Las puertas del 2015.1





El juego que mes a mes nos damos en Cordón Cuneta tiene un principio de resolución al presentar primero los que fuera el Centro de Rehabilitación de Adicciónes sobre lo que fuera la casa del médico del Frigorífico.+




El Albergue Municipal, nacido como Albergue de la Juventud.


Casino STATUS.


Gimnasio Miguel Bounicelli.


Canal 13.



Ex bar Carioca.


Casa de los hermanos, misión salesiana.


Casa Kiko Kóvacic.


Casa Gerente de Aerolíneas.


Casa de Sara Sutherland de Menéndez.


La escuela 2 y sus puertas -grandes y chicas- hoy Intendencia.



Familia Cuesta.


Casa Bishop.


Casa de Chinchorro, Ravidavia casi Bilbao.


Familia Sist.


Cooperativa eléctrica.


Antigua oficina Trejo.


Club QRU.


Delegación del Ministerio de Gobierno.


Don Peppone.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Mingo!

La puerta de la Casa Sutherland es seguramente una puerta a la historia de Río Grande ... La Sra. Sara Sutherland, al inicio de una entrevista publicada en el libro “A hacha, cuña y golpe” (1995), relataba: “Vivo en el pueblo, en Thorne 605, desde el año 60”. Y a lo largo de aquella entrevista, sus recuerdos la llevaron a las otras viviendas anteriores. Un recorrido que vuelve a aquel lugar de la ciudad, Thorne 605, tal como se lee junto a la puerta en la fotografía del blog.

Su madre (Sara Mc Phee) había nacido en la Islas Malvinas. Luego viajó con sus padres a Punta Arenas, donde instalaron un hotel llamado Thistle alrededor de 1910.

Su padre había llegado a la Isla en 1906 desde Iverness (Escocia), llegando a ser luego administrador de la Estancia Ruby.

El matrimonio tuvo lugar en los inicios de 1917, en Punta Arenas. Sara Sutherland nacería un día antes de la Nochebuena de ese mismo año, en la misma ciudad chilena.

Entre 1922 y 1927, se abrirían para la familia las puertas de la Estancia La Teresita (de la Compañía Sara Braun). Eran los tiempos en que los onas se instalaban con sus familias en campamentos en los campos de la estancia, cerca del potrero, para realizar tareas de esquila, y la pequeña Sara (de 6 años entonces) escapaba para jugar con los onitas. En esta etapa nació su hermano, Roberto Carlos (1925).

Luego llegarían los cambios, y con ellos, nuevas viviendas, nuevas puertas ...

“Mi padre renunció a la Compañía Sara Braun, lo que disgustó mucho a sus patrones (...). Pero en 1927 había llegado la hora de subdivisión de tierras y el director de aquella época le prometió a mi padre un campo propio.

Mi padre entonces (...) compró una carreta y todo apareció bajo un montón de cosas rumbo a la Ruby, que era de la misma firma. A nosotros nos llevaron al campo 9 de la Ruby.

A mi padre le habían dado lo que es hoy la Estancia Buenos Aires, pero al ver el enojo de los patrones por su salida optó por cambiarla por lo que más tarde fue La Nueva Argentina. Eran cuatro lotes de campo: dos que tenía Montes, uno Bridges y otro Bilbao, que fue el que más dolores de cabeza le dio a mi padre. No quería sacar sus vacunos del campo y esto causaba mucho daño a las ovejas recién traídas”.

Y así empezó el camino rumbo a lo que luego sería La Nueva Argentina:

“Primero salimos por campos desconocidos (...). Recuerdo que fuimos a un lugar cerca de la Laguna Antuk (...). Allí instalaron una carpa que traían en la carreta que había llegado el día anterior y nos esperaron para conducirnos a la nueva vivienda.

Al día siguiente, mi papá hizo andar el Ford T y seguimos adelante. Al anochecer llegamos al puesto que tenía Bilbao en este campo. Era una media agua de tres piezas donde se podía ver la luz del día por cualquier rincón. Papá había dicho que esto era provisorio, que tan pronto pudiéramos nos íbamos a ir otra legua de campo, que tenía una casita mejor.

Al fin empezó el mes de septiembre y empezó la mudanza de las cosas a caballo hasta el puesto Saique. Este era muy limpio y ordenado. Las paredes estaban empapeladas con hojas de revistas. Cerca de la casa pasaba el arroyo con un pequeño puente sobre él.

Poco tiempo después nos llevaron a mi hermanita Edith y a mi a Punta Arenas a vivir con mi abuela y mi tía e ir al colegio. Pasamos tres años y medios sin ver a nuestros padres. Ellos estaban haciendo el casco de la estancia y había que poner gente a aserrar la madera a mano, para hacer las casas. Luego que estaba hecho todo, nos trajeron en las vacaciones. Nos encontramos con una linda casa con jardín y unos ventanales grandes adelante”.

CONTINÚA EN EL SIGUIENTE COMENTARIO

Anónimo dijo...

VIENE DEL COMENTARIO ANTERIOR

En 1939, Sara contrajo matrimonio con un español, Nemesio Menéndez, entonces administrador de la Estancia Irigoyen:

“Los vecinos de Irigoyen, en la época en que yo estaba eran Anllo y Vidal que tenían La Fueguina. Y del otro lado teníamos a Prada, que todavía está en la estancia María Luisa”. En la Estancia Irigoyen Sara vivió hasta 1960. Fue también el período en que nacieron sus tres hijos: Lidia Irene (1940, en Comodoro Rivadavia), Mario Daniel (1942) y Sonia (1946).

Al final, tras su largo paso por la Estancia Irigoyen - allí también fallecería su esposo -, Sara llegó a Río Grande donde levantó su casa:

“Yo me vine primero al pueblo porque estábamos haciendo la casa donde estoy ahora. Lidia ya trabajaba en la oficina de la usina y mi otra hija trabajaba en la Casa Menón. Mario andaba con su camión y el trabajo de la Tennesse. Siempre tenían que estar en casa ajena, así que decidimos hacer la casa.

Quisimos hacer la casa de material pero, no nos permitían porque estaban haciendo el Casino de Oficiales y el único cemento que entraba, con barcos, a Ushuaia, lo ocupaban ellos. Quisimos hacerlo con chapa lisa y no había suficiente chapa lisa. Al final, tuvimos que hacerla de chapa acanalada y así quedó” (Bou, María Luisa; Repetto, Élida: “A hacha, cuña y golpe. Recuerdos de pobladores de Río Grande”, Talleres Gráficos Recali, Argentina, 1995).

Sara Sutherland fallecería el 20 de julio de 2013.

Un abrazo Mingo,
Hernán (Bs. As.).-