EVOCACIONES*30 de Octubre de 1983. Río Grande vuelve a votar. Argentina volvía a la democracia..



Y lo hace saliendo de oscuras etapas de la vida nacional, en tiempos en los cuales se elegía autoridades cada diez años, y se soportaba luego la imposición de sistemas autoritarios de gobierno.

Río Grande hace 20 años eligió autoridades municipales, y la voluntad mayoritaria se volcó hacia el candidato justicialista Daniel Esteban Martínez, primer y único riograndense nativo que ha regido lo destinos de nuestra comuna y que iniciaba de esta manera un ciclo de cuatro intendencias consecutivas logradas por el voto popular.

La elección conformó un concejo de cinco miembros donde la UCR y el PJ se llevaban dos concejales, y la Agrupación Vecinal –partido que había gobernado en la Intendencia de 1973 a 1976, el edil restante.

La experiencia electoral fueguina se inició recién a partir de la sanción de la Constitución de 1949, dado que antes no se votaba a en los Territorios Nacionales por autoridades nacionales. En 1983 –por ende- no elegimos gobernador, pero si por primera vez una Legislatura de 15 miembros.

Los partidos que intervinieron llevaron propuestas muy similares en razón de las urgencias creadas en aquella hora: Dar continuidad a la ley 19640 –ley de promoción industrial- que había hecho crecer enormemente la población en el lustro anterior. Lograr el cruce al continente por aguas argentinas. Y como un demanda de mayor contenido municipalista: construir viviendas e instalar servicios.

No dejaba de estar presente en boca de los candidatos la reivindicación sobre Malvinas, escenario tan inmediato del que habíamos formado parte en la guerra del año anterior; de la misma forma que se esgrimía la posibilidad de convertirnos en provincia, con reservas por parte de algunas agrupaciones.

El voto peronista de Río Grande marcó una tendencia histórica donde ha sido frecuente que aquí se votara contrariamente a los resultados nacionales. No obstante ello de las presencias nacionales la más notable fue la del Doctor Alfonsín, que lanzó desde la Tierra del Fuego su candidatura, y en el clima de euforia que acompañó el cierre de campaña, este se dio en Río Grande en el Gimnasio del Centro Deportivo Municipal, el mayor escenario de entonces, con la concurrencia del artista Mario Sapag que imitaba al candidato del radicalismo.


El electorado local se había renovado en diez años. Casi no había candidatos con antecedentes en la gestión de los años 70.Y a la hora de salir a componer cuadros los partidos parecieron privilegiar los espacios médicos, a tal punto que entre electos y designados vinculados con las fuerzas que tuvieron representación a partir de los resultados electorales, hubo que renovar por completo los planteles de tocoginecología  del hospital Regional Río Grande, de donde salieron legisladores y ministros. La política parecía ser, por este hecho emblemático, una cuestión de salud, de multiplicación y crecimiento.

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