APUNTES SOBRE LA CONSTRUCCIÓN DE CAMINOS EN EL NORTE FUEGUINO (1934-1936) – Tercera entrega.


He aquí la joven mirada del Ingeniero Juan Mario Prosa, su participación se da en estos días fundacionales de Vialidad Nacional, en Río Grande y su entorno.
Un tiempo con sus dificultades, un asomo de soluciones, una sucesión de acontecimientos cuesta arriba; más allá de la horizontalidad de la comarca caminera.


El señor invierno

Encontramos con fecha 14 de abril de 1935 entre los papeles de Prosa una traducción del Artículo ocho del Reglamento Alemán para la Construcción de Hormigón Armado 1925, del cual rescatamos con interés las siguientes apreciaciones: “Habiendo heladas fuertes de -3 grados no se hormigonea sino excepcionalmente. En el caso se asegurara el fragüe en forma conveniente recalentando el agua y los agregados como también cerrando y templando el lugar de trabajo. Pero no se debe sustraer al hormigón por calor excesivo el agua necesaria para el fragüe y endurecimiento”.

El 17 de abril Schmidt desglosa su plan de trabajo y advierte sobre las dificultades del transporte que hacían imposible realizar las fundaciones del lado norte del Río Chico antes del invierno: " conseguimos en toda la región un solo camión, que nos puede acarrear los materiales con poca regularidad. Además quedaba esta zona sin nafta por espacio de tres semanas, tiempo durante el cual tuvimos que paralizar los transportes por completo. También se había podido empezar los transportes recién después de buscar y formar un camino sobre unos seis kilómetros".

El informe da también sus apreciaciones sobre los trabajos en madera:

Para el Río Grande: "Los tramos de madera en rollizos se construirán recién en primavera, porque la madera se cortará mejor en invierno, estación propicia para estos trabajos, ya que las maderas cortadas fuera de esta estación son de menor duración. "

Para el Río Chico: "La madera que se ha podido conseguir en la zona para formar los encofrados no reúnen las condiciones para un trabajo prolijo como estamos acostumbrados a hacer, así que la tuvimos que hacer venir de Buenos Aires con la consiguiente perdida de tiempo".

Mientras tanto el Ingeniero Prosa se desempeña también en la inspección de obra del puente Sobre el Río Chico, y el 20 de abril de 1935, es informado acerca del material metálico a emplearse, acero dulce en barras, que el mismo del cual se tomaran muestras había pasado por estudios en los laboratorios de la División Carreteras donde quedaba demostrado que por su calidad no reunía las condiciones exigidas en el pliego; la empresa atendiendo a los cálculos podría utilizar los materiales pero en mayor cantidad a la especificada en el pliego, o bien alterando la composición en la estructura de hormigón, es decir que la firma Schmidt debía aumentar "a su exclusivo costo el ancho de las vigas para poder colocar las barras suplementarias"

El 22 de abril se le reclama al ingeniero en Río Grande la falta de remisión de partes semanales y certificados sobre la obra del Río Chico, cuando ya han pasado casi dos meses de su inicio.

El 24 de abril Prosa comunica que se han colocado en el puente "acero en barras en el rompehielos Sur" a pesar de no haber sido aceptado previamente; mas tarde se le requerirá información sobre la cantidad de hierro colocado y si ya ha sido colado el hormigón en dicha estructura.

Para abril del 35 un nuevo rubro de inversiones deberá ser atendido, el despacho de fotografías mensuales sobre la marcha de las obras; irían a parar a un álbum que estaría a disposición del Presidente de Vialidad y que se actualizaría mensualmente. "Interesa una sola fotografía cuando se trate de un puente y dos o a lo sumo tres, cuando se refieran a un camino. Únicamente obras importantes".

Camino y piedra

Terminaba el mes de abril y la firma Schmidt acercaba a Vialidad una preocupación, faltaba piedra arenisca para "el enrocado y mampostería en seco", este material extraído del Cerro del Aguila fue destinado a la construcción de los estribos de alcantarillas y al haberse acabado se solicitaba instrucción para utilizar el "conglomerado arcilloso que encontramos en el mismo Cerro", o bien modificar el proyecto de construcción de defensas a la vez que se llamaba la atención "sobre la defensa de los taludes del terraplén que consideramos expuesto -dice el representante de la firma- a la destrucción por el oleaje y la corriente de las aguas en tiempo de mareas y deshielos." Indudablemente el puente construido por la Sociedad Frigorífica adolecía de funcionalidad, y en esta hora, con casi 10 años de su puesta en servicio mediante el peaje la empresa contratista creía "que tanto el revestimiento con gramíneas como la plantación de sauces previstos en el proyecto, aún en el caso hipotético que prendan no representan una protección eficiente contra la acción del agua, imponiéndose la necesidad de una defensa mas apropiada.”

Un informe del sobrestante Gregorio Garuti da cuenta que " la tierra usada se extrae de el lugar indicado en el proyecto siendo esta de buena calidad, habiendo aparecido debajo de la capa de tierra superficial un lecho de arcilla que –a juicio del ingeniero Prosa- era de muy mala calidad y se prohibió su uso en los terraplenes. Lo mismo puede decirse de la piedra empleada en la construcción de los estribos de las alcantarillas".

El 28 de abril la constructora del Puente Sobre el Río Chico admitía que se habían "agotado todos los medios para acarrear las piedras necesarias para el hormigón ciclópeo previsto para las fundaciones de los pilares y estribos de la obra del rubro y hemos conseguido de lo alto del Cabo Domingo y de otras partes a 5 Km. de la obra escasamente la cantidad suficiente para hormigonera los cimientos cuya excavación estaba terminada "

Pero para completar los restantes "sería necesario transportar las piedras desde el pié al lado Este del cabo Domingo a más de 8 Km. de distancia, desde la playa del mar separada por médanos intransitables de la tierra firme por el camino que pasa el Cabo Domingo con sus subidas y bajadas de grandes pendientes sin hablar del paso por el Río de la parte que correspondería a los cimientos del lado Norte"

.¿Cuál fue la razón de la construcción del puente en este sitio, falto de materiales apropiados y con influencia de mareas? En la memoria descriptiva encontramos también algunas respuestas: "Estudiando con detenimiento el curso del río aguas arriba se llego a determinar con razonable aproximación el punto limite de influencia de mareas. Entonces desde este punto aguas arriba se estudio la posibilidad de un emplazamiento de puente, llegándose a la conclusión de que no era factible, porque sus accesos resultarían costosísimos y se separaría además mucho del trazado que lógicamente debía adoptarse para que sirviera a los intereses colectivos de la zona”.

"No hay en todo el curso superior del río ningún tramo cuyos accesos estén a cubierto de inundaciones, solo a 15 Km. de la frontera con Chile, en las últimas estribaciones de las sierras de Carmen Silva (Chile) se encuentran tramos del río cuyas márgenes están a cubierto de inundaciones, pero en ese punto no tendría objeto ubicar un puente por no contemplar las necesidades de la zona. No ha habido pues otra solución que ubicar el puente dentro de la zona de influencia de las mareas y dentro de esta zona buscar la más favorable”.

El 10 de mayo desde el Departamento Construcciones en Buenos Aires, el Ingeniero Agenor Villagra reclama la falta de partes semanales sobre las obras atendidas en Río Grande, y solicita al Ingeniero Carlos J. Bachman "llamar seriamente la atención del mencionado técnico y pedir remita a la brevedad los partes semanales y certificados de las obras a su cargo".

