ZDINKA MIMICA CHECHUK de Bilbao. Ciudadana Ilustre de Río Grande.

Los festejos del 94 aniversario de Río grande trajeron el reconocimiento a Doña Coca, que a sus 98 años guarda la alegría de vivir.
Si quisiéramos resumir su existencia diríamos que se trata de la esposa de Ruperto Bilbao, el primer  y único fueguino que dirigió los destinos del Territorio, pero sus cualidades humanas encierran otros espacios de ternura.
Recuperamos una conversación en su casa de la calle Espora, en medio de experiencias radiales que la tuvieron como protagonista.



-Bueno, creo que realmente es una pena que no hayamos estado el domingo pasado compartiendo con usted nuestro espacio de los domingos con Los gajos de la tierra porque hubiéramos comido un pedazo de torta de cumpleaños suya, ¿No?
-No, no se hizo nada. Ninguna…no lo festejamos.
-¿Pero, algún motivo en particular?
-Sí, uno muy particular, porque estamos toda la familia haciendo dieta…estamos un poco pasados de peso.
-Y es importante tener 69 y cuidar la silueta, ¿No?
-Sí, si por supuesto.
-Bueno, yo voy a tratar, porque parece que vamos a sembrar algunas incógnitas respecto a esta conversación, voy a tratar de decir bien su nombre y sus dos apellidos. Voy a tratar…Zdinka Mimica (se pronuncia Mimiza!  Chechuk
-Esta bien, muy bien.
-Bueno, andamos bastante bien en fonética entonces. Pero habitualmente, ¿Cómo la llaman?
-Coca.
-Coca, es más fácil llamarla Coca que Zdinka. Si le dicen Zdinka usted no se da vuelta en la calle.
-Es muy difícil porque muy pocas personas en realidad saben mi nombre. Todos me conocen por Coca.
-Yo sé que usted es fueguina, fueguina desde hace 69 años y vive en Río Grande…
-Desde el año 1939
-¿Dónde nació? ¿En que parte de Tierra del Fuego?
-En Porvenir.
-¿Cómo era Porvenir? Una ciudad importante en aquella época, ¿No?
-En aquella época era importante porque todo el tráfico que se hacia, digamos, a esta parte de Río Grande, desde Buenos Aires tenían que movilizarse todos los pobladores, Bs. As, Punta Arenas, Porvenir. Porque había muchos correos terrestres que traían a la gente hasta Río Grande y luego se iban a su establecimiento.
-Claro, era un paso obligado.
-Era un paso obligado, hasta que vino, bueno, Aerolíneas Argentinas, que en aquel tiempo era Aeroposta y otros medios de transporte.
-Pero ya estamos hablando de tiempos muy modernos.
-No, no tan. Más o menos en el año 36 ya comenzó Aeroposta, pero no se si hacia frecuencias semanales, quincenales, no recuerdo.
-¿Cómo fueron sus primeros años ahí en Porvenir? Supongo que andaría entre Porvenir y Punta Arenas.
-Sí, Porvenir y Punta Arenas, y luego me vine acá, a la casa de mi hermana, que ella se casó en Río Grande también, la señora de Mimica, de Esteban Mimica, yo me quedé acá, luego me case…
-¿O sea que llegó soltera?
-Llegué soltera.
-No había chicas solteras en aquella época.
-Muy pocas, éramos, cuando había alguna fiesta, unas 8/10 chicas. El tiempo que yo llegué a Río Grande vivían las señoritas Robert y Pichona, las señoras de Romero y de Finocchio. Estaban las chicas Santomé y algunas chicas del campo…la señora de Allen y alguna que ya no recuerdo, pero éramos muy pocas.
-¿Y consiguieron novio acá?
-Y conseguimos novio. Estaban las de Boniffetti también, que eran muy jovencitas, asi que conseguimos novios. Éramos pocas chicas y había muchos…
-Tenían para elegir.
-Si, teníamos muchos, digamos, candidatos.
-¿Y cómo hizo para elegirlo a Don Ruperto?
