¡PERO ERA UN QUILOMBO! (Cuento casi fueguino del general Perón)


Bajo el título LA CHISPA DE PERÓN, Fermín Chavez escribió un libro que trata sobre "El arte de la política en setenta relatos con humor sarcasmo y sentencia". En uno de ellos el interlocutor es un fueguino, el poeta y antiguo militante peronista José María Castiñeira de Dios; vamos que es lo que dice:

El 16 de noviembre de 1972, en el Gran Hotel Roma, Perón  se reencontró con muchos de los suyos, a quienes no había tenido oportunidad de ver durante su largo exilio. Algunos de aquella comitiva, que lo acompañarían en su "primer regreso", habían sido funcionarios de su primera presidencia, tal el caso de José María Castiñeira de Dios.

Cuando el autor de Soneto del Descamisado, Alabanza y El Conductor se acercó al General para estrecharle la mano, comenzó por presentarse:
-"Soy Castiñerira de Dios, general".
El conductor, mostrando alegría, le dijo:
-"¿Castiñerira, tanto tiempo!, ¿Cómo se siente?".
Y la respuesta del poeta era de cajón:
-"Muy contento, general".
Perón lo miró un tanto socarrón y le preguntó:
"Contento, ¿cómo el loro?".
Castiñeria lo miró extrañado e interrogante, por lo cual Perón empezó a explicarle:
-"¿No conoce el cuento del loro?. En España había una señora que tenía un loro sumamente inteligente y letrado. Sabía castellano como Cervantes y lo hablaba a la perfección con su ama. Un día esta buena señora invitó a tomar té en su casa a sus amigas, entre las que había muchas extranjeras. En la mesa, las alemanas hablaban alemán, las inglesas en inglés, y el loro con su ama en castellano. No bien terminó el té y las visitas se retiraron, el ama preguntó al lorito: -¿Y que tal? ¿Estás contento? El loro al punto, en buena castilla, le respondió: -Sí, muy contento.¡Pero ea un quilombo!".



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