1959.1 CAMBIOS EN EL MUNDO PETROLERO



Como en la mayoría de los casos una desición tomada fuera de la isla impactará en su desarrollo. Se acerca un futuro negro: el del petróleo.

El 5 de Mayo de 1959 por Decreto 5348 la Nación aprueba los contratos para la explotación de petróleo y gas en Tierra del Fuego.

La situación revertía una política anunciada por el Presidente Frondizi en su libro Petróleo y Política, en el cual abogaba por la generación de un desarrollo soberano de ese recurso. Los últimos días de Perón habían estado signados por una situación similar: un contrato a la firma California entregando extensiones enormes del sur con el mismo fin, pese a que el general había prometido “cortarse la mano antes de firmar un contrato” que lesionara los intereses del país. Yrigoyen en sus últimos días antes de ser derrocado también había dado lugar a la inversión de una empresa rusa, la Yuyamtor, pee a toda la doctrina que despertó en aquellos años el General Mosconi a través de YPF. El humor popular hablaría de que estas siglas representaban a Yrigoyen, Perón y Frondizi.

Con el tiempo el presidente desarrollista justificaría su redireccionamiento:

En el libro sostuve la necesidad de alcanzar el autoabastecimiento de petróleo a través del monopolio estatal. Era una tesis ideal y sincera. Cuando llegué al gobierno me enfrenté a una realidad que no correspondía a esa postura teórica, por dos razones: primera, primera por que el estado no tenía los recursos necesarios para explotar por sí solo nuestro petróleo y, segunda, porque la urgente necesidad de sustituir importaciones de combustible no dejaba margen de tiempo para esperar a que el gobierno reuniera los recursos financieros y técnicos que demandaba una exploración que lograra el autoabastecimiento en dos años. La opción para el ciudadano que ocupaba la Presidencia era muy simple: o se aferraba a su postulación teórica y el petróleo seguía durmiendo bajo tierra, o se extraía el petróleo con el auxilio el capital externo para aliviar nuestra balanza de pagos y alimentar adecuadamente nuestra industria. O se salvaba el prestigio intelectual del autor de Petróleo y política, o se salvaba al país. No vacilé en poner al país por encima. Mantuve el objetivo fundamental que era el autoabastecimiento , pero rectifiqué los medios para llegar a él. No me arrepiento. Al contrario me siento satisfecho de haber tenido el valor de hacerlo y de firmar convenios que han significado el autoabastecimiento de petróleo en menos de tres años.


Volviendo al 6 de mayo de 1959 destacamos que el Gobernador Ernesto Campos citó en la delegación de Gobierno en Río Grande a los representantes de YPF, para interiorizarlos de los alcances del contrato por el cual una firma privada se haría cargo de los trabajos en Tierra del Fuego. Los contratos comprendían al norte de la línea que une Lago Fagnano con el Morro Norte; siendo beneficiarias del mismo las firmas Tennessee Argentina S.A. , Laughlin Porter Drilling Co y Ecofisa S.A. El área de acción es de 14.000 kilómetros cuadrados en un plazo de 25 años con una inversión mínima de 10 millones de dólares. Dichas empresas deberán además terminar el oleoducto y línea submarina para cargas de buques tanques por cuenta de Y.P.F.


El 16 de mayo Tennessee se hace cargo del área correspondiente..

Para el 23 del mismo mes personal de Y.P.F. se Aleja de Nuestro Territorio. El número 11 de El Austral registra esta noticia detallando que: “Después de más de una década de trabajos dentro de los cuales se desarrollaron la más variadas tareas referentes a la Explotación del subsuelo en esta lejana Isla de nuestra Patria, en busca del ansiado Oro Negro, las cuales se vieron coronadas con el éxito al comprobar la existencia de una riquísima reserva de gas y petróleo, el personal de Y.P.F. se aleja”.

“Al entrar en la etapa actual o sea la Explotación de dichas riquezas ya la población de la zona disfruta de sus beneficios tal como el consumo de gas natural en sus hogares, Industrias y Comercios”.

“Este éxito se debe al esfuerzo mancomunado de hombres laboriosos, llegados de todas las latitudes y que unidos bajo la querida sigla de Y.P.F. hicieron posible el mismo, contando con elementos precarios y haciendo frente a las rigurosas inclemencias climatéricas de la región y sin miramientos de horarios, solamente con la satisfacción que da el deber cumplido”.

“Hoy los que se alejan llevan pese a todo el recuerdo de los momentos vividos en este rincón argentino, lamentando no poder ver el futuro venturoso que le depara el destino”.

A diez años del TF 1 la empresa estatal perforó 30 pozos de los cuales 12 eran exploratorios y 18 de desarrollo. Consiguiendo 15 productivos, ya sea de gas o petróleo; del resto 12 fueron secos y 3 abandonados por ser su producción insuficiente a nivel industrial.

En el marco de la denominada “batalla del petróleo” el gobierno contrata con la firma Tennessee Argentina S.A. la dirección y ejecución de los trabajos de exploración en un área de unos 14.000 kilómetros cuadrados; la firma norteamericana se asociará con Laughlin Porter para tareas de perforación. Cuenta para ello con cuatro equipos de perforación, dos dedicados al desarrollo y dos a la explotación, y su dinámica tarea comienza en la zona de Sara.

Las despobladas calles de Río Grande ven incrementado su parque automotor, la legislación aduanera permite la libre importación de vehículos al sur del paralelo 42, y a esto se suma el importante parque que traerá la firma contratista.