El 22 de mayo Mario Bolzani, sobrestante en Río Chico, reclama por escrito formularios para partes semanales que ya había solicitado verbalmente con anterioridad.

Para esos días la empresa hacia algunas reflexiones sobre su obra al dirigir la siguiente carta a Prosa: "En vista de que la Dirección de la cual depende no ha contratado aun la construcción del camino de Río Grande hacia Porvenir, el Puente Sobre el Río Chico quedará una vez terminado aislado de todos los caminos, a no ser que se utilice la huella formada y arreglada por esta Empresa, que une el camino existente con el lado sur del puente. Es por este motivo que estamos de opinión que la huella mencionada forma parte integrante de la construcción del puente", de aquí que solicitan la opinión del inspector para que la misma sea considerada ampliación de la obra y se atienda a la construcción del camino en la parte norte ante la superioridad.


APUNTES SOBRE LA CONSTRUCCIÓN DE CAMINOS EN EL NORTE FUEGUINO (1934-1936) – Segunda entrega.

Al llegar Vialidad Nacional a la Tierra del Fuego éstos eran los caminos que vinculaban al norte y el sur, y todavía no se definía por dónde debía pasarse en la Cordillera. Caminos de herradura que por un buen tiempo ayudaban al espíritu baqueano de la gente de entonces.

Gastos rigurosamente vigilados

Prosa es acosado desde Comandante Luis Piedrabuena para dar cumplimiento a instancias administrativas, lo que se evidencia en su correspondencia con el Ingeniero Bachman, dada el 31 de enero de 1935 de la cual leemos algunos fragmentos: "El Sr. Ingeniero usa un termino un poco duro al referirse a los diez centavos de enero de mi telegrama. En mi actuación anterior en esta repartición podrá quizás averiguar el Sr. Ingeniero que lo que siempre he tenido un exceso de celo en el desempeño de las comisiones encomendadas y si he cometido errores es porque soy humano”.

Prosa manifiesta no haber recibido instrucciones para diligenciar inversiones, encuentra discrepancias en distintos expedientes, y como debe colocar dinero de su bolsillo para el pago de un sereno, "que deberé pagar de mi peculio a una persona que quede a cargo del campamento durante la ausencia del personal, pues no puedo correr el riesgo de instalaciones”.

“Respecto a su devolución de 0.65 $ en estampillas debo manifestar al Sr. Ingeniero que no esperaba semejante cosa, es doloroso y triste para un profesional argentino recibir reprimendas veladas de esa manera”.

Prosa argumentará como parte de la complejidad de su tarea, el haber tenido que realizar trabajos de pedían su control, a lo que la superioridad le contestara que "es reprochable desde el momento que significa ello comprometer el tiempo que debe emplear en trabajos más provechosos, teniendo en cuenta que con el sueldo y los gastos de viáticos que se le abonan durante una jornada al Señor Ingeniero, pueden pagarse 3 o 4 peones, sin necesidad de perder su tiempo en trabajos de esa naturaleza.”

Por esta y otras manifestaciones críticas sobre la marcha de los estudios, en algún momento el residente en Río Grande afirmara: "Si el Sr. Ingeniero esta convencido de mi ineficacia, falta de cuidado e interés le ruego comunique a la superioridad correspondiente para mi traslado o medidas que se crean necesarias".

Pero seguiríamos teniendo Ingeniero Prosa hasta el año siguiente, acompañándose en la función con otros dos empleados permanentes Francisco Javier Viguria, argentino, dibujante y un italiano no naturalizado Otelo Boz, capataz en puentes y caminos.

Río Grande entre puentes

El 9 de febrero Prosa era informado sobre la forma en que se encarará el trabajo en los Accesos al Puente Sobre el Río Grande donde se extremarían " las precauciones contra las altas mareas que podrán poner en peligro el terraplén durante la construcción intentaremos de terminarlo en trechos parciales limitados por los extremos de las alcantarillas previstas en el proyecto‚ asegurando de esta forma la punta del terraplén contra la fuerza del agua. En cambio creemos que la estación no es oportuna para las siembras y plantaciones previstas no pudiéndose por tal motivo aprovechar de esta protección de los taludes".

El 13 de febrero, sobre una copia del certificado número 3 de la Obra del Puente Sobre el Río Chico, la letra de un superior en tinta verde advierte sobre las acciones del Ingeniero Prosa en tono paternalista: "En esta Seccional se tiene el mejor concepto de su capacidad y de su buena voluntad y laboriosidad.. pero sus asuntos no marchan muy bien que digamos... ¿se puede saber que le pasa? Se tratara en todo lo posible de ayudarlo, pero es imprescindible que ponga algo de su parte. Lo encontramos un poco "boleado" y no nos explicamos por que. Mis respetos a la señora. ¿El pibe, patina? ¿Ya?".

Las observaciones dadas desde Piedrabuena cuestionan a la vez la forma en que desde Río Grande se diligencias las Obras de Conservación en Camino Río Grande al Lago Fagnano, por no entender lo que es en Patagonia una obra de Conservación; "durante su estadía en Santa Cruz, se le aclaro este concepto indicándole que en la Patagonia no era posible encarar la conservación con el mismo criterio que en las zonas del centro y norte de la República, que los llamados caminos se reducen a simples huellas en las que debía efectuarse trabajos tales de modo que solo se asegure su transitabilidad y nada más, para lo cual la conservación se concreta a arreglar los malos pasos." Para febrero del 35 se estimaba, teniendo en cuenta los partes semanales que los trabajos encarados eran costosísimos y que solo alcanzaban tramos cortos, era evidente que para el Ingeniero Bachman, el jefe en Santa Cruz, se estaba ante un subordinado que "no cumple las ordenes que se le imparten desde la Seccional, ni las disposiciones en vigencia dadas por circulares de la Dirección técnica". El 26 de febrero comienzan las obras de construcción del Puente sobre el Río Chico. El plazo de ejecución es de 6 meses y el presupuesto del contrato se eleva a $78.435,08 m/n. Trabajan unos 12 obreros en la excavación de cimientos. La memoria descriptiva elaborada al momento de la licitación nos da una idea acaba de la importancia de este emprendimiento: "El puente proyectado sobre el Río Chico está destinado a servir a toda la zona norte del territorio de Tierra del Fuego, donde existen grandes estancias como las de Cullen, San Sebastián, Braun y Sara, las que en los meses de invierno y durante el deshielo quedan prácticamente incomunicadas con Río Grande, que es el centro comercial más importante del territorio".

"Con la construcción del puente sobre el Río Chico (...) se acortará también enormemente el recorrido entre Río Grande y el norte del territorio, pues en la actualidad es menester dar la vuelta por Miranda y atravesar la Vega del XV o bien por Castillo, internándose territorio chileno. El único camino transitable durante todo el año es el que va hacia Porvenir, pasando por Miranda y Río Chico, pero este camino no sirve a los intereses del Norte del Territorio."

