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APUNTES PARA UNA HISTORIA DE LA AERONAVEGACIÓN DE TIERRA DEL FUEGO.2.5

Hoy hacemos un último abordaje a los escritos de Graciela Santamaría, presentados en el Segundo Congreso de Ciencias Históricas Fueguinas, realizado en Río Grande en 1978.
Y dejamos para una entrega siguiente algunos comentarios y referencias.


Después de un largo tiempo el expediente de Portillo se reabrió en el año 1934. El 5 de mayo de ese mismo año el Jefe del Servicio de Aviación Naval Capitán de Fragata Marcos A. Zar elevó una nota al Señor Jefe de E.M.G. Capitán de Navío León L. Scasso, en relación a las órdenes de esa Jefatura para que el Servicio de Aviación Naval cooperara en los trabajos de relevamiento que efectuara la Comisión Hidrográfica en la Isla de los Estados. 
Zar informaba que existía un expediente (7-P-1079/931) conteniendo un estudio del Teniente de Navío Gregorio A. Portillo y que sería conveniente que el autor se pusiera en contacto directo con el Servicio Hidrográfico para actualizar los recursos y elementos que exigirían la cooperación de la Aviación en aquella Comisión.

El Servicio de Aviación Naval contaba a la sazón con el avión FLEESTER T-202 equipado con cámara vertical que podía emplearse dentro de los 16.000 pies como hidroavión. Sería indispensable adquirir los flotadores a un costo aproximado de 5.500 dólares.
Solicitaba en la misma nota: a) que se mantuviera cuidado y parquedad en el uso del avión; b) que se trazara con la intervención de Portillo el plan de trabajo; c) que se designara el “team” y se iniciara su entrenamiento; d) que se autorizara las gestiones para la provisión y distribución de materiales requeridos.

El Estado Mayor General tomó conocimientos y aprobó lo solicitado por Zar. La Jefatura del E.M.G. solicitó la cooperación del “Señor Piloto Naval de la Reserva Don RUFINO LURO CAMBACERES” para que determinara en su próximo viaje a Puerto Gallegos y Río Grande, las posibilidades y facilidades que se encontrarían en el caso de operar con un hidroavión tipo FLEESTER T.202. La intención era que desde uno de los dos puertos y como hidroavión pudiera trasladarse a la Isla de los Estados para efectuar una serie de trabajos fotográficos.

Cambaceres en su nota constestación aconsejó utilizar a Puerto Gallegos pues existía un guinche para poder cambiarle al avión el tren de aterrizaje por uno de acutizaje. Además tiene la ventaja de ser un puerto al abrigo para maniobras de despegue o amaraje. Poseía también estación de radio de onda corta, propiedad de la Gobernación y contaba con las instalaciones y el personal de la Aeroposta que se ponía a su servicio. Acompañaba un plano de la superficie apta para aterrizaje en Río Grande, utilizada por él en tres ocasiones para descender con el LATE 25 y detallaba la forma en que había de hacerse de acuerdo a las condiciones del terreno.

Por la nota que el Jefe del Servicio Hidrográfico dirigió al E.M.G. contestando información requerida por la Primera Región naval, se conoce el objetivo específico de esta misión: “se requiere un levantamiento topográfico de toda la Isla de los Estados y zona de mar  adyacente, de una milla de distancia de la costa. También  un relevamiento hidrográfico de los islotes adyacentes a la Isla de Año Nuevo”. “En definitiva, el propósito del Servicio Hidrográfico, es obtener una carta marina con la exactitud necesaria para la navegación, sin pretender un relevamiento aerofotográfico de precisión, es decir, que el trabajo de avión, debe ser considerado como un complemento sumamente valioso par la tarea que realiza el buque hidrográfico”. (18)

Los Servicios Naval e Hidrográfico, presentaron proyectos de trabajo, que pudieron a consideración de Portillo quien, en base a ellos, elaboró el definitivo. Este proyecto tenía los siguientes lineamientos: se emplearían las cámaras FAIRCHILD F-1 y K-3-A. El personal podría vestir con ropas  normales sin calefacción eléctrica , en razón de que el T-202 había ejecutado vuelos hasta 15.000 pies sin que la tripulación las necesitara. Se tomaría Ushuaia como base de operaciones.  La autonomía de vuelo era de 5 horas; considerado que la Isla se encontraba a 2 horas de viaje ida y vuelta de Ushuaia, restarían 3 horas para el trabajo efectivo.