Sobre ese particular recuerdaba Raúl Liscio, que luego de ser mecánico de aviación pasó a trabajar con los norteamericanos: “Ellos tenían vehículos de varias categorías: escarabajos para los supervisores para desplazamientos cortos, rápidos y ágiles; tenían Land Rover para desplazarse en el campo de petróleo y tenían otro tipo de camioneta aparte de los vehículos privados y ¡camiones de todo tipo!. Un Rollewing podía cargar equipamiento superpesado desinflando el rollo, porque no eran cubiertas, era un cilindro de goma que los desinflaba para que bajara la playa de carga, cargaban lo que tenían que cargar, inflaban las ruedas desde arriba y eran capaces de pasar ciénaga, barro, turba, lo que sea. ¡No lo paraba nada!”

El Padre José Zink, vecino a estos cambios desde la Misión Salesiana, ponderaraba la amistad crecida en el tiempo entre los petroleros y los religiosos:

“Los encargados de YPF, los ingenieros, eran casi siempre gente venida del norte y encontraban en la escuela algo que los alentaba. El campamento era muy cerca de la Misión y recuerdo que en aquella época venían los días de fiesta para las misas, para los cantos de los muchachos. Se solía cantar muy frecuentemente a dos voces. Cualquier acontecimiento, bendición de pozos, era una razón para venir a la Misión. YPF cooperaba mucho, al darnos hasta donde podían combustible. Aveces enviaban sus técnicos para hacer arreglos... ¡Cuantas veces nos proporcionaban caños! Los caños de acero para los pozos tienen una época de vencimiento y ya no se pueden usar más para eso, pero para otras cosas sirven. Siempre hubo esa relación de amistad y de mutua cooperación. ¡Nosotros le hablábamos de las cosas de Dios y ellos nos daban las cosas de Dios! ¡Que era lo que nosotros precisábamos!”

Con el tiempo el campamento consumiría agua de la Misión, y la escuela recibiría como contraprestación energía eléctrica.

Hubo quien no se fue con YPF, y siguió con los norteamericanos, entre ellos Segundo López: “Yo me quedé porque cuando llegó Tennessee Argentina nos preguntaron si queríamos quedarnos, yo me quedé, con un compañero un tal Lezama, otro veterano el chileno Millán. Anduve mal con un compañero mío, con uno de los jefes. Había estudiado en National School por correspondencia y sabía mucho de motores, calderas, yo era de leer y le hachaba todo lo que ellos hacían mal. Un día me vine al pueblo a recorrer esos lugares donde dejaba mi sueldo, y me anduve durmiendo, por lo que mis compañeros que me tenían envidia, hablaron y terminaron por darme las cuentas”

El 15 de Agosto la empresa Seismograph Service Corporation of Argentina, comienza buscar personal para la explotación petrolífera: obreros, perforistas, mecánicos y peones. Y lo hace mediante un aviso en el periódico local anunciando que serán recibidos los aspirantes por el Sr. Leddin en el Hotel Villa.

El 18 de Octubre se desata un incendio en perjuicio del campamento Tennessee, su bautismo de fueguinidad..

Al terminar el mes en conocimiento que personas inescrupulosas y que carecen de la debida autorización de GAS DEL ESTADO, se dedican a la colocación de estufas y quemadores no aprobados por la Oficina Local de esta Empresa se hace saber a los usuarios de gas que toda modificación o agregado de nuevos artefactos que se haga sin la intervención previa de esta Dependencia, motivará el corte inmediato del fluido, el que sólo volverá a suministrarse previo pago de la multa y derechos de habilitación que correspondan.

Las deficiencias del puerto de Río Grande, su barra de arena y las limitaciones para ingresar con barcos de cierto calado hizo que buena parte de los materiales ingresaran por Ushuaia, aunque el camino todavía era una ilusión, y el puente colgante construido por los ganaderos casi cuarenta años un desafío para equilibristas. Fue por entonces que Héctor Vázquez se inició como transportista “Fuimos los primeros que cruzamos la cordillera con esos camiones grandes con acoplado. Traíamos todo lo que se desembarcaba en Ushuaia, era meterle día y noche, dos o tres días para venír y pasar por el puente había que persignarse, porque no se sabía si se iba a pasar o si nos íbamos a caer con por esos tremendos camiones. Hacía olas. Pasábamos y después respirábamos”. Recuerda que en Ushuaia había un campamento grande de la Tennessee a la salida del pueblo, y también a algunos colegas Nerián, Navarro, Rogel, Subiabre, Argüello, que antes trabajó en obras de puerto, Berbel, Mosquera.

Manuel Berbel recuerda que en una oportunidad hubo que hacer entrar equipamientos por puertos chilenos, dada nuestra falta de infraestructura: “Cuando se trae el primer equipo que es una torre de perforación eléctrica, de 53 metros de altura que la trae PERLAP, le piden a Tennessee que les preste choferes porque ellos no podían bajar el equipo. Y esa torre se desembarca en Puerto Percy, nuetra primera incursión en territorio chileno, y de allí la traemos por Cullen chileno y hacemos, ahí ya los gringos, un convenio que del mismo campamento Cullen de ellos, abren una picada y ya se pasa a territorio Argentino”. Y de la misma forma asegura que en otra oportunidad, ante las dificultades de un camino, uno de los americanos (gringos) ordenó cortar un alambre y seguir por terreno mas firme, y el alambre era el límite fronterizo lo que dio lugar a un conflicto con carabineros luego de la detención de los intervinientes. “Dale clavo”, Decía el gringo y ya estábamos en otro país”

.La producción del año fue en crudo de 263 m3, quedaba mucho por hacer.

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