Estudios e inspecciones

Ya para fines de febrero la inspección ha comunicado a Piedrabuena la intención de la firma Schmidt de paralizar las obras por la proximidad del invierno, y la respuesta al preocupado Prosa añade que "ello es consecuencia lógica de la naturaleza de la obra y las condiciones climáticas de la región, por cuanto no es posible ejecutar trabajos de hormigonado con temperaturas que llega a varios grados bajo cero. Aún para otras obras en que no intervienen los inconvenientes del trabajo con hormigón y morteros, no es prácticamente posible trabajar en esas regiones durante el invierno".

Y allá se le recomienda tomar las medidas de veda con la suficiente antelación para evitar los riesgos en la obra desarrollada.

Ya el 13 de marzo de 1935 Prosa informaba que por una parte había sumado $80 en alquiler de auto para inspeccionar la obra de acceso al puente, y al mismo tiempo decía con respecto: "En la fecha se iniciaron las perforaciones, debiéndose la demora primero a las mareas del equinoccio y por la dificultad de encontrar en la localidad palas de pocero más prácticas por la naturaleza del terreno y la rapidez con que debe hacerse el trabajo”.

“Uno de los problemas afrontados era la falta de vehículo para la repartición, por lo que verbalmente se requería cotización a comerciantes de la plaza: Elías Berlín, Federico Ibarra, Eduardo Van Aken y Antonio Roque”.

"De las cuatro personas citadas dos de ellas, los Sres. Eduardo Van Aken y Antonio Roque manifestaron no tener interés por cuanto precisaban el camión en esa oportunidad". "El señor Federico Ibarra temía exponer en esa época (invierno y lugar de estudio: Lago Fagnano) el camión y quedó como único proponente el Sr. Elías Berlín que se comprometió a entregar el camión libre de todo gasto por la suma de $23 diarios.

"Para efectuar el estudio del camino de Río Grande hacia Porvenir (Chile) hasta la frontera y hasta Cabo Spíritu Santo (prosecución del mismo)" Prosa se vio obligado a requerir a los Señores Salomón Bunader, José Recus y Antonio Roque.. "El camión del Señor José Recus no estaba en condiciones de efectuar el viaje hasta el Cabo Spíritu Santo. El señor Antonio Roque manifestó no tener interés, quedó por lo tanto el señor Salomón Bunader quien por igualdad de precios (15.00 $ diarios) con el Señor José Recus ofrecía un camión en condiciones mucho más aceptables, no solo por la bondad del vehículo sino por menores exigencias de pago (el Sr. José Recus solicitaba pago quincenal).

El 28 de marzo Schmidt en Río Chico solicita a la inspección determine cual va a ser la mezcla toda vez que no se encuentran piedras para "hormigón ciclópeo", y se llama a una pronta "atención sobre las altas mareas que se esperan para el 4 y 5 del mes próximo" puesto que "podrían dañar seriamente a las excavaciones rompiendo el bloque de tierra de separación entre la excavación hecha y el lecho del río. En el caso de sorprendernos la marea antes de hormigonar la fundación de este pilar no vemos medio como defendernos con eficiencia contra el peligro que acabamos de mencionar." Conviene agregar a esta altura de nuestra disertación otros aspectos tenidos en cuenta a la hora de construir este puente, puesto que se decía que: "se ha elegido un trazado de camino y de acceso por terrenos altos y firmes, de modo que sea perfectamente utilizable en cualquier época del año.

"La huella actualmente existente cruza al Río Chico al pie del cabo Domingo, muy cerca de la desembocadura en el Océano Atlántico. Es un paso muy malo y lleno de dificultades. El vado tiene una longitud mayor de 200 metros y varía después de cada pleamar superior a 20 pies, pues la fuerza del agua tapa con arena algunos pozos existentes y en cambio produce otros. Solo es vadeable con algunas condiciones de seguridad a medias mareas bajando o subiendo, aunque en este último caso no es siempre posible”.

El 13 de abril controlaron el fondo de la fundación del rompehielos sur estableciendo que se encuentra a la cota de tres metros con cincuenta y cinco centímetros bajo el cero embutido en una capa resistente de tosca.

APUNTES SOBRE LA CONSTRUCCIÓN DE CAMINOS EN EL NORTE FUEGUINO (1934-1936)

Al aproximarse una nueva recordación de EL DIA DEL CAMINO, recuperamos esta conferencia que dimos años atrás en el Museo Municipal, cuando este fucionaba en el edificio de la Intendencia.

En el se reseñan aspectos iniciales de la vida de Vialidad Nacional en el norte fueguino. Ímproba tarea, que ilustramos con este replanteo en la ruta de entonces, a la altura del Cabo Domingo..
Durante el pasado invierno ante una sugerencia del antiguo empleado de Vialidad Nacional, el Sr. Juan Yáñez, y con el consentimiento y cortesía de su jefe, el Sr. Rodolfo Soto; he tenido la oportunidad de consultar los archivos de esa repartición felizmente conservados en la Residencia de Río Grande.

Desconocía hasta ese momento el importante repositorio encerrado en las oficinas de la calle Elcano, y un abordaje cotidiano me permite hoy llegar hasta ustedes en una aproximación polifacética a un aspecto del pasado ligado a la comunicación y el transporte; con un segmento de tiempo en nuestras preocupaciones que parte del momento de la llegada del primer jefe residente de Vialidad a nuestro pueblo.

Ampliamente orientadora de esta búsqueda ha sido la lectura preliminar centrada en los escritos de quien fuera sobrestante de Vialidad en aquellos primeros días: Don Vicente Canga, trabajo publicado en el Libro del Centenario de la Ciudad de Ushuaia.

Panorama inicial

El 30 de enero de 1934, en dependencias del Hotel El Progreso de Anllo y Vidal, el Ingeniero Carlos Jaacks Ballester remite a su colega Guillermo Erhart del Campo en Ushuaia las “Instrucciones para la realización de estudios en Tierra del Fuego”, documento que se da una vez finalizada la visita de inspección encabezada por el Director Ingeniero Carlos Freres, en compañía de un jefe de la División Buenos Aires y el mismo Jaacks Ballester.

Los estudios son tres:

1.- Camino de Río Grande a Porvenir, viniendo por Río Chico y Castillo.
2.- Camino de Río Grande hacia Cabo Spíritu Santo por Cabo Domingo y Bahía San Sebastián.
3.-Camino de Ushuaia al Lago Fagnano.

Para el primero decidía: "Contemplar los distintos arreglos que hay que efectuar con carácter definitivo y la conservación de todos los arreglos hechos por la Estancia María Behety. Además estudiar bien, si no lo ha hecho ya, el acceso a Río Grande, tomando en consideración el trabajo que está ejecutando la Comisión de Fomento, como complemento de los accesos al puente sobre el Río Grande, que ya debe estar estudiado. Entre Río Grande y la Estancia María Behety es necesario prever el arreglo de algunas vegas en la faja comprendida entre los alambrados del camino, cuyo mal estado obliga a desviar el tráfico en la actualidad”.

“Llegando al puente sobre el Río Grande ( entiendo que ya esta hecho el estudio definitivo del terraplén de acceso al puente) y en lugar de emplear el camino actual al frigorífico, subir la barranca y buscar el mejor camino duro y firme hacia la estancia José Menéndez y de allí, continuar por las huellas viejas, que pasa por la sección San Luís, para continuar con esa misma huella buscando siempre la mayor solidez del terreno, aunque halla que hacer un recorrido de más, hasta bajar a encontrar el actual camino de la costa del Cabo Peñas o Punta Marías, según lo que más convenga y después proseguir el estudio de ese camino costero, si bien el trazado actual hasta el extremo oeste del lago Fagnano."

