Oriundo de Entre Río. ciudad de La Paz. un biografía lugareña da detalles de su comportamiento.
En una esquina de La Paz nos topamos con una antigua casona y una gran placa en su ochava, de homenaje al Conscripto Bernardi, personaje desconocido en general, pero que se merece un recuerdo por su valentia.
Anacleto Bernardi nació en La Paz, Entre Ríos, el 13 de julio de 1906. Hijo de inmigrantes italianos oriundos de la región de Piamonte (Turín); criado en las costas del río, era un nadador de condiciones excepcionales.
Le tocó cumplir con el servicio militar en Marina, incorporándose a la base militar de Puerto Belgrano el 8 de enero de 1927. Por su buen comportamiento recibió el premio de ser destinado a integrar la dotación de la Fragata Sarmiento que anualmente realizaba el viaje alrededor del mundo con los cadetes que egresaban como oficiales de la Escuela Naval.
Cuando esta nave lleba a puerto en el Golfo de Génova, Anacleto Bernardi se encontraba convaleciente de una neumonía y dada la coincidencia que se hallaba en el lugar el buque Principessa Mafalda a punto de zarpar para Buenos Aires - con su pasaje cubierto por 1300 inmigrantes llamados por su familias ya instaladas en la Argentina - el capitán de la Sarmiento dispuso aprovechar esta circunstancia para embarcar a Bernardi de regreso a su base para su restablecimiento, haciéndolo acompañar por el cabo Juan Santoro.
Al llegar al noveno día de navegación, avanzada la tarde del 25 de octubre de 1927 y en momentos de finalizar el primer turno de cena, mientras el segundo esperaba en sus camarotes para ser llamado, sorpresivamente sonó el clarín llamando a cubierta.
Corrió la voz: "El buque se hunde". El pánico se generalizó. Bajaron los botes salvavidas que se llenaban de mujeres y niños. Muchos desesperados se arrojaban al agua y desaparecían. En ese momento, tanto el cabo Santoro como el conscripto Bernardi se arrojaron al agua salvando familias enteras nadando hasta la costa del sur de Brasil y regresando a buscar más, logrando salvar una increíble cantidad de gente.
De pronto Juan Santoro vio cómo su amigo era atrapado por las mandíbulas de un tiburón y desaparecía. El cabo Santoro murió exactamente el 25 de octubre de 1977, al cumplirse 50 años de aquella tragedia.
Muchos familiares de los sobrevivientes aún los recuerdan. Recordémos nosotros tambien a dos héroes casi anónimos.
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