-No sé, esa cosas no se saben nunca…fue un flechazo…
-Bueno, ahora vamos a aclarar algo, porque doña Coca y…bueno, estamos hablando de don Ruperto Bilbao cuando hacemos esta referencia. Una persona muy difícil de definir para quienes lo conocimos, siendo muy niños, pero sabemos que tiene un lugar dentro de la historia de nuestro Río Grande, de nuestra Tierra del Fuego, como lo tiene su familia…Y a veces los silencios, que serán rotos nada más que por una generación que no lo ha conocido, que son los nietos que andan por aquí, vienen a significar lo mucho que le han dado a este Río Grande. ¿Vamos a olvidarnos de algunas cosas y acordarnos de otras’
-Si, como no.
-¿Usted lo conoció a don Francisco Arriola, su suegro?
-Si, mi suegro. Yo viví 17 años con mi suegro, en casa de mis suegros.
-Y estábamos recordando antes de llegar a todo esto, incluso veníamos acompañados de alguna documentación de la casa, que él llega a nuestro Río Grande en el año 1905, pero me gustaría que eso lo cuente mejor usted.
-Bueno, él viene en 1905 y se establece acá, después forma una pequeña sociedad con el  Sr. José Menéndez que, durante unos pocos años, luego se independiza. Tiene una casa de comercio, luego trabaja en el campo, consigue alquilar, arrendar el lote de  y ahí se establece, y Policarpo, que no quedaban nada de Tierras fiscales, solamente Policarpo que quedaba lejos.
-Pero lo que yo he insistido es que si bien que da lejos, tenía una ventaja, es que allí entraban barcos en esa época ¿No?
-Si, entraban no muy seguido. Una vez al año se iban para llevar lana y llevar los víveres para el año. Y algunas veces pasaban hasta 3 ó 4 años que no iba un buque a cargar, se quedaban los productos ahí y era un poco difícil todo.
-¿Usted visitó Policarpo en aquella época?
-No, no he visitado.
-Había que tener coraje.
-Si, porque en aquella época eran tres días a caballo y yo…no iba a Policarpo, he estado en avión si. Pero por tierra no he ido, porque se hace difícil, y…
-Ahora queríamos preguntarlo un poco acerca de don Francisco Bilbao, porque lo estábamos relacionando con la actividad pujante de desarrollo de Río Grande, y sobre todo porque él estaba al frente de las instituciones que comenzaron a surgir.
-Claro, él estaba al frente de la Comisión de Fomento durante muchos años, y con muy pocos recursos se comenzó a abrir las calles, se hizo la plaza, y con mucho sacrificio porque no había recursos y…
-Con mucha iniciativa privada también en aquella época, ¿No?
-Sí, si, de relación y…de los ganaderos.
-Se hizo la Escuela N° 2…
-La Escuela 2, si. Funcionó donde actualmente está la Municipalidad.
-Claro, ¿Usted sabe que ese terreno sigue perteneciendo al Ministerio de Educación?
-Al Ministerio de Educación, o al Consejo de Educación, no se como se llama. Los planos los hizo mi suegro y también él construyó la escuela, con ayuda de otras personas, todo fue ad honores. Con la colaboración como digo de la población, de los comerciantes, y de los ganaderos. Estos planos yo los entregué a la Municipalidad, no se si existen. Yo entregué todos los planos a la Municipalidad, de la Escuela 2. Después se han hecho modificaciones, se han ampliado…
-Si, pero es muy importante...  como funcionaba, porque con todas las modificaciones que se han hecho, creo que uno no se acuerda como era el año pasado…
-Claro, pero creo que más o menos se han conservado algunas formas.
-¿Y la plaza?
-La plaza se cercó primero, se cercó y se pusieron los árboles. En el tiempo de…
-¿También hubo iniciativa privada allí, no?
-Si, también. Todo fue por iniciativa privada, porque no había recursos. Eran muy pocos, ramos muy pocos, no se alcanzaba a cubrir. Incluso el Intendente, digamos el presidente de la Comisión de Fomento y colaboradores, como ser el Sr. Ibarra y el Sr. Van Aken, todos colaboraron con dinero propio para poder hacer algunos arreglos.