De acuerdo a las pruebas realizadas en Puerto Belgrano con las películas pancromáticas no habría una urgencia inmediata de que fueran trasladadas al laboratorio. Si la altura media del terreno no pasaba de 150 metros, la altura media de vuelo podría ser de 14.000 pies lo cual se consideraba como muy conveniente. Se instalaría el laboratorio de revelado en el buque y detallaba los implementos con que debería estar dotado.
Dado en Puerto Belgrano el 29 de agosto de 1934.
El Jefe del E.M.G. aprobó el informe de Portillo que estaría sujeto a las variantes de detalle que pudieran ocurrir como consecuencia del viaje al Sur del Alférez de Fragata JUAN G. KAY ENEMARK, quien fue nombrado “Observador fotógrafo a cargo del trabajo aéreo y Comandante del avión”.

El personal que tendría a su cargo el trabajo de laboratorio, ya fuera a bordo del buque hidrográfico “SAN LUIS” o donde se dispusiera instalarlo (Ushuaia, Puerto Belgrano), el Ayudante Mayor Jaime Mut y un conscripto fotógrafo.

El 23 de noviembre de 1934 el Alfárez Enemark elevó su informe del viaje a la Isla de los Estados y Tierra del Fuego, realizado en el buque San Luis. Consideraba como apto a Puerto Cook y detallaba los trabajos que habría que hacerse para proteger al hidroavión: “una rampa que termine en un desplayado horizontal protegido a los vientos donde el avión es izado por medio de un aparejo diferencial y luego minuciosamente estaqueado, lo cual es factible, y luego permanecerá hasta el momento en que el tiempo permita el decolage.”

Un gran porcentaje de días contaba con buen tiempo en las horas de la madrugada lo cual permitiría volar con una duración de dos horas y con un considerable margen de seguridad.

En cuanto al Gabinete fotográfico sería conveniente instalarlo en la Sub-Prefectura de Ushuaia  pues contaba con mayores comodidades.

El reaprovisionamiento debía repartirse entre Puerto Cook, Ushuaia y el buque San Luis.

Portillo elevó el informe Enemark al jefe de la Comandancia, con sus propias consideraciones.  Aprobó tomar a Puerto Cook como base de operaciones del avión fotógrafo y considerar a Harberton y Ushuaia como puertos de emergencia pues ofrecían gran seguridad.

En cuanto al avión T-202 “podría ser reemplazado por el T-201 con ventajas derivadas de su mayor fortaleza y mejor estado de los pontones. Esta sustitución debería encararse de inmediato, con objeto de que se proceda de inmediato a su alistamiento, con los siguientes trabajos:

I-                    Preprar el avión para transportar 200 litros de nafta en los flotadores, mediante la colocación de tanques adicionales;
II-                  Alojar la cámara fotográfica;
III-                Hacer práctica aérea de entrenamiento – piloto-fotógrafo – con cámara “FAIRCHILD”.

El Jefe de Estado Mayor General aprobó lo sugerido por Portillo y ordenó realizar las tareas necesarias.



                                                                                                                                              
El “San Luis” partió de Puerto Belgrano el 13 de enero de 1935 con destino a la Isla de los Estados arribando a Puerto Cook el 19 del mismo mes. Este buque y el transporte “Pampa” embarcaron al personal y elementos para la provisión de las etapas del  T-201.

La orden de operaciones de la Escuadra Aérea de Defensa Nº 3 – Comandancia de Aviación – PRIMERA REGION NAVAL, en términos generales expresaba: Se le asignaba para la Comisión el avión FOKKER T-201 con tren de acuatizaje y la siguiente tripulación:
Comandante: Alférez de Fragata JUAN G. KAY ENEMARK.
Piloto: Suboficial 2ª. Aeronáutico CESAR BALAGUER.
Mecánico: Suboficial 2ª. Aeronáutico JUAN TOMOSSI.
Se fijaba para la ida los siguientes puertos de escala: Caleta Valdéz, Caleta Malaspina, Deseado, Gallegos y Ushuaia.