Los ingenieros llevaban en aquella oportunidad muestras del roble local para estudiar su factibilidad en la construcción de puentes.

Para la segunda área de estudios se recomendaba: "Estudiar el arreglo de la salida de Río Grande y sobre todo la cruzada del Río Chico (Carmen Silva), yendo por la costa y frente al campo de la Misión hasta el pie de la loma, que forma el Cabo Santo Domingo y de ahí, entrando hacia tierra, más o menos por la antigua huella de las Misiones, buscando las lomas ripiosas, hasta llegar casi frente a una casita blanca que hay a unos dos kilómetros al interior del Cabo. Ahí buscar la bajada más conveniente para el río y buscar su travesía con un puente económico de madera; se calcula un máximo de 200 ml.(metros lineales) de terraplén de cada lado del río y por la vega que lo bordea. Prever puente cubierto de mareas y témpanos. Continuar buscando el trazado desde ahí por el terreno más conveniente y siempre con el mismo criterio de solidez, antes que todo antes de encontrar la huella que va a la Estancia Sara, donde debe estudiar una vega que hay antes de llegar a la misma. El camino continuaría al Norte siguiendo la huella actual hasta el hotel San Sebastián. De ahí se bifurcaría un ramal con rumbo oeste hacia el límite. El otro ramal continuará estudiándolo hacia el norte por el lugar más conveniente, entre la Bahía San Sebastián y el límite, hasta la estancia Cullen y cabo Spíritu Santo".

Y finalmente se pedía: "Estudiar por ahora solamente un camino de herradura –ente Ushuaia y el Lago Fagnano- estudiar el mejor modo de atravesar, por la ruta mas corta en dirección sur-norte de Ushuaia al Lago Fagnano, para contemplar la posibilidad de la unión por agua, entre un posible puerto de embarque sobre ese lago y el lugar en donde se va a instalar el destacamento de policía, en el extremo este del mismo lago. No deberá ceñirse a la huella actual, si no buscar soluciones o variantes más favorables desde el punto de vista del recorrido y de la firmeza del terreno. Estudiar asimismo las rectificaciones necesarias en el desmonte alto ( bajada al lago Fagnano) con las barbeadas correspondientes y destroncado el terreno barbeado para que pueda cambiarse la huella, en caso necesario."

Jaacks Ballester finalizaba recomendando contacto y comunicación con los pobladores para ver necesidades y posibilidades de constituir consorcios camineros.

En aquel periplo debió ser socorrido a la altura del Río Chico-Chileno por un "mozo de mediana estatura y más bien grueso y que en aquella época estaba ocupado en un camión del transporte de lanas", que pudo sacar a la Comisión de un mal paso. El conductor en cuestión era Anselmo Alderete y no pudo ser ubicado de inmediato para pagarle el favor; Mr. Jackson de la Segunda Argentina dijo que nada se debía en materia de combustibles, y cuando finalmente se lo encontró -a fines del 35- Alderete trabajaba en Ruby y bajaba al pueblo para disfrutar de la Navidad cuando recibió 20 pesos de recompensa, que vaya a saberse en que los gastó.

La llegada del primer jefe

Ya para diciembre de 1934 llegaban a Río Grande Juan Mario Prosa, y señora, los que habían pagado desde Piedra Buena pasajes en avión por un monto de $80. Prosa era un Ingeniero Civil que ingresó a la repartición el 15 de diciembre de 1933.

Se había previsto que este fuera su itinerario partiendo de Buenos Aires: "Por vía marítima hasta Magallanes (Chile) y de allí con el vapor chileno Austral, hasta Río Grande. Si la llegada del vapor en que viaja coincide con su llegada a Río Gallegos aproximadamente con al salida de los vapores de carga San Julián y Bahiense podrá utilizar dicha comunicación desde Río Gallegos sin necesidad de internarse en Chile, información que el interesado podrá solicitar en las Casas Delgado y Cía, S.A Importadora y Exportadora de la Patagonia”.

Por vapor Bahiense se despacharon 10 bultos para el trabajo de Prosa, totalizando 298 kilos; comprendía lonas de carpas, cumbreras y parantes, dos catres, sillas y bancos, una pala, un pico, una maza y dos hachas con cabos, dos tablas y caballetes para mesa, un cajón de herramientas.

Las libretas de notas en que por triplicado y en forma manuscrita realizaba sus correspondencias a la superioridad, constituyen el documento más antiguo de la labor vial en nuestro norte fueguino. Su interlocutor en entre tramite era el Ingeniero Carlos Bachman, jefe de la 13 sección B con asiento en Comandante Luis Piedra Buena.

Prosa en el terreno

Entre las instrucciones solicitadas aquella primera hora figura el "como se procederá por el traslado del equipo de conservación dada la falta de camión pues no es posible conseguir prestamos en la zona y el camión de la Comisión de Fomento solo se facilito hasta el 31 (de diciembre de 1934), y con la partida actual para el mes de enero los fondos no alcanzan para el pago de combustibles."

Los estudios encomendados se verían dificultados por esa falta de transporte, puesto que se había efectuado un "calculo de movilidad contando con un camión de propiedad de la Dirección, depositado en Güer Aike (Río Gallegos), implemento del que no fue sin embargo posible disponer, porque requiere para tal fin una reparación costosa ($1200) suma no autorizada”.

La partida de conservación Río Grande-Lago Fagnano era por entonces de 1.369.50, y se le recomendaba a joven Prosa que "deberá tener en cuenta que el jornal mínimo para los obreros es de $5.00. En caso de que hubiera dificultades para conseguir operarios, porque solicitan crédito o proveedurías, existe la posibilidad de dar garantía hasta $ 1.50 diarios a los efectos de que se les conceda crédito en el comercio, en cuyo caso deberá elevar solicitud por escrito".

El 9 de enero de 1935 era nombrado un nuevo colaborador para las tareas de Vialidad en Río Grande, el Sobrestante Mario Bolsoni, en la Obra del Puente sobre el Río Chico.

La correspondencia se suspenderá los dos primeros meses del 35, y en su momento el Ingeniero Prosa se justificará por no haber enviado partes semanales con la regularidad debida "pues los campamentos de estudios se encuentran muy alejados de este puerto". Es que para ese momento se prestaba especial atención a la los trabajos encarados entre Lago Fagnano-Nueva Harberton..

Para el 12 de enero en el tramo Río Olivia-Piedra Barco se logra un Convenio de Precios para la Mano de Obra en Trabajos a Destajo, fijándose en 750 pesos por hectárea las tareas de desbosque, destronque, emparejamiento y limpieza de terreno en un ancho de 5.00 metros; es capataz de la cuadrilla Benicio Pérez más conocido como “Sombrero de Tres Picos”.