-Estuvo mucho tiempo cercada…
-Si, en el año en que fue intendente Piñero, se sacó el cerco.
-‘58
-’58…se sacó el cerco. Se mantenía para que no se echara a perder, para que no corrieran los niños o perros o animales, andaban en aquel tiempo, andaban muchos animales sueltos. Andaban caballos, vacas…
-¿De dónde trajeron los primeros arbolitos?
Los primeros arbolitos se trajeron, los robles, se trajeron de la sección asturiana. Iban en un camioncito de de Comisión de Fomento, con la gente de la Comisión de Fomento se iban a sacar de allá, acampaban, iba mi suegro con ellos, y se trajeron los arbolitos. También se trajeron de Gallegos, de Esquel y de Punta Arenas. También todo se traía así, pagando con…
-Con lo difícil y lo lento que era todo…
-Claro, con lo lento, si. Y el relleno de las calles, y abrir las calles también con unas pequeñas vagonetas con unos rieles y un pequeño camión volcador, que tenía la Comisión de Fomento que el depósito, el garaje, todo estaba ahí en la manzana 96,¿No?,97, donde está la Casona. Incluso todo, se cortaban ahí los postes, todo, para cercar la plaza…
-Yo he visto imágenes, creo que de Foto Leguizamon, no estoy seguro, que están tomadas de la parte del cerro y se ven ahí incluso tuberías, como un depósito…
-Claro, porque no tenía la comisión de Fomento un depósito.
-Porque, ¿Dónde funcionaba primitivamente la Comisión de Fomento?
-Yo…eso si que no recuerdo, pero creo que ahí funcionó siempre, cuando se hizo, después.
-O sea en la calle Lasserre, seria, la calle Lasserre abajo del cerro.
-Abajo del cerro…no, 9 de julio es…La Casona, si, Lasserre es.
-Yo estaba viendo, lo voy a leer, dice.”Hoy 16 de diciembre de 1937, (Usted todavía no había llegado), fue inaugurada la plaza de Río Grande, fue bendecida por el Presbitero don José Crema y se hizo fiesta popular de concurrencia, más numerosa que hasta ahora haya habido en Río Grande. Además, por la Comisión de Fomento se le comunicó el acto al Sr. Gobernador del Territorio, telegráficamente”… ¿De quién es la letras?
-De don Francisco…Y estando en la Comisión de Fomento, como presidente de la Comisión de Fomento, todos los años, los 25 de mayo y los 9 de julio se hacía un asado popular para toda la población y se repartían víveres, como ser café,, té, azúcar, yerba, se hacían paquetes y se les entregaba a las familias.
-A la gente que necesitaba…
-A la gente que necesitaba.
-¿Cómo era ese Río Grande del ’39? , que usted debe tener muy presente, así, establecimientos comerciales…
-Bueno, había tres establecimientos importantes, que era “La Anónima”, la casa Ibarra y la casa Raful. Y alguna pequeña despensa, nada más. Y había muy poca población, eran mil habitantes, así que…
-¿La zona sobre la que estaba edificada Río Grande?
-Bueno, más o menos siempre sobre la ribera, digamos. Para el frigorífico, las estancias. Y no había muchas actividades aparte de la ganadería y las cadenas de frigorífico, no había otras actividades.
-Cuando usted se casa acá en Río Grande, ¿En qué lugar vive?
-Vivo en la, durante dos años en  Sebastián Elcano, en la casa de ahí de, de don Francisco Bilbao.
-¿La vieja casona?
-La vieja casona, después me voy al campo. Después vivo en el campo durante 6 años, luego ya los niños empiezan el colegio así que me vengo a quedar ya en Río Grande.
-Los niños llegan pronto…
-Sí, si, los dos primeros, pronto.
-¿Dónde nacieron los dos primeros?
-La hija mayor vive en la casa, en la vieja casona y el hijo nace en el frigorífico, en el hospital del frigorífico. Y también Marta, después de algunos años nace Marta, en el hospital del frigorífico.
-¿Tenía miedo?
-No, no.
