Es un sábado y Tomás Bridges escribe
para la revista de la Sociedad Misionera.
Ayer y hoy el tiempo fue de lo más
hermoso: calmo, brillante, muy cálido durante el brillo del sol, con heladas
muy fuertes durante la noche.
Ayer llegaron varias canoas y hoy seis
más.
Muchos se han ido a distintos lugares.
El viernes de la semana pasada un grupo
se fue a Wocimoon para buscar mejillones.
Volvieron ayer, después de haber pasado
un tiempo miserable por lo malo del clima.
La primera noche la pasaron en una de
las islas Ooshootan, al reparo de una barranca recta.
Allí, apretándose cerca del fuego, que
tuvieron mucha dificultad en encender y mantener, pues su único combustible era
leña suelta, pasaron una noche desdichada e insomne, hombres mujeres y niños,
con la nieve cayendo todo el tiempo. La noche fue seguida por un día igualmente
lamentable, por lo que, antes de pasar otra noche igual, cruzaron el canal
Wocimoon.
A su regreso, tocaron en la isla de los
conejos y apresaron dos, que trajeron para vender. Prefieren la comida de pan
por sobre cualquier otra cosa.
Lee recomendé que pusieran todo conejo
que pudieran cazar sano en las otras islas, para que se criaran allí.
Ahora hay conejos en cuatro lugares de
Tierra del Fuego.
Hace unas pocas semanas, un hombre trajo
seis para la venta, desde una isla donde fueron colocados tres o cuatro hace
cuatro años.
Y
sigue relatando los pormenores de las carencias alimentarias a fines del
invierno:
Tuve un tiempo delicioso con los
nativos esta mañana, hablándoles de la plenitud del señor Jesús y su amor hacia
ellos, de su gracia y libre invitación a todos los que quieran ir a Él y
compartir sus riquezas de gracia, sabiduría, bondad y honor.
Les dije que mi principal gozo era en
el Señor y que anhelaba verles regocijándose en su Señor y Salvador.
Había 25 presentes y prestaban mucha
atención.
Ahora las mareas bajan mucho, de modo
que la gente puede conseguir grandes cantidades de comida. Ahora abundan peces
de distinta clase. He ocupado mucho tiempo libre en el diccionario.
Foto archivo diario LA NACIÓN de un ejemplar de conejo convertido ya en plaga en el entorno de Ushuaia.
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