SOLO UN SUEÑO, de Julio José Leite.

 


Desilusionado

Como un niño

De zapatos nuevos

Manchados de barro,

Me vi un día

En un opaco espejo

De madera.

Mis ojos trizados

Por el plomo del llanto,

Amenazaban caerse

Dentro del jarro,

Donde el rojo vino

Era un mar encerrado,

Invitando desde el fondo

A copular con mi sangre,

Entonces subyugado

Bebí con hambre,

Noté mis manos,

Mis orejas y mi todo,

Plagado de gnomos

Susurrantes e inquietos,

Que sublevaron mis ganas

De matar dragones y conquistar doncellas.

Al despertar

Los jueces

De túnicas negras

Seguían impávidos

Cosechando querellas,

Sembrando embargos,

Al despertar,

Sin dragones degollados,

Ni doncellas seducidas,

Salid a despejar mi mente,

Salí a respirar la mugre cotidiana,

Seguía amarillento

Como un sol de propaganda

Al igual que el resto de la gente.

 


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