-¿Quién la ayudó?
-Estaba el Dr. Barabino y, bueno, había gente siempre amiga…éramos una familia grande en Río Grande. Eramos todos una familia grande, unida, todo el mundo se ayudaba. Cuando había necesidades, cuando pasaba algo todo el mundo colaboraba, se ayudaba.
-Estaba tratando de imaginarla, cuál era su rostro años atrás, y veo que no ha cambiado mucho, por lo menos de los tiempos que yo tengo memoria. Y estaba tratando de relacionar estos acontecimientos con la gran responsabilidad que le tocó a don Ruperto, responsabilidad que creo que la sigue sustentando, porque ha sido el único fueguino que nos ha gobernado a todos, ¿No?
-Si, hasta ahora ha sido el único fueguino, nacido en el Territorio.
-Por suerte…que le saquen el invicto dentro de poco.
-Si, ojalá y sea pronto.
-¿Cómo fue la experiencia de esos años, para trasladarnos un poco a otro tiempo?
-Bueno, fue una experiencia con muchas dificultades, pero fue una experiencia linda. Conocí mucha gente, en fin, tuve mucho apoyo, sobre todo de gente de acá, de la isla.
-Y creo que fue un desafío, porque aun en esa época no se esperaba una decisión desde Buenos Aires.
-No, no. De ninguna manera. Fue bastante peleado el asunto ¿no? Además inesperado para nosotros.
-¿Los acompañó en Ushuaia?
-Si, siempre.
-¿Y cómo eran esos días en Ushuaia? Porque usted sabe que entre la gente de Río Grande y Ushuaia, las cosas a veces se ponen tirantes.
-Si, pero yo, la gente que nosotros tratamos fue gente amable, simpática y…buena gente.
-¿Ayudaron en aquel momento en la cuestión de Gobierno entonces?
-Si, ayudaron.
-Es importante a veces cuando se tiene la responsabilidad sobre el conjunto recibir la solidaridad de las personas. A veces el gobernante está más solo de lo que se piensa…
-Si, a veces si. Pero todas esas dificultades se pudieron zanjar.
-¿Incluso el ’66?
-El ’66, en el momento que cayó el gobierno nosotros estábamos en Buenos Aires precisamente, llamados por, mi marido llamado por el Presidente. Había ido por el presupuesto y un montón de cosas que, para el año, digamos venidero, para empezar a hacer en el Territorio, cuando cayó el gobierno, que fue en junio, el 28 de junio me parece que fue.
-O sea que cuando él regresa al Territorio ya estaban todas las cosas dadas aquí.
-Sí, si. Ya vino para entregar la Gobernación. Incluso en Marina le habían pedido de quedarse y no se quedó.
-Si, habían antecedentes y había conducta, ¿no?
-No se quedó de ninguna manera porque le pareció que no era correcto.
-¿Don Ruperto, estando en el Gobierno, hablaba con usted de lo que hacía?
-Si, siempre me comentaba. Teníamos todos esos problemas y, en fin, lo conversábamos, lo comentaba…
-Hay muchos problemas, pero yo me imagino que también deben haberse dado cosas alegres.
-Si, se dieron cosas lindas.
-¿Se acuerda de alguna de ellas?
-¿Cómo qué, por ejemplo?
-Algo que haya ocurrido estando don Ruperto de Gobernador, que haya sido un motivo particular de alegría para él…Porque cosas se hicieron y cosas se dieron, ¿No?
-No, ¿Cómo qué?, no sé…
-Yo recuerdo por ejemplo la visita de Illia.
-Bueno, si, la visita de Illia sí. Fue una cosa que, Illia incluso quiso alojarse en nuestra casa y por seguridad no se le permitió. Vinieron las Fuerzas Armadas para revisar toda la casa, para ver, si podía haber algún artefacto o algo, algún atentado. Pero él quería alojarse en casa, porque era amigo personal de mi marido. Y nos apreciaba mucho. Yo fui muchas veces a la Quinta, invitada por la señora de Illia, a tomar el té y almorzar con ellos, con el Presidente y la señora. Son recuerdos muy lindos.
