En el año 1824 el gobierno de
la Provincia
de Buenos Aires por ese entonces a cargo del gobernador Martín Rodríguez,
negoció con la compañía bancaria Baring Brothers de Londres, Inglaterra, un
empréstito por un millón de libras dando, origen a la deuda externa argentina.
En principio este capital iba
a utilizarse para la construcción del puerto, para el establecimiento de nuevos
pueblos y para obras de salubridad.
Pero entre comisiones,
seguros, amortizaciones, coimas, gastos e intereses por adelantado, llegó al
país cerca de la mitad del monto total del préstamo (resulta difícil saber con
exactitud la suma que llegó al país).
Circulan, entre los
historiadores, distintas versiones, algunas determinan que el monto que arribó
al país no fue mayor a 160.000
libras.
Esta actitud de vincularse de
manera dependiente con el capital inglés no fue exclusiva de los gobernantes
rioplatenses.
En 1825 Bolivar que había
contraído grandes deudas en su causa libertaria decía: Aborrezco más las deudas
que a los españoles, y descubre la manera de pagarlas: he indicado al gobierno
del Perú que venda a la
Inglaterra todas sus minas, todas sus tierras y propiedades y
todos los demás arbitrios del gobierno, por su deuda nacional, que no baja de
veinte millones..
El cerro de Potosí que
alimentara con su plata la plutocracia española pasa a tener un nuevo dueño, la Potosí, La Paz and Peruvian Mining
Association, empresa que anuncia un capital de un millón de libras esterlinas
–el equivalente al préstamos de la
Barig- pero que solo reúne 50 mil.
San Martín terminaba de dejar
el protectorado del Perú, en otros términos, en manos de Bolivar, y desde el
punto de vista económico, el Perú estaba desprotegido.
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