El lector medianamente informado sobre las temáticas
fueguinas de el “encuentro entre culturas” no tendrá dificultades en la familiarización
con nombres tales con Robert FitzRoy, Carlos Darwin, Thomas Bridges, Esteban
Lucas Bridges, hombres a los que se situará en la región meridional del
archipiélago, vinculados a la fe evangélica, en contacto primordialmente con
los pueblos originarios canoeros; en tanto que luego la mención de José Fagnano
y Martín Gusinde aportará la óptica católica, los contactos con los cazadores
recolectores.
Sin pretender caer en una situación esquemática podemos si
decir –agregando a los nombrados otros científicos y misioneros no tan
trascendente, no todos los lectores pueden aquilatar una consulta exhaustiva a
los escritos de cada uno de ellos.
Potenze, educador e investigador, si hoy ha hecho y con ello
facilita al andar de los que quieren saber más sobre las “Miradas sobre el
indígena en la ocupación del territorio” fueguino, en un tiempo que va de 1846
a 1926.
Cerca de la primera fecha están los estudios hidrográficos
ingleses, labor que se proyectará en una Misión Anglicana; en tanto que lindera
a la segunda nos encontramos frente al momento del desarrollo pleno de la
ganadería ovina, la sumisión y muerte por parte de los nativos, pese a los
esfuerzos encarados por la Misión Salesiana.
El carácter cosmopolita de aquella Tierra del Fuego nos dará
una abrumadora presencia de extranjeros, entre los cuales hacemos al excepción del
legado y la experiencia emprendedora de Esteban Lucas Bridges, nacido fueguino,
pero de cuño inglés.
Docente en la isla, y en otros puntos del país, el libro
Científicos y religiosos en Tierra del Fuego, es la adecuación libresca de una
tesis de maestría. Dada en términos amenos, y con algunas aliteraciones que
permite en varios casos una visión más imparcial de los hechos, encarada desde
nuestro presente, y dibuja el encuentro/desencuentro entre los actores
pasivos/activos de la hora colonizadora, en este espacio sur que nos habita.
Nacido en el espacio de la investigación el libro de Potenze
no está dado simplemente para formar a otros formadores; contribuyen a
conocimiento general que nuestros contemporáneos merecen de esta etapa de
nuestro existir; permitiendo hacer crecer –entre multiplicidad de miradas- la
elaboración de propuestas nuevas, tanto en lo ético como lo estético.
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