Ha servido para ilustrar, para realizar diversas evocaciones, y hoy de pronto volvió a aparecer cuando yo estaba buscando otra cosa.
La foto comenzó a inquirirme y de pronto comenzaron a aparecer ciertos recuerdos.
Truco fue una gran idea, combinaba formatos tan diversos como Crisis y Visión creía que podía ser un aporte informativo, reflexivo y a la vez ocurrente en momentos en que salíamos de la dictadura y avanzábamos hacia la democracia. Mi socio en la empresa fue Diego Montero –responsable de la imagen- y el dio vida a esa imagen que iría creciendo tapa a tapa comenzando por la carta más fuerte (el as de espadas). Cuando me preguntaron una vez –vaya a saberse porqué- cuantos números iban a salir, yo contesté cuarenta, los números de la baraja. En realidad no alcanzamos a imprimir nunca el número 3, el “culo sucio”. Nos había salido competencia en Personas Fueguinas de Lucas Polic, revista que se regalaba. La nuestra padeció los embates de la inflación u el segundo número vio remarcado su precio con un sello de goma. Cuando nos embarcamos nosotros en la política nos pareció indecoroso sostener una revista que por ahí, parecería que no era del todo imparcial.
También a color aparece el semanario La voz fueguina, dirigido por Germán Noguera desde Ushuaia con un título de todos los tiempos “Gobernador dijo que estudian la construcción de dos puertos”. Se estaba hablando de una Terminal fueguina y otra santacruceña del mentado proyecto de roll-on roll-off, interconexión marítima que evitaría el paso por Chile, bien gracias. Noguera sacó su semanario justo cuando yo sacaba El austral –primavera del 76- y el suyo sobrevive a manos de su viuda –Norma- convertido en bimensuario cultural.
Por sobre él aparece Noticias, diario en el que escribí anónimamente, el título letraset a toda página engloba un acontecimiento que no debe ser olvidado: En desafortunado suceso pierde la vida una joven docente. Fuerzas vidas proponen drásticas medidas. Pararon el comercio y la industria”. Fue la muerte de la maestra Angélica Rojas a manos de un centinela, a la histérico postguerra de Malvinas. Hoy por hoy el comercio y la industria no paran por los temas que duelen a la población, solo por sus propios intereses.
Presencia se esconde. Era un mensuario que escribían Olga González y Enrique Bischof. No era fácil fabricar noticias donde todo parecía que estaba dicho, o cuando todo parecía que estaba dicho. Allí pusimos algunas cuotitas de humor. Otro de los que colabora era Carlos María Ratier.
La ciudad nueva era el periódico de Leonor María Piñero. Arduamente impreso en mimeógrafo y abrochado a demanda del cliente en su kiosco frente al Hospital. Allí se iba enterando de lo que pasaba y con esas informaciones completaba los aspectos no culturales del quincenario, que era fundamentalmente literario.
Muy, muy escondido Akainix, arco iris en yámana. Revista de cultura que dirigiera Cecilia Belotti en Ushuaia, con el tiempo Antonio Viñayo editó otro del mismo nombre, atendiendo que también para los selknam Akainik era el arco iris.
Tiempo desvelado fue una publicación cultural mensual dirigida por Silvia Milat. Alguien llegó con su propuesta y yo escribí unas cositas: un cuento titulado Conspiración en la vieja casona, algo que marcó mi estilo. También un reportaje a Zito Lema cuando volvió a aparecer Crisis.
En un primer plano Nueva Juventud. Era la revista del Don Bosco ahora no pensaba para el consumo interno sino para el externo: dirigida a todos los jóvenes de Río Grande. Juan Milósevic que había sido puesto al frente de la iniciativa me dijo que pesaban sacarle publicidad a cuanto padre de alumno del colegio estuviera en condiciones de hacerla. Me mostró una larga lista en la que figuraban desde kioskeros a funcionaros, pero no se si llegaron al segundo número.
Creo que no me cuesta bosquejar un recuerdo de cuanto medio periodístico apareció en nuestra Tierra del Fuego, así que: ¡muestren, muestren!.
3 comentarios:
... Muy interesante Mingo ... Sobretodo para un porteño como yo que estudia comunicación social ... Qué bueno poder contar y leer ese material ... Sobretodo sería interesante poder divulgarlo en universidades de Bs. As. como se hace o se hacía prensa escrita en nuestra Patagonia.
Un saludo Mingo,
Hernán.
El año pasado hemos colaborado con Arnoldo Canclini, quien a pedido de la Academia Nacional de Periodismo debía compaginar el capítulo fueguino de una historia del periodismo federal, con motivo del bicentenario. Creo que Armando Alonso Piñero estaba ocupado en todo esto.
... La verdad no estaba al tanto. Pero gracias por la información Mingo ... ! Me voy a poner en campaña para ver si puedo dar con ese material para leerlo (aún sigo en la busqueda, como alguna vez te conté, de algun libro tuyo como Temprano Rio Grande, Rastros en el río ...)
Un saludo,
Hernán.-
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