-Incluso don Arturo estuvo después en otra oportunidad…
-Si, estuvo en otra oportunidad, que lo acompañó mi marido con, yo no pude ir, con Marta y Carlos, que vino con Solari Irigoyen. Que fueron, estuvieron por Río Grande, por Ushuaia. Después de algunos años de haber dejado…
-Con menos atribuciones, pero por suerte más tranquilo…
-Sí, si.
-Doña Coca. Vamos a darnos un saltito en el tiempo. Vamos a encontrarnos con esas dificultades que eran tan propias de la gente de antes, por más que había solidaridad, como para llevar todo adelante, vamos a hablar un poco de los chicos, de la escuela, de cómo se fueron haciendo grandes…
-Bueno, los dos primeros años fueron al Colegio Nacional acá, Carlos y Luz.
-A la Escuela 2.
-A la Escuela 2. Después Carlos se fue a la Misión Salesiana hasta cumplir el ciclo primario y Luz fue pupila al Colegio María Auxiliadora de Río Gallegos, también hasta que terminó el ciclo primario.
-Era una ventaja para ustedes que estaban en el campo.
-Claro, porque no había forma, en fin, de dejar a los niños, no había lugar tampoco, no había pensionados ni nada en aquel tiempo. Y no había la Escuela Secundaria, no. Aun no estaba creada. Así que luego, cuando terminaron la escuela primaria se fueron de pupilos a Buenos Aires a estudiar, al Colegio Euscal Eschea. Luz terminó en el Colegio Espíritu Santo, se recibió de docente y después la Facultad. Carlos también, terminó en el Colegio, y se fue a la Facultad, se recibió de Sociólogo. Marta también estudió en el colegio…
-Pero Marta fue más regalona…
-Si, fue mas…ella estuvo casi siempre acá. Estudió en el Colegio María Auxiliadora, después en el Don Bosco y también se recibió de docente acá y luego fue a hacer algunos cursos en Buenos Aires y después se quedó en Río Grande.


-Estaba repasando que cosas interesantes hay en la documentación de su familia, porque este material que ahora tengo en mis manos que a lo mejor alguna vez vi por ahí, o fotocopiado, esto es original y está firmado en San Sebastián, 7 de febrero del año 1907, dice “El infranscripto, Juez de Paz  y gefe, con g, como se escribía en aquel entonces, de la Oficina del Registro Civil de este departamento, certifico, que la primera foja del libro de actas de nacimientos cuenta la siguiente que transcribo íntegra: N° 1 En San Sebastián,, Río Grande, Territorio Nacional de la Tierra del Fuego, a 7 días del mes de febrero de 1907, ante mí, Juez de Paz y Gefe del Registro Civil, Francisco Bilbao de 29 años, casado, español, domiciliado en el Dto. De San Sebastián de este Territorio hijo de Ruperto Bilbao y Justa, y acá vamos a tener que…
-Garita Goitia.
-Ah, Garita Gotilla, declaro que el día 6 de febrero, a las dos y cuarenta A. M. nació la mujer Donata Dorotea, en su domicilio, a quien vi hija legítima de él y de Jesusa Arriola, de 28 años, española, hija de Juan José Arriola y de María Gutiérrez. Leída el Acta que firmaron conmigo el declarante y los testigos, Bernardini López Sánchez de 32 años, soltero y domiciliado en esta, y Francisco Berry, de 20 años, soltero y domiciliado en el mismo pueblo”. La firma de Rubén Quiroga, quien estaba a su cargo del Juzgado de Paz de Río Grande y este vendría a ser el primer registro de nacimiento en Río Grande…
-En Río Grande, si. Y el segundo el de Ruperto Bilbao. Al año siguiente.
-Ya tuvieron que empezar a compartir el libro. Acá se encuentran las mismas referencias y vamos a buscar los dichos, es el Acta de Nacimiento del año 1908. Testimonio:” A los 27 días del mes de abril del año mil novecientos… ¿’39 está entregado, no?
-Claro.
-Ah, en el mismo año que llegó usted con la firma de Milton Roberts, estaba buscando la fecha del nacimiento de don Ruperto.
