La pandemia se ha llevado la vida de uno de los riograndenses más antiguos, desde una larga existencia vecino de Ushuaia: Edvard Henry Mac Leod, más conocido como "Tery".
La última vez que conversamos con él, en mayo de 2015 una gripe interrumpía la conversación, no llegaríamos nunca a imaginar entonces que a un fueguino viejo podría afectarlo tanto una dolencia de esa naturaleza.
El fue parte de una familia fueguina de raigambre malvinera, allí llegaron sus ancestros entre 1836 y 1836, por un lado escoceses y por otro alemanes.
Fue la de aquellos una vida entregada a las actividades rurales a poco de la ocupación británica y de donde de inmediato nacerían cuatro mujeres y dos varones.
Todo parecía tranquilo en este confín del mundo hasta que en 1914 comenzó la Gran Guerra que enfrentó a los países de origen, con ello fueron obligados a salir del archipiélago rumbo a Montevideo, y de allí reemprendieron viaje austral afincándose en Magallanes.
Por 1930 un gringo domador, al frente de la familia -integrada por una mujer y dos varones- pasa a radicarse en la zona de Porvenir, y de allí de a poco viene la tentación de llegar más al sur pasando a trabajar por tres años en Estancia Sara, luego en Viamonte, más tarde en José Menéndez, en cuyo puesto de Cauchicol nacería la hermana mayor, el 10 de enero de 1933 Teresa Inés, el actas del registro civil se consigna que el padre se llamaba Juan y era hijo de Rodrick, nacido en las Islas Malvinas, y de Jessy Killing, en tanto que la madre era Violeta Agnes Buse, hija de Francisco Carlos Emilio y de Lilian Williams, también nacida en Malvinas en 1902. Tery -Edvard Henry- nacerá el 31 de diciembre de 1940 pero ya en nuestro pueblo.
Al fallecer trágicamente Juan el 20 de octubre de 1941, Violeta buscaría un destino en Ushuaia, donde formaría familia con Juan Enrique Ford "Jackie", oriundo de Porvenir, estando el mismo a cargo del tambo de Marina por muchos años.
Tery estudió en la escuela 1, y a los 15 años, luego de un aprendizaje en la escuela de oficio de la Armada ingresó a Correos. Allí distribuía correspondencia, en verano a caballo, en invierno, patinando, para superar las distancias que había entre casas y casas.
En 1953 contrae matrimonio con una puntarenense: Belia de Lourdes Ojeda Wainnright, y de allí vendrán 4 hijos, 7 nietos, y los bisnietos. Seguirá treinta años en el Correo, como radiotelegrafista y operador de sistemas, pero en 1968 se presentará a concurso y será director de comunicaciones de la Red Presidencial por el término de 25 años.
Mac Leod recuerda las comunicaciones a distancia en el correo, donde cada persona tenía tres minutos en cada turno, y como hacía cola para hablar desde un simple ciudadano, hasta los mismos gobernadores.
El año de su matrimonio será también el su primer retorno de Tery a Río Grande, cuando llega entre amigos en bicicleta, acompañando a un raidista que había lvisitado Ushuaia. No había ruta y debieron cruzar de Rancho Hambre y Laguna Escondida cargado al hombro sus rodados. El deporte y los amigos lo llevaron a conocer y ser conocido en la isla. Con el fútbol se volvió frecuente verlo en nuestro Río Grande, jugando para Vial o Lasserre, jugaba de 3 o de 9, contrincante de O Higgins y San Martín.
Su experiencia deportiva se frustró por un accidente movilizando caballos para una jineteada, cuando tenía 21 años. Pero nunca dejó de ser animoso simpatizante de las alegres aventuras de la juventud fueguina.
La ley de la vida sesgó su existencia, cuando todos los que lo conocieron, sobre todo los pescadores, afirmaban que tenía mucho por hacer y para sorprendernos.
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