Entre Chile y Argentina

Hemos encontrado un informe de Prosa fechado en Río Grande el 20 de enero de 1935 donde señala en el Servicios de Pasajeros, existente en la localidad como dando respuesta a un cuestionario impuesto:

1.- Puntos extremos y ciudades que atraviesa la línea: Río Grande-Porvenir (Chile)): no atraviesa por ninguna población ( camino carretero natural)
2.- Longitud de la línea entre Río Grande y Porvenir:260 correspondiendo 100 al territorio argentino.
3.- Descripción del tipo de calzada existente a lo largo de la línea. Camino Natural.
4.- Indicación de si se emplean ómnibus o automóviles, cantidad de servicios. Emplease exclusivamente automóviles y hacen el servicio por la semana para el público solo dos.
5.- Capacidad de los vehículos usados. Cinco pasajeros
6.- Horarios que rigen. Salida todos los viernes a las 8 has. Llegada al Porvenir: cuando pueden.
7.- Tarifa en vigencia: 35 $ ida. No existe tarifa ida y vuelta.
8.- Empresas. Correo Oficial C. Tamargo, única que hace el servicio regular de pasajeros. La empresa Bautista Ross hace el servicio en forma irregular.

En lo referente al Servicio de Cargas se apunta: " No existe en la región ninguna empresa que efectúe servicios de carga entre ninguno de los puntos, en general al transporte lo efectúan los comerciantes y estancieros con sus camiones y carretas".

Los pocos camiones de alquiler efectúan viajes cuando se presenta la oportunidad cobrando tarifas mayores según a naturaleza de la carga, el estado del camino y la estación del año."

LA CANDELARIA 1946.8

La imagen de arriba ha de ser de ser de principios de los años 40, desde lo alto hay un primer plano para esa cruz que tal vez algo tenga que ver con aquella otra que -se dice- desorientó a navegantes que creyeron ven en ella una enfilación. (Ver La Candelaria 1921). Las construcciones de mampostería en las que también trabajo Faustino Minici, el constructor del mausoleo, nos permiten situarnos temporalmente.
La imagen de abajo ha sido identificada en algún momento como propia del cementerio de la Misión, pero no era así: el mausoleo doméstico de los salesianos vino después.

Lecturas de LA PRENSA.20. Los territorios del sur.

1900. JUNIO 14.

Los argumentos aducidos en el Senado Nacional en apoyo del proyecto de federalización de Bahía Blanca muy escaso contingente aportan a la demostración de la necesidad, y menos aún de la oportunidad del sacrificio solicitado a la Provincia de Buenos Aires; se ha disertado de preferencia sobre temas interesantes, pero no pertinentes a la materia de debate.

A designio hemos empleado desde la parición del proyecto la palabra “sacrificio” al calificar a la demanda hecha a la provincia pro que realmente lo es y grande la sesión de Bahía Blanca. Debemos detenernos un momento en este punto.

La provincia posee una dilatada costa marítima, Pero no tiene un gran puerto en ella – Bahía Blanca, destinado por razón de su posición geográfica a desempeñar funciones económicas vastísimas que se ensancharán en una expansión sin término, en la medida del progreso, de la población, del comercio de la producción de la zona intensa que por aquel paraje se comunica con el exterior. Con superficies territoriales no son compensables propiedades de esa naturaleza. ¿Cuánto vale, apreciada en tierras mediterráneas la posición de Liverpool? ¿Cuál es mérito relativo de una comarca cualquiera, para un Estado, y de un gran puerto de importación y exportación y asiento de una ciudad populosa comercial y rica?
He ahí lo que se pide a Buenos Aires, al solicitarle que suscriba la permuta de Bahía Blanca por un retazo del territorio de la Pampa Central. La desproporción es enorme y grande el sacrificio. Los hijos de la provincia, movidos por sentimientos nacionales los más puros, pues son parte integrante y muy valiosa de la Nación, tienen fuertes motivos para resistir la cesión de un bien con el cual concurren al mayor lustre y robustecimiento de la República Federal, cuyas instituciones necesitan Estaos fuertes y prósperos y respetables, para desarrollar sus energías y sus virtudes.
Los tópicos indicados no han sido dilucidados, ni siquiera insinuados en el Senado: los dos discursos pronunciados en sostén del proyecto, contemplaron la cuestión, que es en extremo compleja, de muy limitados puntos de vista; el legítimo interés provincial o ha sido tomado en consideración, no se ha demostrado la necesidad nacional actual de la ley de trámite ni se ha comprobado la conveniencia de Bahía Blanca de pasar a la jurisdicción federal, ni se ha insinuado siquiera la promesa de crear algo nuevo: la idea se circunscribe a producir el acto de la transferencia de los territorios materia, de permuta.
El senador autor del proyecto consagró algunas observaciones generales al presente y porvenir del propiamente denominado continente Patagónico, pretendiendo correlacionar su vida económica con la federalización de Bahía Blanca, le faltó demostrar lo que no es demostrable, a saber: que Bahía Blanca es el puerto de los dominios australes de la República que no lo es hoy por su propiedad provincial, que lo será efectivamente por el simple hecho de cambio de propietario.
La federalización no produce modificaciòn alguna en las funciones comerciales del puerto de Bahía Blanca, cualquiera que fuese la jurisdicción de que dependa, ellos serán exactamente las mismas porque proceden de la naturaleza o ubicación geográfica del embarcadero. La ingeniería construye comodidades para las operaciones de embarque y desembarque corrigiendo los defectos naturales; las leyes reglamentan el tráfico pero, ni los ingenieros, ni los legisladores crean y decretan puertos comerciales, eligiendo a su albedrío el paraje.
Ahí está el costoso puerto de La Plata para dar testimonio de la exactitud de la proposición.
Bahía Blanca, provincial o nacional, es y será el gran puerto del sur de la provincia de Buenos Aires, de la Pampa Central, de Río Negro, de una porción considerable de Neuquén, y, corriendo el tiempo buscará su contacto con las 3 provincias de Cuyo, de la propia suerte que el de Rosario, propiedad de Santa Fe, es y será el primer puerto del interior de la República. Ese es el hecho indestructible, sancionado por las leyes de la geografía y de las corrientes económicas que en armonía con ellas se establecen en todos los países del orbe.
Para que tuviera algún vigor el argumento deducido del estado actual de los territorios australes de la Patagonia, imputando a la carencia de un puerto que atraiga su producción y su comercio, sería menester probar que no lo tiene porque Bahía Blanca es de propiedad de la provincia de Buenos Aires que la necesidad señalada no será satisfecha mientras sea su dueño: en fin, que el ideal se realizará solamente cuando aquel sitio sea incorporado a la jurisdicción federal, y declarada asiento de la capital de la futura provincia pampeana. El sofisma se destaca por sí mismo.
Pero es oportuno observar que a Buenos Aires pertenece el suelo del partido de Bahía Blanca y que su puerto es nacional, regido por concesiones y por reglamentos del congreso y Poder Ejecutivo Federales, de suerte que si al presente no lleva la misión económica que equivocadamente se le atribuye a la población, y en el desarrollo del comercio de la Patagonia Austral, la culpa gravitaría por entero sobre la Nación sobre sus poderes públicos. Qué puede prometer entonces el Gobierno General con la ley proyectada si su conducta acusa su desidia y su ineptitud para fomentar el progreso marítimo y comercial de Bahía Blanca?
Hace hecho notar en el Senado que la producción ganadera de Santa Cruz y de Tierra del Fuego, sale al exterior por el puerto libre de Punta Arenas, en cuya plaza se provee económicamente su comercio. Punta Arenas, e cuya plata se provee económicamente su comercio. Pero, ¿qué relación hay entre este hecho y la federalización de Bahía Blanca? No la percibimos, ni la percibiría nadie porque no existe.
La ganadería de la región mencionada se sirve del puerto chileno de Punta Arenas, porque le ofrece positivas ventajas, como son éstas: lra, está más cerca que las demás de exportaciòn; 2da, allí hacen escala los vapores ultramarinos, 3ra, es puerto franco libre de impuestos. Cómo ha de competir con ese adversario el puerto de Bahía Blanca ya pertenezca a la provincia de Buenos Aires o a la Pampa?
Mil veces han sido indicados y reclamados los medios de impedir que la producción argentina de la Patagonia austral, salga al exterior por un puerto extranjero; pero jamás fue atendido el requerimiento, ni se tomó en cuenta el consejo.
El procedimiento es simplísimo: consiste en favorecer por extención los derechos aduaneros a aquellas nacientes y remotas poblaciones, con seguir que la navegación ultramarina del Estrecho haga escala en Río Gallegos, para cargar los frutos ganaderos y establecer un servicio normal de comunicaciones en aquellas costas, desde Tierra del Fuego hasta Santa Cruz, comprendiendo las Malvinas.
Cuando Bahía Blanca sea, por el merecimiento de la población de su zona económica de acción una plaza comercial de importación, es evidente que el comercio patagónico sea cliente de ese mercado por ser el más cercano; pero el tráfico de la exportación tendrá siempre que hacerse por los puertos propios de la Patagonia, comunicados directamente con Europa por la navegación que los frecuenta. Ese debe ser el ideal del estadista argentino. Las redes de caminos comunes, ferroviarios y fluviales que faciliten el arribo a la costa de los productos del interior de la Patagonia, deberá conexionarse con los embarcaderos más próximos. Porque había que obligarse a la producción del Chubut, de Santa Cruz, de Tierra del Fuego, a buscar los muelles de Bahía Blanca para salir al extranjero, recorriendo largas distancias con recargo de fletes y de comisiones, si la costa del Atlántico le ofrece numerosos puertos, adonde puedan atracar los barcos de la navegación universal?
La población de la Patagonia que forma geográficamente aparte, es independiente del funcionamiento del puerto de Bahía Blanca; es un problema aparte, que los poderes nacionales deben afrontar con un plan especial; a su abandono se debe exclusivamente la situación deplorable descrita por el senador Pellegrini. Allá no se abre un camino, no se fondea una boya, no se cava un canal de riego, no se hace nada útil, ni en el orden material, ni en el orden administrativo.
Entre tanto: hanse gastado irregularmente 400.000$ en dos cuarteles, derrochándose así los recursos que debieran ser aplicados a la viabilidad y a la irrigación. Y, para que la desidia y la imprevisión se extremen, se ha sometido a arbitraje el origen de los grandes ríos cordilleranos y de los lagos, que almacenan agua que en el futuro debe fecundar a la Patagonia de la costa marítima, cuyo terreno presenta el desolado aspecto de erial, porque carece de riego.
De las observaciones apuntadas se deduce, que el proyecto se circunscribe a multiplicar por un factor desconocido al territorio federal de la Pampa Central, pues, tal es la adjudicación de Bahía Blanca, y a dos capitales nacionales, a Río Negro y Neuquén; nada crea, ni promueve, ni promete nada al puerto cuya cesión se gestiona, ni a la Patagonia austral, mencionada en el debate al sólo efecto del exhibir su abandono de lo que debemos felicitarnos porque la crítica no está demás.