-16 de marzo de 1908.
-16 de marzo de 1908. O sea que tuvo usted oportunidad de conocer a figuras que ahora están a lo mejor  un poco olvidadas por esa insatisfacción que tiene el paso de los tiempos pero aquí volvimos a mencionar, por ejemplo, a la familia Roberts.
-Ahá, la familia Roberts, que vino el año ’39, que de aquellos años, con las señoras de Finochio y de Romero compartimos las fiestas y…una amistad que se fue.
-Además en esta documentación aparece un Certificado de Bautizo y confirmación del 21 de octubre del año 1916, Ruperto José Bilbao Arriola, y entre las referencias de quienes participaron en este hecho estaba don Antonio Fagnano, como representante del padrino en este caso, don Juan José Arriola. ¿Quién era Juan José Arriola?
-Un hermano, un tío de mi marido.
-Bautizándolo nada menos que el director de la Misión Salesiana, don Juan Zenone.
-Zenone. Y acá está el Certificado de bautismo también de…
-Claro, y en esta otra, también comienzan a aparecer…”El día 6 de febrero del corriente año, a la hora 06:40, hija legítima de don Francisco Bilbao, estamos hablando de Dorotea,, fue padrino el señor Feliciano Bilbao, español, representado por el señor Antonio Fagnano” que parece que era el representante oficial de todos los tíos distantes..
-De todos los tíos, si. Y hay una carta de Monseñor Fagnano, escrita a la madre de mi marido, donde le manda golosinas a los chicos, y donde le dice que no pudo asistir a, no sé, a un almuerzo o algo que le invitaba la madre de mi marido.
-El mundo estaba mucho más lejos en aquella época, ¿No?
-Si, tenían que,…todos los domingos iban a oír misa en carro, en carrito, se iban temprano, salían de acá para oír misa en la Misión Salesiana, iban con los chicos.
-Sin que la escuchen las hijas y las nietas: ¿Cuál fue la época más linda que vivió en Río Grande?
-Bueno, la época más linda de Río Grande fue del ’39 al ’62.
-Y ahora me va a tener que decir porque.
-Si, después se hizo muy grande Río Grande. Nos conocíamos todos, todo el mundo se conocía, se hacían las fiestas, todo el mundo concurría, los Años Nuevos salíamos a la calle a bailar, a cantar, o sea, fiestas muy bonitas, nos disfrazábamos, hacíamos incluso teatro con las de Finochio, con los hermanos Roberts, que eran muy divertidos, hacíamos teatro…
-¿No les faltaba público, no?
- No, no nos faltaba…sí, mucho público no, porque no había mucha gente pero hacíamos obras de teatro con la señora Stanic,  con Nena, a beneficio del colegio María Auxiliadora o a beneficio de alguna otra institución. Trabajábamos también las damas vicentinas que durante muchos años estuvimos funcionando, y se hacían cosas lindas. A beneficio del hospital, a beneficio de gente de menores recursos…
-Es que si no se ayudaba de esa manera, de donde iba a venir la ayuda…
-Claro, se hacían, digamos, ajuares completos, íbamos a la Parroquia a trabajar las señoras de 3 a 6 y cosíamos pañales, porque en aquel entonces no habían pañales descartables, así que cosíamos los pañales y hacíamos ajuares y se entregaban a la gente que necesitaba. Se festejaban laas comuniones, se hacían los chocolates, las casas comerciales nos obsequiaban el chocolate, la leche condensada, galletitas, y en fin, toda la población colaboraba y se hacía el chocolate para todos los niños. Así que ahí servíamos nosotras el chocolate para los chicos.
--¿Los salesianos eran mucho más convocantes que hoy, no?
-Pero sí, se hacían todas las fiestas en la parroquia.
-¿De que padre se acuerda en particular?
-De, en primer lugar, del padre Forgacs, pero mucho del padre Crema también, y del padre Bating, porque venía mucho , era nacido el mismo año que mi suegro, se llamaba Francisco Javier, y festejaban, nacidos el mismo año, y festejaban el cumpleaños en casa, del padre Bating. Entonces venía a almorzar y se…
-Que el padre estuvo tanto tiempo en la parroquia como un tiempo en la…
-Sí, muchos años estuvo, era de origen suizo.
