GUSTAVO LEKANDER, dar a luz en la isla..

 

Nos ha llegado la noticia del fallecimiento de este médico que ha tenido un largo desempeño como obstetra y ginecólogo en nuestro Río Grande.

Un hombre que supo despertar afectos.

Afectos diversos entre hombres y mujeres, como suelen alumbrar los profesionales de su especialidad,

Nos hemos encontrado en más de una oportunidad para hablar de la vida y zonas aledañas, y siempre tenía tiempo.

Recordaba a su abuelo sueco -Gunar- Gunar el aventurero como le decía la familia, un martino que llegó Argentina en 1913 y ya no volvió a su tierra natal.

Gustavo no llegó a concerlo puesto que falleció cuando él tenía tres años de edad, pero siempre se preguntaba sobre esa decisión que se dió un año antes que todo comenzara a estallar en Europa.

El se sentía en parte un aventurero porque la búsqueda de su destino se dió también después de una guerra, y salió de Quilmes para buscar este escenario cercano a nuestra guerra, en un lugar que le gustó,  y en el que desarrolló inicialmente su tarea en el HRRG, y más tarde se independizó.



De por medio siempre analizábamos los tiempos que nos tocó vivir, en medio del retorno a la democracia, cada uno en su lugar, y con una gran hermandad entre gente de distinto pelaje partidario.

Su identidad era radical, desde su temprana juventud en su Quilmes local.

Y cada tanto las referencias de como no subió al Lear Jet de fatal destino el 15 de mayo de 1984.

Recuerdo que me contaba como se metió en el mundo de la medicina, fue en parte por la admiración hacia su médico pediatra que parecía curarlo con la sola confianza que le transmitía. Y el otro detonante fue literario, en un libro de la colección Robin Hodd lamado Luz en la selva, donde se relataba la existencia de Alberto Schwizer, un destacado pianista que abandotó su éxito para ingresar a una facultad de medicina y volcar luego en África todo su espero humanitario.

Cuando llegó a nuestro lugar descubrió que una calle de la periferia llevaba el nombre de la personalidad atrapante que dejó todo por la salud de los más postergados.

Gustavo, ¿me estás escuchando?

Hay muchas voces que algo te querrían decir en el espacio sur que nos habita.



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