Hoy poco después de la hora 10 se desarrolló la ceremonia en
la que se recordó la muerte de Marcela Beatriz Andrade Torres, niña de 9 años
que perdió a vida por un disparo de un centinela.
El acontecimiento desarrollado en horas de la tarde ha permanecido ignorado, o tal vez silenciado, en este Río Grande donde la niña nació y creció siendo al trágico momento que recordamos alumna de la Escuela 2.
Se encontraba al ingreso del establecimiento la madre de la
pequeña, conmovida en las situaciones de dolor a las que nos conducían este
reclamo.
La omnipotencia de una dictadura que nos conduciría en horas
de la debacle militar en Malvinas dejó sin continuidad legal a esta trágica
circunstancia.
No hubo espacios de prensa para dar detalles sobre lo que
pasó, y hoy resultó ser conmovedor como en el acto estaban los cuatro
sobrevivientes que aquella tarde podrían haber sido otras víctimas de un
disparo.
El certificado de defunción solo diría: Estallido de cráneo.
También se movilizaron para estar presentes ex compañeros de
Marcelita, que por esos días se preparaba para la Primera Comunión, familiares
y amigos, y representantes de la Coordinadora de Derechos Humanos que acompañó
este recordatorio
En imágenes mostramos la placa, la foto de la niña, y una ofrenda
municipal. La madre en diálogo con la prensa que cubrió el acontecimiento. Y el
escrito en el bronce que mucho dice sobre el contexto en que se sufrió este
hecho luctuoso, un día antes de la rendición en Malvinas.
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