Para dar mayor amenidad a este día vino el
descubrimiento de algunos fueguinos bajo el Monte Darwin.
Eran cinco o seis canoas que lentamente
remaban cerca de la isla Divide, pero no bien vieron que nos dirigíamos hacia
ellos, se alejaron rápidamente aunque les hicimos todo género de
manifestaciones de paz.
Han tenido por lo general estos pobres
salvajes tan mal acogida de las balleneras que frecuentan la Tierra del Fuego,
que no debe asombrar que la simple vista de una vela lleve entre ellos a un
terror pánico, desaparecidos los pobres fueguinos, entramos en el final del
Canal de Beagle, principal objetivo de nuestra operación.
Saliendo del Ueman-asciaga, fuimos
sorprendidos por el repentino cambio de la naturaleza de las tierras. Con las
islas Divide cesan los precipicios, las nieves, las desnudas rocas,, las
ruidosas cascadas, los montes están más
en el interior bajando de ambos lados del On asciaga (Canal de Beagle), con más
suaves pendientes al mar y cubiertos hasta la cima con una espesa vegetación.
También la vida animal parece despertarse, pero lo más sorprendente era ver la
línea recta y exacta que dividía un cielo de negros nubarrones y nítida
atmósfera.
Bove navegaba esas aguas llevando en
sus manos los registros de los hidrógrafos ingleses que las habían avistado
cincuenta años antes, y que justo en este mismo día habían capturado a quien
resultaba ser el fueguino más famoso: Jemmy Button.
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