PATRICIA CAJAL y la mano ignorada.
Como en cada viaje algo tenía que traerle a mi esposa de regalo. Últimamente era un mantel y un libro. El mantel fue redondo y cálido, está puesto en el desayunador que no he vuelto a utilizar.
El libro me costó 60 pesos en la librería Don Catriel de La Plata, y al llegar le puse una dedicatoria, el mismo día en que nuestro hijo cumplía 25 años.
Ella lo tomó en sus manos y leyó la portada y la página manuscrita: "Carlos Alberto Adreeola. Alfonsina Storni. Vida, talento, soledad... Para Patricia. En la búsqueda de la búsqueda. Mingo. 4/4/2017"
Estiró su cuello para recibir un beso, y el libro se entreveró en su escritorio con tantos otros papeles.
Patricia murió y al ver el regalo pensé que no le había tocado el tiempo de leerlo, sin embargo un señalador -una boleta de transporte- marcaba la página 92 dónde podía leerse:
BORRADA
El día que me muera, la noticia
Ha de seguir las prácticas usadas,
Y de oficina en oficina al punto,
Por los registros seré yo buscada.
Y allá muy lejos, en un pueblecito
Que está durmiendo al son en la montaña,
Sobre mi nombre, en un registro viejo,
Mano que ignoro trazará una raya.
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