Llegado el avión a destino, se pondría a las órdenes del Comandante del buque hidrográfico San Luis. La Sección Contabilidad, entregaría para el desempeño de esta Comisión de cantidad de $800 m/n con cargo a rendir cuentas. (Puerto Belgrano 31 de enero de 1925).

El avión Fokker T-201 partió de Puerto Belgrano el 1º de febrero de 1935 a las 6 horas con destino a Ushuaia. Ese mismo día alcanzaron la Caleta Malaspina.

El 2 de febrero llegaron a Deseado. Allí comprobaron que los flotadores presentaban problemas al no mantenerse estancos. Un arreglo de emergencia les permite partir el 4 de febrero y amarar el mismo día en Puerto Gallegos.

Desde ese lugar el Comandante del avión informó sobre inconvenientes mecánicos en la nave, aparte de los ya citados de los flotadores.

Ante ello el Capitán de Fragata Marcos A. Zar ordenó que el maquinista de “a. Carlos M. Gadda partiera hacia Río Gallegos para inspeccionar el avión, intentar su reparación e informar si era posible continuar con el cumplimiento de la misión. Además dispuso el alistamiento de la máquina anfibia Douglas T-203 y el Fairey Fal para que en caso de imposibilidad de arreglo del avión Fokker T-201 pudieran operar en su reemplazo.

El 11 de febrero de 1935 el Ing. Gadda informó al Servicio de Aviación Naval que el Fokker T-201 estaba reparado y en condiciones de vuelo.
El 12 de febrero se reinició el vuelo proyectado haciéndolo desde Puerto Gallegos hasta Puerto Cook. En este lugar permanecieron dos meses haciéndose un total de cinco vuelos: uno fue de reconocimiento; dos fotográficos y dos con el propósito de abandonar la Isla para dirigirse a Ushuaia.

En razón de la imposibilidad práctica de aspirar a cumplir todo el programa aerofotográfico proyectado el Alférez  de Fragata Enemark solicitó a la Comisión Hidrográfica embarcada en el buque San Luis sobre qué aspectos fundamentales debían fotografiarse. Esta autoridad expresó que dado el relevamiento terrestre existente del sector norte de la Isla, convendría limitarse a hacerlo en los sectores Este, Oeste y Sur.



Los días 24 y 28 de febrero de 1935, se procedió en base a la rectificación del programa inicial. (19)

Para el regreso del avión Fokker T-201 hubo que realizar tareas de reacondicionamiento terrestre de la máquina para lo cual se utilizaron los servicios del Ing. Collazo. Este había arribado a Ushuaia con la Escuadrilla de Ataque de la Escuadra de Defensa del Río de la Plata.

El Comandante del San Luis mandó un radiotelegrama considerando que, acondicionado como terrestre el Fokker podría completar el trabajo de levantamiento. El Jefe de Estado Mayor General no aceptó la sugerencia. Marcos Zar tuvo en cuenta en su informe: “el estado de un material que forsozamente ha sufrido las inclemencias de tres meses de campaña en las peores condiciones, pese al optimismo que se deriva del reconocido entusiasmo del personal que ha desempeñado en ella, es opinión del suscripto que conviene disponer que el T-201 dé por terminada su labor y regrese de Ushuaia a su base”.

El 27 de abril de 1935 el avión partió de regreso a Puerto Belgrano destino que alcanzó el día 29 del mismo mes dando así fin a la misión que se le impusiera.




APUNTES PARA UNA HISTORIA AERONÁUTICA DE TIERRA DEL FUEGO.2.3

Damos continuidad en estos escritos de Graciela Santamaría a los aportes dados por distintos navegantes, instituciones y empresas para hacer realidad la vida aeronáutica en nuestro sur.

