Lincoln Ross Colcord, un escritor nacido en el Cabo de Hornos.


En Agosto de 1883, mientras se dirigía hacia el este, luchando contra los ventarrones del Cabo de Hornos, el barco Charlotte A. Littlefield, al mando de LInconln Alden Colcord, soportó una gran tempestad, teniendo sus cubiertas a flor de agua.
Dieciocho meses antes, la pequeña Joanna nacía en el mar, en las proximidades de Nueva Caledonia: ¡y ahora, su madre , la joven Jennie Carver estaba a punto de dar a luz otra criatura, mientras doblaban el Cabo de Hornos!
Aprovechando hasta la última unión del velamen, el capitán Colcord se mantuvo en cubierta día y noche, luchando por alcanzar una latitud muy favorable.

Dice Félix Riesenberg en su libro Cabo de Hornos:

El día 14, en medio del huracán incesante en pleno Atlántico y  a una latitud de 54 grados 45 sur, arribó la cigüeña.
Pero eran competentes estos comandantes de veleros, y el pequeños Lincoln Ross Colcord vino al mundo en condiciones muy satisfactorias.
Había fortaleza y fe marina dentro de esos viejos navíos de madera.
Durante casi quince años la familia continuó en el mar, los niños fueron educados a bordo de la nave. Joanna realizó su obra: su colección de salomas y cantos cariños: Roll and Go, y Songs of American Sailormen han contribuido a preservar aquellas tradiciones.



Lincoln es considerado un autor de la ficción del  mar e historiador marítimo,

Colcord pasó gran parte de sus primeros catorce años a bordo de los buques en aguas profundas, una experiencia que inculca en el niño un amor perdurable del mar e influyó fuertemente sus intereses y actividades de años más tarde. 

Gente de mar de la quinta generación, Colcord y su hermana son los tema del libro Parker Bischop  Albee Jr. Cartas del Mar, 1882-1901: Joanna y la infancia de Lincoln Colcord  (1999).

En 1916 Colcord emergió como una figura literaria importante. Macmillan había publicado tres de sus libros, y una veintena de historias de mar y varios poemas había aparecido en revistas como American, Bookman, McClure, y Hampton.Bert Bender escribió en Mar Brothers: La Tradición del Mar americana Fiction deMoby-Dick hasta el presente (1988)

De que la escena del tifón que aparece en la novela El mar Drifting Diamond de Colcord (1912) habría sido apreciado incluso por Herman Melville, el autor de Moby Dick.

Al revisar el primer libro de Colcord con cuentos del mar, El Juego de la Vida y la Muerte (1914), el New Tork Times (01 de noviembre 1914) lo comparó favorablemente con Joseph Conrad, lo que sugiere que "el espíritu de la mar y el misterio de Oriente "infundir las obras de ambos autores.

Después de otro libro de similar temática: Un instrumento de los dioses (1922), Colcord volvió cada vez más a la investigación y escritura de la historia marítima. 

Ayudó a su hermana, Joanna Colcord Carver, con su colección de salomas, Roll and Go: Canciones de American Sailormen (1924). 


Nuestro autor  compiló Registro de buques construidos en el río Penobscot y Bay(1932).

En 1926 conoció a Ole Edvart Rolvaag, un novelista que había pasado su juventud en el mar como un pescador de la costa de Noruega. Trabajando en estrecha colaboración con el autor, Colcord tradujo el primer libro de Rolvaag, Gigantes en la Tierra: Una Saga de la pradera (1927), del noruego. La amistad entre estos dos marineros condujo a artículo biográfico de Colcord, "Rolvaag Pescador agitó el puño en Fate" (The American Magazine [marzo 1928]).

La década de 1920 a finales encontraron Colcord revisar libros marítimos y navales para el New York Herald Tribune. 

Sobre su actividad en ese tiempo dirá Riesenberg. Lincoln, por entonces un distinguido escritor y crítico de temas marinos fue el escollos contra el cual muchos libros zafios naufragaron; otorgó buenos vientos a los auténticos bajeles que alguna vez emprendieron excursiones tipográficas

En esta capacidad él revisó una supuesta autobiografía, The Cradle of the Deep (1929), por la actriz Joan Lowell, quien afirmó haber pasado sus primeros diecisiete años en el mar; Colcord señaló que todo era una ficción. Su exposición causó una controversia literaria sensacional, y que surgió con más fuerza que nunca estableció como autoridad preeminente en el mar. 

En 1936 su aporte resultó decisivo en la fundación del Museo de Penobscot Marine en Maine: The Neptune estadounidense.


El niño nacido en el Cabo de Hornos tiene una impronta fueguina que no ha sido reconocida, tal vez todo comience  funcionar de otra manera, si se llega a la traducción de sus escritos.

(En la foto los hermanitos Coldord, 
en la cubierta de un barco, 
con una cabra como mascota)

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