Abel “Pisto” Arriagada. “El primer día que me presenté a la Planta, para mí fue la desgracia más grande”.


El viernes 5 de junio de 2009 nos reunimos en la Planta Transmisora de Radio Nacional Río Grande para homenajear a nuestro primer jubilado.

Es cierto que ya antes algunos compañeros han pasado a revistar en la clase pasiva, pero ellos lo han hecho renunciando a un segundo empleo sobre el cual ejercían su derecho, o bien se trataba de aquellos que obtuvieron un traslado, o fueron cesanteados previamente por las medidas de ajuste de los años 90.

El caso de Pisto es diferente y se da dentro de nuestra normativa que no plantea ninguna excepción por trabajar en Tierra del Fuego, y se concreta sobre los 65 años de edad para los varones, que en el caso de Arriagada se obtiene ya con 48 años de servicio.

Abel Segundo Arriagada nació en circunstancias difíciles para su familia el 23 de diciembre de 1943, todo se preparaba para un fin de año lleno de esperanzas en el hogar constituido por José Abel y Juana Laborich donde ya se registraba la presencia de dos niñitas Inés y Aurora, José como practicante y trabajador de lo que viniera del lado del Frigorífico y su puerto, Juana en las tareas domésticas que no eran pocas en aquel Río Grande donde no todos los vientos eran malos.

Pero un accidente en ruta, en un camión recién bajado del Lucho terminó con la vida de varios vecinos que transportaba un polaco sin carnet que fue recibir el vehículo para llevarlo a la zona del lago. El padre muere el 7 de diciembre, y Pisto vendrá a ser hijo póstumo..

En su infancia la familia se agranda, la madre establece su relación con Teólifo Hirsig, trabajador portuario, y comienzan a venir las niñas, y el Toto que casi al final del camino marca otra presencia masculina cuando Pisto ya era un hombrecito..

Y hombrecito que era comenzó a saber del trabajo, orillero del mar, y con algún caponero más adelante.

Hasta que un día se le dio y entro en un empleo estable, de sueldo fijo en $ 2000 –dos fragatas- y $ 1500 de bonificación. Era el 1 de junio de 1961 y pasaba a ser “unifornado transitorio”.

Ya en este tiempo donde no ha dejado de trabajar en los buques, cuando se da el momento y acomodando los horarios, vendrá el momento de formar su hogar, y así van naciendo José Abel –como el papá que no conoció-, Juan Ramón, Berta Marcela, Inés Carolina, Alberto Fabián, Pablo Martín y Cristina. ¡Siete! Y ahora ya en el tiempo de contar los nietos llega a 14, incluyendo en la lista a la criatura que no llegó a nacer por las contingencias que mataron a su madre en un accidente automovilístico.

Pisto… ¿Por qué se llama Pisto?

En medio de las urgencias de hacer crecer la familia levantó su casa allá en Belgrano al fondo -1180- mostrando sus cualidades de constructor, mientras tanto llevaba un peso más al presupuesto doméstico con la fabrica de soda, y con sus menesteres de pescador que en casi todos los casos no iba más allá de la fiesta del cholgueo, y sus magníficos curantos.

¡Si lo sabremos en los estudios de la radio, aun al filo de la marea roja!

Un día decidió buscar otros horizontes dentro de la Secretaría de Comunicaciones pero en otra repartición, y lo destinaron a la Planta Transmisora de LRA. Fue en las contingencias del golpe de estado del 76 y allí se llevó el gran susto: tareas de mantenimiento previas, sumadas tal vez al nerviosismo de la hora, llevaron a que los equipos no arrancaran el 26 de marzo. Y allí debieron descubrir encañonados por las tropas de la Marina, los problemas que no aparecían de ninguna manera, pesando sobre todos la sospecha de un sabotaje, y amenazas intimidatorios de todo tipo…

Después llegaron años más tranquilos, incluso un temporada en Estudios trabajando como auxiliar de discoteca y en alguna circunstancia operador –tal vez para mejorar el lejano- y su regreso al fin a la Plata donde termina sus días de asalariado.

Y decimos de asalariado, porque Pisto –incansable- ha encontrado en su chacra de la margen sus un desafío para su falta de fatiga.

-Y ahora ¿Qué nos queda pisto?

-¡Nos queda todo!

María Eugenia Duré, reciente incorporación a nuestra LRA 24, transcribió una entrevista realizada por Mingo Gutiérrez, cuando la radio cumplía 25 años. Entonces esto fue lo que conversaron:

MG - ¿Como se te dio la oferta de salir del Correo, que era una historia de vida tuya y pasar a trabajar en lo nuestro, en Radio Nacional?

PA - Surgió lo siguiente. En aquella época estar en el Correo y pasar a Radio Nacional vino por comodidad mía. Necesitaba venir a la Radio por diferentes motivos.

MG - ¿Te convenía?