Con fecha 26 de enero de 1931 el Jefe de la Aviación Naval, Capitán de Fragata Ceferino M. Pouchan, elevó al Sr. Director General de Navegación y Comunicaciones, Capitán de Navío Joaquín Arnauld “un informe preparado por el Teniente de Fragata Gregorio A. Portillo a requerimiento de la División Hidrográfica de la Dirección General de Navegación y Comunicaciones , conteniendo sus puntos de vista sobre posibilidades de un levantamiento fotográfico de la ISLA DE LOS ESTADOS”. (15)

Esta nota presentación contiene un resumen del informe adjunto, opinando que el levantamiento era factible, pero debían tenerse en cuenta, el avión a emplear. Previo análisis de cada uno de los modelos de (ver original hoja página 210 porque no se entiende) avión con que contaba en ese momento la Aviación Naval, (SOUTHAMPTON, FAIREY, COSARIO) y comparándolos con aviones ingleses y norteamericanos que habían realizado estas tareas, (GLOSTER AS- 31 Y DOUGLAS) llegó a la conclusión de que no respondían a las exigencias mínimas requeridas para esta misión.

“Un trabajo de esta índole y que encierra ingentes gastos, que significa movilidad de muchos y muy variados materiales aeronáuticos a gran distancia de centros de recursos, impone la preparación de un sinnúmero de elementos auxiliares desde el aeródromo o fondeaderos hasta la estación para observaciones aerológicas”. (16)

Por lo tanto, y considerando la eficacia de la fotografía aérea para los fines de la División Hidrográfica, aconsejó la adquisición de un modelo apto que contara con la necesaria autonomía, compensara los costos de la operación y tuviera la precisión requerida.

En el informe que presentara, Portillo estudió detalladamente la geografía de la Isla: su constitución rocosa con picos de 900 metros de altura cubiertas de nieve: sus costas irregulares; el viento prevaleciente, del Oeste, pero con rachas próximas al suelo y con corrientes verticales de aire.

La poco extensión de la Isla, 38 millas de largo (Este a Oeste) y 7 millas de ancho y medio, con gran cantidad de accidentes en sus costas, obligaban a que la toma fotográfica vertical, se hiciera mediante una cantidad considerable de corridas transversales (N – S) en lugar de efectuarse con un número reducido de corridas longitudinales (Este – Oeste).

La altura de vuelo más indicada para su ejecución, debía ser de unos 15.000 pies y en ningún caso sería inferior a 12.000 pies, teniendo presente, básicamente, las irregularidades del terreno y las condiciones meteorológicas.

Aconsejaba que la época más apropiada para el vuelo fuera el otoño. En esa época del año los vientos son moderados, algunos días se presentan muy despejados, durante los cuales el sol brilla en una atmósfera libre de nubes y la luminosidad media permitiría trabajar.

En cuanto al material fotográfico, la División contaba entonces con una cámara “EAGLE” automática de manejo eléctrico y a molinete. Junto a ella se empleaba la mira Aldis vertical, provista de dos prismas de refracción par los horizontes anteriores y posteriores y vista vertical. La cámara estaba equipada con lente de 10” de distancia focal que, para casos de necesidad, era posible adaptarle el cono con lente de 14”.

El personal debería tener un entrenamiento especial, tanto el piloto como el fotógrafo. Detallaba los ejercicios que éstos deberían practicar: volar en línea recta (usando como guía un camino o el trazado del ferrocarril) con viento a favor, en contra y a través; volar sobre una costa registrando el 90% de tierra y el 10% de agua. Gran parte del éxito del levantamiento estaba confiado al trabajo aéreo. Consideraba que el avión fotográfico más apropiado era el GLOSTER. Como cierre el informe contiene tres gráficos de la isla: 1) CORRIDAS VERTICALES (N-S) ; 2) DIAGRAMA DE CORRIDAS OBLICUAS; 3) GRAFICO DE ZONA CUBIERTA – CORRIDAS AUXILIARES.

En el informe presentado por Portillo, nombraba repetidas veces a Pluschow, a quien llamaba el “piloto-explorador”, utilizando su experiencia para determinar la altura adecuada de vuelo para las fotografías, y además sus conocimientos meteorológicos de la zona.