Observaciones del Mensajero

Hace ya un par de décadas el diario La Arena de Santa Rosa dedicó algunos números de su suplemento Caldenia a analizar aquel proyecto que se frustró: Una provincia pampeana que salida al mar por Bahía Blanca.

Internet nos desafió a buscar ayuda en ella, y así apareció una crónica interesante Taringa!, aludiendo a un estudio realizado en La Nueva Provincia (foto), diario que nació por esta cruzada provincial, cuando se pensaba dar a la ciudad que se pretendía como “puerta de la Patagonia” un status de capital.

Aquí se aluden a pujas con La Plata, y el desarrollo de la misma da para un análisis de cómo se prolongó esta situación doce años después.

El trabajo lleva la firma de Carlos A. Guardiola y alude a un investigación periodística de la Licenciada María Cristina Garbiero.

Cuando en 1912 el Dr. Roque Sáenz Peña asumió la presidencia de la Nación y dirigió su palabra para la apertura del período parlamentario surgieron, de sus conceptos, la posibilidad cierta que Bahía Blanca, nuevamente, tuviera otra oportunidad para convertirse en la capital de un nuevo estado provincial. Parecía como que los fracasos de anteriores proyectos en esa dirección, como el del fundador de "La Nueva Provincia", Enrique Julio, y el del senador nacional y ex presidente, Dr. Carlos Pellegrini, no hubieran logrado generar sedimentos lo suficientemente desalentadores como para ahuyentar las esperanzas en tal sentido. El renacimiento de las viejas esperanzas bahienses encontró punto de apoyo en un párrafo muy especial del mensaje del presidente a las cámaras. Es que Sáenz Peña tenía intenciones de realizar una importante obra pública en el partido de Avellanada y, en tal sentido, propiciaba la federalización de ese distrito. Y lo fundamentó aseverando que la incorporación de aquella ciudad al distrito federal se había vuelto impostergable por razones de orden político, económico, de higiene y de seguridad. En esa dirección ya había tenido conversaciones con el gobernador provincial, a la sazón el general José Inocencio Arias, las que explicó habían sido acogidas "con marcada simpatía lo que me permite esperar que la legislatura provincial prestará su consentimiento".

Las obras proyectadas permitirían el formal saneamiento del Riachuelo, ¡ya en aquéllas épocas motivo de preocupación!!

Como no podía ser de otra manera el diario "La Nueva Provincia", inmediatamente, se lanzó investigar las proyecciones del pensamiento presidencial, deduciendo que "la parte del mensaje referente a la federalización de Avellaneda" tenía una importancia trascendental para reflotar la idea de Bahía Blanca como cabeza de un nuevo estado federal.

Las primeras conclusiones del diario, y sondeos con legisladores nacionales del partido de Roque Sáenz Peña que Enrique Julio tenía muy aceitadas, le permitieron inferir que el proyecto federalizaría un radio de 50 kilómetros que rodearía totalmente la capital del país.

Por el norte llegaría hasta el Tigre, por el oeste hasta Luján y por el sur (y he aquí lo más importante), hasta La Plata incluyéndola.

Queda claro que, de prosperar el proyecto, la provincia de Buenos Aires perdería a su capital lo que otorgaba serias chances a la ciudad de Bahía Blanca de serlo de la Buenos Aires "residual". Enrique Julio pudo averiguar que, en compensación de esta federalización, el gobierno nacional se haría cargo de la deuda externa de la provincia que, en aquellos años, ascendía a 300 millones de pesos. Más aún: entraría también la cesión, a la provincia de Buenos Aires, de una parte de los territorios nacionales de La Pampa (proyecto Pellegrini) y de Río Negro (proyecto Enrique Julio). La ciudad elegida por Roque Sáenz Peña, como nueva capital provincial, sería Bahía Blanca y "la ciudad de las diagonales", La Plata, pasaría a convertirse en residencia del presidente de la Nación y sede de los ministerios federales.

