Desde que llegué a Río Grande, el 1 de noviembre de 2002, escucho a diario vocablos que me resultan desconocidos.
Siempre digo que aquí, somos todos extranjeros debido a la mezcla de colectividades y razas; por esta razón, nos encontramos frecuentemente, ante expresiones que no comprendemos.
Hay veces, en que mi interlocutor me inspira confianza, entonces, pregunto.
El tiempo, que todo lo descifra,me proporciona día a día, conocimientos nuevos. En particular, hoy debo agradecer a David, porque de él, aprendo muchísimo.
Disfruto tanto escuchando sus historias, que el tiemo me resulta insuficiente. Le he preguntado qué significa "caleuche", una palabra que ronda desde hace bastanteen mi cabeza.
La sabiduría que atesoran los años de David, realmente me fascina. Gracias a él, hoy sé que es "el caleuche": barco fantasma que emerge y desaparece en las aguas del mar.
Pone un énfasis muy especial, cuando afirma que eus historias son verdaders, que no es mitología, que él vio al caleuche en oportunidades como esta: Siendo aúnmuy niño, paseaba por la orilla del mar, en Quéhue.
Diariamente , cuatro jóvenes pescadores, soltaban las amarras de su barca y lanzaban su red al mar. De pronto "el pique" era tan pesado que se les hacía difícil subirlo a la embarcación. Tanto peso correspondía a una tonina de unos cincuenta kilos. Dos de los jóvenes, sugirieron devolverla al mar, los otros dos, saboreando las felicitaciones, que recibirían por haber atrapado tan preciado trofeo, decidieron lo contrario.
Dado el tamaño del crustaceo, decidieron trozarla en cuatro partes para facilitgar el traslado. La sorpresa que recibieorn al hcer los primeros cortes, duplicó su asombro.
Ante sus ojos, no aparecía la carne que tanto conocían sino una especie de gelatina. Así es que se retiraron del lugr, dejando su presa abandonada.
Al día siguiente, se echaron nuevamente al mar, y de pronto, vieron acercarse una lujosa embarcación, muy iluminada, pero sin rastros de tripulación. Como con una aspiradora, los pescadores fueron absorbidos hacia la nave que desaparieció inmediatamented.
Refiere David que El Caleuche, puede visualizarse bajo distintas formas: como barco que aparece y desaparece, como tronco de árbol, como pez grande, o como lo que seríamos incapaces de imaginar.
Al final de etas charla, coincidimos en un interrogante: El Caleuche ¿es un barco fantasma? ¿Transporta seres extraterrestres?
De lo que David no tiene ninguna duda, es que él lo ha visto, y que nadie le discuta que es mitología, porque está muy lúcido.
1 comentario:
Observación:Tonina, es el nombre que en Chiloé se da a los delfines. Cetaceos no crustaceos, don Julio no puede haber cometido tal error. El Caleuche, es tambien, buque de arte
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