-Además con un particular sentido del humor, porque yo he leído cosas escritas por él, no he tenido oportunidad de conocerlo, por esto que se llama edad, pero recuerdo algo que me causó gracia, porque demostró un sentido de humor ante la realidad. Uno se hace a la idea de que los sacerdotes tienen que ser demasiado serios, y más los de antes, pero la crónica que él registra es la siguiente, dice: “En el día de ayer he casado una pareja de ancianos, la novia tiene 70 años y el novio un poco menos. Al día siguiente, la novia se fue a festejar sus bodas en el cielo...”…Tiene una serie así de alusiones con respecto a su…
-Era muy agradable. Y después el padre Delgado, el padre Méndez, cuando trabajábamos nosotras en la parroquia, también ayudaban, pero sobre todo el padre Forgacs.
-Al padre Méndez lo estuvimos recordando hace unos días en este programa, como su banda, su banda lisa, con su equipo de fútbol.
-Y, ha hecho mucho el padre Forgacs, por los niños, por la juventud…
-Claro, ya el padre Forgacs fue un maestro…
-Claro, que no había nada y realmente alejó de muchos peligros a los niños y a la juventud ¿No es cierto?, porque no había, no había escuela secundaria, y bueno, ha hecho obras buenas.
-Le ofreció la posibilidad a los jóvenes de encontrarse con ellos mismos…Eso creo que era lo importante.
-Claro…
-Doña Coca, vamos a ver si aprendí el nombre y apellido, porque yo después de  todo esto hago una ficha, así que voy a tener que llegar: Zdinka Mimica Chechuk, los dos apellidos yugoslavos, ¿Sí?
-Yugoslavos, si. Mis padres eran nacidos en Yugoslavia.
-¿Y cuándo llegaron sus padres a América?
-Mi padre vino a fin de, mi padre vino antes de fin de siglo, vino a Punta Arenas, y de ahí se fue a Bolivia y trabajó en las minas de cobre y estaño, en Bolivia, con un tío.
-Y había comido calafate…
-Y había comido calafate y volvió a Tierra del Fuego. Mi madre vino en 1902, y ya en 1903 se casaron. Tuvieron 10 hijos.
-¿Usted que número es?
-Yo soy la octava.
-De las menorcitas entonces.
-De las menorcitas. Que de una familia muy grande, quedamos dos solamente.
-¿Muchos yugoslavos por aquella época en Punta Arenas, no?
-Sí, el 50%. Porque a mí me ha tocado hacer un censo de las familias yugoslavas y éramos 600 familias yugoslavas.
-¿Ese censo en donde lo hizo?
-En Porvenir. Unos pocos ingleses, unos pocos españoles y el resto chilenos. Era muy grande la colonia, la colectividad yugoslava.
-Y aquí también vinieron unos cuantos.
-Claro, unos cuantos. A mí me gustaría que le pusiera un nombre a una calle en Río Grande, Yugoslavia.
-Hay una calle en Chacra II, (chacra Bilbao?) , que se llama Yugoslavia, lo que pasa es que todavía no están indicados los nombres de las calles.
-Ah sí, no había. Porque se le debe mucho a los yugoslavos, se han esforzado, han venido a trabajar acá, han dado sus hijos, en fin, han trabajado mucho. Otras, también otras colectividades, pero sobre todo yugoslavos y españoles acá han venido de muy jóvenes, se han quedado, han tenido sus hijos…
-Y son del grupo de los que no se han vuelto, ¿No?
-Que no se han vuelto, y se han mezclado con otras razas.
-Bueno,, si yo lamenté en un principio el no haber hecho esta nota el domingo pasado porque pensaba comer torta en sus 69 años, ahora no se si voy a comer torta, a lo mejor voy a tomar otro café…
-Queda pendiente la torta.
-Le voy a desear un feliz día de la madre.
-Gracias.