A través de sus fluidos contactos con los poderes nacionales, el dueño del diario "La Nueva Provincia" pudo saber que la idea tuvo su origen en una visita que el presidente Roque Sáenz Peña había realizado a La Plata, habiendo manifestado que ésa era la ciudad ideal para convertirla en sede del gobierno nacional a fin que los gobernantes pudieran desarrollar su gestión sin las agitaciones y presiones propias de las grandes urbes. Pudo saber Enrique Julio que, luego que el primer magistrado diera lectura a su mensaje, dos legisladores bonaerenses: Santiago Luro y Horacio Varela, sorprendidos ante el posible desmembramiento de Avellaneda, se acercaron al presidente para indagarlo al respecto. Este les ratificó que ya había hablado con el gobernador Arias lo que motivó una urgente reunión de los legisladores con el mandatario provincial. Y Arias les manifestó estar de acuerdo con el proyecto por "interpretar conveniencias generales y porque dejaba paso a los intereses superiores de la Nación". Lo cierto es que la estructura general del proyecto fue anunciada el 11 de junio de 1912 por el gobernador Arias en una conferencia de prensa.


En síntesis el proyecto proponía: La provincia de Buenos Aires entregaría a la Nación una zona de 50 kilómetros, hacia todos los rumbos del límite actual, comprendiendo los partidos de Vicente López, San Isidro, San Fernando, San Martín, General Rodríguez, Moreno, Morón, Ramos Mejía, Avellaneda, Lomas de Zamora, Almirante Brown, Quilmes y partes de San Vicente, Luján, Pilar, Brandsen y La Plata


Un primer mapa implicaba, nada menos, que la provincia se desembarazara de esa malformación geopolítica que, con los años, sería denominada "conurbano" y que quedaba anexada a la ciudad de Buenos Aires - Circunvalaría esa extensa zona un canal navegable que oficiaría de gran cinturón de la Capital Federal. - La Plata sería federalizada y pasaría a convertirse en la nueva capital del país, asiento de las autoridades nacionales y los ministerios. - La nueva cabecera del estado bonaerense sería Bahía Blanca "irreemplazable por sus condiciones de gran ciudad marítima". - La Nación se haría cargo de una explosiva deuda provincial de 300 millones de pesos y cedería territorios nacionales de La Pampa y Río Negro, a determinar, que permitiría el "ensanche" de la provincia.


Un segundo mapa demostraba que el proyecto generaba la anexión a la nueva provincia de territorios, no determinados, de La Pampa y Río negro en canje por los 23 distritos que se anexaban a la capital del país


Ese señor llamado Arias


La primera pregunta a formularse es desde cuándo y por qué este gobernador, casi a contramano con la política asumida por sus antecesores en el cargo, adoptó una actitud tan positiva con respecto al traslado de la capital provincial a Bahía Blanca. Las primeras conjeturas, en tal sentido, pueden encontrarse en declaraciones que el propio general Arias hizo al diario "La Prensa" de Capital Federal. Allí deslizó que, en una visita realizada, la ciudad sureña lo había impactado.


También influyó en su ánimo un libro escrito por el Dr. Adolfo Posada, catedrático de la Universidad de Madrid, titulado "La República Argentina", que ensalza a Bahía Blanca comparándola con la emblemática ciudad inglesa de Liverpool que, muchos años después, sería cuna de los revolucionarios Beatles.

Posada avanzó mucho más en su análisis y subrayó las siguientes ventajas:

a) La distancia que la separaba de la Capital Federal era una sólida garantía para evitar el asedio del poderío económico de esa metrópoli.

b) Era el asiento natural de la corriente inmigratoria no asimilada por la capital nacional.

c) Su explosión demográfica: 23.194 habitantes en 1900 y que, ya para 1909, superaba los 69.000.

d) Su economía creciente. La recaudación de 1900 fue de $ 173.630 y, nueve años después, ascendía a $ 825.703 con finanzas saneadas.

e) Sus colegios, instituciones y el grado de intelectualidad de sus habitantes.

Pero sin duda lo que el mandatario provincial se cuidó de comentar fue que la deuda externa provincial, acumulada, era de tal magnitud que los 300 millones de pesos aliviarían no sólo las arcas de su gobierno sino de los siguientes que lo sucedieran. Las reacciones La gran mayoría de los legisladores nacionales bonaerenses, que habían asistido a la conferencia de prensa de Arias, no sólo se retiraron de la misma de manera destemplada, sino que no concurrieron tampoco al banquete que el gobernador ofreció a continuación de la misma. Algo olía mal y la agitación provocada por el anuncio no tardó en expandirse.

Al igual que lo ocurrido con el proyecto del Dr. Carlos Pellegrini, el desmembramiento territorial fue la bandera izada por los detractores.


Bahía Blanca: hora clave


Enterados de la buena nueva los bahienses iniciaron una decidida acción cívica tendiente a cristalizar sus viejos anhelos. El 13 de junio de 1912 se llevó a cabo, en el palacio municipal, una asamblea que resolvió la formación de un comité popular "Pro Capitalización" que fue presidida por el Dr. Gregorio Ugarte y secundado, en diferentes cargos, por personalidades de la talla de Norman Geddes, Emilio Duprat, Enrique Julio, el Dr. Valentín Vergara, Rufino Rojas, Ramón Olaciregui, Narciso Mallea, el Dr. Leónidas Lucero, Tomás López Cabanillas y Jorge Moore, entre otros. Naturalmente sus integrantes pertenecían a las esferas más representativas de la ciudad en el ámbito político, económico y social. Estos notables desplegaron una batería de acciones que no reparó ni tiempo ni inversión económica. Así mantuvieron fluido contacto con el presidente de la Nación y con el gobernador Arias; buscaron adhesión en distritos vecinos; panfletearon; utilizaron la prensa; realizaron asambleas regionales constituyendo otros comités de campaña. Sin duda conmovieron a la opinión pública y Coronel Pringles, Benito Juárez, Tres Arroyos, Coronel Dorrego y Coronel Suárez se sumaron rápidamente a la nueva cruzada. Los Maquiavelos platenses

El "blitzkrieg" para defenestrar el proyecto, cuando no, tuvo su impronta en la legislatura provincial integrada, mayoritariamente y tal como ocurre en la actualidad, por legisladores del centro y norte bonaerense. Se indignaron y rasgaron sus vestiduras (a la usanza romana) por la pérdida territorial que significaría la "evaporación" de los 23 distritos que serían federalizados si el proyecto culminaba con éxito. La ingeniería para hacerlo fracasar tampoco reparó ni en formas ni en medios: minutas de interpelación al ejecutivo provincial; encendidos discursos parlamentarios; visitas cotidianas a diarios y revistas de la época; movilización de los barrios periféricos de La Plata (algo así como los piqueteros de aquella época) mitines y panfleteadas fueron algunos de los recursos utilizados.

Era claro que, a medida que pasaban los días, en el congreso provincial se iba generalizando la sensación que lo de Roque Sáenz Peña y Arias "no correría". El gobernador, que además de militar tenía olfato político, entendió que lo prudente era guardar silencio y retirarse de la escena sabiendo que "soldado que huye, sirve para otra guerra".

