petrolera llevó a que el puente sobre el Río Grande debiera soportar el peso de camiones de gran tamaño y considerable carga.
Esta situación ponía en riesgo la estructura misma, y con ello hubo que establecer ciertas previsiones.

Así lo reflejaba el 24 de diciembre de 1959 el residente en Río Grande de Vialidad Nacional: José A. Finocchio en correspondencia dirigida al Residente Principal Técnico Vicente E. Canga, en Ushuaia.


Me es grato dirigirme al Señor Residente Principal informando su nota de referencia.- Al respecto se comunica, que esta Residencia ya ha solicitado la cooperación policial para que se respete estrictamente, los carteles existentes a ambos lados del puente, donde se estipula la carga máxima admisible de 4 toneladas por eje.- Se acompaña copia de la nota Nro 67-AV del 16 de febrero, cursada al Sr. Jefe de la Comisaría local, quien ha dado las instrucciones necesarias al encargado del puesto policial, existente a la entrada del puente, para que se vigile el paso de vehículos cargados.
Esta Residencia no tiene conocimiento de que en la actualidad continúen pasando camiones con exceso de carga, tal como lo denuncia el Señor Residente Principal en su nota de referencia, pero no obstante ello y en previsión de que aún pueda pasar algún vehículo transgrediendo la vigilancia que se efectúa, se ha cursado en la fecha la nota Nro 489 a la Comisaría local, en los términos de la copia que se agrega.
Saludo al Señor Residente Principal, muy atentamente.-

H.R.

La foto es del invierno de 1974.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Mingo!

En el año 2007, realizando a pie un circuito de residencias históricas propuesto por la Municipalidad de Ushuaia en un folleto turístico - por cierto muy completo -, llegué a la dirección de Gobernador Paz Nº 381 (esquina Roca). Justo allí, se levantaba elegante la Antigua Residencia Familia Canga. Su fachada presentaba muros de chapa acanalada en color blanco y cuatro ventanas con cristales repartidos; la entrada se ubicaba al centro, entre ambos pares de ventanas y bajo un arco de madera con algunos detalles ornamentales. A ella se accedía desde la vereda mediante una escalera, debido a que la propiedad se hallaba construida sobre una superficie de piedras con el fin de igualar el desnivel de la pendiente en esa parte de la ciudad. Sus techos a dos aguas eran de color rojo, también en chapa ondulada. Todo el perímetro de la fachada ofrecía el reguardo de una baranda de madera con diseños geométricos.

En folleto en cuestión narra una curiosa reseña al respecto de la casa:
“Esta vivienda pertenecía a Don José Canga Quiñones, quien llegó muy joven a estas tierras en 1910. De profesión carpintero, se incorporó a los talleres del Presidio hasta que en 1912, decide embarcarse en el buque ‘Presidente Sarmiento’ para volver a Asturias y no regresar, fastidiado por la vida rutinaria de la isla y añorando su lejana tierra. Tal era su deseo de partir, que antes de subir a bordo, se descalzó en el muelle y sacudió los botines para no llevarse ‘ni la tierra de este lugar’. Jamás imaginó que a unas horas de su partida, el buque encallaría en Punta Remolino (donde aún puede observarse)” (*).

A ello podemos agregar que finalmente el carpintero decidió quedarse en el pueblo, y será su hijo Vicente Canga, quien en esta vivienda instalará en 1940 el Segundo Distrito de la Dirección Nacional de Vialidad. Luego, la vivienda pasaría a su propia residencia.

(*) Folleto “Ushuaia City Tour” Edición 2002-2003, Secretaría de Turismo, Municipalidad de Ushuaia.

Un abrazo Mingo!

Hernán (Buenos Aires).-