PA - Si, exactamente. Por turnos y horarios. Por tener otros trabajos por afuera.

MG - Eso siempre se nos dio a la gente de Nacional, tener la posibilidad de combinar actividades.

PA - Si, exactamente.

MG - O sea que vos comenzás a trabajar en esto pero ya estabas en la Costera, la radio frecuencia.

PA - Si, efectivamente. Como decís, en radio frecuencia. Estaba con el alfabeto Morse. Comunicándome con los buques.

MG - Y era mas entretenido eso, me parece.

PA - Si, claro. Era más lindo. Ahí tenías que aprender. Nosotros íbamos un grupo de cuatro del Correo todas las noches para poder ser radio operador.

MG - Pisto, y cuando pasás a la Planta (Planta Transmisora de Radio Nacional) ¿qué es lo primero que te toca hacer?

PA - El primer día que me presenté a la Planta, para mí fue la desgracia más grande… (Risas).

MG - ¿Qué te pasó?

PA - El primer día recuerdo bien, fue histórico; el 24 de Marzo de 1976.

MG - ¡El día del Golpe Militar!

PA - Sí, el día del Golpe. ¡Justo ese día! Nuevito en la Radio. Se descomponen los equipos y había que arreglarlos y yo tenía muy pocos conocimientos. (Risas)

MG - A tal punto que, dijo, Pedro Franco, tuvieron que utilizar un liquido que dejó peor los equipos de lo que estaban antes.

PA - Sí, exactamente. Se le puso un líquido al agua, creo que era un anticorrosivo. Donde destapó toda la cañería; pero en vez de destaparla, la tapó más. (Risas) Y después hubo que trabajar toda la noche. Ese fue el día que más horas hice; porque entré a las dos de la tarde y salí como a las seis de la mañana del día siguiente (Risas).

MG - ¿Después, pasó las horas extras?

PA - No, nada de horas extras (Risas). Estábamos ahí, firmes al cañón.

MG - En un tiempo te tuvimos por los estudios de Radio Nacional.

PA - Si, efectivamente. Estuve alrededor de seis años. En programación. En discoteca. Y anduve un año haciendo de operador. Estuve trabajando ahí, haciendo lo que se podía. Conocí mucha gente. Operadores, no operadores. Políticos, no políticos. De todo un poco.

MG - Te tocó una etapa divertida; que fue la primera etapa de la democracia.

PA - Si, efectivamente. La primera etapa de la democracia.

MG - ¿Pisto, sos de los de los que hacen la cuenta de los años que te faltan para jubilarse?

PA - Si vamos al caso, no se. Por edad, me falta todavía. Pero por años de servicio, te digo que un mes más. En un mes más estaría cumpliendo treinta y ocho años de servicio; el 1ª de julio serían treinta y ocho años. Por años de servicio considero que soy el más viejo de todos.

MG - Por que he de señalar, que en la historia de Radio Nacional, hay unos pocos que se han ido por jubilación. Hay muchos que se han ido por otros medios. De los pocos que se han ido por jubilación, creo, salvo el viejito Rosso, pero que vino de afuera, todavía no tenemos un jubilado propio. Todos se han jubilado por el otro trabajo.

PA - Si, Exactamente.

MG - O sea que si no anda entre vos y Chenú…por ahí anda el primer jubilado que nos espera a nosotros.

PA - ¿Si?, la verdad que no tengo la menor idea. Chenú es menor que yo en servicio. Ahora, si él computa otros servicios, podremos andar parejos. Yo, en una misma repartición considero que soy el más veterano de todos (Risas).

MG - Y si miramos al Correo donde ingresaste siendo muy joven; ya no queda gente de tu edad trabajando.

PA - No. Si me pongo a analizar yo calculo que no; no quedaría ninguno.

MG - Alguno que no te conoce; si queda alguno que no te conozca en Río Grande, debe pensar que estamos hablando con un anciano. Pero Pisto tiene una vitalidad formidable.

Te quiero agradecer por este dialogo. Simplemente estamos trayendo voces de la gente que hizo y hace a Radio Nacional a lo largo de todo este tiempo. Estos 25 años no son poca cosa y ojala el futuro nos depare más felicidad.

PA - Bueno, muy agradecido por esta nota y un saludo a la gente de Radio Nacional.

MG - Y otra vez vamos hablar de las cholgas…

PA - Ah, si, si…eso sería muy interesante (Risas).

La contribución fotográfica es de Sergio Salvador, que lo sorprendió al homenajeado con una placa que recuerda su paso por la radio, en sus manos.

2 comentarios:

Danka Ivanoff dijo...

Mingo: Necesito tu dirección pastal para darsela a beatriz Rodriguez fernandez. Por favor hazmela llegar a mi correo danka.ivanoff@gmail.com. Un abrazo y felicitaciones.

Paly dijo...

¡Gracias Mingo por este homenaje a Pisto!