Para septiembre de 1912 el proyecto estaba en "vía muerta" aunque aún le faltaba el "disparo a la nuca" para terminar de rematarlo. Y esa "bala" llegó desde La Plata, "la ciudad inventada", con noticias poco alentadoras sobre su salud. El general Arias había abandonado las tareas de gobierno las que delegó en su vicegobernador, el coronel Ezequiel de la Serna. Su enfermedad, que comenzó como una simple gripe, se convirtió más tarde en congestión pulmonar y una complicación renal terminó provocando su deceso el 11 de septiembre de ese año.


Trama secreta


Una revista de la época, PBT, deslizó en un suelto que su deceso tuvo mucho de conjura e intriga palaciega "y que su desaparición, oportuna, fue funcional a los intereses provinciales que este general no representaba". Para colmo su ama de llaves, que era británica, salió sigilosamente del país una semana después de la muerte del general.

La publicación deslizaba, intencionadamente, que buena parte de la onerosa deuda provincial tenía como acreedora mayoritaria a la banca inglesa. Deberá recordarse que los ingleses dominaban el puerto de Buenos Aires y que los norteamericanos necesitaban, para su expansión geopolítica continental, un puerto en el Atlántico y que, en esa dirección, habían alentado la creación de una nueva provincia, con capital en Bahía Blanca, bajo cuyo ejido operaba el puerto de aguas profundas más importante del país. Sin embargo no querían enemistarse con los británicos lo que los obligaba a manejarse con cautela.

Y los ingleses, que sospechaban de las intenciones americanas, fueron permeables al otorgamiento de empréstitos a la provincia (gestionados por legisladores del centro y norte bonaerense) que, al endeudarse, perdió capacidad de manejo y autonomía. Es obvio, entonces, que el proyecto del presidente Roque Sáenz Peña, que incluía el salvataje financiero para las alicaídas arcas provinciales, amenazó con hacer naufragar la estrategia británica de evitar la competencia americana en el Atlántico si es que "los primos" se hacían del puerto de Bahía Blanca.


El adiós al general


Su muerte fue muy lamentada. De hecho, y en homenaje al hombre que había generado una nueva posibilidad para la ciudad, se le puso años más tarde su nombre a la arteria empedrada que une Bahía Blanca con Ingeniero White.

La muerte del general José Inocencio Arias dejó sin realización posible al proyecto. Su secretario, Manuel María Oliver, escribió una carta a Enrique Julio donde le comentaba: "Un día antes de su fallecimiento me expresó: Dígales a los de Bahía Blanca que no cejen en sus proyectos; que si me muero no abandonen la idea ya que la misma contribuirá a la grandeza de la Nación y de la provincia. Pero parece que Dios no quiere. Dejo la semilla en el surco... que otros trabajen y cosechen". Un día más tarde el mentor había muerto.

Un comunicado de La Plata terminó de poner la lápida definitiva. Escuetamente decía: "Siendo transitorio el gobierno del coronel de la Serna, cuya principal atención estará puesta en las próximas elecciones a gobernador y renovación legislativa, no podrá ocuparse de la federalización propuesta por el gobernador Arias". ¡Qué distinto hubiera sido el futuro de la "provincia interior" si, casi un siglo atrás, hubiera podido desembarazarse de esa malformación geopolítica denominada "conurbano"!!

El tango, con sus letras tristes y melancólicas, suele aportarle al periodista la filosofía de bolsillo necesaria para algún cierre de nota que tenga esa impronta. Un réquiem apropiado si se quiere. Por eso "Desencuentro", de Aníbal Troilo y Cátulo Castillo pareciera el adecuado. Dice el poeta: "Creíste en la honradez y en la moral... ¡qué estupidez! Por eso, en tu total fracaso de vivir, ni el tiro del final te va a salir". Bahía Blanca, una vez más, había tenido un "desencuentro" con la historia de grandeza para la que estaba preparada.

UNA MIRADA PATRIMONIAL

Se ha comunicado con nosotros Hugo Podbersich, Jefe del Departamento Patrimonio Cultural que se encuentra dentro de la Dirección Provincial de Museos. Lo hizo por que están trabajando en la declaración de Patrimonio Histórico de varios lugares en la provincia entre ellos se encuentran los cementerios, uno de ellos es el denominado "cementerio de la CAP", si bien posee una declaración de "Interés Municipal" por medio de la Ordenanza Nº 712/94, tratamos de resguardarlo con una declaratoria de Patrimonio Histórico Provincial. Fue por ellos que lo ha visitedo hace unos meses atrás y lo encontramos rodeados de viviendas construidas sobre el cerco perimetral y no muy cuidado.

Hugo nos vino a solicitar información fidedigna, y mis artículos periodísticos, el primero de los cuales data de 1983.

El Departamento de Patrimonio Cultural está trabajando para recabar información sobre el edficio del Antiguo Juzgado de Paz, contando ya con el listado de personas, instituciones y establecimientos que colaboraron con la construcción (lo publicado en la revista Truco por gentileza en su momento de Federico Romero) y copia del Decreto Nacional Nº 5380/45 en el cual el Presidente Edelmiro J. Farrel aceptó la donación.

Recuerdo los primeros días de la gestión Colazo, cuando la Municipalidad cambió el antiguo y tradicional cerco del Juzgado por uno de cemento. Formulé una crítica por Cordón Cuneta y nada tardó el Ingeniero Martín en ponerse a mi disposición para hacer las cosas de una manera diferente. Fue entonces que por largo tiempo se guardaron aquellas maderas, para tratar de reconstruir la forma del cerco original, piquetes de cuyo final perdí conocimiento.

Ya para entonces la Sociedad de Arquitectos había fijado su interés por los valores arquitectónicos de ese recinto de la calle San Martín, que en algún momento llegó a tener un aspecto fantasmal.

Lecturas de LA PRENSA.19: Marina de Guerra. Los funerales del alférez Mackinlay.

1900. MAYO, 11.

El martes 29 de mayo, a las 10 de la mañana se celebrarán en el templo de San Francisco (foto) solemnes funerales pro el eterno descanso del alférez de Fragata Juan M. Mackinlay y tripulantes de la embarcación zozobrada en el canal de Beagle el 21 de abril último. Asistirán el Ministro de Marina, los jefes y oficiales de la Armada, la comisión directiva del Centro Naval, parte de los alumnos de la Escuela Naval, los niños de los asilos de huérfanos de los militares del Ejército y de la Marina, diversas corporaciones que están invitadas y un piquete de marineros del acorazado Almirante Brown.
La banda del cuerpo de Marina tocará motivos fúnebres en el coro de la mencionada iglesia
El Centro Naval ha acordado erigir en la memoria de aquellos infortunados marinos una cruz de granito en el lugar mas próximo al que ocurrió el siniestro, la cual será conducida en el primer transporte que salga para dicho punto, encomendándole a su comandante la colocación.
La base consiste en la agrupación de piedras, en medio de las cuales surgirá la indicada cruz.

Observaciones del Mensajero:

El acontecimiento luctuoso será motivo de una gacetilla publicada en LA PRENSA para el 26 del mismo mes, originada en Marina de Guerra. La misma dirá "El Centro Naval ha resue4lto erigir un monumento por suscripción, entre sus socios, al alférez Mackinlay, que naufragó en el canal Beagle, desempeñando una misión encomendada por el Jefe del Almirante Brown, a cuya oficialidad pertenecía".

El 30 de mayo vendrán las noticias del funeral.

Y para el 9 de junio vendrá el sobreseimiento en el sumario al comandante del Brown, y su oficialidad.