-Y espero que este mensaje transmitido a tanta gente amiga del programa, y por extenso creo amiga, de todos estos recuerdos, le sirva para que se multiplique, y que nos vamos a encontrar en más de una oportunidad.
-Muchas gracias.
-Bueno, muchas gracias doña Coca, y gracias por estos recuerdos que supimos compartir y ojalá le hayamos prendido alguna sonrisa, sobre todo a la gente vieja de Río Grande.

-Ojalá así sea.



(*) La desgrabación de esta conversación fue trabajo de Raúl Ortigoza, las fotos que acompañan la presentación son: Recién casados en la nieve: Ruperto y Coca. La familia en la casona familiar. El día en que fue proclamada ciudadana ilustre, junto al intendente Gustavo Melella, y los ex intendentes Esteban Martínez y Néstor Nogar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Mingo!

¡Qué valiosa entrevista! ¡No tiene desperdicio realmente ...! Muchos datos y anécdotas, recuerdos ...¿Mingo pensaste en publicar un libro basado en entrevistas a antiguos pobladores?

Leyendo esta entrevista, nombres y momentos me fueron llevando al libro “A hacha, cuña y golpe. Recuerdos de pobladores de Río Grande”. En 1939, cuando la Sra. Coca llegaba a Río Grande, coincidentemente también lo hacía Aníbal H. Allen. Su llegada fue primero a Ushuaia, el 1º de septiembre, alojándose en la Jefatura de Policía. Entraba así en la Policía de Ushuaia aquel año. Dos meses después, en noviembre de 1939, fue trasladado a Río Grande, donde lo recibieron el Comisario Medina, el Oficial José Cabezas y “un amigo de ellos que era Ruperto Bilbao, que después fue gobernador”.

Avanzando la lectura Anibal H. Allen señala: “Don Francisco Bilbao y Ruperto Bilbao son personas que en su época también hicieron cosas. Don Francisco fue lo que yo llamo un pionero y creo que murió en la década del cincuenta. Cuando yo vine a Río Grande, vino a recibirme el Comisario Medina, quien me presentó en ese momento a Ruperto Bilbao quien nos llevó directamente a la casa y nos invitó a almorzar a todos. Don Francisco era un hombre del tipo paternal (...), quería el trabajo, quería avanzar y era muy determinante con sus objetivos. Era el Presidente de la Comisión de Fomento (...). Él era dueño de la Estancia Policarpo (...). Era una familia agradable e incluso parece que la esposa de don Bilbao (*) era una señora con muchas cualidades y capacidades también poéticas (...)” (Bou, María Luisa; Repetto, Élida: “A hacha, cuña y golpe. Recuerdos de pobladores de Río Grande”).

También, los nombres de los Padres Méndez y Bätig mencionados por Doña Coca, recuerdo que me fueron referidos en la entrevista con el coadjutor salesiano Marino Francioni – maestro en la Escuela Agrotécnica, Misión Salesiana de la Candelaria –, quien me contó en aquella oportunidad: “Los inviernos iba al pueblo, a Río Grande, y atendía el oratorio festivo diario. Vivía con el Padre Méndez, Bätig, suizo era él, en el invierno. Venían chicos, se entretenían en juegos de mesa, ping pong ... Si era tiempo bueno jugaban afuera partidos de fútbol. Las chicas eran atendidas por las hermanas” (Revista “Colores Complementarios”, Año 5, Nº 48, Julio 2013).

Con respecto a la importancia que atribuye Doña Coca a la colectividad yugoeslava, Ricardo Rojas que escribía en 1934 en relación a un censo realizado en Ushuaia dos años antes, coincidentemente indicaba: “Los yugoeslavos, que siguen a los españoles en importancia, vinieron principalmente por Punta Arenas, donde es numerosa esa colectividad, y aquí se dedican al comercio o a oficios manuales” (Rojas, Ricardo: “Archipiélago (Tierra del Fuego)”, Editorial Südpol, 1º Edición, Ushuaia, 2012).

(*) Don Francisco Bilbao.

Un saludo Mingo!
Hernán (Bs. As.).-